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martes, 6 de agosto de 2013

Hércules y Atenea

Hércules y la hidra lernea, por Antonio del Pollaiolo (1475)
Un día que Hércules marchaba por un estrecho camino vio un animal extraño que se acercaba a él en son de amenaza. Sin intimidarse, pues a Hércules nada lo intimida, descargóle el héroe algunos mazazos y prosiguió su marcha. Pero, ¡cuál no sería su sorpresa al ver que el monstruo se le aparecía nuevamente, mucho mayor, y con aspecto más terrible! Furioso, Hércules redobló los golpes con su maza, observando admirado que mientras más le pegaba, mayores dimensiones tomaba el monstruo hasta el punto de cerrarle con su gran volumen el camino.
En aquel momento, aparecióse Palas Atenea, diosa de la sabiduría, y le dijo:
- Escucha, hermano Hércules, y suspende tus golpes. Ese monstruo es el espíritu de la Lucha, de la Disputa, de la Violencia y de la Discordia. Déjalo tranquilo y verás que pronto recobra el tamaño que tenía al principio.
Las luchas y las discordias causan males irreparables, pues la violencia llama a la violencia.
Esopo

Emperador Lucio Aurelio Cómodo Antonino (161-192 d.C:), disfrazado de Hércules.
Colección Museo Capitolino, Roma

lunes, 5 de noviembre de 2012

El pavo real y la diosa

EL PAVO REAL Y LA DIOSA

A la diosa Hera quejábase el pavo real de que no le hubiese dado la voz del ruiseñor, que todos admiran, en vez de su canto tan chillón que a todos causa risa. La diosa para consolarle le dijo:
- Verdad es que el ruiseñor canta mejor, pero en cambio tú le aventajas en tamaño, en garbo y hermosura: en tu cuello resplandecen los brillante colores de la esmeralda, y con las matizadas plumas de tu cola formas una rueda que parece de piedras preciosas.
- Pero ¿de qué sirve tanta belleza -replicó el pavo real- si una avecilla como el ruiseñor me excede en la voz?
A lo que contestó la diosa Hera:
- El mérito se repartió cual según la voluntad de los hados. A ti la hermosura, al águila la fuerza, al ruiseñor la melodía, al gallo el señalar las horas, y todos con lo suyo están contentos. Conténtate, pues, con lo que te ha tocado en suerte.
Todos debemos contentarnos con lo que Dios nos dio.


Muy recta e imparcial la actitud de Hera ante las quejas del vanidoso pavo; el hecho de que ésta fuese su ave emblemática y arrastrase el carro de la reina de los dioses, no hizo que la diosa variase en su decisión. ¡Cero tolerancia al tráfico de influencias! 
 El pavo real, además de vanidoso, es buen buen guardian y avisa con su canto la llegada de extraños; en ello se parece a Argos, el monstruo siempre vigilante cuyos cien cien ojos lleva en la cola.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Las lenguas


Banquete de Platón

Siendo Esopo esclavo, le encargó su dueño cierto día que preparase un suntuoso banquete para sus ilustres amigos. Los manjares habían de ser de lo más delicado que se encontrase en Grecia.
Llegada la hora del festín, se sirvió a los comensales un plato de lenguas diferentes, aderezadas con salsas distintas. El éxito de este extraño manjar superó a las esperanzas del anfitrión. Vino el segundo plato, también de lenguas, lo que provocó entre los asistentes agudos chistes y rasgos finísimos de ingenio. Pero el plato tercero era también de lenguas, y el cuarto y todos, le lenguas solamente.
Amostazado el dueño con esta especie de burla, increpó a Esopo por su excesiva libertad, reprendiéndole durísimamente.
Esopo
- Señor -se disculpó el esclavo-, me encargásteis lo mejor para la comida, y yo no he hallado cosa mejor que lenguas. Ellas son el órgano escogido para los discursos y los elogios; con ellas se aprende la moral y la filosofía; por ellas se verifica el comercio, se celebran los contratos, nos vienen las luces de otras partes, se ama... ¿Hay, pues, señor, cosa de más estima que las lenguas?
Todos aplaudieron las razones de Esopo, excepto el amo, que le dijo:
- Pues bien, mañana vuelen a comer aquí esos señores. Si hoy nos has puesto lo mejor que hay en Grecia, mañana quiero que nos sirvas lo más malo.
Al día siguiente, en efecto, Esopo preparó otra comida, pero también de lenguas, que son asimismo lo peor que existe.

Cayo Julio Fedro
Fedro, fabulista latino, gustaba de usar ejemplos sacados de la Grecia clásica, cuando se dirigía al público romano que admiraba las glorias helénicas y apreciaba su cultura. Esopo, personaje principal de esta fábula, nos advierte del uso de la lengua, que puede servir para lo más excelso o para lo más malo. Por eso debemos cuidarla, amansarla, domarla y controlarla. Mi madre solía decir que se es amo de lo que se calla y esclavo de lo que se dice; que la lengua es castigo del cuerpo, y que por la boca muere el pez... Existen muchos refranes y expresiones que nos previenen sobre el uso de la lengua y la necesidad de ser moderados. La lengua puede ser una espada de doble filo. Seamos moderados.






jueves, 9 de agosto de 2012

El contrato leonino



El león, la vaca, la cabra y la oveja
Juntáronse un León, una Vaca, una Cabra y una mansa oveja para cazar en los montes y repartirse después fraternalmente lo que apresaran. Bien pronto, con ayuda de todos, se cazó una hermosa cierva. Y el León, dividida que la hubo en cuatro partes iguales, cuando cada cual pensaba en tomar la suya, habló a sus compañeros con torvo ceño:
- La primera parte es para mí porque soy León; la segunda me pertenece porque soy el más fuerte; la tercera será también mía, porque he trabajado más que todos; y si alguien disputa la cuarta, tendrá que habérselas conmigo.
De este modo se quedó con toda la cierva.
Cuando se tiene la honradez de la vaca, la inocencia de la cabra y la mansedumbre de la oveja, no se debe formar sociedad con los leones.


Esta fábula de Esopo fue traducida y adaptada por Fedro de la siguiente manera:

Numquam est fidelis cum potente societas:
Testatur haec fabella propositum meum.
Vacca et capella et patiens ovis iniuriae
Socii fuere cum leone in saltibus.
Hi cum cepissent cervum vasti corporis,
Sic est locutus partibus factis leo:
"Ego primam tollo, niminor quoniam leo;
Segundam, quia sum fortis, tribuetis mihi;
Tum, quia plus valeo me sequetur tertia;
Malo afficietur, si quis quartam tetigerit."
Sic totam praedam sola improbitas abstulit.

Esopo
circa 600 a. C

martes, 3 de julio de 2012

¿Será de Esopo o de Hesíodo?



EL RUISEÑOR Y EL GAVILÁN
Cierto Ruiseñor que cantaba en el ramaje de un árbol, fue sorprendido por un Gavilán hambriento, que con mayor presteza le echó las garras. El pajarillo, valiéndose de la astucia, a falta de otros medios, le dijo:
- ¿Qué provecho vas a sacar de mi pobre carne? Si tu hambre es mucha, emplea tus bríos en presas de mayor tamaño.
A lo que el Gavilán, sonriéndose, repuso:
-¡Buen tonto sería yo si abandonando la presa que tengo ahora entre mis uñas, persiguiera la que no sé si ha de presentarse!


Más vale pájaro en mano que ciento volando




Siempre tuve esta fábula clásica como obra de Esopo, pero hoy la veo atribuída a Hesíodo. De cualquier manera, es muy sabia.