En esta bitácora encontrarás de todo un poco: libros, textos literarios, gastronomía, historia, música, y otras cosas que pueden ser de tu interés. Tómalo como una visita a mi biblioteca, de donde sale casi toda la información. Paséate por los artículos y, si lo deseas, deja un comentario.
Nuestra Señora de la Consolación de Táriba
Foto del Prof. Samir A. Sánchez-Sandoval
Hoy vamos a adelantar la lista de advocaciones marianas enunciada por el P. Pedro Pablo Barnola SJ (aquí), a ver si la concluimos antes de fin de año. Visitaremos a Nuestra Señora de la Consolación de Táriba, de larga tradición religiosa en los andes venezolanos. Por su ubicación, cerca de San Cristóbal, es un lugar ideal para conocer lo que Táchira nos ofrece, comenzando por la amabilidad de su gente.
Para guiarnos en la peregrinación mariana a Táriba nos servirá de guía en libro La tierra de Venezuela y los cielos de sus santos (Armitano, Caracas, 1977), de Alfredo Armas Alfonzo. Luego haré un comentario sobre las fotos que realzan este artículo, tomadas de un blog verdaderamente exquisito:
... Táriba (...) venera inmemorialmente a Nuestra Señora de la Consolación, una pintura sobre tabla llegada allí en años próximos a los de su fundación por los españoles, en tierra de los táribas.
Debió ser posterior al asentamiento de San Cristóbal, empresa de Juan de Maldonado, y fecha de 1561. La tradición consagra que la pintura fue llevada por dos religiosos agustinos a quienes su superior confió la catequización de los táribas.
Basílica de Nuestra Señora de la Consolación. Táriba, estado Táchira.
Llegaron a orillas del río Torbes entrada la noche y se lanzaron al vado luego de impetrar el auxilio de la Consolación, cuya tabla era, según, su único equipaje. La ataron a una caña y atravesaron las aguas sin exponerse a riesgos. La imagen irradiaba un esplendor que les permitió marchar entre la noche. Se la veneró en una capilla o ermita que existió en algún lugar de la hoy Plaza Bolívar de Táriba. No desamparó la gracia divina a los religiosos, pues a nombre de la Consolación realizaron obra de catequización y adoctrinamiento.
Tribus vecinas de capachos y guásimos provocarían más tarde la destrucción del centro agustino. De la pintura de la tabla desapareció el riostro. Una india conversa la guardó.
Ahora viene la historia de un prodigio: años después, un encomendero de Pamplona visita en la localidad a una familia amiga de apellido Zamora, Los hijos del visitante, en un juego de bolas, rompieron una pelota y para suplirla encontraron la tabla en el granero. Intentaron inútilmente romperla y a cada golpe que daban ésta sonaba como un tambor.
Atraída por lo que oía, la mujer de Zamora les reprochó el uso que hacían de la tabla, que "había sido imagen, a pesar de que ahora no lo pareciese" y la devolvió a su sitio, colgándola de una estaca en la pared.
Cuatro horas más tarde un súbito resplandor proveniente del granero alarmó a la familia. Todos corrieron a apagar lo que creyeron un incendio.
Abierta la puerta vino la sorpresa mayor, La tabla estaba "fuera de la pared" y el resplandor que de ella se producía dejaba ver claramente la figura de la Consolación.
Has aquí el relato creíble de Armas Alfonzo. Luego comienza a hablar del Obispo de San Cristóbal (¡¡en pleno siglo XVII!!). Así era él de impreciso. Pero también nos relata el prodigio ocurrido en 1654, en el cual intervinieron las autoridades religiosas de Pamplona y Bogotá. Se trata de la curación, por medio de la "manteca de la Consolación", de Gaspar Ortiz, herido de flecha, y de un niño indígena de 14 años...
Otro hecho portentoso ocurre en la tercera o cuarta década del Siglo XVII. Una epidemia de disentería diezma los habitantes de San Cristóbal, y el Cabildo, impotente, hace venir de la cercana Táriba la imagen de la Virgen. Al entrar la procesión en la villa, se descubre que un copioso sudor emana de la figura de María Santísima, y así sigue hasta la entrada a la iglesia donde se la reclamaba y durante todo el tiempo de su exposición en la visita. La epidemia cesó. Ya no saldría más de Táriba si no lo aprobase el Obispo de Mérida, a cuya jurisdicción eclesiástica pasó Táriba después de serlo de Bogotá.
Aquí Armas Alfonzo vuelve a tener un lapsus raro. El obispado de Mérida (o Mérida de Maracaibo) fue creado a finales del siglo XVIII, mientras el prodigio ocurre a mediados del siglo anterior.
Ahora unas palabras sobre las ilustraciones principales de este artículo. Como indiqué fueron tomadas de un blog que creó y mantiene el Prof. Samir Sáchez-Sandoval, Es una bitácora repleta de buena información sobre arte, diseño y arquitectura. Se titula Proyecto experiencia arte y se puede visitar por aquí. Recomiendo ampliamente una buena visita que nos llevará a varias horas de cultura con material de primera calidad. El Prof. Sánchez-Sandoval tuvo la fineza de permitirme el uso de las imágenes. El artículo relativo a Nuestra Señora de la Consolación es exhaustivo y contempla 700 años de su historia.
La imagen de N. S. de la Consolación en su relicario
Foto de Samir A. Sánchez-Sandoval
Nuestra Señora de Coromoto de Naiguatá Imagen tomada del Grupo Devoción a Nuestra Señora de Coromoto, aparecida en Naiguatá
Desde hace varios meses teníamos pendiente avanzar en la larga lista de advocaciones marianas populares en Venezuela, según la lista del P. Pedro Pablo Barnola SJ (aquí). Hoy continuamos con una que fue muy popular, no solo en el Litoral central, sino en Caracas. Se trata de la Coromoto de Naiguatá, estado Vargas, que no hay que confundir con la Celestial Patrona de Venezuela.
El Hermano Nectario María en su libro La maravillosa historia de Nuestra Señora de Coromoto (San Pablo, Caracas, 2011), se refiere brevemente a ella sin entrar en muchos detalles. Veamos:
En la pequeña iglesia del pueblo de Naiguatá se venera una pequeña imagen de la Santísima Virgen, que también lleva el nombre de Nuestra Señora de Coromoto. Esta imagen está esculpida en una piedra azul de casi tres pulgadas de dimensión y, desde cerca de cien años se guarda en precioso relicario dorado.
Esta imagen representa a la Santísima Virgen en la misma posición que la milagrosa de Guanare; pero no tiene al Niño en los brazos. También difiere en la forma de la corona.
Todos los años se le hace rumbosa fiesta el día 8 de septiembre; a esta solemnidad concurren gran número de peregrinos de toda la costa del mar y de la ciudad de Caracas.
Desde 1877 una sociedad de distinguidos profesores de música de la capital obsequia en este día a la Virgen María en su santuario de Naiguatá con las armonías de sus bellos acordes.
La devoción a la Virgen de Coromoto es grande entre los habitantes de la costa del mar de la región de La Guaira y Naiguatá. La gente de los contornos tiene a La Coromoto, como ellos la denominan, por Patrona especial y protectora contra todos los peligros de la vida del mar, y cítanse no pocos casos de haber salvado muchos sus vidas, al invocarla en inminente peligro de naufragio.
El libro de HNM fue publicado por vez primera hacia 1925, por lo que muchos datos están sin actualizar. Tal es el caso de la sociedad de distinguidos profesores de música de Caracas que la obsequian en su fecha, cuyo datos fueron tomados de un artículo aparecido en una revista católica en 1904. La fiestas siguen siendo rumbosas, aunque ya no va tantos peregrinos caraqueños, y comienzan con una procesión el 30 de agosto, seguida de una novena preparatoria hasta el 8 de septiembre.
Buscando información adicional, me topé con un artículo publicado por El Universal hace ya unos años, del cual resumo la historia de esta reliquia.
