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viernes, 21 de febrero de 2014

La pipa del principiante

Varias pipas de los años sesenta: en primer plano una marca Wincke modelo "Prince" con cazoleta de espuma de mar y raíz de brezo, forrada de cuero; al centro, sobre el posa  pipas, una Savinelli, serie Oscar. modelo Billiard (fueron de las primeras pipas de mi hermano, quien me las regaló cuando comencé a fumar pipa) Al fondo unapipa francesa, sin marca, que fue una de las primeras pipas de Armando Loza, hermano de una amiga mía.. Le dio buen uso, pues está bien curada.


Uno de los lectores de esta bitácora es el poeta Jason Maldonado. Lo conocí personalmente en una peña literaria en la librería de los jesuitas, luego nos volvimos a ver en la presentación de su primera novela, donde estuvimos conversando sobre pipas y me preguntó si acaso tenía algún libro sobre el tema. En efecto, tengo varios de esos libros, la mayoría en italiano.

Entre los fumadores de pipa existe como una hermandad que los impulsa a hablar sobre el tema y compartir fumadas y opiniones. Cuando nos volvimos a ver le pregunté qué artículo podría poner en esta bitácora sobre el arte y placer de fumar la pipa. Sin dudarlo un segundo, me dijo que algo que pueda servir al al fumador principiante, o quien esté interesado en iniciarse en esos misterios. Es difícil transmitir 40 años de fumada en una sola cuartilla, por lo que haré breves observaciones -según mi experiencia-, con citas del libro El arte y el placer de fumar en pipa (Luis de Carralt Editor, Barcelona, 1981), por Giorgio Savinelli, figura estelar de los fabricantes de pipas... Recuerden las pipas Savinelli.

Dos primeras pipas de pequeño formato
¿Qué necesita el aspirante a fumador además del deseo de pipa? En primer lugar, pipa y tabaco; un mínimo de dos pipas, no demasiado caras, pero tampoco de baja calidad. Existe la tendencia entre los principiantes de adquirir pipas de bolsillo o de pequeño formato. Así me sucedió con mi primera pipa, al igual que a mi hermano y a tantos otros. Creo que esto es desaconsejable, pues el humo sale muy caliente y puede irritar la boca. Veamos el consejo de Giorgio Savinelli:
La elección de la pipa es un momento importante en la vida del aspirante a fumador, que no tiene necesariamente que ser un joven. En general, de estudiantes, todos hemos probado a fumar en pipa, pero después de un par de experiencias, fallidas nos hemos olvidado de ella, abandonándola en el fondo de un cajón, donde yace todavía, totalmente olvidada.
Los motivos de estos "fracasos" pueden ser varios, pero el más importante suele ser adquirir una pipa equivocada. En efecto, el que comienza a fumar en pipa y todavía no conoce los placeres que en ella puede encontrar no quiere gastar mucho, para no tener después que arrepentirse del dinero despilfarrado. Y éste es precisamente el error fundamental: al adquirir una pipa ordinaria se corre el riesgo de que pique o de que sea tan mala que haga añorar los cigarrillos recién abandonados. De aquí, la incomprensión, el fastidio y la incapacidad para gozar de un placer al que un fumador apasionado no renunciaría ni siquiera a cambio de cuantiosa riquezas. (...)
Una vez hecha esta precisión, debe tenerse en cuenta que una sola pipa, incluso para el principiante, es siempre insuficiente. He aquí algunas sugerencias para una adquisición:

  • La primera pipa ha de ser de precio medio.
  • En la medida de lo posible, no demasiado pequeña
  • Recta, mejor si es de vástago medianamente largo.
  • Ligera.
  • Con el interior de la cazoleta ya preparado para un rápido rodaje

Mientras no incremente el número de sus pipas, el nuevo fumador deberá sacrificarse y limpiar su pipa diariamente después de cada fumarada, para eliminar la humedad producida. De todas formas, debe tenerse en cuenta que tres pipas de buena calidad son preferibles a una sola muy cara.
Estas observaciones nos llevan a la primera compra en el estanco de tabacos. Además de la pipa y la picadura, ahora sabemos que hay que limpiarlas luego de cada uso para lo que se requieren unos bastoncillos afelpados o limpiapipas (en italiano los llaman scovlini)  y un yesquero a gas adecuado para la pipa. No estaría demás un cenicero

En otra entrega comentaremos sobre la carga de la pipa, su rodaje y mantenimiento.

