jueves, 31 de julio de 2014

Faetonte, nieto del sol

Faetonte cae fulminado al río Po, por Hendrick Goltzius

Hoy visitaremos a un personaje casi totalmente olvidado, a pesar de sus hechos y aparatosa caída. Me refiero a Faetonte, o Faetón, nieto del Sol y que tuvo una aventura insólita y breve. Lo haremos de la mano de Higinio en su obra Fábulas mitológicas (Alianza Editorial, Madrid, 2009):
Caída de Faetonte. Al pie, sus hermanas, las
Helíades, se convierten en álamos.
Faetonte, hijo de Clímeno, hijo del Sol, y de la ninfa Mérope -a quien consideramos una Oceánide-, al haberle revelado su padre que su abuelo era el Sol, le pidió su carro, pero hizo mal uso de él.
Pues, al conducirlo muy cerca de la tierra, todo se incendió con el fuego cercano y, golpeado con un rayo, cayó al río Po. Este río, que Ferecides fue el primero en nombrar, es llamado Erídano por los griegos.
A su vez, los indios, como su sangre adoptó un color oscuro con el calor del fuego cercano, se convirtieron en negros. Las hermanas de Faetonte, mientras estaban llorando la muerte de su hermano, se transformaron en álamos.
Sus lágrimas, como indica Hesíodo, se solidificaron en ámbar; y son llamadas Helíades. Son Mérope, Helia, Egle, Lampetia, Febe, Eteria y Dioxipe.
Cicno, rey de Liguria, que era pariente de Faetonte, mientras lo lloraba, se convirtió en cisne. Este, al morir, también canta de modo lastimero (154, 1-5).
 La historia figura entre las Metamorfosis de Ovidio y fue objeto de una Sinfonía en Do Mayor (La caída de Faeton) de Carl Ditters von Dittersdorf (1739-1799), de la cual escucharemos un fragmento a continuación:


La caída de Faetonte, por Hans von Aachen
En el cuadro vemos a la cuádriga del Sol despeñándose, a las hermanas convirtiéndose en álamos
y al rey de Liguria convertirse en cisne.

miércoles, 30 de julio de 2014

En andar de una vida

El andar de una vida, portada
Antier, en mi visita mensual a la Librería Tecni-Ciencias del CCCT, tuve la grata sorpresa de un regalo que me hacían tres de mis libreros favoritos.  Son éstos unos jóvenes leídos y de conversar interesante, que hacen buenas recomendaciones sobre temas literarios e históricos, y quienes me han orientado a explorar nuevos repertorios.

En sus sentidas expresiones para la entrega del regalo, Alexis tomó la palabra y me anunció que él sabía que me iba a gustar; que cuando lo hojeó recordó algunas de nuestras conversaciones.

Se trata de El andar de una vida (Eloy Lares Bassa, Caracas, 1999), una biografía del ilustre cumanés Eloy Lares Martínez escrita por el amor y respeto filial de su nieto Eloy Lares Bassa. Si bien este hecho puede restarle objetividad a la obra, dice mucho sobre el viejo patriarca y su gestión en la vida pública de Venezuela y su honorabilidad como padre de familia y su vida de ciudadano honesto y honrado.

El libro está enriquecido con fotografías extraídas del álbum familiar y aparecen personajes muy conocidos y otros no tanto, pero casi todos emparentados entre si, como correspondía a una familia venezolana de principios del siglo XX. Así vemos a Andrés Eloy Blanco en una foto, acompañado de Julieta Lares Martínez y Mercedes Madrid Sucre (una de las primas adoradas de José Antonio Ramos Sucre); Fidelia y María de Lourdes Meaño, primas de Andrés Eloy Blanco, etc.  También vemos a importantes políticos, como Rafael Caldera, Raúl Leoni, Wolfgang Larrazábal, Edgar Sanabria, etc. Pero a lo que se refería Alexis cuando me entregó el libro es la vinculación de lazos de familia y de parentesco en la provincia venezolana, cuando se podía conocer la genealogía de una persona con sólo preguntarle sus apellidos.

Muy buen libro y mejor regalo sobre todo por ser : Un pequeño y sincero detalle de sus amigos de Tecniciencia Libros CCCT. A un cliente y amigo de esta casa. Disfrútelo. En verdad, me dejaron abrumados por ese detallazo.

Un millón de gracias jóvenes. Seguimos en contacto.

martes, 29 de julio de 2014

Coca de verduras

Coca de verduras con sardinas frescas
Desde la soleada Mallorca las prima Margarita nos envía esta receta veraniega. La coca trae en mi gratos recuerdos de la infancia, cuando los sábados se presentaban los tíos Juan y Beatriz con "las niñitas" y una bandeja de coca de verduras.

La coca es parienta de la pizza, la foccacia y la pisaladiere. Consiste en una masa ácima de trigo, aceite y agua (u otro ingrediente líquido como la cerveza o el jugo de naranja), extendida sobre una bandeja para hacer pizza y horneada con una combinación de vegetales (si es de verduras) sazonados con pimentón español, sal y aceite de oliva. En esta ocasión Margarita nos ha regalado con una receta sencilla y sabrosa para la masa que sólo lleva aceite de oliva, cerveza y sal, más la harina que absorba esa mezcla.

El relleno de la coca del tío Juan llevaba sólo verduras cortadas menudo. Margarita le agrega unos filetes frescos de sardina y he visto otras combinaciones que llevan tocino y sobrasada, que se ven interesantes pero que no podré hacer por el momento debido a prescripción médica (cero sal, cero embutidos). Ahora la receta simple y sabrosa.