Relicario precioso de Nuestra Señora de Coromoto en Naiguatá Imagen tomada del Grupo Devoción a Nuestra Señora de Coromoto, aparecida en Naiguatá
A mediados del siglo XVIII, cuando Naiguatá era un pueblo de indios, uno de los habitantes llamado Coromoto, fue a tomar agua en el manantial de Boquita de Casanarape, donde hoy se encuentra el club Puerto Azul. Allí encuentra una piedra con una imagen de una mujer con las manos en posición orante. Decidió tomarla e intercambiarla por algún producto en la pulpería, mas la piedra siempre regresaba a su mapire; trató de deshacerse de ella, pero siempre regresaba.
Decidió entonces contarles la historia los franciscanos curas doctrineros del pueblo, quienes observaron en ella una imagen de María y la consideraron reliquia por no haber sido una aparición sino un hallazgo. Decidieron entonces llevarla al templo de la misión donde permaneció hasta 1900, cuando un terremoto derriba el templo. Al hacerse la remoción de escombros, se encontró que la custodia o relicario esta intacto. lo que para los lugareños fue un prodigio.
Virgen del Totumo, foto antigua.
Tomada del www.barcelonahistoriasyleyendas.blogspot.com
La imagen de Nuestra Señora del Socorro que se venera en la catedral de Barcelona, tiene una historia interesante. Fue también un polo de atracción al culto mariano en el oriente de Venezuela desde el siglo XVII, cuando fue hallada por unos pescadores indígenas en las ramas de un totumo (Crescentia cujete), de donde toma el nombre por el que popularmente se la conoce. Está incluida por el Padre Barnola en su artículo sobre las advocaciones marianas más populares en Venezuela (aquí). El Barón de Humboldt, en su Viaje a las regiones equinocciales de América (Tomo 5, Monte Ávila, Caracas, 1991) la menciona:
... La antigua villa de Cumanagoto es célebre en el país por una imagen milagrosa de la Virgen, encontrada, según los indios, en el tronco hueco de un totumo, o viejo calabacero (Crescentia cujete). Esta virgen fue llevada en procesión a Nueva Barcelona; pero cada vez que los clérigos estaban descontentos con los habitantes de la nueva ciudad, ella huía de noche y regresaba al tronco del árbol en la desembocadura del río. Este prodigio no cesó sino cuando se construyó un gran convento (el colegio de la Propaganda) para alojar allí a los monjes de San Francisco. Ya habíamos visto anteriormente cómo, en un caso semejante, el Obispo de Caracas hizo trasladar la imagen de Nuestra Señora de los Valencianos a los archivos del obispado, y cómo permaneció treinta años secuestrada.
Ruinas del Convento de San Francisco o de la Propaganda Fide,
conocido como Casa Fuerte, mencionado por el Barón de Humboldt.
La referencia de Alejandro de Humboldt, que no vino a hacer turismo religioso sino a una exploración científica de envergadura, tiene el valor de indicar el significado de la imagen para la ciudad, su historia y la edificación del Convento de la Propaganda Fide (hoy Casa Fuerte de Barcelona). La noticia que nos da sobre el secuestro por el Obispo de Caracas de la imagen de Nuestra Señora del Socorro de los Valencianos, no es correcta (nunca fue secuestrada) y parece confundirla con la Peña Admirable de Parapara de Ortiz que estuvo depositada en el archivo episcopal de Caracas por treinta años. Es interesante, en cambio, lo relativo al convento de los franciscanos porque fue allí donde el padre Fray Antonio Caulín, escribió su Historia corográfica, natural y evangélica de la Nueva Andalucía, en la que recoge algunos de los milagros realizados.
Para la información sobre esta importante imagen, seguiremos las referencias que da Alfredo Armas Alfonzo en su libro La Tierra de Venezuela y los cielos de de sus santos (Armitano, Caracas, 1977).
Hacia 1650, tres pescadores de la playa de Maurica, al norte de Barcelona, volvían a sus casas después de estar atarrayando en las aguas del mar próximo al estuario del Neverí, cuando descubrieron lo que parecía una santica entre las ramas de una mata de totumo o tapara. La cogieron, por supuesto, y se la llevaron al párroco de San Cristóbal de los Cumanagotos, que lo era Juan Caro. El religioso identificó la imagen como la Virgen del Socorro y la puso en una de las capillas. Fray Antonio Caulín menciona que un vecino de Cumanagoto, en viaje marítimo de La Guaira a la villa del Neverí, llevaba consigo la imagen y que esta desapareció misteriosamente de entre su equipaje frente a las costas orientales. El relato popular elude e ignora esta noticia del viajante.
Portada del libro de Fray Antonio Caulín: Historia
corográfica, natural y evangélica de la Nueva
Andalucía. Allí el franciscano relató la historia de
Nuestra Señora del Socorro de Barcelona
Al día siguiente de la aparición y en boca de los vecinos el suceso divino, Caro advirtió, a la hora de la misa, que la Virgen del Socorro ya no estaba en el sitio del altar, y ninguna razón de ella le pudo dar el sacristán. Se pensó entonces en que los pescadores la hubiesen retirado durante la noche. Se hizo llamar a los hombres, pero alegaron su inocencia. En la averiguación se ocupaban, cuando los pescadores tuvieron una corazonada:
-la mata de tapara- se dijeron uno al otro los asombrados pescadores, y a Maurica volvieron con toda la prisa de que eran capaces, para reencontrar la santica en el mismo lugar del día anterior. Así volvió al altar la Virgen del Socorro, no sin asombro del Padre Caro.
A la mañana del tercer día, vuelta a hallar el altar vacío y vueltas las suposiciones, pero esta vez no fueron solos los hombres al lugar de la playa de Maurica. Caro presidía el grupo de vecinos que a la hora de la tarde tomaron el camino de arena y espinar desde San Cristóbal a aquella sección de la playa donde en las creciente, el río Neverí acumula árboles muertos y desechos vegetales. Todos de rodillas rezaron la salve ante el taparo que la Santa Madre de Dios había elegido por residencia terrena. El Padre Caro tomó la imagen entre sus manos y devoto y abismado reemprendió el regreso, con un sol amarillo y trémulo a sus espaldas. La caminata terminó en las gradas mismas del altar mayor de la Iglesia de San Cristóbal (...) Religioso, sacristán y feligreses volvieron a rezar la Salve Regina.
(...) Por tercera vez la Virgen del Socorro volvió al totumo de Maurica, y su traslado a la parroquia lo hizo el Padre Caro acompañado de todos los vecinos previamente convocados.
Maurica, zona cercana a Barcelona. Hoy es un barrio marginal,
colmado de basura y con las playas contaminadas de aguas negras.
En las cercanías se desarrollaron los hechos narados.
Foto tomada de www.eltiempo.com.ve
Venían rezando el rosario. Se dispuso hacerle una gran fiesta hasta la mañana siguiente. El Párroco habló a todos del milagro y de los favores que había de recibir la villa de la Virgen del Socorro que así dejaba ver sus intenciones. El pueblo le rezó a la aparecida y todo hacía suponer que San Cristóbal por fin contaría con la presencia de la Augusta Señora junto a la del patrono de los viajeros. Pero no. Por cuarta vez se produjo la increíble historia de la desaparición de la iglesia y la aparición en el totumo. Esta vez la procesión de retorno tendría la mayor solemnidad. El Padre Caro se revistió de sobrepelliz, estola y capa pluvial. Cuatro notables portaban el palio del Santísimo Sacramento, y bajo palio, entre avemarías y letanías enfervorizadas, entró la procesión a la iglesia y se cantó la misa solemne de Nuestra Señora.
La Virgen del Totumito esta vez fue colocada sobre el sagrario. Y es fama que nunca más escapó de la casa de San Cristóbal, hasta que refundidas las poblaciones de Cumanagotos y la Santa WEulalia de Nueve Barcelona, en 1671, la Virgen del Socorro tuvo su altar propio sobre una ara consagrada cubierta con palia. Esa distinción o privilegio extraño a toda ley religiosa provocó los reparos de los obispos que tuvieron la oportunidad de visitar la capilla de la Virgen...