Accesorios imprescindibles para quien se inicia en el arte de la pipa:
En primer plano, un encendedor a gas (los italianos lo llaman fiammigero); al centro un atacador (aytuda a la eliminación de la ceniza y restos de la picadura), a la derecha, otro modelo de atacador. Al fondo dos tipos de bastoncillos.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Dos pipas Luigi Viprati

Pipa curva Luigi Viprati (Corteccia)
Luigi Viprati viene haciendo pipas de buena calidad desde 1972 y es uno de los mejores maestros artesanales de la pipa a nivel mundial. Su fama se debe no sólo a su experticia en el diseño, sino a la calidad de de la raíz de brezo que utiliza. Son pipas que, además de bellas dan una buena fumada.

Mi primera Viprati la compré en un estanco que queda al lado de la Birrería Peroni, Piazza dei Santi Apostoli, Roma, muy cerca de la Pontificia Universidad Gregoriana. Una tarde se me ocurrió acercarme al negocio y vi, entre muchas pipas una que me llamó la atención. Su acabado recordaba al Corallo di mare. Pregunté el precio y, luego de examinarla y sopesarla, me pareció que sería una buena adquisición para la colección de pipas. Se trata de la pipa curva que vemos en la foto de arriba. Al llegar a casa comencé a rodarla con tabacos tipo Balkan. A las pocas fumadas la pipa, que era de un color natural, muy pálido, comienza a tomar tonos interesantes. A partir de ese momento  se convirtió en una de mis favoritas y me ha dado buenas y largas fumadas nocturnas.

Logo de Luigi Viprati
Recuerdo que la segunda pipa de Luigi Vipratri que adquirí fue un sábado en un negocio que queda, si mal no recuerdo, por la Via Ottaviano, a pocas cuadras del Vaticano. Al verla en la vidriera con su forma rústica, pero a la vez elegante, quedé prendado. Aunque no soy amigo de las pipas pequeñas, esta tenía su encanto, realzado por la embocadura de cuerno de ciervo donde va inserta la boquilla. La prefiero para fumadas matutinas, que son más breves, con una picadura más bien ligera como Early Morning Pipe, por Dunhill.

Las pipas Viprati tienen, además, una buena relación calidad-precio. Lamento no haber comprado alguna más, pues estas dos me han dado muchas satisfacciones, en especial la primera. Para visitar el sitio web de Luigi Viprati, ingresar por aquí.


Pipa de forma libre Luigi Viprati. Su formato pequeño permite buenas fumadas breves

martes, 8 de octubre de 2013

La pipa Churchwarden, o Lesepfeife

Dos pipas Churchwarden. En primer plano una ORLIK (inglesa) al segundo plano BREBBIA (italiana

En una ocasión le comentaba al Jesús el Librero sobre unas pipas para lectura Me preguntó cómo eran, pues para quien no fuma pipa cualquiera se puede usar mientras se lee. Ante su interés por la descripción que le hice, le prometí colocarlas en esta bitácora.

Albert Einstein, fumando una Churchwarden. Tenía otra más larga aún.
Ciertamente, para leer no se necesita una pipa, pero si se va a fumar y leer es conveniente usar una que no moleste la lectura. Cualquier cachimbo sirve, pero, a mi juicio, las mejores son las Churchwarden o, como las llaman los alemanes, Lesepfeife. Éstas, tienen varias cualidades que permiten fumar y leer a mismo tiempo sin inconvenientes, el humo es más fresco que las pipas más cortas y, lo más importante, no cansan la dentadura, pues no se sostienen con los dientes, sino con la mano. Esta es su ventaja, pues con un ligero giro de la muñeca puede llevarse a la boca sin soltar el libro y, además, lo largo del caño es más o menos la distancia entre los ojos y el papel para un lectura cómoda

Las características generales nos recuerdan a las viejas pipas de arcilla que fumaban los europeos en los siglos XVII y XVIII, pero no son tan frágiles. La cazoleta u hornillo es generalmente de raíz de brezo, de otra madera, como el cerezo, y hasta las muy artísticas talladas en espuma de mar o Meerschaum. El largo total varía entre los 25 cm hasta poco más de 40 cm. Las cazoletas tienden a tener una capacidad media; es decir, que se puede introducir el dedo índice en ellas, mas no el pulgar. Se las usa generalmente para fumar tabacos tipo Virginia, lo que no excluye fumar la picadura favorita.