COCA DE VERDURAS
Para 4 porciones

Ingredientes para la masa

  • 1/2 taza de cerveza
  • 1/2 taza de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de sal
  • La harina que le quepa


Preparación de la masa:

  1. En un cuenco suficientemente amplio, se mezclan la cerveza, el aceite y la sal.
  2. Poco a pocos vamos mezclando la harina, sin amasar. Mezclamos hasta que la harina se despegue de las paredes del envase y no se pegue a las manos. Eso toma sólo unos minutos.
  3. Se le deja reposar mientras se hace el relleno.

Ingredientes para el relleno:

  • Me gusta una combinación de acelga (sólo las hojas sanas y frescas), coliflor, cebollín y espinaca, todo bien cortado. Pero podremos ponerle pimientos asados, piñones, pasitas, ajo...
  • 4 sardinas o el pescado de nuestra preferencia
  • 1 tomate maduro cortado en ruedas finas.


Preparación y horneado

  1. Precalentamos el horno a 350°F
  2. Aderezamos los vegetales en una ensaladera con sal, pimienta, pimentón español y aceite de oliva al gusto.
  3. Se mezcla bien y se le deja reposar mientras se preparan y limpian los filetes de sardina. Para ello se decapitan, escaman y destripan las sardinas, se les elimina el espinazo y se adoban con sal y pimienta. Se las pone aparte.
  4. Se corta el tomate en ruedas finas.
  5. Con las manos se extiende la masa sobre una bandeja de hornear. En estas proporciones  saldrá lo equivalente a una pizza de unos 25 cm de diámetro.
  6. Se extienden los vegetales sobre la masa, dejando en la ensaladera el exceso de agua de vegetación. Se colocan por encima las ruedas de tomate y las sardinas ya limpias y fileteadas.
  7. Se lleva por 25 minutos al horno precalentado, o hasta que todo esté bien cocido. Se deja reposar por unos minutos antes de cortarla y servirla.
Me parece ideal para disfrutarla en un día de calor bajo un emparrado con vista al Mediterráneo, con una jarra de buena cerveza, aceitunas aliñadas, sobrasada y pan tostado.


Vista nocturna de la Catedral de Palma de Mallorca

miércoles, 23 de julio de 2014

La cámara sangrienta


Hace un par de días pasé por mi librería favorita con la intención expresa de comprar algo nuevo que leer. Revisé varias opciones que me presentó Jesús el Librero, unas menos costosas que otras, y al final me lancé por La cámara sangrienta (Sexto Piso, Madrid, 2014), colección de relatos de Angela Cartes muy bien traducidos por Jesús Gómez Gutiérrez y con exquisitas ilustraciones de la artista chilena Alejandra Acosta. Ya lo había visto en mi última visita y no me decidía hasta que revisé con detenimiento.

He aquí, me dije, un bello libro. Muy bien diagramado, sin errores tipográficos, con traducción impecable e ilustraciones provocadoramente inquietantes. Una verdadera joya que va a pasar a la Sección Libros Bellos de mi biblioteca.

¿De qué trata La cámara sangrienta?
La cámara sangrienta, publicada originalmente en 1979, es una colección de diez relatos explícitamente basados en cuentos de hadas, en especial de Charles Perrault, pero tambiénde Jeanne Marie Leprince de Beaumont, del folclore europeo, e incluso de la radionovela con claras influencias de la narrativa del Marqués de Sade.
Su autora, Angela Carter, afirmó que se sentía impelida a escribir "cuentos góticos, cuentos crueles, cuentos de terror, narrativas fabulosas que tratan directamente del imaginario del inconsciente". Pero Carter no se limitó a versionar cuentos de hadas desde una nueva perspectiva, sino que recreó por completo "al extraer el contenido latente de los cuentos tradicionales como punto de partida de nuevas historias (...) y el contenido latente es violentamente sexual".
Así, estos relatos ahondan en temas de feminismo y metamorfosis, en los aspectos inmorales y perversos del matrimonio y el sexo, y en el equilibrio de poder en esas relaciones. La ilustradora chilena Alejandra Acosta ha puesto sus lápices al servicio de estas historias sorprendentes y necesarias, convirtiendo este clásico en una obra, si cabe, infinitamente más bella.
Esta mañana llevé el libro a la consulta médica para leerlo mientras esperaba que me atendieran. Al despedirme, la médico lo revisa y comenta de lo bello y amistoso a la lectura de ese libro. En verdad valió la pena la inversión.


martes, 22 de julio de 2014

La Odisea

Ulises y las sirenas
En lengua castellana cuando alguien se refiere a una proeza de logro difícil y laborioso, se le denomina odisea. Se dice entonces: "Fulano realizó una verdadera odisea". El nombre procede de una de las piezas literarias más antiguas y venerables de la civilización occidental, La Odisea, obra del gran bardo Homero, autor también de la famosa Ilíada.

La Odisea corresponde al ciclo del regreso de los aqueos a su tierra luego de la destrucción de Troya. Fueron tantos los horrores cometidos que, indignados, los dioses dificultaron el viaje llevando a muchos héroes al fondo del mar, de aguas color de vino. Otros fueron asesinados, como Agamenón, rey de Micenas, por esposas infieles y vengativas.