Hasta la creación del Obispado de Santo Tomé de Guayana (Angostura, hoy Ciudad Bolívar), Barcelona, junto con las provincias de Nueve Andalucía, Guayana, Margarita y Trinidad pertenecían a los Anexos Ultramarinos del Obispado de San Juan de Puerto Rico. Los obispos que menciona Armas Alfonzo lo eran de Puerto Rico y como tales lo hacían como parte de las visitas pastorales. Entre ellos se cuenta Mariano Martí, quien en su condición de Obispo de San Juan de Puerto Rico visitó la iglesia parroquial de San Cristóba y Santa Eulalia y fue uno de los prelados que puso reparos a la manera extracanónica en que se veneraba la imagen (sobre ara) Cuando el Párroco le muestra al Obispo la imagen, éste nota que hay "una palia sobre el ara en que está la Señora"...
Nuestra Señora del Socorro se encuentra en la capilla de San Celestino
en la Catedral de Barcelona. El altar de mármol es obra de mediados del
siglo XX. Las imagenes de Don Bosco y de San Martín de Porres son
relativamente recientes. Las placas de agradecimiento a San Celestino
afean la capilla.
-¿Sobre palia? ¿Cómo es eso? -dijo su Ilustrísima-. Ara no debe haber en otra parte que en los altares para celebrar sobre ella el sacrificio de la misa, que para eso solamente es el ara.
Yo respondí:
-Señor, esta imagen la han visitado muchos de los antecesores de su Ilustrísima, y según estoy informado todos han puesto reparo en el ara, pero los mismos Señores Obispos que han puesto reparo, han vuelto a poner la imagen sobre la palia y ara, y esta ara está aquí hasta que se mande quitarla.
Habiendo oído su Ilustrísima esta respuesta, se quedó viendo con toda atención la santísima imagen, é hincado de rodillas entonó la salve, y seguimos todos los que le acompañábamos cantándola con toda solemnidad, y concluida con la oración: Deus qui salutis aeternae, que cantó su Ilustrísima, tomo con sus manos la palia y la extendió sobre la referida ara, y despues tomó la prodigiosa imagen, la puso sobre la dicha palia y ara y habiendo cerrado el tabernáculo, volvió al pueblo y dijo:
-Concedo cuarenta días de indulgencia a los que devotamente recen una Salve ante esta santísima Imagen.
¿Cuales eran los prodigios que se le atribuían a esta imagen de Nuestra Señora un siglo después de su hallazgo? El padre Antonio Caulín nos refiere algunos:
Vista lateral de la Catedral de Barcelona. En la primera capilla
se encuentra el cuerpo incorrupto de San Celestino mártir.
La imagen del Socorro está alojada allí; en tiempos antiguos
tuvo capilla propia (la segunda), donde ahora están inhumados
los restos de obispos de Barcelona.
... el del barco español que escapó del abordaje de unos piratas invocando a la Virgen, que le abrió la entrada al río Neverí a pesar de ser estrecha y tener poca agua, y así pudieron penetrar hasta una suficiente distancia, donde amarraron la nave a un grueso guamo. En gratitud, el capitán regaló las campanas de que carecía la iglesia, un cáliz, algunas joyas para el adorno de la Virgen, y un exvoto con forma de barco. Despegaron de vuelta no sin antes postrarse a los pies del Socorro.
El milagro de la retirada inglesa es otro de sus prodigios. Soldados de esa bandera desembarcaron en la costa de Barcelona, no se explica cuándo ni con qué motivo, y vino a su encuentro un verdadero ejército de españoles que mandaba una bella mujer.
Los invasores no quisieron arriesgar una batalla ante la superioridad numérica de sus contrarios y prefirieron reembarcarse. Los vecinos de Barcelona fueron hasta la iglesia a expresarle su gratitud a la Virgen y vieron que el manto de la santa reliquia tenía adheridos cadillos y espinas propios de la vegetación rastrera del sitio del desembarco inglés. La orilla del traje apareció mojado y enarenado.
... En 1748, una peste produjo la baja de algunos vecinos de Barcelona. Caulín los instó a la invocación de la Virgen. La imagen se expuso al público, junto al Jesús Nazareno y el San Francisco de Asís del convento franciscano. El pueblo se confesó y comulgó e hizo penitencia. Los enfermos curaron y el mal se acabó. En pago del favor, durante quince noches consecutivas se sacó a la calle la prodigiosa protectora de la ciudad.
Sólo una vez la Virgen del Socorro negó su intercesión a una Barcelona sedienta. Fue en 1752 y en castigo a "la reincidencia en el pecado y ninguna enmienda de las malas costumbres"...
Nos dice también Alfredo Armas Alfonzo que el Obispo Mariano Martí dejó una descripción de la imagen, que, a pesar de lo breve, nos dice mucho:
Mide de arriba a abajo unos treinta y cinco centímetros y es imagen de vestir como la de Margarita. De ordinario la capa con la que se la viste y que siempre se renueva, esconde la media luna en la que parece apoyarse. Una peluca de pelo liso le cae sobre los hombros. Las manos, debido a las malas reparaciones a que se la sometido, ya no aparecen como en oración y casi cuelgan a los costados.
Capilla de San Celestino con la imagen de Nuestra Señora del Socorro
vestida de rosado chillón. Foto de 2007.
Hoy los barceloneses parecen haber olvidado a su Socorro. La primera vez que la visité, en octubre de 2007, estaba vestida color rosado "Barbie". La había imaginado ocupando su capilla particular, o en el Altar Mayor donde la colocaron luego de una restauración del retablo. Compartía, como arrimada, un espacio en la capilla de San Celestino, junto con otras imágenes, exvotos, objetos... parecía una quincalla. Volví dos años después y estaba vestida de blanco como la Virgen del Valle. ¿Se habrá perdido en la frágil memoria humana la importancia de esta pequeña imagen?
El Padre Juan Carlos Valentini, uno de mis amigos azoteguienses, me confirma que hasta bien entrado el siglo XX la Virgen del Totumito era centro de un culto mariano importante y peregrinaciones regionales. Me pregunto si aún el día del Socorro, 13 de noviembre, le celebran fiestas solemnes como las de antaño, cuando el sacerdote, revestido de sobrepelliz, estola y capa pluvial, la descubre para veneración de los fieles, quienes le cantan la salve. "Costumbre es también la de sacarla a la calle bajo palio" -nos dice Armas Alfonzo.
Estoy en deuda con los lectores de esta bitácora para comentarles sobre la historia de la Catedral de Barcelona, obra que Nuestra Señora del Socorro ayudó a construir y dar realce único en la Venezuela colonial. Las fotos que tengo no son las mejores, lo que me indica que debo volver a la perla del Neverí y pasarla bien.
No olvides, Reina y Madre, a tu pueblo de Barcelona en Venezuela.
El rostro moreno de la Virgen de Atocha en Montalbán
Foto clortesía de Mayte Navarro
Ayer conversaba con Mayte, amiga de toda la vida, sobre lugares de Venezuela que valía la pena visitar. Me mencionó los Altos de Carabobo y en particular el pueblo de Montalbán, donde se venera desde el siglo XIX una imagen de la Virgen de Atocha. Agregó que tenía unas fotos que había tomado en un viaje a la zona y que me las enviaría por correo electrónico, como de hecho lo hizo mientras conversábamos por teléfono. Se lo agradezco porque esta es una de las advocaciones marianas de la lista del Padre Barnola.
En Venezuela, al contrario que las advocaciones del Rosario, el Carmen, la Inmaculada Concepción, Candelaria o Altagracia, la devoción por la Virgen de Atocha es fundamentalmente doméstica, por tradición familiar. Alfredo Armas Alfonzo, en su libro La tierra de Venezuela y el cielo de sus santos (Armitano, Caracas, 1977), nos habla de esta devoción:
La Virgen negra de Atocha nunca ha estado ausente en las oraciones del pueblo cristiano de Venezuela a la hora de enfrentar las calamidades que les proporcionaron terremotos, inundaciones, pestes, sequías, plagas, incendios guerras, saqueos, alzamientos, disturbios políticos, dictaduras, hambrazones cíclicas, carestías, todo cuanto fenómeno ha adversado en un momento dado la paz social y la tranquilidad colectivas. La invocación no ha pasado de tener un carácter atribuible más bien a una circunstancia folklórica más que religiosa. El culto a la virgen negra no prevaleció y se propagó como otras tantas advocaciones marianas, a pesar de que, por el color de la piel de la santa, su patronazgo conviniera más adecuadamente al interés solidario de masas de población de un tipo étnico determinado...
