viernes, 28 de septiembre de 2012

La oligarquía ideológica

Guillermo Morón
Historiador
1926 -
Ayer en la mañana, cuando me dirigía a cancelar la factura de energía eléctrica, decidí detenerme en una librería para comprar algún material de lectura para pasar el tiempo mientras esperaba mi turno para pagar. Las colas pueden ser largas y fastidiosas. Pues bien, entré a una librería que antaño estaba bien provista y ahora se mantiene con papelería y libros esotéricos y new age. Es la famosa "librería de los judíos" que tiene muchos años funcionando en lo que hoy es el Boulevard de Sabana Grande. Quedan en sus depósitos restos de su antiguo esplendor; libros nuevos en viejas ediciones, que colocan en una mesas a precios verdaderamente solidarios.

Allí me encontré, por el precio de una taza de café, el libro Imágenes y nombres (Editorial Roble, Caracas 1972), que contiene una colección de artículos del historiador Guillermo Morón, publicados antes de que éste cumpliera los 25 años de edad (entre 1948 y 1950). Estos escritos antiguos, como los llamó su autor, muestran la madurez del pensamiento del joven Morón y están redactados con lenguaje ameno y sobrio. Tan pronto comencé la lectura, capturó mi atención por la vigencia de muchas de las ideas contenidas en él y nos llaman a la reflexión. Voy a citar algunos párrafos relativos a la existencia de la oligarquía en Venezuela, que forman parte de un debate amable con Augusto Mijares en 1948 (recordemos que ese fue el año en que tomó posesión de la Presidencia de la República, y fue derrocado, don Rómulo Gallegos):
Augusto Mijares
1897-1979
Historiador
(La tesis central de don Augusto Mijares) ...está en la idea sostenida de que no ha habido ni ayer ni hoy "oligarquías". La existencia de tales es un mito formado por la fraseología post-revolucionaria; esto es, ha surgido como estigma arrojado a los grupos de gobierno caídos después de cada golpazo militar o semi-civil. Estas revoluciones sucesivas sirven de prueba histórica en aquella impugnación de Mijares, para la demostración de que sólo se trata de grupos  siempre renovados, sin consistencia material, sin continuidad en el tiempo. Bien sabemos que es verdad este aspecto. Un grupo ha sustituido a otro grupo. El gobierno de Venezuela no ha experimentado la evolución tranquila de la constitucionalidad. Porque en buenas palabras, tanto ha faltado la paz constitucional como las oligarquías materiales; con eso no pretendemos afirmar que éstas son las sostenedoras de aquélla.
José Gil Fortoul
1861-1943
Autor de Historia Constitucional
de Venezuela
La alusión a Gil Fortoul es oportuna. Es su "Historia" la culpable, para las actuales generaciones, del esquema, fácil de memorizar y explicar didácticamente, difícil de aceptar como exacto: "Oligarquía Conservadora - Oligarquía Liberal - Autocracia"....
(...) La tradición  ha formulado el "mito" de unas oligarquías que toman la dirección del pueblo y otras que son derrocadas. El pueblo, la masa, espera con ojos anhelantes que las oligarquías decidan su situación. El autor que comentamos echa por tierra esa creencia arraigada, esa explicación teórica y falsa, de nuestro acontecer. Se trata simplemente, dice, de pequeños agrupamientos personales e insubsistentes; cada hecho revolucionario -única manera de encaramar gobernantes, con excepciones honrosísimas, decimos - significa la desaparición de un aparato humano encargado pasajeramente del gobierno. Esta es, según entendemos, la formulación de tesis, las cuales se discutirán en mesa redonda en el Instituto Pedagógico, con toda probabilidad dentro de algunas semanas.
Juan Bimba, la masa depauperada. Apareció en las
tarjetas electorales de Acción Democrática en 1963
El significado de estas palabras parece aquí interesante. No ha habido en nuestro país oligarquías como grupos humanos identificados en los apellidos y en las formas materiales. Siempre son hombres distintos por la familia y la manera de pensar. En esto tiene razón don Augusto Mijares. No ha existido una clase superior, con una conciencia de tal, detentadora del poder. Pero sí ha habido una lucha entre el pueblo y quienes forman una estructura directora. Aquí es, precisamente, donde encontramos una falso en la exposición del apreciado profesor de Historia. Toma muy en cuenta la falta de tradición material. No acepta que los explotadores son tradicionales, ni que los detentadores son "eternos". (...) El pueblo apenas está aprendiendo a leer las tablillas de sus derechos, lo cual significa que su destino ha sido ignorado por él mismo, acaparado en otras manos. Esas manos no son sino las de "los de arriba". Y estos forman  a través de la historia venezolana una oligarquía, porque se han pasado los unos a los otros el criterio aplicado a los problemas del pueblo: valerse de las masas para la revuelta y marginarlo después de la tormenta. Si se han derrocado las camarillas, han sabido heredarse las unas a las otras, aunque haya habido la enemistad personal y política.
Guillermo Morón en su
juventud
(...) La sociología de esa clase encierra el término oligarquía entre cuatro paredes blancas: es un grupo con tradición, que lucha por sostenerse arriba para su propio beneficio (...) Existe, sin embargo, una oligarquía ideológica. No son apellidos que se heredan, sino pensamientos que penetran iguales, a través del suceder histórico, en el cuerpo de los grupos de turno. Eso es, creemos, lo que ha pasado en Venezuela. Y por tal razón puede hablarse de oligarquías, desmaterializando la formulación de la palabra.
(...) Y debemos terminar esta anotación primera diciendo cómo creemos que la historia venezolana ha sido una lucha entre explotados y explotadores, entre el pueblo y los que se han subido encima del pueblo. Y que las clases sociales han sido una realidad en nuestro país. Una realidad de lucha.
Unos días más tarde, en el debate periodístico, insiste el joven Guillermo Morón:
Creemos nosotros que no puede explicarse el fenómeno histórico marginando la realidad de una pugna entre los directores del Estado -grupos fácilmente cesantes y discontinuos materialmente- y el pueblo, las masas empobrecidas que han servido de soporte a los gobiernos para subir al poder y a un conjunto de personajes para medrar a la sombra de los gobiernos, comiendo el pan de la mayoría. La camarilla política está formada por quienes merodean alrededor del Presidente y los Ministros. Pero la ideología heredada por las generaciones de gobernantes, gobierneros y aledaños, alcanza un mayor radio de penetración, como va hasta  los conocidos comúnmente por "los de arriba". Si puede negarse la oligarquía de apellidos y la propiamente económica, es ciertamente difícil dejar de sentir la influencia del pensamiento político -llegar arriba y aprovechar- a través de los diversos mandatarios de Venezuela.
José Antonio Páez, a quien la historiografía
venezolana asocia con la "Oligarquía Conservadora"
(...) encontraremos el problema vivo, palpitante: las clases inferiores han sido pasto de las clases superiores, hayan salido éstas de cualquier estrato. El pueblo, a través del tiempo, se ha movido instintivamente contra sus explotadores, tratando de insurgir a la claridad del derecho político y del derecho humano: desenvolverse con garantía natural en la cultura; quitarse el velo de la ignorancia, apretado a sus ojos por el velo de los poderosos opresores, la clase superior enriquecida y con un sistema rígido de espesas ideas.
Lo que ha venido designándose con el nombre de camarillas, forma un conjunto invisible a veces pero actuante siempre, sentido en la carne del Estado; esa contextura humana, agrupada en torno al régimen de turno, se encarga de hacer la política; pero esa política no es más que el cavar los cauces por donde se llegará al afincamiento del poder y por donde se desbordará el poder. (...) Los conservadores y los liberales, como los autócratas, aunque sean falsas estas designaciones usuales, han mandado pero no han gobernado con el sentido vital del verbo trascendente. ¿Es que acaso se puede dirigir al pueblo, sin haber antes aprendido, pensado y sufriendo al pueblo? Las camarillas tienen poco interés en hacer el aprendizaje, o en que lo hagan sus directores, o mejor, sus jefes. Aquí está de cuerpo entero otra nota característica de la oligarquía ideológica. Han saltado -con salto felino- a la altura de magistrados nacionales. ¿No fracasa Vargas el guaireño? Porque el doctor José María era de otro corte y estilo; su pensamiento andaba lejos de ser herencia ni pretender formar heredad en casillas brutales.
Antonio Guzmán Blanco, el
Autócrata de los negociados y
las camarillas
(...) si hemos hecho referencia a la cuestión planteada en dos artículos de Mijares, con dos apuntamientos nuestros, ello se debe a la necesidad de no pasar calladamente las interpretaciones que entendimientos de influencia dan a los problemas que nos atañen como organismo nacional, como estructura social e histórica, como vivencia cultural. los pueblos son eso: vivencias culturales nacidas y crecidas en la lucha de los más contra los menos. ...
De Páez a Guzmán Blanco y de Guzmán Blanco hacia acá, existe una herencia de errores, de defectos, como una herencia de correcciones sucesivas. Las correcciones han sido el cauterio por la lucha de clases.

