Cuando hace casi un año coloqué en esta bitácora el artículo El Infierno de Dante no pensé que llegaría a ser una entrada popular; de hecho ha sido una de las más leídas y hasta el momento en que escribo estas líneas ha sido 1827 el número de visitantes. Es cierto que un infierno dantesco atrae, pero no creo que exista mucho interés por la Divina Comedia.... No hay tantos medievalistas ¿Serán las ilustraciones? No creo.
Se lo comenté así a Jesús, el librero, cuando tomé en mis manos Infierno (De Bolsillo, Barcelona, 2013) para darle una hojeada y ver de qué se trataba. Su respuesta fue muy simple; desde que Dan Brown escribió una novela alrededor de ese tema, titulada Inferno, muchos muestran interés. Como no leo a Brown y sus novelitas desde hace tiempo (sospecho una empresa editorial del autor con el Opus Dei -uno prohibe y el otro vende), no estoy al tanto de sus últimas producciones. Leí hace años el Código Da Vinci y Ángeles y demonios y con eso me bastó. Creo que ya superé ese etapa y tengo una larga lista de buenos y mejor escritos libros que leer.
Me puse a dudar sobre el contenido del libro que sacaba de las estanterías de la librería de los jesuitas. En la portada decía: "Los enigmas que Dan Brown no ha logrado descifrar", lo que me encendió las luces de alerta. Al revisar el contenido me apercibí que el libro contiene una traducción en verso de los cantos relativos al Infierno de Dante Alighieri, con buenas notas al pie y un artículo titulado Descodificando a Dante, por Samuel Richfeltdt:
Esta edición -nos dice la contraportada-, que recupera una magnífica traducción en verso y se apoya en un rico aparato de notas, se abre asimismo con una nueva y esclarecedora introducción que ofrece una clave de lectura insólita: Dante como el depositario de un saber hermético, como la punta de lanza de una sociedad secreta cuyas raíces llegan hasta la esencia del cristianismo y cuyas ramas rozan la materia de nuestros días.Compré un ejemplar, seguro como estoy que voy a disfrutar su lectura, pero me queda el vacío de que no es la Divina Comedia completa. La edición que tengo en casa es una traducción deficiente y en prosa, sin estudio preliminar. Lo único bueno que son los grabados de Gustave Doré que lo adornan. Ojalá algún día caiga en mis manos una edición completa con ilustraciones por William Blake. Por el momento, este Infierno me satisface.
Dante et Virgile aux Enfers, por Eugéne Delacroix, 1822 |
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