Imagen de la Virgen de Atocha en su nicho
La imagen que se venera en Montalbán, estado Carabobo, no tiene historia de milagros ni portentos, sino una pura fe, vinculada a las vicisitudes políticas y guerras de la Venezuela del siglo XIX. Se la puede admirar en la Iglesia parroquial de ese pueblo, de la cual ni siquiera es la titular, y sin embargo atrae a numerosos fieles. Tiene una historia interesante que nos narra Armas Alfonzo:
El culto de la Virgen de Atocha tiene su sitio en Montalbán, tierras de café que son todavía en jurisdicción del Estado Carabobo, y fue devoción de la familia del Comandante Andrés Pérez, con presillas ganadas en el Campo de Carabobo bajo las banderas patriotas (...) A la siembra y beneficio del grano se ocupaba el guerrero cuando se produce el estallido de la Guerra Federal, y arriba a Montalbán el mismo General Juan Crisóstomo Falcón para reclutar entre el campesinado de las haciendas los quinientos hombres que habrían de componer los primeros batallones del ejército liberal. El hijo del Comandante Andrés Pérez, Andrés Pérez Ortega, tomó partido entre las tropas conservadoras y salió en defensa del gobierno constitucional del Presidente Designado doctor Pedro Gual, en la Vicepresidencia Don Manuel Felipe Tovar, más tarde, en ese violento tiempo de inestable paz social de los cruciales cinco años de 1859 a 1864, el General José Antonio Páez...
Imagen de la Inmaculada Concepción,
titular de la Iglesia de Montalbán.
(...) Y al llamado de las armas abandona Aragüita (su hacienda cafetalera) el conservador de la familia, pues antiliberales eran Andrés, la madre y sus hermanos Nicomedes, Carmelita y María de la Paz, que ante un altar del cuarto, de rodillas ante un cuadrito de la Virgen negra, encomiendan a Dios la suerte del hijo y hermano. Con tal que lo salve la Virgen de Atocha, hacen promesa de darle a la Iglesia de Moltalbán una imagen suya, tamaño del natural que harían traer desde España. Se obligan también a propalar su devoción.
Las oraciones fueron escuchadas, pues en 1874 la familia Pérez Ortega cumple la promesa y dona la imagen a la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Montalbán.
Era tradición de las mujeres de la familia de los donantes ofrendarle -agrega Armas Alfonzo-, para vestirla , sus trajes de novia. La primera en hacerlo fue María Qüenza Pérez de Qüenza (...) La última la esposa del hacendado cafetalero, poeta y cronista Torcuato Manzo Núñez, cuya información sustantiva sobre la tradición de la Virgen de Atocha de su pueblo nutre este relato.
La advocación de la Virgen de Atocha es madrileña y tiene una larga historia sobre su origen y el color moruno de su piel:
Imagen original de Nuestra Señora de Atocha, Madrid
El color oscuro de la piel de la Madre y el Niño, tiene que ver en la tradición con un fenómeno por demás sobrenatural. Se la veneraba en el pueblo de Las Vegas, cercano a Madrid, cuando se sucede la invasión de los moros. Entonces se la conocía como Nuestra Señora de Antioquía, por darla como oriunda de esa ciudad de Siria, de donde la llevó a Madrid uno de los Apóstoles. Tuvo ermita en un arrabal de la capital española, cuyas tierras se usaban para el cultivo del esparto o atocha (...) Vienen las hordas y la gente antes de huir piensa en salvar la imagen, y lo que hacen es emparedarla en su mismo nicho, frisando luego con la misma argamasa del resto de la pared de la capilla la señal exterior del nuevo ladrillo piedra o barro. a los tres siglos, expulsados los infieles, volvieron a la luz a Nuestra Señora de Atocha. Ante ella ardía, como el primer día en que se la encendió tres siglos antes, previo al emparedamiento, la lámpara de aceite con que quiso agradecerle un favor, una devota. El tizne del humo había ennegrecido la piel de madre e hijo, no así el corazón en llamas que porta ella en su mano derecha ni el mundo que sostiene éste en su izquierda.
Esta mañana, cuando investigaba en Internet para ampliar en algo esta información me topé con la página de la basílica de Nuestra Señora de Atocha en Madrid (aquí). Allí encontré la imagen sedente original. Por muchos años los fieles la creyeron pedestre (como la imagen de Montalbán) por la costumbre de revestirla con ropajes, entre ellos los trajes de boda de varias reinas de España, que la hacían ver más alta y voluminosa de lo que en realidad es.
Detalle de la Virgen y el Niño.
Nótese que las coronas se parecen a la que porta la imagen madrileña
Virgen de la Candelaria
Imagen que se venera en el templo homónimo en Caracas
Con motivo de la celebración el 2 de febrero del día de la Purificación de María o la Candelaria, el amigo Héctor Mota, que sabe mucho de arte colonial, ha tenido la gentileza de remitirme bellas imágenes de la Candelaria para celebrar de algún modo esta fecha, tan cara a los venezolanos por nuestro ancestro canario, y me pidió que pasase por la Iglesia de la Candelaria, en el centro de Caracas, para tomase una fotos de la imagen expuesta a la veneración de los fieles en ese templo.
La Virgen de la Candelaria de Turmero
En la lista que hizo del padre Barnola en su artículo Extensión del culto mariano en Venezuela no figura ninguna devoción particular por la Candelaria y, sin embargo, es muy popular entre nosotros. Hay poblaciones como Guarenas, Turmero y Valle de la Pascua donde se le hacen fiestas muy decorosas y llenas de fervor. Tradicionalmente se le hace su novena exponiendo la imagen en un trono para veneración de los fieles, misas solemnes en la festividad, procesión y hasta fiestas populares. Me menciona Héctor que en Turmero, donde se conserva en muy buen estado una imagen antiquísima, el culto a la Candelaria es muy devoto.
Animado por nuestro amigo, me acerqué en dos oportunidades a la Iglesia de la Candelaria en Caracas, que es uno de los templos más tradicionales la ciudad para ver cómo honran a su patrona. Para mi desagrado y sorpresa, la imagen no estaba en su nicho del retablo, ni expuesta a la veneración del pueblo. El templo luce sucio, descuidado y con aspecto de venta de baratijas, tanto, que algunos de los altares recuerdan a las tiendas de brujería de la Av. Baralt. ¡Qué feo! Le prometí a Héctor volver el 2 de febrero para tomarle unas fotos a la Virgen y observar la vela de plata y la corona de plata dorada, que son originales. En años anteriores ha habido procesión luego de la misa solemne de la tarde. Veamos si este año se dignan a honrar a su patrona.
Graziano Gasparini en su libro Templos coloniales de Venezuela (Armitano, Caracas, 1976) nos dice:
Fachada actual de la Iglesia de Candelaria, Caracas
Croquis suministrado por Héctor Mota
La Candelaria fue erigida en parroquia por el obispo Manuel Machado y Luna autorizado por real cédula de Fernando VI fechada el 25 de agosto de 1750.
El templo de tres naves y tres vanos fue construido y costeado "...por varios Sugetos naturales de las Islas de Canaria, los cuales con motivo de haver trahido desde allá una Imagen de Nuestra Señora de Candelaria, determinaron edificarle dicha Iglesia..."