El protagonista, Odiseo/Ulises, fue uno de esos héroes pues fue él quien, con su astucia logró penetrar en la ciudad dentro del famoso caballo de su invención. Su regreso a su patria Ítaca tomo unos diez años en los que enfrentó innúmeras dificultades y trabajos, mientras su fiel esposa, Penélope, tejía y destejía un sudario para la mortaja de su suegro Laertes, asediada por una banda de pretendientes que dilapidaban la herencia del heredero Telémaco. Penélope es sinónimo de mujer virtuosa, en contraposición a su prima lejana Clitemnestra, asesina de Agamenón.

Las aventuras de Ulises/Odiseo lo llevaron por toda la cuenca del Mediterráneo, cuya sección occidental era poco conocida para los helenos. Se ha tratado de identificar algunos de esos lugares: la ninfa Calipso retuvo al héroe en la islas Perejil entre España y Marruecos; las vacas del sol estaban en Sicilia; el cíclope Polifemo en el sur de Italia; Scila y Caribdis es el paso entre Sicilia y tierra firme en el canal de Mesina con sus fuertes remolinos; Circe que residía en la isla Eea es de más difícil ubicación, pues hay una tradición romana que ubica el Circeo en las costas de Campania, cerca de Cumas, una de las entradas al Hades, otros dicen que quedaba frente a Istria al norte del mar Adriático, o hasta que quedaba frente a las costas del Levante; el país de los feacios, su última parada, quedaba en la actual Corfú, cerca de Ítaca. Pero es inútil buscarle un sentido geográfico a los lugares, cuando el mensaje es otro.

Ulises parece estar buscando las dificultades al desafiar a los dioses y enemistarse con Poseidón/Neptuno al cegar sin piedad a Polifemo, su hijo. Alberto Bernabé, en el estudio preliminar a la edición que tengo de La Odisea (Biblioteca Edaf, Madrid, 2007), nos dice:
Como contrapunto a las increíbles y variadísimas aventuras que corre, algunas a causa de su insaciable curiosidad, otras provocadas por su desafiante orgullo, hay siempre en él un constante deseo de recuperar las cosas sencillas. Frente a la búsqueda de la inmortalidad de un Gilgamés, en tantas cosas similar a Ulises, lo que el héroe de la Odisea trata de hallar es algo mucho más simple: el humo del hogar, la esposa lejana o el trabajo del campo en el que, pese a su rango real, es tan hábil como cualquier labriego. Esa continua tensión entre la aventura presente y la paz añorada, entre la nostalgia del hogar y el peregrinar por tierras extrañas es el contrapunto constante de nuestro héroe. No es extraño que se vea auxiliado por Atenea, especie de correlato divino de Ulises por su elocuencia y sagacidad, diosa artesana e inteligente que prefiere, como él, el uso de la astucia antes que el de la fuerza. En un poema como este, narración de un regreso erizado de riesgos por los países más extraordinarios, Ulises, con su curiosidad inagotable y su variada astucia, con su enorme capacidad de sufrimiento y de lucha, y su constante deseo de hallar la paz al final del camino, constituye el protagonista ideal.
Ulises es, pues, un humano como cualquiera, con deseos muy normales. Nada de gloria e inmortalidad, sino llegar al calor de su hogar, comer de su propio pan, abrazar a su familia, disfrutar del esfuerzo del trabajo. He allí el por qué su figura siempre ha sido atractiva.

Ahora, existen múltiples ediciones de la Odisea, unas más felices que otras. Desde las versiones infantiles, mutiladas y censuradas, hasta las malas traducciones que se consiguen por todos lados. Recomendaría buscar una buena edición, precedida de un buen estudio preliminar. En cuanto a libros de la antigüedad helena y latina, las mejores editoriales son Gredos, Cátedra y Alianza Editorial, seguidos de muy lejos por otros de menos prestigio. Debe leerse con detenimiento, no como una novelita de aventuras, y nos explicaremos en parte el por qué ha sobrevivido desde que fue compuesta en el siglo VIII aC, cuando Grecia salía de su edad oscura, luego de la desaparición de la cultura cretense-micénica y la llegada de los dorios que portaban armas de hierro. Allí hasta se les olvidó cómo escribir.

Ulises y las sirenas. Mosaico romano.

viernes, 18 de julio de 2014

Mapa del desalojo


Ayer en la tarde, atendiendo una invitación de mi cuñada Luis Helena Calcaño, me acerqué a la librería El Buscón donde será bautizado el poemario Mapa del desalojo (Común Presencia Editores, Bogotá, 2014) de uno de los príncipes de la poesía venezolana actual, Armando Rojas Guardia. Así, a pesar de los diréticos, asistí porque era una actividad que valía la pena el esfuerzo. No quedé defraudado.

Luis Helena presentó a los participantes, ambos poetas de primera línea, Rafael Cadenas y Armando Rojas Guardia. Me gustaron las palabras de Cadenas sobre el autor y su obra. Fue una aproximación culta como solo un poeta puede hacerlo. Seguidamente, Rojas Guardia hizo los agradecimientos pertinentes, entre ellos los editores que se esmeraron en la publicación, y leyó algunos poemas. No es lo mismo leer del papel para uno mismo que escuchar al poeta declamar con su propia cadencia, ritmo y entonación. Lo disfruté en grande.

