Esquema de la Divina Comedia de Dante Alighieri Muy bien representado el Infierno Tomado de www.interacciones.com.ar |
En estos días chateaba con mi ciberamigo Silverio Osorio, joven seminarista en Maracaibo, sobre el infierno y la condenación eterna a propósito de una persona que había causado un daño grave, escándalo, y había muerto tal vez sin arrepentirse, y ciertamente sin reparar el daño. Le decía yo, aunque sólo Dios lo sabe, que ese señor -Dios me perdone- estaría en la Quinta Paila, pagando sus culpas per omnia saecula saeculorum; pues a ese individuo adornaban vicios tales como la lujuria, la soberbia y la avaricia. Me decía el buen Silverio que la misericordia de Dios es infinita. Le repliqué que, en efecto, Dios es infinitamente misericodioso y justo, pero no infinitamente pendejo. Un cristiano no puede sino entristecerse por quien muere fuera de la amistad divina, al igual que en el cielo se alegran por el pecador que se arrepiente y vive.
Me decía Silverio que publicara algo en este blog sobre el particular, "en el sentido de denuncia, para que conozcamos la verdad". En un arranque de soberbia le dije que no gastaría dos minutos de mi vida en escribir sobre el occiso. Ya está juzgado y, de paso, no soy especialista en el tema. Pero no puedo dejar la cosa en el aire y escribo estas pocas líneas.
El relativismo y la subjetividad han permitido creer que Dios es permisivo y que no importa lo que hagas; a última hora, sin importar si estás en estado de gracia o en pecado mortal, te salvarás porque Dios es... ¡ajá! Las últimas generaciones se han creado un dios a su imagen y semejanza y hasta han llegado a inventar que el infierno está vacío. Silverio sabe de lo que estoy hablando
Los designios de Dios son inescrutables y en su infinita misericordia Él desea que todos se salven y ninguno se pierda. Existe el libre albedrío, para que cada quien escoja, y la Iglesia tiene su magisterio para orientar a los fieles. Silverio conoce de esto más que yo y comprende lo que digo. Dios nos tomará en cuenta nuestras acciones y a cada quien de acuerdo a su conciencia. Un sacerdote pecaminoso, que sí sabe lo que hace (para poner un ejemplo de alguien supuestamente bien formado) será juzgado más estrictamente que un delincuente marginal que no tenga conciencia del pecado (que no sabe lo que hace). La misericordia divina lleva a una buena muerte para luego gozar de la patria celestial y la justicia divina te dará la retribución que merezcas. ¿Estaré en lo correcto? Mejor tener a mano el Catecismo de la Iglesia Católica.
Dante Alighieri 1265-1321 |
El Infierno de Dante responde a una concepción medieval en transición hacia el Renacimiento, y es verdaderamente "dantesco". En diversas épocas poetas, pintores y teólogos han imaginado la Gehenna de diversa manera. Recuerdo haber leído a un teólogo heterodoxo español del Siglo de Oro que decía que el infierno debía ser de vidrio fundido; el calor era tan fuerte, hasta las piedras se fundirían y parecería un horno de Murano (lo de Murano es mío). Las penas del Infierno que describe la Divina Comedia tiene mucho de material y recuerda en algo al Averno pagano, pero cristianizado. Allí aparecen personajes mitológicos de antigüedad clásica, junto con personajes históricos y ciudadanos florentinos contemporáneos del autor. Para su visita al Infierno y al Purgatorio, le sirve de guía Virgilio, poeta latino. Luego su amada Beatriz lo paseará por el Paraíso.
Dante y Virgilio emprenden la visita al infierno por William Blake |
También hay un vestibulo o atrio donde van "aquellos que vivieron sin merecer alabanzas ni vituperio: están confundidas entre el perverso coro de ángeles que no fueron rebeldes, ni fieles a Dios, sino que sólo vivieron para sí". Para Dante es la "turba de los ruines que se hicieron desagradables a los ojos de Dios y a los de sus enemigos". A estos los molestaban sin tregua moscas y avispas; los gusanos se alimentaban a sus pies con la sangre derramada de sus heridas. ¡Qué asco!
Los siete pecados capitales Tomado de www.eve-fink.over-blog.es |
II Círculo: Los lujuriosos. El lugar "...carecía de luz, y que rugía como el mar tempestuoso cuando está combatido por vientos contrarios. La tromba infernal, que no se detiene nunca, envuelve en su torbellino a los espíritus; les hace dar vueltas continuamente y les agita y les molesta..."
III Círculo: Los glotones. "Lluvia eterna, maldita, fría y densa, que cae siempre copiosa y con la misma fuerza. Espesos granizos, agua negruzca y nieve descienden en turbión a través de las tinieblas: la tierra, al recibirlos, exhala un olor pestífero."