La construcción realizada a principios del siglo XVIII sufrió su casi total destrucción durante el terremoto de 1812. Su alta torre de tres cuerpos se vino abajo, y hoy sólo queda el primero. La reconstrucción aprovechó la mayoría de los muros existentes de manera que las proporciones de la planta son las mismas. La parte que más se conservó fue la del presbiterio y sacristía que aunque refraccionada posteriormente, nos ofrece sus muros originales.
Imagen de la Candelaria a la que se refiere el
Obispo Mariano Martí.
Estaba colocada en el nicho principal
del retablo mayor.
Hoy pertenece a una colección privada
¿Cómo se privatizó?
Foto de Graziano Gasparini
La decoración interior, y más que todo, la fechada, acusan el gusto neoclásico, vigente en el momento de la reconstrucción.
Graziano Gaspsarini y Carlos Duarte en Los retablos del período hispánico en Venezuela (Armitano, Caracas, 1986), amplían la información sobre la construcción del templo y nos detalla lo relativo al retablo mayor de la Iglesia de la Santa Cruz y N. S. de la Candelaria, construido hacia 1760:
...En 1772 el obispo Martí deja una descripción del retablo que corresponde a las características actuales, salvo que en el nicho se hallaba la imagen de N. S. de Candelaria, "de talla, cuerpo entero y tres angelitos" la que fue sustituída posteriormente por la actual que servía originalmente para las procesiones.
El autor permanece en el anonimato. Al mismo tiempo, resulta difícil relacionar este retablo con obras del mismo tipo debido a sus inusitadas características. Los soportes de los dos cuerpos son raras pilastras bulbiformes de orígenes oscuros. En el último cuerpo, a ambos lados del nicho trilobulado de la cruz, aparece el estípite. También son insólitos los estípites del sagrario puesto que tienen forma tronco-cónica invertida, seguramente derivados de los diseños de las patas del mobiliario de esa época.
(...) Los retablos adosados a las paredes son copias modernas del retablo central.
Aquí vale acotar que el aspecto actual del presbiterio en general y del retablo mayor en particular ha variado desde que lo describieron Gasparini y Duarte en los años 70.
Retablo mayor de la Iglesia de la Candelaria.
Se ajusta a la descripción de Gasparini y Duarte
Foto del libro Retablos del período hispánico...
El sagrario fue eliminado del retablo mayor y trasladado a otro. Su lugar lo ocupa hoy un parapeto de mármol blanco que parece un tope de cocina que oculta toda la parte inferior del retablo antiguo y en nada enriquece el templo, sino que lo afea y demuestra desprecio por su patrimonio artístico.
Este sagrario se colocó, como se dijo, en otro retablo barroco mucho más pequeño en la Capilla del Santísimo (testero de la nave derecha). Allí pusieron unos cortinajes vulgares de trapo rojo y blanco con una corona de cartón pintada a brocha gorda con pintura dorada ...¡más pueblerino no puede ser! Estos cortinajes impiden que se pueda apreciar la belleza de la pieza antigua. Para coronar el mal gusto, encasquetaron sobre este bello sagrario un JHS también de cartón pintado que lo abarata y deprecia.
Como caraqueño y católico, me siento avergonzado del estado en que está este importante templo. Estoy consciente que parte del problema es la falta de recursos para su restauración, pero también se requiere un poco de lógica, buen gusto y respeto por el patrimonio cultural de la Iglesia. ¿Sabrán lo que hacen? ¿Quién decide lo relativo a la decoración y limpieza? ¿Por qué tanto chéchere sobre todos los altares de mármol italiano? Otro día pondré fotos de esta iglesia, otrora bella.
La Divina Pastora
Iglesia Parroquial de La Pastora, Caracas
Foto de Oscar Ferrer Pérez / Grupo Vecinos de La Pastora en Facebook
La parroquia La Pastora de Caracas es el último bastión de la "caraqueñidad" de pura cepa. Sus vecinos han debido luchar por generaciones para que su forma de vida no desaparezca; cada día se ven cercados por la inseguridad y el deterioro. Sin embargo, ellos se sobreponen y tratan de mantener sus tradiciones una de ellas es la devoción por la imagen de la Divina Pastora, patrona de la parroquia (tanto civil como eclesiástica). Cada año se celebra su fiesta con rosario, misa y procesión, que antes era muy concurrida por los caraqueños; tanto, que el padre Barnola en su artículo Extensión del culto mariano en Venezuela la incluye entre las advocaciones marianas más importantes del país.
La llegada de la imagen de la Divina Pastora a Caracas tiene un origen rodeado de misterio, vinculado a un ilustre sacerdote caraqueño del siglo XVIII. Alfredo Armas Alfonzo nos dice:
El culto a la Divina Pastora, adviene en un duermevela del Padre Salvador José Bello cierto día de febrero de 1743. Ocurrió que la noche del 10 se le apareció la Divina Pastora al padrecito. Lucía en el suntuoso altar. El Padre Bello interpretó el sueño como un mandato de la Madre de Dios y se propuso encargar a España la imagen. Paseaba en esos días por la Puerta de Caracas, cuando vio bajar por el Camino de los Españoles, como si viniese de La Guaira, un anciano religioso jinete en mula al frente de una cuadrilla de hombres portadores de lo que parecía una pesada caja. El desconocido pregunta por una posada donde pasar la noche y, claro, el Padre Bello le ofrece su casa. Hablando después de la cena, el anciano le revelaría que el bulto contenía una representación de la Divina Pastora y que estaba dispuesto a darla a una persona que le garantizara su culto en cualquiera de las iglesias caraqueñas. El Padre Bello ve realizado el sueño divino y se compromete a la condición, para lo cual ha de levantarle templo propio. A la mañana siguiente, cuando el presbítero va en busca del extraño huésped, éste había desaparecido con tanto misterio como se presentó. La Pastora tuvo así iglesia y culto. Bello murió en un incendio de la habitación que habitaba (¡Qué redundante podía ser Alfredo Armas!). Entre las ruinas del desastre estaba el cuerpo, intacto, sin la más leve quemadura, de rodillas, las manos juntas en oración.
Este padre Salvador Bello es el mismo que en octubre de 1766 tuvo una premonición que salvó a la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes de ser destruida por un terremoto. El padre Carrocera, cuando escribió sobre la Virgen de las Mercedes lo llamó Nicolás, no Salvador que era su verdadero nombre. El Obispo Mariano Martí lo menciona durante su visita pastoral a la Iglesia de la Divina Pastora, en Caracas, efectuada el 16 de mayo de 1772:
... pasó a la Santa Iglesia de la Divina Pastora a efecto de hacer en ella su santa pastoral visita y habiendo sido recibido por el Licenciado Dr. Salvador Bello, su Capellán, según ceremonia del Ritual Romano, pasó S.S.I. al Altar Mayor en donde después de haber hecho oración comenzó la visita del sagrario...
Luego de la ceremonias de rigor, el señor Obispo visitó los diversos altares. En el Altar Mayor estaba la imagen que había dejado el misterioso viajero:
Vista de La Pastora por Camille Pissarro
Se ven las ruinas de la iglesia edificada por el P. Bello
http://www2.hu-berlin.de/sexology/BIB/Potenziani/cpissarro.htm
Este altar tiene su mesa de cal y canto, arriba de ella un sagrario grande de talla dorada de elevación, arriba de las andas un Niño Jesús, y a los lados en sus nichos dos imágenes de san Pedro y san Pablo, detrás del sagrario una imagen de la Madre Santísima de la Luz en cuadro, y otra del Corazón de Jesús, a mitad de la pared tiene una baranda de fierro pintada que hace división, en donde está un retablo fingido de dos cuerpos, en el primero está un nicho y dentro de él la imagen de Nuestra Señora, de talla con un Niño y una oveja y dos ángeles a los lados dos espejos grandes y dos arañas, en el segundo cuerpo un cuadro de la misma señora...
Este templo que visitó Mariano Martí fue destruido en el terremoto del Jueves Santo de 1812 y quedó en ruinas. El culto se efectuaría luego en una choza provisional ubicada donde hoy está la plaza José Félix Ribas. A mediados del siglo XIX, Fray Olegario de Barcelona construye el templo que conocemos en el mismo sitio donde el padre Bello había erigido su iglesia. ¿Qué nos dice el Obispo Martí del padre Bello?