El libro en si es una verdadera joya tipográfica: una edición bien cuidada, con una diagración de calidad e ilustraciones de Jim Amaral. Bello libro con poemas muy escogidos de la larga carrera de Armando, donde podemos encontrar de los poemarios El mismo amor ardiendo (1979); Poemas de Quebrada de la Virgen (1985); Yo que supe de la vieja herida (1985); Hacia la noche vida (1989); La nada vigilante (1994); El esplendor y la espera (2000), y Patria y otros poemas (2008). Entre los poemas leídos por Rojas Guardia escogí Patria, que transcribo a continuación:

PATRIA

Alguna vez amamos, o dijimos amar,
la terquedad sombría de tu fuerza.
La voz del padre enronquecía
al evocar calabozos, muchedumbres,
hombres desnudos vadeando el pantano,
llanto de mujer, un hijo
y más arriba (¿dónde arriba?)
el trapo contumaz de una bandera.
Supimos, lenta y vagamente,
que lo imposible te buscaba
extraviándote los pies
-aquellos pies de Hilda obsesionaron
a mis ojos de niño: su corteza
terrosa, vegetal, desconcertada
sobre la pulitura del granito.

Tal vez una tarde, entre los campos,
la música te deletreó de pronto
al lado de algún bosque, una colina,
un lago triste que se te parece:
la misma terquedad al revelarte
ávida no precisamente de nosotros
(los efímeros, los quizá, los transeúntes)
sino de tu pátina absurda de grandeza
-esos sueños opulentos de la historia
que son más bien su horror, su pesadilla.

Ahora que te conoces vil, prostibularia,
porque tanta voluntas ecuestre
se apeó bajo el sol a regatear
y el héroe mercadeó con su bronce
y el oro solemne del sacófago
adornó dentaduras, fijó réditos,
y no hay toga ni charretera ni sotana
que te oculten cuadrúpeda, obsequiosa
por treinta monedas ancestrales,
yo me atrevo a cubrir tu desnudez.
No es verdad que te vendiste. Tú anhelabas
dilapidarte brusca, totalmente:
un lujoso imposible.

Lo sabías,
siempre lo has sabido y como siempre
aras en el mar. Te concibieron
con voluntad precisa de fracaso.

Cómo afirmar, pasito, que hoy te quedas
en la dificultad de sonreírte
levantando los hombros, desganado,
y diciéndote con sorna, con ternura,
mañana sí tal vez. Quizá mañana... 



jueves, 17 de julio de 2014

Murió Ramón Melinkoff

Ramón V. Melinkoff hace dos semanas en casa de una exalumna.
Anoche, mi amiga Ofelia Medina publicó en su cuenta Facebook la mala noticia. Debo confesar que no me gustó ni un poquito. El Dr. Ramón V. Melinkoff fue un profesor universitario que, de paso, era amigo de sus alumnos ("de los inteligentes", diría él). El último semestre de Estudios Internacionales de la UCV, impartía una materia que se llamaba Administración Pública. En ella no se estudiaba derecho administrativo, sino que se analizaba el problema político de la Administración Pública. Ese había sido el tema de su tesis doctoral.

La orientación de la materia era marxista, como lo fue su tesis y un libro de su autoría titulado El problema político de la Administración Pública (Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1976). Lejos de ser dogmático, Ramón era alérgico a los estudiantes caletreros y acríticos y, de hecho, fomentaba la crítica y la discusión de la materia. Lo que exigía era un razonamiento bien estructurado. Cuando compré el texto le pedí su autógrafo y él, para mi sorpresa escribió: "para el amigo Quintero, joven promesa del pensar en Venezuela. Fraternalmente, Ramón Melinkoff / Caracas, 18/5/77". Guardé con orgullo ese libro que ha sobrevivido muchas limpiezas y purgas de la biblioteca; cada vez que lo veía recordaba con todo cariño al Negro Melinkoff, que tenía un corazón de oro.
Autógrafo del Dr. Melinkoff
Terminando la carrera, ya en parciales y finales caigo con hepatitis. Uno de los que metieron la mano por mi en el Consejo de Escuela fue Ramón y lo supe porque en el examen de Derecho Internacional Público (reparaciones internacionales) el Dr. Herrera Oropeza (Cheíto) me lo contó. Llevé todas las materias diferidas a reparación y pude graduarme.

Nunca le gustó la idea de que yo trabajara en los países del Caribe, que él consideraba un desierto cultural. Hoy estoy de duelo, pues hará cosa de un año hablamos por teléfono y fue como si no me hubiera visto por unas semanas. Con muy buena memoria y el cariño de siempre. Al final no concretamos un encuentro y es lo que más lamento.

Gracias, Ramón, por tu constante amistad.



martes, 15 de julio de 2014

Bienvenida



BIENVENIDA

Para el alto poeta Andrés Eloy Blanco

Un poeta, que casi no existe,
de los que han quedado, como ayer dijiste,
aquí con sus llagas, que no olvida Dios,
perfumadas siempre de flor de poesía
un tierno e ingenuo saludo te envía
que por ser tan triste parece un adiós.

Desde mi sombrío y eterno retiro
esta tarde, el buque donde viajas, miro,
y sufro mirándote ante mí pasar,
pues quiero y no logro dar unas palmadas
con mis dolorosas manos mutiladas
que ya ni la pluma pueden empuñar.

No sé por qué, viendo tu buque, he pensado
en el barco en donde me vine abrumado
de la misma pena que debe sufrir
el que para siempre se ha despedido
de todas las cosas que más ha querido
con una infinita ansia de morir.