Brebbia, Lectura. Italia
A lo largo de mis años de pipófilo he tenido algunas (varias han desaparecido misteriosamente). La que tiene más tiempo conmigo, poco más de 30 años es una italiana de la casa Brebbia, modelo Lectura. La compré en Caracas en alguna de las tiendas bien surtidas de la época. Me ha dado buenas fumadas a lo largo de los años y le he cogido cariño. Con el tiempo el caño se ha deformado ligeramente, pero debo considerarlo como la pátina y el paso del tiempo. El caño de de vulcanita, que tiende a tomar un color verdoso y gusto azufrado si no se le cuida. La llevé a Roma para que los artesanos Musicó la restauraran. Quedó como nueva, pero conserva los atributos de la edad.


Orlik, Churchwarden. Inglaterra.

Muchos años después, en Namibia, decidí comprar otra. Quedé prendado de una 
Churchwarden inglesa, de la casa Orlik. También da una fumada fresca y 
agradable. Es una pieza de buena calidad y bastante ligera. Tiene un buen acabado mate. 
Recuerdo como si fuera hoy los muchachos que atendían el estanco de la tienda
Wecke & Voigts (muy bien surtida de habanos, picadura y pipas alemanas y británicas.

Compré otra pipa de estas en una tienda de cosas viejas ubicada en un páramo cerca de Mucuchíes, estado Mérida. No es tan cómoda al fumar como las anteriores, la cazoleta es un poco grande y pesada porque es de madera de cerezo. No creo que sea apta para la lectura, pero tiene su encanto. Está fabricada por la casa Ropp, empresa francesa que se especializaba en pipas de cerezo y que desapareció hace algunos años. La boquilla es corta y se debe pulir con frecuencia para evitar el sabor raro de la vulcanita.

En primer plano, una pipa larga de madera de cerezo ROPP (francesa)

jueves, 15 de agosto de 2013

Pipas de mazorca de maíz

Mis dos pipas de Missouri Meerschaum o corn cob pipes: curva o Freehand (arriba)
y la otra recta (abajo), de la que exsten numerosos modelos.
Todos los pipófilos tienen, o han tenido, una o más de estas pipas, más gringas que el apple pie o el corn bread. Están hechas en Missouri, el corazón de los Estados Unidos, donde se las llama Corn Cob pipes o Missouri Meerschaum, por el nombre de la compañía que las elabora desde el 1869 en el mismo edificio, en la ciudad de Washington, MO.
Sello de origen de Missouri Meerschaum Co.
He tenido varias de ellas a lo largo de mi vida; hoy poseo dos: Una Freehand curva (la menos económica de la serie) y una recta que es el modelo más común.Las reservo para picaduras muy perfumadas porque son verdaderamente económicas.

Son pipas que dan una fumada fresca -de allí que se las compare con la espuma de mar o Meerschaum-, y al igual que las elaboradas con ese material, no necesitan de rodaje previo. Se prestan para paseos por el campo o a un parque. Pero no son cachimbas para durar eternamente; con el uso se van quemando y terminan perforadas, lo que no sucede con las de espuma de mar o las raíz de brezo.

Es una fantasía grata y efímera, por eso las cuido  y las uso con menos frecuencia que las otras, en especial  la curva Freehand (la compré en Windhoek, Namibia); sé que no la voy a conseguir en Caracas.

Los fabricantes tienen una página web (aquí), donde explican el proceso de fabricación desde la cosecha hasta su salida al mercado, y se pueden apreciar los modelos existentes, entre ellos el que el General Douglas MacArthur hizo famoso en la II Guerra Mundial y hoy lleva su nombre. El costo de esa pieza no llega a los US$ 10. Una buena relación calidad-precio que no causa dolor cuando se desecha la pipa vieja y perforada.