... todo se halla a cargo del Licenciado Don Salvador Bello, su capellán quien con su vigilante celo y esmero se dedicó a su construcción y reedificación desde la primera piedra hasta el presente, esperando con especialísimo fervor su aumento, decencia y veneración al Divino culto de la dicha Iglesia causando a toda esta ciudad un buen ejemplo sin faltar a todas las funciones que diariamente hace a lo más mínimo antes sí expresandose en hacerlas con toda decencia, haciéndose cargo como desde un principio se ha hecho de todo lo contenido en dicho templo gobernándolo por su propia persona agenciándo todo lo preciso y necesario para su conservación...
Mariano Martí, que no andaba con tapujos, tenía muy buen concepto del padre Bello, en quien sólo encuentra virtudes. Salvador Bello era un hombre de espíritu emprendedor que no le tenía miedo al trabajo. He conseguido varias referencias a su persona y todas lo califican positivamente. Para ayudarse en los gastos de construcción del templo, mantenía un hostal en las inmediaciones, que atendía personalmente luego de sus labores con los neristas (Hoy Basílica de Santa Teresa).
Iglesia Parroquial de La Pastora vista desde la Plaza Ribas
Foto George Cdt. Grupo Gente de La Pastora de Facebook
Rafael Valery en su libro La nomenclatura de Caracas (Armitano, Caracas, 1976) se refiere a la esquina de Pastora:
En el sitio donde se alza la Iglesia Parroquial de la Pastora, descrita en el correspondiente capítulo, cuyos orígenes corresponden al templo y hospedería fundados por el presbítero Don Salvador Bello hacia 1740, sobre el antiguo Camino de la Mar, al extremo norte de la llamada Sabana del Teque. Desde allí hasta la Puerta de Caracas, las quebradas de Catuche y los Padrones, muy cerca la una de la otra, estrechaban el terreno, razón por la cual todo el sector tubo poco desarrollo hasta muy entrado el siglo XIX.
La Iglesia fue erigida en parroquia en 1889, durante el gobierno del Dr. Juan Pablo Rojas Paul.
Iglesia de La Pastora en Caracas. Postal de 1911
Tomada de Viejas Fotos Actuales
Imagen de la Divina Pastora que se venera en Barquisimeto
Cuando la ven, los barquisimetanos dicen: ¡Salve, Reina!
Una noche de 1703, el padre capuchino Fray Isidoro de Sevilla, durante un sueño tuvo una revelación; la Virgen María se le presentaba sentada sobre una peña, ataviada con un manto azul y un sombrero pastoril, sosteniendo al Niño Jesús en el brazo izquierdo, y rodeada de ovejas. Fray Isidoro compartió su visión con el pintor Miguel Alonso de Tovar y un tiempo más tarde con el escultor Francisco Ruiz Gijón. De allí surgió la iconografía de la Divina Pastora de las Almas, que luego los capuchinos extendieron por España y todas las Indias. Con anterioridad, desde aproximadamente, existían referencias a María como pastora de almas, pero fue la visión de Fray Isidoro la que fijó la iconografía que actualmente se conoce.
María Reina y Pastora de la Iglesia
Juan Pedro López (1780)
Si bien esta advocación de venera en muchos lugares de Venezuela, hay dos imágenes que despiertan el fervor de la feligresía. El padre Pedro Pablo Barnola SJ, nos las menciona en su artículo Extensión del culto mariano en Venezuela: la de Barquisimeto, que es objeto de una peregrinación anual multitudinaria, y la de Caracas, que ya no tiene la fama de antaño, pero tiene un indudable valor patrimonial y una interesante historia. Hoy hablaremos de la imagen de Santa Rosa, estado Lara.
El antiguo pueblo de Santa Rosa, está hoy absorbido por la extensión urbana de Barquisimeto, capital del estado Lara. Fue el primer poblado en América que perpetuó el nombre de Santa Rosa de Lima. Tulio Chiossone (Diccionario Toponímico de Venezuela. Monte Ávila, Caracas, 1992) cita al historiador R. D. Silva Uzcátegui , autor de la Enciclopedia larense:
Llamóse antiguamente Santa Rosa del Cerrito, debido al lugar donde está. Fue fundado por el padre Fray Agustín de Villabáñez, el año de 1671....
El Obispo Mariano Martí lo visitó en febrero de 1779, luego de haber visitado Buría. Para entonces era un Pueblo de Doctrina:
Día 20 de febrero de 1779, salimos del Oratorio de la Cobrobas a las cinco de la mañana, llegamos acá, a este pueblo del Cerrito de Santa Rosa, a las nueve de la misma mañana, distante quatro leguas y media. (...) Este pueblo es de indios gayones, que tuvo su principio el año de 1676; está erigido muchos años ha formalmente en Doctrina. Son indos tributarios (...) La feligresía es muy grande, tanto, que además de los indios consta de tres mil personas, blancos, negros, mestizos, mulatos y de todas otras castas de gentes. Los indios son acá más de 260. De Doctrina, entre muchachos y muchachas, serán más de ciento.
El Obispo de Caracas y Venezuela también describe la iglesia, que ya no existe pues fue destruida por el terremoto de marzo de 1812:
Basílica Menor de Santa Rosa
Foto de www.venezuelatuya.com
Esta Iglesia es baxo la invocación de Santa Rosa de Lima, de tres naves que dividen columnas de palo. Sus paredes, de cal y canto, cubierta de obra limpia y de texa. El Presbyterio o Capilla Mayor es el mejor y el más espacioso de los que has ahora he visto en este Obispado. Hay órgano, Baptisterio, cementerio al lado de la Iglesia. No está enladrillada para su mejor aseo, porque haviéndose de abrir para las sepulturas, se recompone mejor el suelo sin ladrillos, porque éstos se romperían y no hay acá quien los recomponga.
Esta iglesia que describe remplaza a una anterior de bahareque, dañada por un fuerte temblor en 1736. No menciona las imágenes y alhajas del templo. Se refiere, sí, al cura Doctrinero que adquirió la imagen, objeto de veneración:
Este cura doctrinero es don Sebastián Bernal. Nació en Maracaibo el día 1° de noviembre de 1712. Estudió Gramática, dos años de Filosofía y un año de Moral, todo en las aulas del Colegio o Universidad de Caracas. Se ordenó de Sacerdote por el señor (Obispo José Félix) Valverde, a título de suficiencia o de ministerio, en el año de 1736, y en el mismo año, haviendo hecho oposición a este Curato o Doctrina de Santa Rosa del Cerrito, se la dieron, y la está sirviendo desde el mes de junio de 1736 (...) Tiene licencias para predicar y confessar en todo el Obispado desde que se ordenó sacerdote. Tiene sciencia necessaria. Solamente hay alguna noticia confusa de si en tiempos passados tuvo algún trato torpe con alguna muger, que en caso de que hubiesse sido verdadero, ya tiempos ha que ha cessado. Por lo presente nada se sabe contra su buena vida y costumbres, ni que haya faltado a la administración de Sacramentos. Como tiene Teniente Cura, se puede esperar que no habrá falta, ahunque el Cura sea viejo. Predica y es exacto en la administración de los Sacramentos. Queda advertido de no tratar con mugeres. (...) Este padre Cura es hombre rico y aplica sus buenas limosnas a esta su Iglesia, sin el mayor gasto de ella, pues él le da mucho y la tiene bien aseada y alhajada...
Este fue el sacerdote que, según la tradición, encargó una imagen de la Inmaculada Concepción y recibió en su lugar a la Divina Pastora. Veamos qué nos dice Alfredo Armas Alfonzo:
Entre 1779 y 1792, el Cura Rector de la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Barquisimeto, Pbro. Dr. Felipe de Prado, encargó para el culto de sus altares una imagen de la Divina Pastora, mientras que en la misma carta el padre Sebastián Bernal, Cura de Santa Rosa, solicitaba una inmaculada Concepción. Una equivocación hizo que la caja con la Divina Pastora llegase a Santa Rosa y la de la Concepción a Barquisimeto.