Concluyo aquí las citas del texto de Guillermo Morón, porque la lectura en pantalla cansa la vista y está probado que nadie se lee más de dos páginas en una computadora. Sólo un breve comentario para concluir: A pesar de haber sido escrito hace más de 60 años y que mucha agua ha corrido bajo el puente, lo expresado por el joven historiador mantiene su actualidad y vigencia. Ni el tirano modernizador Marcos Pérez Jiménez, ni período de la democracia puntofijista lograron revertir, aunque lo intentaron, esta tendencia oligárquica. La tentación es muy grande para la clase política y es una conducta que forma ya parte de la cultura nacional; el pueblo sigue esperando que otro le resuelva sus problemas (tal vez porque es muy pesado jalar escardilla al sol sin beneficio, y prefiere jalar otra cosa a la sombra)  En estos últimos 65 años también se ha fortalecido el flagelo del populismo, que tanto daño nos ha hecho.
Jerarcas del Monagato (Oligarcas Liberales) liberando
esclavos y cobrando las indemnizaciones

Esta lectura me recuerda una conversación que sostuve hace un par de años con un amigo de la infancia, de apellido ilustre y abolengo colonial e independentista pero sin mucho maíz que asar (de hecho creo que yo tengo unos cuantos granos más que él).  Me contaba que Perico de los Palotes, un jerarca chavista, se había comprado una casa en el Caracas Country Club y que, no contento con eso, le estaba metiendo real a las "mejoras" del inmueble. Me hice el loco porque no quise ofender al viejo amigo que se mostraba sinceramente afectado y porque me molesta hablar de política.

Al rato, vuelve a tocar el tema y entonces sí le dije lo que pensaba: Bueno, ¿Qué quieres que te diga? ...Esa es la historia de Venezuela. Ahora lo miran feo, pero pronto verás a la "burguesía criolla" disputándose para convidarlo a cenar, invitarlo a pasar el rato en la Casa del Club y hasta enrazar a su familia con esta nueva camada de "gente decente" (porque tienen reales). Bien merecido se lo tienen ¿Cuál es su origen si no lo son las camarillas paecistas, monagueras, federalistas. gomecistas, perezjimenistas y adecas?  Metan ahora a los boligarcas o boliburgueses. El origen es el mismo. Si yo voy a Contri Clú no me dejan entrar, o si lo hago me mirarán como gallina que mira sal, a pesar de tener el cuero blanco, buenos modales y saber comer con cubiertos. Me miró raro y se retiró.

¿Hasta cuándo? Deberíamos aprender las lecciones de la historia.

Juan Vicente Gómez, otro
autócrata camarillero.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Político y poeta

Virgen de los desposados
Arturo Michelena 1890
Colección Museo Arturo Michelena

Á MARÍA
ACCION DE GRACIAS

                                                                                        Ora pro nobis!


Dios te salve, María,
Llena de gracia, de consuelo fuente,
Manantial de alegría,
Cuya blanda corriente
Fecunda el seno de la tierra impía!
Ayer desamparado
Alzé á tu solio mi ferviente ruego,
Y tu escudo sagrado
Cubrióme desde luego,
Y hoi me contemplo de valor cercado.
Ya miro al lado mio
La amada esposa que me diera el cielo,
En la cual me extasío
Con la cual me consuelo
Y á quien mi dicha en este mundo fio.
Y miro bulliciosa
Á mi lado triscar con faz riënte
Mi tierna prole hermosa,
Cuya risa inocente
Ameniza ni vida trabajosa...
Gracias, gracias, Señora,
Que escuchaste mi súplica y quisiste
Trocar mi abrumadora
Vida, de amarga y triste
Que fuera ayer, en resignada ahora!

Mas... ¡ai, Virgen piadosa!
¡Triste flaqueza de la escoria humana,
Que hoi anhela una cosa
Y otra anhela mañana!....
¡Oh Corazón!... ¡oh sima misteriosa!...
Si fijo la mirada
En la tierra do vi la luz primera,
El alma acongojada
Que en ella estar quisiera,
Gime ¡oh dolor! al verse desterrada.
Por término, ¡oh María!
Al tiempo del destierro tenebroso!...
Pon término á la impía
Guerra y haz que en reposo
Libre viva y feliz la patria mia!
En tanto nos ampara
De todo mal y de la insana muerte,
Sustento nos depara
Y danos alma fuerte
Y sufrida virtud, ¡oh Virgen Cara!
Acuérdate, Señora,
Que tu linaje se miró proscripto
Por la impiedad traidora
Y te viste en Egipto
Tambien proscripta cual me encuentro ahora!
 
