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lunes, 6 de enero de 2014

Esteban Smith Monzón




ESTEBAN SMITH MONZÓN


Turpial que embriagó de vino,
uva a uva la emoción,
cantó a pleno diapasón
irónicamente fino.

me picoteó y cristalino
vibró el estro de su canción...
Y sentí en el corazón
el picotazo y el trino.

Mas goteó miel en la herida
su canción plena de vida
perfecta como el panal.

Y perdoné por el trino
irónicamente fino
la buída herida al turpial.


Por Elías David Curiel
1921

Elías David Curiel
Mientras leía este poema de Elías David Curiel, me preguntaba quién sería ese turpial a quien está dedicado y me propuse averiguarlo. Llamar a alguien "turpial" es un buen cumplido y Esteban Smith Monzón debió ser alguien poético y activo. Hoy es un personaje injustamente olvidado por los venezolanos, a excepción de sus coterráneos falconianos. Buscando en Internet encontré una breve reseña:
Poeta, maestro, ensayista y periodista nacido en Coro el 10 de enero de 1883 y fallecido en Barquisimeto el 14 de septiembre de 1947. Su carrera literaria se inicia en 1905 cuando publica por primera vez en la revista barquisimetana Mes literario, colaboración que mantuvo hasta 1911. Gran parte de la obra de Esteban Smith Monzón se encuentra dispersa en diversos periódicos falconianos que publicaron sus poemas y ensayos. Como docente dictó clases en diferentes liceos de Falcón y Trujillo. Fue también funcionario diplomático, representado a Venezuela en la República de Cuba. Su activismo político lo llevó a formar parte del Congreso Nacional.
Eso es todo lo que conseguí; así de impreciso. He buscado alguna de sus obras o una imagen suya, pero es como si hubiera sufrido una sentencia damnatio memoriae.


martes, 17 de diciembre de 2013

Dos poemas de Elías David Curiel

Judith decapitando a Holofernes, por Caravaggio


JUDITH
a Aurora Tinoco

Contra tu ley ¡oh, Dios! el inhumano
ultrajó de Betulia el santo fuero,
y en orgullo empinándose altanero,
granito imaginó su empeño vano.

Por mi diestra armó tu soberano
poder. Tu ira tronó contra el Artero:
templé en el propio corazón mi acero
y por tu amor decapité al Tirano.

¡Salve, Elegido de Israel!¡Victoria!
Siempre que nuble la impiedad la gloria
de la justicia con que el Orbe llenas,

troncha y barre, Señor, tus enemigos,
como la hoz del segador los trigos
y el soplo del desierto las arenas.



Elías David Curiel
Apéndice lírico (1904)



Jepthé encuentra a su hija, por Peeter van Lint


JEPTHÉ


- "Jehováh, si me concedes sobre Ammonitas gloria
de mi casa el primero a quien mire, tu holocausto
será", -dijo Jepthé. De Jacob para Fausto,
le dio fulmínea diestra la fe de la victoria!

Coro virgen saluda del regreso la palma.
Avanza su hija única, la primera en el coro.
Él rasga sus vestidos y prorrumpe en un lloro:
-"Jehováh exaltó mi orgullo, para abatirme el alma"-.

La espantosa verdad las trocó en plañideras.
Por dos meses la virgen va a llorar en las eras
y viñas, ebrias de sol, su virginidad.

Entonces en cada nido piaba un huevo roto.
Jepthé violó su alma; pero cumplió su voto.
¡Y llenó su conciencia la Divina Piedad!



Elías David Curiel
Apéndice lírico


Elías David Curiel

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Consulta teológica

Jesús ante Pilatos, por Pietro Lorenzetti

CONSULTA TEOLÓGICA
a Antonia de Lima


Pregunto: ¿Es la Hija del Gran Rey el alma,
luz que los Siete Pecados ensalma,
si en cristal transmuta su corpóreo ser
y anasarcamente nos da su hermosura?
¿Es sólo el emblema de la astral criatura,
o antes de ser Psiquis, fue real mujer?

¿Fue, como la Esposa del Cantar, primero
virgen curiosa que va al limonero
y deja el arbusto sin un azahar;
y después, abstracto símbolo, resume
la Iglesia Católica, en donde el perfume
de cada versículo trasciende el Cantar?

El poeta calla y Antonia medita.
El paso de seda de la Sulamitah
se siente en la muda paz del corredor,
en donde a la mística interroga el bardo
así en las tinieblas se denuncia el nardo
y el fragante efluvio sugiere la flor.

PSIQUIS:- "Soy real, soy Reina y existo".
Tú eres Rey, pregunta Pilatos a Cristo
Tú lo dices, dice, soy la Realidad:
soy quien, porque adivino, la Verdad atesta.
Y sin que el Mesías le dé respuesta,
pregunta el Procónsul: - "¿Y qué es la Verdad?"



De Apéndice lírico (1917)
Por Elías David Curiel


Elías David Curiel
(1871-1924)

El poeta Elías David Curiel (1871-1924) ha sido injustamente olvidado por la mayoría de los venezolanos, a excepción de sus coterráneos falconianos, quienes ven en él un hito literario de la región. Su obra fue compilada y recogida como una unidad después de su muerte, por iniciativa del gobierno de Estado Falcón, que a partir de 1997 ha dedicado una bienal literaria a su nombre. Sus restos reposan en el cementerio judío de Coro.

Es, junto con José Antonio Ramos Sucre, uno de los precursores del modenismo en Venezuela. "Su lectura es un ejercicio de liberación, no pertenece ni a escuelas, ni a corrientes literarias. Su realidad es íntima -exagerada-, ni la luz ni el paisaje, menos la prédica de sus contemporáneos provienen del exterior. Canta el dolor de un mundo para lelo que lo anima". Al decir del poeta Fernando Paz Castillo, los versos de Elías David Curiel tienen: "... el romanticismo de Musset, inquieto y sensual, y las profundidades, en veces impertinentes de Baudelaire. Y sobre todo una marcada influencia de la Biblia con su grandeza, desolación y erotismo".

Tengo en casa un ejemplar de la primera edición de su antología Ebriedad de nube (Ateneo de Coro-Universidad de los Andes, Mérida 2003), de donde tomé el poema que acabamos de leer y los breves datos que lo acompañan. Su lenguaje es ciertamente exquisito, repleto de cultura y refinamiento. Volveremos a él.

Casa natal del poeta. Coro.