El General Douglas MacArthur con su pipa de Missouri Meerschaum Co.
El modelo de esa pipa lleva el nombre del militar que la hizo famosa.

lunes, 12 de agosto de 2013

La pipa modelo canadiense (Canadian, canadienne, canadese)

Tres pipas modelo Canadiense

Cada modelo de pipa tiene sus características de diseño y, con base a éstas y a la forma y veta de la cepa, el artesano desarrolla su pipa.  Uno de mis modelos favoritos es el Canadiense, que es una pipa recta, con un caño largo y ovalado, con una boquilla relativamente pequeña. Veamos qué nos dice Antonino Campisi sobre estas pipas en su libro Il "Magico Mondo" ella pipa e dei suoi tabacchi; manuale per el fumatore di ppa apprendista o esperto (Idea Libri, Roma, 2002):

Canadese por Musicó. No sólo es fina y bella, sino ligerísima,
característica de las pipas elaboradas por esa casa romana
La Canadiense tiene las mismas características que la Lovat con la diferencia que tiene el caño de sección oval y puede tener un largo total mayor que aquella. Tiene un línea bellísima y esbelta que concede, sobretodo, un humo más bien fresco y no genera el inconveniente del gorgoteo por condensación (acquerugiola, en italiano).
Su balance es como el de la Recta clásica en el largo y dimensiones del hornillo.
Por su finura y ligereza es la pipa favorita de los estetas, aunque estas características la rinden un poco frágil y difícil de ajustar en caso de ruptura del caño.
Como para la Lovat, y quizá aún más, se le debe prestar atención por la fragilidad de su caño. Para esta pipa, además, se debe tener un cuidado especial en la limpieza del ducto que más que en otros modelos, a causa de su extensión, tiende a revestirse de depósitos alquitranosos y residuos de tabaco.
Las Canadienses eran consideradas por Achille Savinelli tan raras, que una vez terminadas no habría querido venderlas; para obtener este modelo se requieren piezas de raíz  particularmente grandes y difíciles de repetir. Es un modelo, especialmente de cierto largo, de forma bellísima y es bueno tener más de una en la colección particular.
Canadian por Peterson's of Dublin, colección Wichlow". Tiene el aro de plata y la boquilla
característicos de esa casa irlandesa

Tengo tres de este modelo. La primera es una Savinelli que compré en Caracas hace casi 20 años; otra de Peterson's, y la tercera, mi favorita, de Musicó, estados dos últimas compradas en Roma y las cuido bien para no llevarme sorpresas desagradables.

Canadese por Savinelli, Colección Soirée. Fuma delicioso
Bing Crosby, gustaba de este formato sobre todo en su primera juventud, como lo vemos en la foto suya de 1937. Para recordarlo, veremos un trozo de un film, "True Love", que protagonizó con Grace Kelly. Mientras tanto, cargamos una de estas pipas con un buen tabaco y fumamos.

Bing Crosby fumando una pipa modelo Canadian
Foto tomada del foro de www.pipesmagazine.com
Contribución del pipófilo Numbersix

lunes, 29 de julio de 2013

La pipa y el albatros

Pipa modelo Origine, por Butz-Choquin, a Metz.

Una tarde de otoño romano me acerqué a un negocio de pipas y picadura que queda frente a la Columna Antonina, a media cuadra de la Via del Corso. Se trata de Tabaccheria Fincato, una casa bien provista de buenas cachimbas, accesorios y variados tabacos, pero con un pésimo servicio (muy desagradable; atienden a los clientes como si estuvieran haciendo un favor). Vi en vitrina una pipa de diseño interesante elaborada por la francesa Butz-Choquin, en Metz. Pedí verla, la sopesé y la compré. Una vez en casa procedí a fumarla. Ese es la pipa que vemos en la foto que encabeza este artículo.

Se trata de la pipa Origine en su versión moderna, que conmemora un modelo que desde 1858 dio notoriedad a la casa Butz-Choquin. El caño blanco, o extensión, originalmente se hacía con un hueso ahuecado (el radio) de un albatros. Con el tiempo y el uso se formaba una pátina muy interesante. Entre los famosos que fumaron en este tipo de pipa se cuenta el pintor francés Jean-Baptiste Camille Corot (1796-1875). Actualmente el caño es sintético (acrílico), pues el albatros es una especie internacionalmente protegida.

Eso no era lo único que se utilizaba de esta majestuosa ave para complacer a los fumadores decimonónicos. Las patas de esta palmípeda, luego de tratarlas, se utilizaban en la fabricación de tabaqueras o bolsas para la picadura.

En recuerdo de un pasado destructor, transcribo a continuación un poema de Charles Baudelaire titulado El Albatros. Lo escribió el poeta a bordo de un buque en un viaje de regreso a Francia desde la India.

Foto de unos marineros distraídos con un albatros. 