Es sorprendente la cantidad de políticos liberales del siglo XIX venezolano que practicaban de algún modo las bellas letras. Lamentablemente, muchos de ellos usaban su talento para lanzar flores al ilustre autócrata Antonio Guzmán Blanco a cambio de prebendas, honores y cargos. Reconozcamos también que mucho artista, escudado en tal condición, se presta a servir a las tiranías por eso de "yo no soy político".  No todos fueron así y hoy presento a una honrosa excepción.
Marco Antonio Saluzzo Castilla
1834-1912
Marco Antonio Saluzzo, autor del poema, nació en Cumaná en 1834. Luego de completar sus estudios primarios en Barcelona, inició la secundaria en el Colegio Nacional de Cumaná, pero no pudo concluirlos porque se vio obligado a trabajar para mantenerse. Sin embargo, siguió estudiando por su cuenta y logró una impresionante formación autodidacta que lo convirtió en uno de los humanistas mejor formados de su tiempo en Venezuela. Se dedicó con éxito al comercio de importación y exportación. También fue en Cumaná donde el joven Saluzzo se entusiasmó con las ideas de Estanislao Rendón, abogado, periodista y dirigente político liberal, fundador de un periódico llamado “El Torrente”, que tuvo una gran influencia en su región. Se afilió con entusiasmo al Partido Liberal y decidió dedicarse a la política, como liberal, pero jamás como seguidor incondicional de los liberales; era un hombre de principios.
Diputado por el Estado Barcelona en la Constituyente de 1863, en donde votó en contra del empréstito contratado por Antonio Guzmán Blanco en Londres. En 1866 fue Presidente de la Cámara de Diputados. Plenipotenciario ante el Congreso de Valencia de julio de 1870. Se negó a participar en el “Septenio” liberal de Guzmán Blanco. Aceptó ser Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Francisco Linares Alcántara, sucesor de Guzmán (noviembre de 1877 -  marzo de 1878). Al oponerse al arbitraje en la reclamación del norteamericano Hancox por daños y perjuicios causados por la “Revolución Azul”, renunció al cargo de Canciller y se retiró de la vida pública, hasta que Juan Pablo Rojas Paúl lo nombró de nuevo Canciller (1890 - 1891. Se enfrentó de nuevo a Guzmán Blanco por la cuestión de límites con la Guayana Inglesa. Fue designado de nuevo diputado, ahora por el Distrito Federal para el período 1891-1892, pero a mitad del término aceptó ser Ministro Plenipotenciario de Venezuela en Madrid. Nada de esto menciona José María de Rojas en su Biblioteca de escritores contemporáneos venezolanos (1875), de donde tomamos el poema, lo que se explica por la amistad personal de éste con Guzmán Blanco y ser uno de los áulicos de la autocracia. Obviamente, su Biblioteca está sesgada de alguna manera por la parcialidad política.
Saluzzo se destacó como orador y fue autor de numerosas obras de notable erudición sobre literatura griega, romana y hebraica, y publicó numerosos poemas. Colaborador importante de El Cojo Ilustrado; miembro fundador de las Academias venezolanas de la Lengua (1883) y de la Historia (1888). A partir de su regreso de España se retiró definitivamente de la política.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Espera y quita



IMPROVISACION

Á una Señorita

Tus ojos, bella Elenita,
Crueles acreedores son:
Pues cobran el corazón
Sin dar espera ni quita.

El que los mira una vez,
Alma y quietud ajena;
Y no hai usurero, Elena,
Que exija tanto interes.

Yo tengo acá mis razones
De deudor para decir
Que no es bueno consentir
Logreras de corazones.

Y si á las bellas alcanza
Esa ley que hoy fue cumplida,
Debes quitarme la vida
Ó darme, si no, esperanza.

Por una Elena ardió Ilion:
La historia la pinta bella.
Tú, Elena, mas linda que ella,
Incendias mi corazon!

Mas... soi casado!... Te alabo!...
Y qué haces tú?... despreciarme...
Soi capaz de suicidarme...
Con esta pierna de pavo!



Rafael Arvelo
1812-1877
Nos dice José María de Rojas en la Biblioteca de escritores venezolanos contemporáneos (1875), que "esta improvisación tuvo lugar en la casa del ilustre General Diego Ybarra, donde se servía una comida, á la cual concurrió el Señor (Rafael) Arvelo. En ese día había promulgado el Congreso Venezolano una ley de espera y quita, que, por demasiado extravagante, era tema de todas las conversaciones. Arvelo fue excitado a hablar, en momentos en que trinchaba un pavo y tenía delante en la mesa á la Señorita Elena Echenagucia". Como de costumbre, he respetado la acentuación y puntuación originales, pera no restarle el sabor de época.

Rafael Arvelo Rodríguez fue un político de filiación liberal, pero con vínculos cercanos a los sectores conservadores (decía que en su familia los hombres eran liberales y las mujeres godas) Contrajo nupcias en 1842 con Colombia Beluche, hija de Renato Beluche. Fue miembro del parlamento, Gobernador de provincia, Ministro de Estado y Presidente Interino de la República en 1867, en ausencia del Mariscal Juan Crisóstomo Falcón. En su época se le reconocía su talento como poeta satírico de gran ingenio.

Podemos fijar con facilidad la fecha de esta cena. La Ley de Espera y Quita (o Ley de Beneficio de Espera) fue promulgada el 9 de abril de 1849, y se la ha calificado como una de las primeras medidas intervencionistas del Estado venezolano. Fue una ley que contradecía los principios liberales que se habían materializado en la Ley de Libertad de Contratos de 1834. En Venezuela todo es posible; los godos aprueban leyes liberales, y éstos a su vez establecen medidas intervencionistas. A la larga lo que promovió la nueva ley fue la usura y la ruina de los pequeños productores, abriendo el camino a la Guerra Federal

NOTA: La "bella Elenita", posteriormente se casó con un comerciante alemán de religión hebrea llamado Carlos Hahn, con quien tuvo una larga familia. El menor de los hijos fue el gran músico Reynaldo Hahn. ¿Qué tal?

martes, 25 de septiembre de 2012

El soldado y la Virgen del Rosario (leyenda)

Nuestra Señora del Rosario, protagonista de la leyenda
Colección Museo Sacro, Caracas
Foto de Brisa del Mar 72
http://www.flickriver.com/photos/fotobrisa/tags/museo/
La imagen de Nuestra Señora del Rosario que vemos tras la vitrina del Museo Sacro de Caracas perteneció al convento y templo de San Jacinto. Ante ella muchas generaciones de caraqueños se acercaron a implorar alguna gracia, o agradecer favores concedidos. Es una pieza de valor histórico y de indudable mérito artístico. La imagen luce un elegante traje de diseñador, está colocada bajo un dosel antiguo con varas de plata labrada y lleva una corona sobredorada.