Procesión de la Divina Pastora en Barquisimeto
El Padre Bernal cerró de nuevo el cajón con el encargo de padre Prado y mandó que se le llevase a sus destino. Pero el indio del mandado no pudo levantar el bulto, de tan pesado que estaba. El Padre Bernal avisó a su superior en Barquisimeto para que decidiese lo conveniente. Prado tomó la circunstancia como hecho por el cual la Divina Pastora manifestaba su voluntad en permanecer en el otro sitio, y así se cumplió. Se le dio colocación en una de las naves laterales de la iglesia. Bernal ofició la ceremonia de la bendición y gobernó la parroquia hasta su muerte en 1794. Testó a favor de los Franciscanos en Barquisimeto de la Divina Pastora.
El terremoto del 26 de marzo de 1812 derrumbó la iglesia que había construido el padre Bernal, mas la imagen de la Divina Pastora salió indemne de los escombros. A partir de 1850 las funciones religiosas de Santa Rosa se celebraron en una capilla provisional levantada al lado de las ruinas levantada por el padre José Macario Yépez. La imagen volvería a tener casa nueva el 30 de agosto de 1864, que es la actual Basílica Menor. En ese período es cuando se produce la epidemia de cólera que asoló la región y el portento de la Divina Pastora que originó la procesión anual, a la que concurren entre dos y tres millones de fieles. Es ésta la más concurrida concentración mariana de América, después de Guadalupe en México y la tercera en el mundo precedida de Fátima en ]Portugal. Es la procesión de una imagen más concurrida en el mundo católico. Que sea Alfredo Armas Alfonzo (La tierra de Venezuela y el cielo de sus santos. Armitano, Caracas, 1977) quien nos narre lo sucedido:
Aspecto de una avenida de Barquisimeto durante
la procesión anual
... El Padre Yépez era Cura Rector de la Inmaculada Concepción, y fue el de la idea de erigir un monumento de la cruz en el sitio de Tierrita Blanca, donde tropas patriotas, mandadas por el Libertador, sufrieron un revés. La cruz -pensaba el Padre Yépez- atraería el favor divino y libraría al pueblo de la peste. (...)
No se perdió tiempo en los trabajos, encomendados a Mariano Baldíriz y José Manuel Otero, pues principiados a fines de diciembre de 1855, fueron inaugurados el 14 de enero del año siguiente. En el programa, el Cura Rector de la Concepción incluyó la procesión de la Divina Pastora desde su iglesia de Santa Rosa a Barquisimeto y una para en el lugar del monumento. En ese punto se encontraría con el Jesús Nazareno de la Concepción.
La crónica de esos años exalta el suceso y cita las multitudes que siguieron a la Virgen y a su Hijo.
De Tierrita Blanca fue llevada la Divina Pastora hasta la iglesia parroquial de Barquisimeto, entre compacta muchedumbre. A la entrada de la ciudad, cerca de la placita hoy llamada de La Pastora y frente a la casa de Ño Pedro Valdés, la mujer de éste, Ceferina Cristina, una víctima del cólera, ya moribunda, revive al paso de la procesión.
Los devotos renuevan sus oraciones y un coro agradecido alaba las mercedes bienhechoras de la Divina Pastora.
Procesión de la Divina Pastora
en las calles de Barquisimeto.
La solemne procesión alcanza al fin la puerta de la Concepción. El Padre Yépez, puesto de rodillas, los brazos en cruz, le habla a la visitante: -"¡Virgen Santísima, Divina Pastora! En aras de la justicia divina, por el bien y la salvación de este pueblo, te ofrezco mi vida. Madre mía, Divina Pastora, por los dolores que experimentó tu purísimo corazón cuando recibiste en los brazos a tu Santísimo Hijo, que salves a este pueblo. ¡Que sea yo la última víctima del cólera!"
Y lo fue. Cayó enfermo a principios de junio y los dobles de campana de la Concepción anunciaron su muerte la mañana del 16 de junio de 1856. Cuatro horas más tarde lo enterraron en el cementerio vecino de la iglesia de Nuestra Señora de San Juan, cuya capellanía él sirvió. Veinte días permaneció la Divina Pastora en Barquisimeto, después de haber visitado a Cabudare y Yaritagua.
Con el fallecimiento de padre Yépez, la epidemia cesó. Desde entonces, la procesión de la imagen de la Divina Pastora se efectúa el 14 de enero de cada año.
Mañana nos referiremos a la imagen de la Divina Pastora que se venera en Caracas desde el siglo XVIII (aquí).
Imagen de Nuestra Señora del Socorro en su retablo del siglo XVIII
Foto tomada en 2011 por el amigo Héctor Mota
El amigo Héctor Mota, devoto de Nuestra Señora del Socorro, me recordó que en el pueblo de Chacao, cerquita de mi casa, celebran el 13 de noviembre la fiesta de su copatrona y me pidió que me acercara para ver y tomar fotos. Le prometí asistir, pero que antes pasaría a averiguar la hora en que se celebraría solemnemente.
Hoy fui; para mi sorpresa, no estaba la imagen por ningún lado, ni siquiera sobre una mesa a un lado del altar. Pregunté a unas parroquianas que estaban visitando al Santísimo y no tenían ni idea. Me sugirieron ir a la Casa Parroquial. En la casa parroquial me atendió un señor que ni sabía en qué fecha estábamos y me dijo que esa imagen había sido "robada hace años". Lleno de pesar, regresé a mi casa. Le conté la historia al amigo Héctor, quien no cree lo del robo sacrílego de "hace años" porque él le tomó una foto el año pasado (la que vemos arriba) . Le prometí volver mañana porque me dijo: ¡Ojalá te consigas la sorpresa de la imagen fuera. Su socorro poderoso sea remedio a nuestros males!. Con esa esperanza voy y espero conversar un rato con el cura párroco.
Interior de la Iglesia Parroquial de San José de Chacao
En el nicho del retablo colonialque ocupaba la imagen del Socorro,
está colocada una imagen de Nuestra Señora de Coromoto,
de factura reciente.
El obispo Mariano Martí conoció esta imagen el 12 de octubre de 1772, durante su visita pastoral. Para entonces el pueblo era nuevo y la Iglesia estaba en construcción. El párroco era el padre José García Mohedano, uno de los introductores del cultivo del café en Venezuela. El producto de su hacienda cafetalera fue para la fábrica del templo y su adorno. Veamos lo que nos dice el buen Obispo Martí:
Día 12 de octubre de 1772, salimos de Caracas a las cinco y media de la mañana, y llegamos a las seis y media a este pueblo nuevo de Chacao, distante legua y media.
Esta Iglesia es baxo la invocación de San Joseph. Tiene por patrona a la Virgen del Socorro, cuya imagen, vestida, es primorosa y bien adornada. La iglesia sólo tiene hecha la Capilla mayor. No hay más que dos altares: el principal y otro colateral a la banda del Evangelio, y en ambos está colocado su Divina Magestad, y el altar menos principal tiene, otro altar, que es el del Sacrario. Están ya una parte de los cimientos, y serán continuados. La Sacristía, tras el altar mayor, está ya concluida y no es mala. No hay fundada cofradía alguna.
Años después, en 1787, a solicitud del Padre Mohedano, el Obispo Mariano Martí concede indulgencia a la parroquia de Chacao:
Padre Mohedano
...Caracas diez y nueve de octubre de mil setecientos ochenta y siete. Mediante a que, en virtud de la facultad que entre otras nos comunicó la Silla Apostólica en veinte y cuatro de agosto de mil setecientos ochenta, cuyo tenor es éste: "Largiendi ter in anno Indulgentiam Plenarium comrint confessi ac sacra comunioni refectis", tenemos concedida una indulgencia plenaria por el presente año, y en esta a todos los fieles que verdaderamente contritos, confesados y comulgados visitaren la Iglesia de la Santísima Trinidad en esta ciudad la dominica segunda de noviembre en que se celebra la fiesta del Patrocinio de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora, desde el sábado precedente a vísperas hasta el ocaso del sol en dicha dominica, concedemos que la misma indulgencia pueda lucrarse en la forma expresada, visitándose en el propio día y fiesta la Iglesia parroquial del pueblo de Chacao, lo cual se advertirá a los fieles por papeletas manuscritas en la forma acostumbrada. Mariano, Obispo de Caracas.