L´ALBATROS

Souvent, pour s´amuser, les hommes d´équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

À peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l´azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons trainer à côté d´eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu`il est comique et laid!
L´un agace son bec avec un brûle-gueule,
L´autre mime, en boitant, l´infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l´archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées
Ses ailes de géant l´empêchent de marcher.


Charles Baudelaire

(Traducción al castellano de Antonio Martínez Sarrión)

Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje
Al navío surcando los amargos abismos.

Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡Qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡Qué feo y qué grotesco!
Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél mima, cojeando, al planeador inválido.

El poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero,
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.



miércoles, 1 de agosto de 2012

La pipa

Luigi Viprati (Corteccia)

LA PIPA

Soy la pipa de un autor;
se ve, al contemplar mi aspecto
de Abisinia o de Cafrería,
que mi dueño es un gran fumador.

Cuando está colmado de dolor,
echo humo como la cabaña
donde preparan la comida
para el regreso del labrador.

Abrazo y mezo su alma
en la red móvil y azul
que sube de mi boca encendida,

y esparzo un poderoso bálsamo
que encanta su corazón y cura
a su espíritu de fatigas.


Butz-Choquin (Origine)

La Pipe


Je suis la pipe d'un auteur;
On voit, à contempler ma mine
D'Abyssinienne ou de Cafrine,
Que mon maître est un grand fumeur.

Quand il est comblé de douleur,
Je fume comme la chaumine
Où se prépare la cuisine
Pour le retour du laboureur.

J'enlace et je berce son âme
Dans le réseau mobile et bleu
Qui monte de ma bouche en feu,

Et je roule un puissant dictame
Qui charme son coeur et guérit
De ses fatigues son esprit.



Fuente:
Charles Baudelaire; Fleurs du mal (Edimat Libros, Madrid, 2011)

miércoles, 4 de abril de 2012

Curioseando en mi biblioteca con una pipa.


Revisaba mi biblioteca fumando una pipa y me topé con: EL LIBRO DE LAS PASIONES, Palabras para conocer nuestros deseos (Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 2003). Esta mañana, hojeándolo encontré un texto de Paul Gaugin sobre el deterioro progresivo de su amigo Vincent van Gogh. Se llama Fumando su pipa y lo ilustré con obras del protagonista. Espero sea de su agrado.


Fumando su pipa
Quise hacer su retrato mientras él estaba pintando una de sus naturalezas muertas que tanto le gustaban: unos arados. Cuando lo terminé me dijo: "Por cierto que soy yo, pero yo me he vuelto loco".

Esa misma tarde fuimos al café. Tomó un ajenjo liviano. De pronto me arrojó el vaso con su contenido.Esquivé el golpe; lo alcé en mis brazos, salimos del café y cruzamos la plaza Victor Hugo. Pocos minutos después Vincent estaba en su cama, y se durmió sin despertar hasta el día siguiente.

Al despertarse me dijo con gran calma: "Mi querido Gauguin, tengo la vaga impresión de que ayer a la tarde te ofendí".

Respuesta: "te perdono gustoso y de todo corazón, pero la escena de ayer puede volver a ocurrir, y si me golpearas, no me podría contener y te estrangularía. Déjame que le escriba a tu hermano y le comunique que me vuelvo".

¡Dios mío, qué día!

Por la tarde, después que tragué mi almuerzo, sentí necesidad de salir solo y tomar aire a lo largo de algunos senderos bordeados de laureles florecidos.Ya casi había cruzado la plaza Victor Hugo cuando oí detrás de mí unos pasos bien conocidos, cortos, veloces, desiguales. Me volví en el preciso instante en que Vincent se arrojaba sobre mí con una navaja abierta en la mano.


En dos saltos llegué a un hotel en el que pregunté la hora, tomé una habitación y me acosté.

Me sentía tan inquieto que no me pude dormir hasta las tres de la mañana, y me desperté algo tarde, a eso de las siete y media.

Cuando llegué a la plazoleta vi que se había reunido una muchedumbre. Cerca de nuestra casa había algunos policías y un caballero menudo con sombrero hongo, que era el inspector.


Lo que había pasado era lo siguiente:

Van Gogh, apenas volvió a casa, se había cortado una oreja.


Cuando por fin pudo salir, con la cabeza cubierta por una boina que se encasquetó lo más que pudo, se fue directamente a una de esas casas en las que a falta de compañera uno puede elegir una amiga, y le dio la oreja al encargado, cuidadosamente lavada y metida en un sobre."Aquí tiene un recuerdo mío", le dijo. Luego se fue a casa y se acostó a dormir.
 