Carmen Clemente Travieso
Escritora
Esta histórica pieza es también protagonista de una vieja leyenda caraqueña, ya desaparecida de la memoria popular, que encontré en el libro Anécdotas y leyendas de la vieja Caracas (Concejo Municipal del Distrito Federal, Caracas, 1971), escrito por Carmen Clemente Travieso. Se titula El soldado de Morillo y la Virgen del Rosario y me llevó a hacerle una visita al museo, anexo a la Catedral. Aprovecharé la ocasión para incluir las fotos que tomé en el edificio.

La leyenda incluye al Pacificador don Pablo Morillo, Conde de Cartagena y Marqués de La Puerta, quien es además objeto de muchas consejas caraqueñas sobre entierros de tesoros y otras minucias. Ahora nuestra leyenda:
Iglesia y Convento de San Jacinto
a mediados del siglo XIX
Cada vez que se celebraba la fiesta de la Virgen del Rosario en la extinta Capilla de San Jacinto, perteneciente al antiguo convento de los dominicos, la imagen era adornada con los más vistosos trajes y sus más costosas joyas. Se prendía a sus hombros un espléndido manto de tisú bordado de oro y tachonado de pequeñas estrellas de plata y una hermosa túnica de raso fino ricamente galoneada; y sobre sus cabellos se colocaba la corona de plata sobredorada en que lucían piedras preciosas de gran precio, entre las manos el largo rosario de cuentas de oro y en las orejas se prendían los pendientes cuajados de diamantes, Así, entre flores y luces aparecía la Virgen ante los ojos del público fervoroso, montada en alto trono de macizas columnas de plata labrada, se destacaba la imagen con todo su esplendor desde la nave central de la iglesia.
Soldado expedicionario español
La leyenda comienza cuando un veterano militar, robusto y de gruesos músculos, se sintió atraído por aquel lujo de joyas que lucía la imagen. El joven formaba parte de uno de los regimientos que componía el cuerpo de tropas que comandaba el futuro Conde de Cartagena.
Y refiere la tradición, -no precisa fecha- que el asombro del Prior del convento llegó al extremo cuando se dio cuenta, al día siguiente de la fiesta celebrada en honor de la Virgen del Rosario, que ésta había sido despojada de sus más ricos y notables ornamentos y joyas: la corona, el anillo, el rosario y los pendientes habían desaparecido como por encanto.
Llamado a declarar el guardián del templo, dijo que él había cerrado y atrancado bien las puertas después de la minuciosa requisa que acostumbraba generalmente hacer; y que durante la noche no había percibido ningún ruido extraño, ni en lo interior ni en la parte exterior del edificio.
Cundió la alarma entre los vecinos y los feligreses; y pocos días después comenzó a regarse el rumor de que a un platero de la ciudad se le había presentado un desconocido proponiéndole la venta de varios objetos de arte muy valiosos por un precio ínfimo. El platero entró en sospechas, por lo que dio parte a la autoridad para que persiguieran al presunto ladrón sacrílego. Y no pasó una semana sin que se propalase la noticia de que el autor del hurto había sido un soldado de los que ses hallaban de guarnición en la capital, y al que se le seguía ya por ello el correspondiente juicio criminal.
El joven militar fue llevado al Consejo de Guerra ordinario que las Reales Ordenanzas españolas establecían para estos casos. Seguido el proceso en todos sus trámites hasta su conclusión, fue condenado como "reo de sacrilegio", a ser ahorcado según lo estatuía la ordenanza del Ejército entonces vigente en España y sus dominios (art. 3 y 4, título 10, trat.8).
La imagen de la Virgen del Rosario en su vitrina.
La foto es mía y se nota la vitrina sucia
No obstante que el mismo reo acusado hizo su original defensa, no fue absuelto. Comenzó por decir que no necesitaba un defensor, sosteniendo que él era completamente inculpable del hecho que se le imputaba y que él francamente había confesado. Y refirió lo siguiente:
"Aquel día yo fui a visitar la Virgen del Rosario por la que siento especial devoción porque me recordaba las glorias de Lepanto. Hallándome de hinojos ante ella, rogándole fervorosamente me protegiera en mi carrera y me remediara en mi penuria, oí una suave, celestial, dulce voz, que me decía: - Buen cristiano, acojo benigna tu petición; levántate, toma estas prendas de que no tengo necesidad y dispón de ellas como quieras: mas no olvides nunca a la madre del Rosario".
"Lleno de santo temor y alborozado de júbilo al mismo tiempo, y sin cuidarme de que alguien me viese, tomé buenamente del cuello de la efigie el magnífico rosario que ostentaba y la despojé también del anillo y los pendientes y de la corona, que en mi concepto, de nada servían al simulacro, y sí habrían de servirme a mí de mucho para salir de la pobreza en que me hallaba".
Los militares que oyeron este relato supusieron que algo insólito había sucedido a aquel veterano, cuyo valor era proverbial entre sus camaradas, por lo que no lo creyeron capaz de recurrir a una mentira para salvar su vida. Y todos se sintieron inclinados a votar por su absolución; pero al mismo tiempo les contuvo el temor de infringir la letra de la ley que prescribía para el caso la pena de la horca. Por ello, y con el debido respeto hablaron con el Capitán General, quien ya había sido informado del caso, logrando que el mismo Morillo oyese de boca misma del reo la relación del suceso que ya algunos oficiales consideraban sobrenatural.
Pablo Morillo
El joven, dueño de una gran serenidad y calma, repitió lo que ya había declarado ante el Consejo y expuso su convicción de su inocencia y de no haber hecho otra cosa que cumplir un mandato superior, aceptando el regalo que la Virgen buenamente quiso hacerle. Él era cristiano que tenía fe en Dios y en sus santos y como militar estaba obligado a la obediencia.
Morillo se dejó impresionar por las declaraciones, lo mismo que los oficiales que lo habían juzgado, quienes comenzaron a pensar que seguramente este hombre estaba refiriendo un "milagro". Influyeron sobre él para que lo absolviera y llegaron a persuadir a Morillo de la conveniencia "que bajo el doble aspecto de la religión y la política habría de no aplicarle al asunto militar la pena en que justamente había incurrido".
(... En este punto, Carmen Clemente repite los lugares comunes de los historiadores venezolanos del siglo XIX contra don Pablo Morillo...)
.... nuestra leyenda dice que el General Morillo desoyendo el dictamen del auditor de guerra, suspendió la ejecución de la sentencia librada contra el sacrílego soldado. Mandó que se revisara el proceso en la forma dispuesta por las Reales Ordenanzas que para entonces regían en los dominios de las Indias.
Al mismo tiempo el terrible caudillo, temiendo que se relajara la disciplina militar, hizo publicar un Bando en el que dispuso que "en lo adelante ningún individuo del ejército, cualquiera que fuese su empleo o graduación, pudiese recibir regalos de Dios, de María o de los Santos sin permiso especial otorgado previamente y con conocimiento de causa, por el Rey de España o por el Capitán General".
Y fue así como el mentiroso soldado salvó su vida.
Patio del Museo Sacro (ala sur). Se aprecia en la base de las
columnas la diferencia de nivel entre el Colegio Episcopal
del Siglo XIX y el pavimento del siglo XVII, con la acequia,
que se ve a la izquierda. Se nota el deterioro; las tejas
cayeron hace tiempo y no han recogido los cascajos.
Historia extraña la relatada. De ser cierta, la decisión de don Pablo Morillo de absolver al culpable obedecería a la consideración del valor del soldado y a mantener la moral de las tropas expedicionarias. Para comprender mejor su actitud frente a la disciplina militar y el soldado español, en vez de recurrir a Felipe Larrazábal, historiador de la mitología criolla, mejor buscamos a Salvador de Madariaga, quien en su biografía de Simón Bolívar, se refiere a Pablo Morillo:
...Escribía (Morillo) a su colega inglés Winpfen (19.XII.13): "Vuelvo a a reiterar a V.S. que esta tropa (se refería a las tropas españolas en Francia) ha observado una disciplina más rigurosa que en su propio país; y habiendo sido hasta esta época el modelo de subordinación por su buen comportamiento en todas ocasiones, no creo que se pueda ya exigir más de estos oficiales y soldados, cuando todo lo compran, hasta la luz y sal en sus propios alojamientos, llegando ya al extremo de que los paisanos franceses se encuentran con un orgullo superior al del soldado español, que además de haber vencido, no puede distraer de su memoria el triste estado en que dejan a su desgraciada patria, destruida y arruinada por las tropas del Tirano".
Este episodio revela la actitud de Morillo en cuanto a la disciplina y conducta militar. Soldado salido del pueblo, comprendía los sentimientos y las flaquezas de la naturaleza humana que brotaban de los amargos recuerdos que la soldadesca francesa había dejado en España o del hambre crónica que padecían los ejércitos anglo-españoles en Francia; pero "sufría lo indecible" ante la mera idea de que sus soldados se condujeran mal...
Ala norte del Museo. La estructura que sobresale (se ve sobre
el techo), corresponde a la cúpula de la Capilla del Pópolo,
contruída por el Obispo Diego de Baños y Sotomayor.
Por otro lado, sólo habría que averiguar el itinerario del Pacificador para al menos tratar de ubicar la supuesta fecha del evento y otros que se le atribuyen:

El 7 de abril de 1815 llegó a Margarita. De allí pasó a Caracas de donde partió en julio hacia Puerto Cabello, donde recluta personal, para seguir luego a poner sitio a Cartagena a la que toma el 6 de diciembre del mismo año. Permanece en Nueva Granada durante 1816 y regresa a Venezuela a principios de 1817, cuando se dirige desde Guasdualito a Margarita y envía a Miguel de la Torre a Guayana. Lo vemos de nuevo en 1818 en los llanos; es derrotado en Calabozo y vence a Bolívar en Semén, donde recibe una herida grave. Siguió en campaña por los llanos hasta junio de 1820, cuando se hace la jura de la Constitución de Cádiz, y envía comisionados a Angostura para iniciar las negociaciones para la suspensión de hostilidades. El Armisticio se firma en noviembre de 1820 y un mes después abandona Venezuela por siempre.

Desde 1815 a 1817 la Capitanía General estuvo bajo el mando de Salvador de Moxó, quien es destituído por Morillo por inepto, "cruel, injusto y corrupto" y le enrostra  el hecho de haber construido en Caracas una casa a prueba de terremotos para su compañero y socio Jaime Bolet; lo acusa también de vender perdones y lo califica de cobarde. Lo despacha para Puerto Rico en agosto de 1817. Ese Jaime Bolet, catalán con quien Moxó tenía su jujú, era pariente de Nicanor y Ramón Bolet Peraza. Me pregunto si la casa antisísmica es la misma donde nació Nicanor. Calculen ahora la posible fecha de la manifestación generosa de la Virgen hacia el soldado ladrón.

Lápida de mármol conmemorativa del
primer centenario de la independencia. Recuerda
el vínculo de la familia Bolívar con la
Catedral y su devoción por la
Santísima Trinidad
Me gustan las leyendas que incluyen a Morillo (la mayoría falsas), y que excluyen a don Salvador de Moxó, quien si era muy ladrón y sinvergüenza, pero los venezolanos parecen perdonale todo. Estoy en deuda con el amigo Sergio Guzmán para referirle una recopilación de ellas.

Una nota sobre el Museo Sacro:

Como en muchos museos, no se permite la toma de fotografías, sino en las áreas abiertas y en el espacio que existe entre las paredes exteriores de la Catedral y el Museo. Como no vi un vigilante ni un guía, tomé la foto sin el flash. El Museo podría tener un ingreso adicional publicando y vendiendo fotos de de las piezas más interesantes y hasta publicar un catálogo para la venta al público.

Me llamó la atención cierto descuido en el aseo del lugar, que se nota principalmente en las vitrinas. Los vidrios están sucios y polvorientos. Así mismo noté, como se ve en una de las fotos, que ha habido un desprendimiento de tejas y no han sido repuestas y se han dejado los cascotes en el suelo. Eso da mala impresión.

Sin embargo, aún vale la pena visitar el lugar, admirar la muestra que es muy buena y conocer la cárcel canónica y el osario del cementerio.

Uno de los respiraderos de la cripta de la
Capilla de la Santísima Trinidad. Me asomé
y vi latas de refresco y basura.
Pasillo entre los muros de la Catedral y el Museo.
Al fondo, el busto de Francisco Ibarra, primer
Arzobispo de Caracas.
Otro aspecto del patio del Museo

lunes, 24 de septiembre de 2012

El cuervo




EL CUERVO
En un carro manchego
caminaba una moza inocentona
de gallarda persona,
propia para inspirar lascivo fuego.
El mayoral del carro era Farruco,
de Galicia fornido mameluco,
al que, en cualquier atasco, daba asombro
verle sacar mulas y carro al hombro.
Un colchón a la moza daba asiento,
porque el mal movimiento
del carro algún chichón no la levante.
(Lector, es importante
referir y tener en memoria
la menor circunstancia,
para que, por olvido o ignorancia,
la verdad no se olvide de esta historia).
Yendo así caminando,
vieron un cuervo grande que, volando,
a veces en el aire se cernía
y otras el vuelo al carro dirigía.
- ¡Jesús, qué pajarraco tan feote!,
dijo la moza. ¿Y ese animalote
qué nombre es el que tiene?
- Ése es un cuervo, respondió el arriero;
embiste a las mujeres y es tan fiero
que las pica los ojos, se los saca,
y después de su carne bien se atraca.
Oyendo esto la moza y reparando
que el cuervo se acercaba
al carro donde estaba,
tendiose en el colchón y, remangando
las faldas presurosa,
cara y cabeza se tapó medrosa,
descubriendo con este desatino
el bosque y el arroyo femenino.
Al mirarlos Farruco, alborotose;
subió sobre el colchón, desatascose,
saco... ¡poder de Dios, qué grande era...!
y a la moza a empujones
enfiló de manera
que del carro los fuertes enviones,
en vez de impedimento,
daban a su timón más movimiento.
Y en tanto que él saciaba su apetito,
ella decía: -¡Sí, cuervo maldito,
pica, pica a tu antojo,
que por ahí no me sacas ningún ojo!
Fuente: El Jardín de Venus. Félix María de Samaniego (Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 2004)