No creerás que, en tanto tu buque al golfo entra
acá en la ribera norte se encuentra
un bardo que mucho lamenta no estar
con el noble pueblo que hoy va a saludarte, 
para con el pueblo también aclamarte
con la voz que nunca habrás de escuchar.

Mientras que sus versos mi musa te canta
la queja que a veces sufre mi garganta
con una sonrisa logro contener;
y el corazón mío palpita más duro,
que a mí me da miedo, porque me figuro
que dentro del pecho se me va a romper.

Yo hubiera querido, hoy en mi ensimismamiento,
hacer, olvidando la pena que siento,
lo que en su clausura hace el ruiseñor,
que a pesar de su ansia de espacio y follaje
trina tan alegre como en el ramaje
que oyó sus primeras canciones de amor.

Llegas a tu cuna cuando muere el día
y nace la hora de la poesía.
Cuando más nos pesa del duelo la cruz,
y finge el lucero triste de la tarde,
en el cielo, un cirio fúnebre que arde,
y al sol que agoniza envía su luz.

¡Cómo evoco ahora tu gran "Canto a España"
que tanta belleza poética entraña!
Yo siento, evocándolo, el goce interior
que se siente ante una risueña pradera
donde hay mariposas, y por dondequiera
un pájaro vuela y se abre una flor.

En él las estrofas parecen diamantes
y fingen los versos hermosos cambiantes,
y todo el poema semeja un joyel.
No tienen las perlas más ricos fulgores,
ni pinta el paisaje con más bellas flores,
la luz que en el lienzo derrama el pincel.

Poeta: eterna será tu memoria.
Más grandes laureles reserva la gloria
para coronarte. Vé de ellos en pos,
mientras yo me quedo aquí con el alma
ya sin ilusiones y una sola palma
la que da a los mártires la mano de Dios.

Fuente:
Cruz Salmerón Acosta. 
La canción recóndita (Fundarte, Caracas, 2011)

Cuando Cruz Salmerón (1892-1929) compuso Bienvenida, Andrés Eloy Blanco regresaba a Venezuela laureado por su Canto a España. Eso sucedía en 1923. Quedaban pocos años de vida al poeta de Manicuare y, en efecto, la predicción de Cruz a Andrés Eloy se hizo realidad.

Poeta: eterna será tu memoria.
Más grandes laureles reserva la gloria
para coronarte. Vé de ellos en pos,
mientras yo me quedo aquí con el alma
ya sin ilusiones y una sola palma
la que da a los mártires la mano de Dios.

Para leer el Canto a España ingresar por aquí.

Habitación de Cruz Salmerón Acosta en Manicuare, estado Sucre.

viernes, 11 de julio de 2014

Grammy para Juan Vicente


Juan Vicente Torrealba, con 97 años.

Ayer supe la noticia que le ha sido otorgando un premio Grammy a don Juan Vicente Torrealba, quien ya cuenta con 97 años de edad, mente lúcida y en buenas condiciones físicas. Anuncia que asistirá a la premiación a finales de años si la salud se lo permite, puesta ya tiene xcasi 100 años y a esa edad la saqlud no es la misma, que cuando su público llegue a esas edad, sabrá lo que quiere decir.

Es premio es más que merecido. Torrealba fue uno de los primeros en rescatar la música venezolana y revalorizarla, enriqueciendo su repertorio con numerosas composiciones que dieron la vuelta al mundo.

Para celebrar, escuchemos Concierto en la llanura, quizá una de sus composiciones más conocidas:


Y La potra Zaina.


miércoles, 9 de julio de 2014

Tres rusos muy rusos


Estoy actualizando y enriqueciendo la sección de historia contemporánea de mi biblioteca. Por eso, cual Jesús el Librero me presentó "algo que te va a gustar", me interesé por el libro Tres rusos muy rusos (Melusina, Barcelona, 2008) obra del historiador español Enrique López Viejo. La principal razón para la compra, además del interesante título, reside en que no tenía nada acerca del anarquismo, excepción hecha de La lucha por el pan, del Príncipe Kropotkin, pensé que sería una buena adquisición; y así fue.

Enrique López Viejo
Tres rusos muy rusos contiene la recreación vida y obra de los padres del anarquismo: Herzen, Bakunin y Kropotkin. El texto está escrito con rigor científico, bien redactado, y es a la vez ameno y de fácil lectura. En tales condiciones, consideré que serviría para educarme y enriquecer mis conocimiento. Lo compré y no me arrepiento.

De la contraportada:
La historia de estos tres hombres, tres rusos hasta la médula, a pesar de haberse visto forzados al exilio, tiene todos los ingredientes de la mejor película de acción con jugosas aventuras de alcoba; fugas rocambolescas, grandes dosis de dinamita y subversión, manifiestos incendiarios, amores imposibles, hijos ilegítimos, príncipes convertidos en proscritos, revoluciones traicionadas en el último momento, y una sed sin límites de alcanzar la inmortalidad en la Tierra. Todo tiene cabida en el singularísimo universo de los anarquistas Herzen, Bakunin y Kropotkin.
Desde la desoladora estepa rusa, pasando por la ilustrada París, hasta los paraísos mediterráneos, estos tres dandis visionarios libérrimos y disparatados en ocasiones juiciosos y taciturnos en otras, encarnan ekl paradigma de la vida del hombre de acción mil veces soñada por el común de los mortales. Aunque no sean verosímiles, sus vidas son muy reales y el lector dispone ahora de la posibilidad de explorar a gusto las entretelas de estas tres existencias extraordinarias.