La última carta que me envió estaba fechada en Auvers, cerca de Pontoise. Me decía: "Querido maestro" (y esta fue la única vez que usó esa palabra), "después de conocerte y haberte hecho sufrir, prefiero morir en un buen estado mental y no en uno degradado".
Se pegó un tiro en el estómago y murió unas horas después, recostado en su cama y fumando su pipa, en pleno uso de razón, lleno de amor por su arte y sin odio hacia los demás.
Paul Gaugin         

viernes, 30 de marzo de 2012

Una mala noticia

Mi pipa de bolsillo Big Ben, texturizada al baño de arena.
Hace unos días leí la mala noticia de la entrada en quiebra de la única fábrica de pipas en los Países Bajos, la Koninklijke Gubbels en Zn, fabricantes de las muy conocidas pipas Big Ben, Porsche Design y Hilson, entre otras.

La empresa existe desde 1870 y está dirigida por la cuarta generación de la familia Gubbels y, de acuerdo a la información, se relanzará en mucho menor escala con unos 18 operarios. Según el curador de la Koninklijke Gubbels, la causas de la bancarrota son el decremento de las ventas y un alto "stock" en existencia. Las deudas se acumularon. ¡Lamentable!

Muchos pipófilos se iniciaron con pipas Big Ben que aunaban la calidad y el diseño clásico con un precio asequible. Tuve varias de las que sólo me queda una de bolsillo, sand blasted y con pátina negra. Espero que la reestructuración de la empresa mantenga pipas como éstas (por mi parte, pueden sacar  de circulación las Porsche Design, que parecen todo menos una pipa).

sábado, 22 de octubre de 2011

Fumar es un placer...



Fumar es un placer genial, sensual... Si no le creen a la canción, pregúntenle a don Rómulo Betancourt (1908-1981,en la foto), que está disfrutando una buena fumada en una pipa modelo billiard. Quién sabe cuántas pipas tenía. Se rumoraba que una de ellas estaba ensalmada por un famoso brujo (cosa que era una falsedad, pero él no se ocupó de desmentirla, más bien parecía disfrutar de esa leyenda).

Los venezolanos dejaron de fumar pipa en los años 70 y la cambiaron por los nocivos cigarrillos. Como fumo el cachimbo desde que llegué a la mayoría de edad, llegué a conocer en Caracas muy buenas tiendas que ofrecían todos los implementos y picaduras para garantizar largas, sabrosas y variadas fumadas a los pipófilos. Compré mi primera pipa Peterson en un negocio que quedaba de Conde a Carmelitas, donde hoy existe una venta de empanadas mantecosas. Me imagino cómo serían esos estancos en los años 50 y 60. ¡Qué de picaduras y pipas interesantes conseguiría Rómulo Magno para fumar y acrecentar su colección! Me da sana envidia. En la actualidad las pocas tiendas que permanecen dan lástima por lo desprovistas: picaduras de ínfima calidad, pipas tapa amarilla, poca variedad de accesorios En fin, las casas, palacios y emporios del fumador venden de todo menos artículos para pipófilos.

Hace unos días visité una vieja tienda de las pocas que subsisten en el Centro Simón Bolívar, a donde no iba hace muchos años. Para mi sorpresa, la señora me reconoció de inmediato y me dijo: "está igualito, sólo un poco mayor; usted siempre nos compraba". No pude resistir la tentación y le compré una pipa Savinelli modelo billiard, como la que se está fumando don Rómulo.

Al tema de las pipas y la picadura volveremos en otra ocasión. Hace unos días se cumplieron 30 años del fallecimiento de Betancourt. Para la fecha, yo era Tercer Secretario en la Embajada en Trinidad y Tobago y me tocó estar atento al Libro de Condolencias. Sirva esta nota como un breve homenaje al Br. Betancourt Bello, quien en vida cultivó amigos y enemigos y cumplió con lo que consideraba su deber para con la Patria. Sus adversarios políticos no escatimaron epítetos en su contra. Mi abuela, que lo detestaba, lo llamaba Ojo'e Diablo; otros el Napoleón de Guatire y algunos peores que me abstengo de mencionar para no mancillar mi teclado. Preferible recordar los gritos de un lorito adeco que sabía cantar el himno del partido y dar vivas a Rómulo y a AD.