sábado, 21 de septiembre de 2013

El enemigo del pueblo

Jorge Palacios (Pedro Stockmann) y Basilio Álvarez (Tomás Stockmann)

Ayer tuve una experiencia que me retrotrajo a los mejores momentos del teatro en Caracas. Los amigos Penélope y Jesús me llevaron a ver Enemigo del pueblo, obra escrita en 1882 por Henrik Ibsen, en adaptación de Ugo Ulive. En una ciudad que carece de buen teatro y éste se limita a monólogos de vagina y muchachos metrosexuales mostrando sus chocolaticos (más grandes que sus cerebros), es refrescante saber que aun quedan seres pensantes que producen cosas buenas, saben escoger el material oportuno, y que de paso hay un público dispuesto a asistir.

Me impactó en especial la actuación de Jorge Palacios (Pedro Stockmann) que sabe mostrar todo el cinismo y abuso de poder de los políticos de hoy y de siempre, y la de Basilio Álvarez en el papel de Tomás Stockmann, su hermano médico e idealista. El resto del reparto, algunos distribuidos entre el público nos muestra lo que puede ser la tiranía de las mayorías, las mayorías decentes manipuladas, y el ostracismo del que piensa de diferente y actúa de acuerdo a su conciencia.

Ibsen no fue ajeno a una situación similar; de eso sabía. Esta mañana releyendo el prólogo de Teatro selecto de Henrik Ibsen (Librería El Ateneo Editorial, Buenos Aires, 1959), me encontré con un dato interesante:
... un acontecimiento bélico preocupa a los europeos, especialmente a los escandinavos y germanos. Alemania ataca a Dinamarca, y los daneses, confiados en la promesa de ayuda de Lord Palmerston, defienden sus ducados de Schleswig-Holstein-Lauenburg. Ibsen aboga por la acción armada contra el enemigo común y es -hoy lo sabemos-, un profeta político. Nadie lo escucha. Noruego ignora sus intereses, sus ideales y desconoce a su gran genio literario. Solamente quedan, pues, dos caminos: la muerte o el destierro. Toma éste, no sin pensar en aquél. Ya lo han seguido otros poetas enteros y rebeldes, entre ellos uno tan vilipendiado como él por la sociedad de su patria: Lord Byron.
(...) Alternó sus residencias en Noruega, Alemania -Munich y Dresde-, e Italia, y desde 1892 ya no  se movió de Cristianía. El paria se había transformado en santón. Todos le reverenciaban, aun sin comprenderle. Y él seguía impertérrito , señalando con el índice las llagas morales de su pueblo, de la humanidad, sin hacer caso de las últimas voces contrarias. Escarbaba el yeso podrido, que no mármol, de Las columnas de la sociedad, descubriendo sus verdaderos puntales y desenmascaraba a los adversarios de Un enemigo del pueblo; retornaba a la lucha de la verdad y la mentira en El pato silvestre; y a la de valores morales ciertos o aparentes en Casa de muñecas....
Quedan pocas presentaciones de Enemigo del pueblo. Creo que permanecerá en cartelera hasta el 13 de octubre. No se la pierdan.


ENEMIGO DEL PUEBLO (“En folkefiende”), de Henrik Ibsen. Grupo Teatral Ekena. Dirección: Armando Álvarez. Adaptación: Ugo Ulivi. Producción: Claudia Camacho. Vestuario: Eva Ivanyi y Cape Grillet. Utilería: Oscar Salomón, Música original: Gabriel Figueira. Diseño de escenografía: Ramón Pérez Pina y Armando Álvarez. Iluminación: Valentina Sánchez. Elenco: Jorge Palacios, Basilio Álvarez, Juan Carlos Ogando, Israel Moreno, Beatriz Mayz, Alejandro Díaz, Luís Ernesto Rodríguez, Valentina Ortiz, y Daniel Colmenares junto con integrantes del taller de adultos del Grupo Teatral Skena. 
Centro Cultural BOD-Corp Banca. Viernes y sábados a las 8:00 p.m. y los domingos a las 6:00 p.m.

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