martes, 8 de julio de 2014

Erecteo

Erecteión, por Lancelot Théodore  (Comte de) Turpin

En plena Acrópolis de Atenas, cercano al Partenón, se encuentra un edificio llamado Erecteión. Pausanias, quien hizo una excelente guía turística de Grecia lo menciona en su visita a Atenas. Al parecer no le impresionó este bello edificio y, en su Descripción de Grecia, Ática y Élide (Alianza Editorial, Madrid, 2000), hace unas breve descripción de monumento:
Existe igualmente un edificio llamado Erecteo. Delante de la entrada está el altar de Zeus Hipato, donde no sacrifican seres vivientes, sino que ofrecen pasteles; ni siquiera a emplear vino. Al entrar en él, hay altares, uno de Posidón, sobre el que, conforme a los presagios de un oráculo, hacen sacrificios también a Erecteo, otro de héroe Butes, y un tercero de Hefesto. En los muros se ven pinturas de la familia de los Bútadas, y -como el edificio es de doble cámara-, dentro hay un pozo con agua de mar. Esto no es nada asombroso, puesto que pueblos de tierra adentro los tienen, como Afrodisias de Caria, entre otros. Sin embargo, este pozo merece la pena mencionarlo porque permite oír el eco de las olas cuando sopla en viento sur. En la roca está la señal de un tridente. Se dice que ésta fue la señal que mostró Posidón en su disputa por la posesión del lugar.
Debió ser interesante visitar Atenas con la guía de Pausanias y ver todos los tesoros que albergaba no sólo en la Acrópolis, sino también en toda la cuidad.

Ahora, ¿Quién era el tal Erecteo? Éste héroe, según Homero, era honrado desde antiguo por los atenienses con sacrificio de bueyes. Higinio, en sus Fábulas mitológicas (Alianza Editorial, Madrid, 2009) nos aclara y sobre el personaje y la marca de Poseidón:
Erecteo, hijo de Pandión, tuvo cuatro hijas que juraron darse muerte, si una de ellas moría.
En esa época Eumolpo, hijo de Neptuno, llegó para atacar Atenas, porque decía que la tierra había pertenecido a su padre.
Fue derrotado con su ejército y murió por los atenienses, pero Neptuno, para que Erecteo no se regocijara de la muerte de su hijo, exigió que su hija le fuera ofrecida en sacrificio.
Así, al ser sacrificada su hija Ctenia, las demás se mataron conforme a su promesa; y, a ruegos de Neptuno, Júpiter golpeó con un rayo al propio Erecteo.
El Erecteión, por Edward Dodwell (1821)

lunes, 7 de julio de 2014

Una familia venezolana de origen azteca

Torturas del ultimo Gran Tlatoani Cuauhtémoc, por Diego Rivera
Poca gente en Venezuela conoce la historia de la familia Unda, y algunos casi podrían jurar que comenzó con el presbítero José Vicente Unda, uno de los firmantes del Acta de Independencia el 11 de julio de 1812. Por el contrario, la familia es muy antigua y, por sus orígenes, es tal vez uno de los más nobles de los apellidos criollos-

Hace unos días, mientras buscaba un dato en el libro Historia oculta de Venezuela (Fundur Editores, Caracas, 2007), del historiador Ramón Urdaneta, me encontré en la entrada relativa a 1724 la siguiente información:
En Guanare, el navarro José Francisco de Unda contrae nupcias con Ignacia Marías Navarro, nieta de Francisco de Montezuna o Moctezuma descendiente de Guatimozín, último emperador de los indios aztecas, quien por conspirar en su tierra fue enviado preso a España y luego le fue permitido residir en América, aunque fuera de la natal México, concediéndole el Rey como prebenda el título de Regidor Perpetuo de la ciudad donde se estableciera.
Así Montezuma fue Alférez y Regidor Perpetuo de Guanare, por Orden Real, y su nieta Ignacia María será esposa esposa de la ilustre familia Unda, de aquella ciudad.
Pues bien, entre los seis hijos de José Francisco e Ignacia estaba el padre de uno de los personajes civiles más importantes de la historia de Venezuela y sus hermanos José Antonio y José Ignacio, quienes desde el principio abrazaron la causa de la libertad de su patria, y sufrieron por tal ideal, sin esperar nada a cambio.

José Vicente de Unda y Gracía
(1777-1840)
El padre José Vicente de Unda y García era doctor en Teología por la Universidad de Caracas (hoy UCV). Como ya indiqué, se encuentra entre los firmantes del Acta de Independencia.Para aquel momento el clero criolla era independentista, mientras que frailes y sacerdotes peninsulares seguían siendo fieles a Fernando VII. José Vicente, por su carácter conciliador,  fue electo representante de la ciudad de Guanare ante el Supremo Congreso reunido desde marzo de 1811 y en tal condición fue firmó la primera Constitución Federal venezolana.

No siempre fue este buen sacerdote partidario de la independencia. Cuando se produce la invasión napoleónica a España, "se pronunció en un sermón advirtiendo a sus feligreses de la consecuencia de confundir el ideal de libertad con el concepto de libertinaje, puesto que los individuos debían obrar de acuerdo a lo estipulado en las leyes para conservar el orden. Por su temperamento obediente y respetuoso a las autoridades, reconoció al gobierno revolucionario de Caracas, exhortando a la población a que no se dejase seducir por el odio expresado desde los bandos en conflicto". (Memorias de la insurgencia. Fundación Centro Nacional de Historia/Archivo General de la Nación, Caracas, 2001).