Fiesta de las Mercedes en Caracas


Imagen de la Virgen de las Mercedes colocada por iniciativa popular
luego del terremoto de octubre de 1900

Ayer ofrecí asistir a la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes en el centro de Caracas, y compartir por este espacio mis impresiones. Pues bien, a las 9:30 am estaba entrando a la iglesia en la esquina de Mercedes. Lo mismo de siempre: vendedores de flores blancas y estampitas fuera del templo; muchos devotos de la Virgen de la Merced (la mayoría de ellos de la tercera edad), y un número grande de santeros que, en su sincretismo, asocian a esta advocación mariana con Obatalá. Pregunté a un fraile si podría visitar a La Guaricha; el pobre no tenía ni idea. Me señaló a La Grande y me dijo que era esa. Lo saqué de su error, pero me parece que creyó que yo era un loco de carretera y no me prestó atención.

Creo que el sacerdote oficiante perdió una valiosa oportunidad para aclarar aspectos de la fe católica sobre la santería. La homilía fue leída y en ningún momento lo escuché advertir sobre la brujería, ni la necesidad es estar confesados para recibir la Eucaristía. Peor aún fue el momento de la Comunión; santeros y paleros salieron a recibir a Jesús Sacramentado.

No necesito someterme a eso
¡NO VUELVO!


Ya que al sacerdote le gusta la lectura, no todos pueden ser oradores sacros, bien ha podido leer en voz alta las declaraciones del Cardenal Primado de toda Venezuela sobre el particular, las cuales trancribo a continuación:


Cardenal Jorge Urosa Savino
Arzobispo de Caracas
"No podemos ser santeros y católicos. ¿Entienden? A lo mejor a personas que están débiles en su fe los engañan diciéndoles que sí, Ud. puede ser santero y católico. No, señor. No se puede ser chicha y limonada al mismo tiempo ¿OK? Eso lo entendemos todos ¿Verdad? Bueno. La santería es una religión distinta totalmente a la religión católica. Si uno quiere seguir a Jesucristo no puede estar creyendo en los orishas, ni en los babalaos, en no sé qué cuestión. ¿Entienden? No se puede. Esa es una religión que no tiene fundamento. Nuestra religión está basada en la persona histórica de Jesucristo, el Divino Nazareno, que murió por nosotros en la Cruz y resucitó. Y que es precisamente el único, El Único, en cuyo nombre nosotros podemos tener el perdón de los pecados y la salvación. No podemos tener dos dioses ¿entienden? Un Dios allá y otro Dios acá. No. Un solo Dios. Y este es el Dios Uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y Jesucristo en eso es muy, pero muy firme. No podemos creer, no podemos seguir a Dios y a otros dioses. ¿Entienden? De manera que es muy importante".
"Yo respeto mucho a las personas que tengan otra religión, pero si tienen otra religión no pueden ser católicos. Y si somos católicos no podemos estar yendo a seguir una religión distinta. Como no podemos ¿qué sé yo? estar creyendo en María Lionza, ni creer en el espiritismo, ni podemos ser católicos y protestantes al mismo tiempo. ¿No es cierto? Bueno".
"No se puede ser católico y santero al mismo tiempo. Y si nosotros tenemos una religión grande, hermosa, bella, extraordinaria; de salvación, de afirmación de la vida, de Amor Eterno que el Señor quiere comunicarnos, no podemos entonces irnos a seguir una religión distinta. Yo creo que esto es sumamente importante".

domingo, 23 de septiembre de 2012

Nuestra Señora de las Mercedes, contra los terremotos y por el cacao

Nuestra Señora de las Mercedes.
Imagen conocida como La Grande
Desde hace tiempo tenía pendiente escribir sobre Nuestra Señora de las Mercedes, que en Caracas es patrona contra los terremotos y protectora de los cacahuales. El retardo se debe principalmente a que las fuentes a veces son imprecisas y en otras se contradicen. El primer inconveniente lo tuve cuando revisé el texto de Alfredo Armas Alfonso (Venezuela y el cielo de sus santos) y lo comparé con lo que nos dicen Arístides Rojas y Carmen Clemente Travieso. Se acercaba el 24 de septiembre, día de su festividad, y me faltaban datos.

La ayuda viene de donde menos se espera y ayer en la tarde, el amigo Héctor Mota, asiduo lector de este Blog, me sacó de las dudas cuando gentilmente me hizo llegar un texto de Fray Cayetano de Carrocera, capuchino que investigó la historia del convento e Iglesia de las Mercedes en Caracas. También me envió fotos de las imágenes de esta advocación mariana: La Guaricha, La Grande y La Nueva. El libro del padre Carrocera se titula Apostolado de los franciscanos capuchinos en Caracas (Tipografía Americana, Caracas, 1926) y será el texto principal que seguiremos.

El texto de Armas Alfonzo es sumamente parco y deficiente. Por lo que se aprecia,  el escritor no visitó la Iglesia para comprobar si su información era correcta, ni hizo buen uso de las fuentes consultadas. Cito:
La actual imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, en la iglesia, no es la de data colonial, de tanta historia en la vida de la antigua villa de Losada. Patrona de Caracas, abogada eficaz contra la plaga de la aljorra que amenazó la riqueza cacaotera de la Provincia, salvadora de su feligresía en el terremoto de octubre de 1766, la reliquia original, una imagen de vestir, conocida por La Guaricha, la guarda la familia de la Señora Mercedes Toro de Jugo Ramírez. La que hoy se ve en Las Mercedes es una escayola, modelada aquí, se la llama La Grande, y la regaló el doctor Victorino Márquez Bustillos, siendo Presidente de la República.
Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes
Mercedes a Luneta, Caracas
Cuando leí esto por primera vez, vi que algo no encajaba porque la Mercedes que yo conocía era una talla evidentemente colonial, no una escayola del siglo XX. Luego Carmen Clemente Travieso y Arístides Rojas, me aclaran el panorama, que se completa ahora con una fuente como Fray Cayetano de Carrocera.