IV Círculo: Los avariciosos, miserables y botarates. "Aquí chocan los condenados unos con otros, lo mismo que la ola, saltando sobre el escollo de Caribdis, se rompe contra la que encuentra. Allí vi más condenados que en ninguna otra parte, los cuales, formados en dos filas, se lanzaban de la una a la otra parte enormes pesos con todo el esfuerzo de su pecho..."
V Círculo: Los coléricos y orgullosos. Allí están condenados a enfrentarse unos a otros. Más allá está la ciudad de Dite, cuyos habitantes son criminales y su número grande, al fondo del valle se distinguen sus torres bermejas "como si salieran de las llamas. (...) El fuego eterno que interiormente las abrasa, le comunica el color rojo que ves en ese bajo infierno. (...) Vi sobre las puertas más de mil espíritus, caídos del cielo como una lluvia, que decían con ira: ¿Quién es ése que sin haber muerto anda por el reino de los muertos?..."
Hasta aquí llegan los círculos de los condenados por incontinencia. Luego Dante y Virgilio cruzan la Laguna Estigia, que "exhala gran fetidez, ciñe en torno la ciudad del dolor, donde ya no podremos entrar sin justa indignación".
VI Círculo: Los herejes (heresiarcas y secuaces de todas sectas). Entran a la Ciudad de Dite, que habían avizorado desde el V Círculo "...vi por todos lados un gran campo lleno de dolor y de crueles tormentos (...) así también aquí se elevan sepulcros por todas partes; con la diferencia de que su aspecto era más terrible, por estar envueltos en un mar de llamas, que los encendían enteramente, más que lo que fue nunca el hierro en ningún arte. Todas sus losas estaban levantadas, y del interior de aquellos salían tristes lamentos, parecidos a los de los míseros ajusticiados".
Virgilio explica los tres círculos siguientes: "La injuria es el fin de toda maldad que se atrae el odio del Cielo, y se llega a este fin, que redunda en perjuicio de otros, bien por medio de la violencia, o bien por medio del fraude. Pero como el fraude es una maldad propia del hombre, por eso es más desagradable a los ojos de Dios, y por esta razón también los fraudulentos están debajo, entregados a un dolor más vivo..."
VII Círculo: Violentos, suicidas y blasfemos, sodomitas y usureros. "Todo el primer círculo lo ocupan los violentos, cuyo círculo está además construido y dividido en tres recintos; porque pueden cometerse violencias contra tres clases de seres: contra Dios, contra sí mismo y contra el prójimo... (y sus bienes)".
VIII Círculo: Fraudulentos, corruptos, ladrones y falsos profetas. "El hombre puede emplear el fraude, que produce remordimientos en todas las conciencias, ya con el que de él se fía, ya también con el que desconfía de él. Este último modo de usar del fraude parece que sólo quebranta los vínculos de amor que forma la Naturaleza; por esta causa están encadenados en el segundo recinto los hipócritas, los aduladores, los falsarios, los ladrones, los simoníacos, los rufianes, los barateros y todos los que se han manchado con semejantes e inmundos vicios. Por el primer fraude no sólo se olvida el amor que establece la naturaleza, sino también el sentimiento que le sigue, y de donde nace la confianza".
IX Círculo: Los traidores. "En el círculo menor, donde está el centro de la tierra y donde se halla el asiento de Dite, yace eternamente atormentado todo aquel que ha cometido traición".
El mapa Infierno, por Sandro Botticelli. Biblioteca Apostólica Vaticana |
Es difícil ubicar en uno de los círculos de Dante al occiso. Por sus obras yo lo colocaría en el N° 8, donde van los fraudulentos, aduladores, simoníacos, adivinadores, magos, astrólogos, hipócritas, ladrones, consejeros fraudulentos, sembradores de escándado y cisma y los falsificadores.
Grabado de Gustave Doré, de la serie El Infierno |
Sobre el personaje es mejor no llover sobre mojado... Dios tenga misericordia con él...
ResponderEliminarHay un literato españolete llamado Juan Manuel de Prada que habla sobre el tema y le llama buenismo. Aunque en mi opinión abusa del concepto, en general me parece correcto.
Sobre el Perdón y la Justicia: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=23394
Sobre lo bueno y lo malo
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=24289
Sobre el buenismo:
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=23265
Gracias por el dato. No sabía que se llamana Buenismo. Mañana chequeo los vínculos.
EliminarEl programa de Gonzalo Altozano del que habla el último artículo: http://www.youtube.com/watch?v=gbVOzgI2CmQ
ResponderEliminarDespués lo visito. Tus recomendaciones siempre son buenas.
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