Es famosa su exposición frente al Supremo Congreso al momento de declarar la independencia: No es mi ánimo entrar a demostrar la justicia, la necesidad y la oportunidad en que nos hallamos en declara la independencia. Dos cosas solo deseo: la primera, acreditar que mi estado eclesiástico ni me preocupa ciegamente a favor de los reyes, ni contra la felicidad de mi patria, y que no estoy inbuido de los prestigios ni antiguallas que se quieren oponer contra la justicia de nuestra resolución que conozco y declaro. La segunda es que Guanare, a la que represento, no se tenga por obstáculo para la independencia cuando sea necesaria...
5 de julio de 1811, por Juan Lovera

Luego, en su condición de sacerdote, sirvió de mediador entre los afectados por lo horrores de la guerra. En 1812 fue apresado, junto con su hermano José Antonio -también sacerdote- acusado de con infidencia, siendo liberado en 1813. Se salvaron de ser fusilados por Ñañá por la acción de una esclava. Sobrevivió las años de terror y llegó a ser Obispo de Mérida. Durante su apostolado sacerdotal en Guanare puso su empeño en promover la educación entre sus feligreses y fundó una escuela que aún subsiste y lleva su nombre. Su corazón reposa en el altar izquierdo de de la Basílica de Nuestra Señora de Coromoto en su ciudad natal.

Otro de sus hermanos, José Ignacio, también fue apresado. Estando en prisión, perdió a su señora e hijos pues nadie les tendió la mano por ser "traidores".

La familia aun existe. La esposa del Presidente Luis Herrera Campins, doña Betty Urdaneta Briceño, era vástago de esta ilustre familia por el lado de los Briceño. El apellido subsiste no sólo en Guanare sino que se ha extendido hacia el estado Trujillo.
Doña Betty de Herrera en algún acto como primera Dama y Presidente de la Fundación Festival del Niño
Detrás de ella, con bigote y barba está el amigo entrañable Alberto Veloz


jueves, 3 de julio de 2014

Brindis

Isla de Aves


BRÍNDIS

Un disparate me piden:
Me piden que brinde en verso.
Cómo! ¿Es posible que olviden
Las funciones que hoi ejerzo?

Pudo convertir Iriarte
en poema la gramática:
Fue mucho apurar el arte;
Mas no hallo en ninguna parte
Una musa diplomática.

Pasó el tiempo en que podía,
Sin faltar a la etiqueta,
Llevar la locura mía
Hasta soñar ¡qué osadía!
Con el lauro del poeta.

Los cantos del trovador
eran para mi süaves,
Cual trino del ruiseñor, 
como el coro de las aves.
Coro y aves... Oh! Señor!

He cometido un desliz
al nombrar aves y coro,
Que son la causa infeliz
Del reclamo de Vanritz:
Me arrepiento y lo deploro.

Diré pues, ya que se ofrece
Tan oportuna ocasión,
Que, aunque medie esta cuestion,
El señor Vanritz merece
Toda nuestra estimacion.

Á pesar de los pesares
Siempre tuve la esperanza
De que acabara la danza
Mas con dares y tomares
Que con es´pada ni lanza.

Mas demos llegado el caso
De rompernos la cabeza:
¿Qué haré yo en tal embarazo?
Me atrinchero en el Parnaso,
Y adios nacion olandesa!

Volviendo a lo principal:
Yo la vida abandoné
Desde el instante fatal
En que atrevido acepté
La silla ministerial.

Desde entónces ¡maldicion!
Paso los meses enteros
Hablando de abolicion,
De empresas mil, de un millon
De caminos carreteros.

Apenas dejo la cama,
Ya Guardia la hace á mi puerta,
Ya Bermúdez toca y llama,
Ya Pemarchan me reclama
Y Jiménez me despierta.

Qué mas... En este momento
Que llevo el vaso a la boca,
Se ocupa mi pensamiento
De ver como no lers toca
Ni el cero del diez por ciento.

Y entre tanta algarabia
Y con tantos sinsabores
Tendrá en la cabeza mía
Cabida la poesía?
No, señores!.... No, señores!

Pasemos pues á otra cosa:
Bebamos, la copa henchida,
Porque á Monagas, su esposa
Y su familia querida
Conceda el cielo una vida
Dilatada y venturosa.

Por Rafael Arvelo

Fuente: Biblioteca de escritores venezolanos contemporáneos
Compilado por José M. Rojas (París, 1877) 
Edición facsimilar por el Concejo Municipal del Distrito Federal (Caracas, 1977)

Ya habíamos colocado en esta bitácora otro poema de Rafael Arvelo, político y poeta improvisador, así como una breve semblanza de su vida (leer por aquí).  En la reseña de este brindis nos dice el Marqués de Rojas:
En la islita de las Aves, situada en el Mar Caribe y cuya propiedad nadie había disputado a Venezuela, se descubrieron unos depósitos de guano que solo sirvieron para estimular a Olanda á reclamar la propiedad de la isla, como accesion del Canal de Saba. El Gobierno Venezolano conjuró la tormenta y, salvando la propiedad de la codiciada islita, logró satisfacer al Señor Van Reitz, comisario del Rey de Olanda. Este suceso fue celebrado por una de las legaciones extranjeras con un almuerzo, al cual concurrió el Señor Arvelo, que era Ministro de Estado. Al mismo tiempo se hizo con el Gobierno olandes un arreglo por perjuicios causados á sus nacionales en la ciudad de Coro.
Lo que no nos indica J. M. Rojas es el origen de ambos reclamos.