Espero que la noticia del robo sacrílego sea falsa y no pase de ser una mala información dada sin malicia, y que me encuentre con la sorpresa de que se están celebrando las fiestas patronales como lo merece Nuestra Señora del Socorro. Una imagen como esta, por su valor histórico y artístico, no debe desaparecer sin dejar rastro.
Nuestra Señora del Socorro, Patrona de Valencia
Imagen que se venera en la Catedral de Valencia, Venezuela
Foto de Héctor Mota
Nuestro amigo Héctor Mota, asiduo lector de este blog y miembro de la cofradía de Nuestra Señora del Socorro de Valencia, nos recordó que el 13 de noviembre se celebra la fiesta de la patrona de los valencianos; primera advocación mariana de Venezuela en ser canónicamente coronada (1910) y única en ser honrada con la rosa de oro, conferida por Benedicto XVI en 2010. No hay que confundirla con el Perpetuo Socorro, que es otra advocación y tiene una iconografía diferente.
En 1782 el Obispo Mariano Martí, en su visita pastoral a Valencia dejó constancia de la devoción de los valencianos por Nuestra Señora del Socorro y de la existencia de la Cofradía: de Nuestra Señora del Socorro y del Espíritu Santo, que están unidas y agregadas y están a cargo de Joseph Espinoza:
La imagen más de cerca.
Foto de Héctor Mota
En esta ciudad hay mucha devoción a Nuestra Señora del Socorro, que viene a ser una imagen casi al natural de Nuestra Señora de los Dolores, vestida, con un rostro afligido y con un paño en las manos y sobre él una corona de espinas, que en tiempo de Pasqua o otra festividad alegre, es una corona de flores. Esta divina señora está colocada ahora en su altar, en una capilla honda, a la banda del Evangelio, y allí está el comulgatorio. Y respecto que ahora se está fabricando esta Iglesiaparroquial, y que la Capilla mayor y las dos colaterales de las cabeceras de las naves se cubrirán de bóvedas, he determinado que la imagen de Nuestra Señora del Socorro se coloque en la Capilla cabezera de la banda colateral de la banda del Evangelio, y si quieren, podrá allí mismo colocarse el comulgatorio. Con esta providencia queda más venerada esta Divina Señora, y para hazerle fiestas, como se le hazen muchas, no será necesario sacarla de su nicho, ahunque a dichas fiestas concurran muchas gentes, porque de toda la nave colateral podrán ver dicha Divina Señora, y como allí está inmediata la sacristía, podrán los Sacristanes y Monacillos asistir con puntualidad a las funciones que se celebren en dicha Capilla. Esta providencia no la he dado por escrito, sino verbalmente, que no ha desagradado ahun a todos los pardos y mulatos, que son los dueños o cófrades de esta Cofradía de Nuestra Señora del Socorro, y no se duda que dichos pardos, si consideran esto como ya casi todos lo comprehenden, quedarán contentos y contentíssimos de esta mi determinación. En la capilla donde ahora está la imagen de Nuestra Señora se podrá colocar Jesús Nazareno...
No podía faltar una leyenda sobre el origen de esta venerada imagen. Según Alfredo Armas Alfonzo:
Intervención divina se le atribuye al origen de la Virgen del Socorro venerada en la Catedral de Valencia. Familia pudiente de la ciudad, a mitad del siglo XVI solicitó a España la imagen del Socorro para regalarla a la iglesia parroquial. Del puerto de La Borburata subió la caja del encargo a Velencia. Pero lo que contenía en el embalaje no era la solicitada, sino una Virgen de los Dolores, y se la dejó, por atribuir a favor celeste el cambio habido. Posteriormente se conocería un reclamo llegado desde una ciudad del Virreinato del Perú, donde se había recibido una imagen del Socorro en lugar de la de los Dolores que esperaban. Valencia se opuso al cambio.
Paso de Nuestra Señora del Socorro.
Foto de Cofradía de Nuestra Señora del Socorro y Nuestro Padre
Jesús de la Pasión, Mallorca, España
Hoy hay quienes disputan este prodigio y opinan que la imagen encargada a España fue la que se recibió, al no existir prueba documental del supuesto reclamo desde Perú y la designación de "Socorro" a ciertas representaciones de la Dolorosa en la Península Ibérica.
Se le atribuyen importantes favores y milagros en beneficio de los valencianos. Uno de ellos ocurrió en 1702, cuando una plaga de langostas arrasa sembradíos y sementeras. "Buscando conjurarle por otros medios que no son humanos -nos dice Armas Alfonzo-,importantes ante la invasión de los voraces acridios, Valencia saca a la calle la Virgen del Socorro y la indeseable plaga huye en oscuras y compactas bandadas".
Bombardeo de La Guaira durante la Expedición de Sir Charles Knowles
Alfredo Armas nos cita también la intervención de Nuestra Señora del Socorro en la defensa de Valencia durante un bloqueo inglés a La Guaira y Puerto Cabello en 1743. "Ochocientos hombres de infantería y un escuadrón de caballería tomaron la vía de El Palito, no sin antes encomendarse a la Patrona. Repartidos estratégicamente, enfrentaron el ataque enemigo de granadas y artillería. No hubo una sola baja. Los ingleses en Cambio perdieron muchos efectivos entre muertos y heridos". Fue esta la expedición comandada por el Comodoro Sir Charles Knowles, derrotada primero en La Guaira,llegó en pésimo estado a Curazao y luego sufre descalabro definitivo en Puerto Cabello. El Comandante de la Almiranta y el Jefe de la Capitana murieron a poco de haber desembarcado. Calcularon los ingleses sus pérdidas en más de seiscientos hombres, de los cuales mucha oficialidad. Al Capitán General de la Provincia de Venezuela, Brigadier don Gabriel José de Zuloaga, le valió por esta victoria ser premiado con el título de Conde de la Torre Alta.
Detalle de la imagen con manto y rostrillo de Macarena,
diseño de Inés Tejada de Tovar.
Las fiestas de Nuestra Señora del Socorro en Valencia siguen siendo rumbosas, que incluyen una Misa sevillana, ocasión para la cual la revisten como Macarena, con un hábito con muchas estrellas de plata. Es una devoción que se ha mantenido en el tiempo y no ha perdido la popularidad que tuvo durante el período colonial. El amigo Héctor Mota me recuerda que Valencia es una ciudad goda y que godos de corazón son todos los valencianos. Dejaremos los comentarios sobre este aspecto para otra oportunidad en que hablemos sobre Nueva Valencia del Rey, aderezados con comentarios de Francisco Depons que la visitó en 1800. Mientras tanto, en premio a Héctor, y a su constancia y fidelidad con este blog, le dejo de regalo una estampita de Nuestra Señora del Socorro y una antigua oración, para enriquecer su colección.
Nuestra Señora del Socorro, Patrona de Valencia
Tomada de Museo de Arte Colonial y Costumbrista
San Francisco de Asís
Oración a Nuestra Señora del Socorro, Patrona de Valencia
¡Oh María concebida sin pecado! ¡Oh, madre mía, mi Fuerza, mi Esperanza, mi Socorro, encerradme en vuestro corazón inmaculado con el tesoro que llevo en mi! Que vuestro Corazón sea la fortaleza inexpugnable en donde yo habite todos los días de mi vida... que nada en el mundo pueda arrancarme de allí... que él aprenda a amar, a sufrir y a morir con Jesús. Por esto hoy, ante vuestra imagen me postro y me entrego lleno de fé y esperanza en vuestra infinita misericordia.
¡Oh amada protectora mía! Protegedme y conducidme por el camino de la salvación eterna. Amén