El culto a María Santísima, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes o Virgen de la Merced, se remonta a 1218, cuando San Pedro Nolasco recibe la visita de la Virgen, quien lo exhortó a fundar una orden religiosa destinada al rescate de cristianos cautivos por los moros. Así, Pedro Nolasco funda en Barcelona la Real y Militar Orden de la Merced, con el apoyo de Jaime I, El Conquistador, Conde de Barcelona. Desde sus inicios fueron exitosos en su misión, calculándose que lograron liberar unas trescientas mil personas. A finales del Siglo XIII cambia de denominación por el de Orden de la Virgen de la Merced de la Redención de los cristianos cautivos de Santa Eulalia de Barcelona. Los mercedarios ahora se dedican a la atención espiritual de presos y la Virgen de la Merced es considerada patrona de los cautivos y presos injustamente.

La devoción de Nuestra Señora de las Mercedes está muy extendida en el mundo hispano, sólo superada en popularidad por la advocación de Nuestra Señora del Rosario, introducida por los dominicos. Los mercedarios se incorporaron pronto al proceso de evangelización de América y llegaron a la Provincia de Caracas a principios del siglo XVII. Muchos se preguntarán cómo la protectora de presos y cautivos llegó a ser Patrona de Caracas contra los terremotos y protectora de las plantaciones de cacao ante el ataque de la aljorra. Eso nos lo relatará Fray Cayetano de Carrocera:
... vamos a retroceder al primer tercio del siglo XVII, para considerar a la Virgen Redentora de cautivos como Patrona de la mariana ciudad de Santiago de León de Caracas. Goza de este glorioso título Nuestra Señora de las Mercedes desde el año 1638 en que fue reconocido por voto de ambos cabildos.
La Protectora del cacao
El día 14 de junio de 1638, en Cabildo ordinario de este día, el Regidor Don Gabriel Navarro del Campo, dijo lo siguiente:
Cacao venezolano.
La plaga de la alhorrra (o aljorra) surgió en 1625 y
casi acaba con la producción cacaotera.
"Bien visto y notorio es la grande plaga y enfermedad de ahorra que ha dado en las arboledas de cacao de esta ciudad y sus términos y jurisdicción, de que ha resultado venirse a perder muchas y estar en disminución, con que ha habido y hay gran daño y pobrecía; y para que esta plaga cese, será conveniente tomar y elegir un santo por abogado y patrón para que interceda ante Dios Nuestro Señor, sea servido de librar las dichas arboledas y labores de la dicha plaga y enfermedad".
Acogida esta proposición, por unanimidad, declaró el Cabildo, que elegía por patrona a Nuestra Señora de las Mercedes, a cuyo fin se le haría fiesta solemne todos los años en su capilla o templo que se edificase; y para que este voto que se hacía a nombre de la ciudad, fuese confirmado por todos sus habitantes, dispuso que se convocase un cabildo abierto donde concurriesen todos los vecinos y expresasen su voluntad.
En consecuencia, se señaló el domingo inmediato para esa reunión popular de que vamos a dar noticia.
Imagen de Nuestra Señora de las Mercedes,
conocida como La Guaricha.
Talla española del siglo XVII
Cortesía de Héctor Mota
En efecto, la reunión se realizó en la fecha prevista (20 de junio de 1638). La lista de asistentes que nos da Fray Cayetano está encabezada por Rui Fernández de Fuenmayor, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Caracas, protector de los mercedarios frente a la oposición del Obispo Fray Mauro de Tovar. Lo más probable es que la decisión haya sido parte de la pugna por las investiduras. Sólo después del traslado de Fray Mauro a Ciudad Real de Chiapas, en 1652, pudieron los mercedarios realizar su misión en paz. Sin embargo, la elección de Nuestra Señora de las Mercedes fue acertada y la infestación de alhorra o aljorra pronto cesó. A partir de ese momento creció el fervor popular por la Virgen de las Mercedes.

Volvamos ahora a Fray Cayetano, quien no explica las condiciones en las que esta advocación fue escogida como protectora contra los terremotos:

Abogada de los terremotos
Además de los títulos de Patrona de Caracas y Protectora de las haciendas de cacao, otro nuevo le aguardaba a la Redentora de los cautivos, el de Abogada de los terremotos, con que la invocarán los piadosos habitantes de Caracas.
El 21 de octubre de 1766 acaeció uno de los terremotos más notables que registra la historia de Venezuela, y habiéndose averiguado que a pesar de los grandes estragos que causó, derribando algunos edificios no había perecido un solo habitante de esta ciudad, el Cabildo de la época reconociendo en este hecho la singular protección de la patrona elegida un siglo antes, convocó otro Cabildo Abierto el 27 del mismo mes y año, en que la efusión del más ferviente amor a la Santísima Virgen fue confirmado por todos los concurrentes el voto anterior y renovadas todas las promesas y ofrendas por la nueva generación. En este mismo Cabildo se acordó grabar en una plancha de plata estas palabras: Servatrici nostrae, y que esta plancha se condujese o llevase con pompa religiosa, de la Santa Iglesia Catedral al Templo de Nuestra Señora de la Merced, y allí se colocase a los pies de su imagen por mano de un sacerdote".
José Solano y Bote, Gobernador y Capital General de
la Provincia de Venezuela en 1766
En los días que precedieron al gran temblor de Caracas de 21 de octubre de 1766, el capellán de La Pastora, D. Nicolás Bello, varón ilustre por su saber y virtud, había escrito al Sr. Obispo, que a la sazón hacía la visita pastoral en los valles de Aragua, que ordenase la traída de la Virgen de las Mercedes a la Catedral, pues abrigaba presentimientos de que algo había de suceder para el día de Santa Úrsula. Si el venerable anciano expuso al Prelado las razones de su presentimiento, es cosa que ignoramos,  mas es lo cierto que el Obispo ordenó la visita de la Virgen de las Mercedes a la Catedral, donde fue recibida por numerosa concurrencia de fieles, como protectora de la ciudad, sin que nadie sospechase el motivo de aquella disposición.
El Padre Bello, acompañado de algunos amigos, pasó la noche del 20 al 21 de octubre orando en el templo de La Pastora, manifestándoles que tenía muy tristes presentimientos acerca de lo que iba a suceder en la ciudad; dos religiosos mercedarios hacían la guardia de la Virgen de las Mercedes en la Catedral, cuando a las cuatro y veinte minutos de la mañana del mencionado 21 de octubre de 1766, la población de Caracas despierta aterrorizada al súbito y fuerte sacudimiento que hace bambolear los edificios. Al momento, lánzanse los habitantes a la calle, y los gritos de ¡misericordia, Señor! se escuchan en todas partes. Nadie sabe qué hacer ni a donde ir, hasta que al despertar la aurora vuelve la tranquilidad a los ánimos al saber que ningún edificio importante había caído, aunque sí amenazaban ruina, especialmente los templos.
Ruinas de la Iglesia de las Mercedes en 1842
El templo fue destruido por el terremoto de 1812.
Obra de Ferdinand Bellerman
Abriéronse las puertas de la Catedral y demás iglesias, a las cuales acogióse la población atemorizada. El Gobernador Solano nombró una comisión de peritos que examinasen los edificios de la capital, y después de cumplir con su cometido, informaron que todos los templos exigían pronta reparación en sus muros, arcos, etc. y que era necesario rebajar el tercer cuerpo de la torre de templo de San Jacinto (convento de los P.P. Dominicos) y derribar la de las Mercedes. Puestas por obra algunas medidas necesarias, la ciudad vióse libre de todo peligro inminente.
El no haber sufrido nada los edificios, aunque sí los templos, y no haber perecido ninguno de los habitantes de Caracas, fue atribuido, como dejamos consignado, a la singular protección de Nuestra Señora de las Mercedes, la cual se hallaba de visita en la Santa Iglesia Catedral. Calmados ya los ánimos y realzada por un milagro la Redentora de cautivos, los moradores de Caracas la nombraron Abogada de los terremotos, y luego que fueron reparados los desperfectos causados en los templos, fue trasladada a Las Mercedes, acompañada de todos los habitantes de la ciudad. El Cabildo Eclesiástico y el Ayuntamiento regalaron a Nuestra Señora de La Merced una hermosa plancha o tarjeta de plata adornada con labores doradas de estilo barroco. En el anverso lleva grabadas estas palabras:
SERVATRICI NOSTRAE
DIE XXI OCT. A. DMN. MDCCLXVI
(A nuestra Salvadora, el día 21 de octubre, año del Señor 1766)