AVES: El gobierno de Monagas había otorgado la exclusiva de los depósitos de guano a una empresa estadounidense, con la condición de que Venezuela expulsase de Isla de Aves a la competencia, Allí se vieron afectados por el desalojo intereses neerlandeses y ese gobierno exigía una compensación. Posteriormente a este brindis el gobierno de la Estados Unidos quiso desconocer la soberanía venezolana sobre esa porción del territorio nacional. La disputa por la posesión de la isla, de indudable importancia geoestratégica, concluyó el 30 de junio de 1865 con el Laudo bajo el arbitraje de Isabel II de España que reiteró la soberanía venezolana.sobre un territorio que hoy confiere a nuestro país de un amplio frente marítimo en el Mar Caribe.

CORO: En 1827 comienzan a establecerse en Coro los primeros comerciantes hebreos procedentes de Curazao. Eran éstos una buena inmigración, con disciplina y ética del trabajo y con otra mentalidad que los llevó a hacer grandes aportes a la sociedad venezolana. La prosperidad de los "judíos de Coro," pronto suscitó la envidia de los locales que veían mal el progreso ajeno.

Interior de la Casa de los Senior, Coro
En 1831 se produce la primera revuelta. El gobierno logró suprimir el descontento imponiendo discriminatorio contra estos comerciantes, que luego se extendió a todos los importadores extranjeros. A pesar de ello, la comunidad continuó prosperando hasta que en 1840 el gobierno de Coro y la base militar, comenzaron a exigir contribuciones de esta comunidad como avance a impuestos futuros, mas el gobierno nacional prohibió a los comerciantes estos adelantos. Los comerciante acataron la disposición emanada en Caracas y actuaron en consecuencia.

En enero de 1855, ante la imposibilidad de pagar la nómina las tropas de Coro fueron dadas de baja. Al día siguiente comienza el conflicto que causó el reclamo de de Holanda a través de su comisionado Van Reitz. Se acusaba a los judíos, en un panfleto que recuerda los mejores días de III Reich, ... distorsionada avaricia de los judíos, prostitución de jóvenes virtuosas por los judíos, etc., y piden su expulsión. El 10 de febrero de ese año, el último de los judíos parte hacia Curazao. El conflicto se resolvió en 1858 cuando Venezuela pagó las reparaciones y los hebreos pudieron regresar.

martes, 1 de julio de 2014

Cándido o el optimismo

Llegó a la Librería Estudios el pedido que desde hace tiempo esperábamos los asiduos a ese local. Ya comenzamos a pasar para ver las novedades editoriales que encargó Jesús el Librero, y, de ser posible, adquirir alguno de esos ejemplares.

Al llegar, Jesús me informa que la llegó el cargamento y que me iba a mostrar tres títulos "que llevan tu nombre". En efecto, los tres se parecían a mi, pero llegó el momento en que hay que escoger entre alimentarse y leer. ¡Qué triste! En otras ocasiones le hubiera dicho: Dámelos todos.

Me costó seleccionar y al final me decidí por Cándido o el optimismo (Blackie Books, Barcelona, 2014), cuento filosófico escrito por Voltaire, y traducida por Carlos Pujol. Es esta una pieza fundamental de la Era de la Ilustración que no ha perdido actualidad.

Es unas bella y cuidada edición, bien diagramada y con magníficas ilustraciones de Quentin Blake. Creo que aunque no se vaya a leer, la biblioteca merece un ejemplar de esta edición de Cándido. Pero ya comencé a leerla y la he disfrutado en grande. Buena adquisición, sin duda.

La contraportada nos adelanta algo de esta obra voltairiana:
"Si este es el mejor de los mundos posibles, ¿cómo serán los otros?"
Cándido creía en todo lo que le decía su tutor, hasta que intentó comprobarlo: se puso a buscar novia y acabó en la guerra; fió en la caridad de los cristianos y casi lo matan de hambre; sobrevivió a un naufragio para poder disfrutar de un terremoto; fue azotado, robado, escarnecido... en fin, nada extraño, si, como le habían advertido:
"Todo va lo mejor posible: los males particulares forman el bien general."
Muchos hemos sido cándidos sin saberlo. Muchos seguimos creyendo que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Aunque cada vez tengamos menos razones para pensarlo.
Voltaire dispara en Cándido contra el orden establecido, el fanatismo religioso y la codicia con una furia alegre y tierna, sublevada, venenosa y sutil:
"El optimismo es la manía de sostener que todo va bien cuando todo va mal."
Lo escribió en 1759 pero deberíamos leerlo ahora. Al fin y al cabo, el mundo sigue siendo "algo bien loco y bien abominable". Y la mejor manera de entenderlo es con este cuento filosófico divertidísimo, terrible, clásico y, por tanto, moderno.
Seríamos menos sabios sin Cándido. Reiríamos menos sin Cándido. Lloraríamos menos sin Cándido. Pero seríamos aún más cándidos sin Cándido, y eso convertiría "el mejor de los mundos posibles" en un lugar todavía más injusto, inhabitable y cínico.

Francois-Marie Arouet - Voltaire
(1694-1778)