En el reverso:
Omines et jumenta salvasti Domina (Salmo 67)
Tu Captivorum redemptio, et omnium salus (San Efrén)
Te nostrae causam Servatricemque Salutis
Nosque tuos libra famur et aeremagis (Ovidio)

La placa aún existe y Fray Cayetano incluyó una foto de ella en su libro. Carmen Clemente Travieso narra la misma historia, pero confunde el terremoto de Santa Úrsula con el de San Bernabé, y salta sin explicación alguna del Padre Bello al loco Saturnino, también conocido como "Ropasanta". Son sismos diferentes: el de San Bernabé fue en 1641, siendo Obispo de Caracas Fray Mauro de Tovar, a quien ya mencionamos más arriba.

Estos dos prodigios que hicieron de Nuestra Señora de las Mercedes un importante devoción caraqueña, están vinculados a la imagen traída Venezuela por los mercedarios en el siglo XVII, y que los acompañó por mucho tiempo en las buenas y en las malas. La escultura, ya lo dijimos, existe y recibe el nombre cariñoso de La Guaricha. Volvamos a Fray Cayetano:
Otra foto de La Guaricha, esta vez sin su corona real
Cortesía de Héctor Mota
La antigua y milagrosa imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, llamada La Guaricha es la que fue conducida a la Catedral con motivo del terremoto de 1766. Venerada por nuestros mayores con particular devoción y por los Padres Mercedarios, de quienes fue compañera y protectora, se conservó por muchos años en el nicho superior del Altar Mayor del Templo de las Mercedes de esta ciudad....
Y así fue hasta que:
Aguijoneados los caraqueños por la vanidad, dice Arístides Rojas, se cansaron de la antigua imagen de Nuestra Señora, a la cual habían conducido en triunfo desde la Catedral hasta su Templo en 1766, y resolvieron adquirir una escultura de la Virgen, cuyo modelo fuese caraqueño, alegando que la Abogada de la ciudad, abogada igualmente de los cacahuales y de los terremotos, no debía ser reverenciada en imagen traída de España o de Italia, sino en una modelada en Caracas. Desde entonces descendió La Guaricha de su trono y en él fue colocada una nueva imagen llamada después La Grande, la cual fue sustituída más tarde por otras...
Sin embargo, a La Guaricha le quedaban algunos milagros y favores bajo la manga. El buen padre Carrocera transcribe una relación publicada en La Religión el 11 de octubre de 1898, en la que se vincula con una epidemia de viruela con gran mortandad de niños:
En dos días fue recolectada la limosna y se hizo una espléndida fiesta a mediados de agosto último (1898), para la cual ofrendó el Presidente de la República una selecta y bien organizada orquesta.
Ignacio Andrade, Presidente de la
República en 1898
En la tarde se efectuó la procesión en el interior del templo, entonando el imponente y conmovedor cántico de rogativas. Desde la puerta mayor el Rvdo. Padre Baltasar de Lodares bendijo la población con el estandarte de Nuestra Señora de las Mercedes y ... ¡prodigio admirable de la Misericordia Divina! desde ese día comenzó a disminuir notablemente la horrorosa epidemia, no solamente en la capital, sino también en la infeliz Valencia, terminando por completo en La Victoria; según parece, toca ya a su término, y esperemos de nuestro Divino Salvador que pronto tendremos cerrado el hospital de variolosos...
Nos queda por hablar de dos imágenes: La Grande y La Nueva, que Armas Alfonzo confunde.

La Nueva, imagen sedente de Nuestra Señora
de las Mercedes, que corresponde al modelo
iconográfico de Comendadora
Foto Cortesía de Héctor Mota
La Grande es una talla venezolana de finales del siglo XVIII, "modelada, - nos dice Arístides Rojas-, en presencia de las más bellas y distinguidas hijas de Caracas. Cúpole la dicha a la bella Mercedes Iriarte Aristeguieta, quedando la nueva Virgen idéntica al modelo. Descendió del trono la antigua española y orgullosa subió las gradas la caraqueña, a cuyos pies colocóse la tarjeta de plata. Esta Virgen es la que recibe anualmente en el templo de las Mercedes la visita de los fieles".

La Nueva fue la donación del Presidente interino Dr. Victorino Márquez Bustillos. Se trata de una escultura española, que representa a la Virgen de la Merced sedente. La nueva imagen se colocó en el nicho donde estuvo la Grande y ésta se colocó al alcance de los fieles. Desconozco la fecha exacta de su entronización, pero tengo entendido que el donativo fue en 1918. Aún ocupa el lugar central y destacado que le asignaron hace casi un siglo.

La fiesta del 24 de septiembre, si bien no es tan rumbosa como antaño, es muy concurrida por fieles católicos, quienes acostumbran ofrecerle flores blancos: nardos, rosas, gladíolos, claveles... Y se colocan al pecho el escapulario mercedario o una estampa de Nuestra Señora de las Mercedes.

NOTA: Para saber cómo se celebra la fecha en Caracas, ingresar por aquí.


La Grande, expuesta todos los días para la veneración de los fieles