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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Teteras YiXing para tomar té chino.



Mantener limpia y arreglada mi vivienda es como el castigo de Sísifo; nunca termina porque cuando uno cree haber concluido el trabajo, todo tiene una ligera capa de polvo, o encuentro que algún genio maligno me desordenó o ensució la cocina. Debo admitir que no me gustan los quehaceres domésticos y que debo hacer el esfuerzo para que mis cosas tengan buen aspecto. Hoy le tocó el turno a mis teteras de arcilla Yixing. Son muchas y estaban polvorientas. ¡Paciencia!




La tetera de Yixing se manufactura con una arcilla especial, principalmente de color morado o púrpura, que solamente se extrae cerca de la ciudad de Yixing, provincia de Jiangzu, China. Este material tiene cualidades especiales que hace que la tetera absorba las propiedades del té durante largo tiempo, obteniendo mejores infusiones con cada uso. Es ya un clásico entre los accesorios del té. Se elaboran teteras de este material desde la dinastía Song (960-1279). Se exportaron a Europa a partir del siglo XVII, llegando a la cumbre de su popularidad en occidente en la era victoriana.

El término arcilla Yixing cubre varios tipos de barro: Zini (de un color pardo púrpura), Zhuni (color cinabrio), y Duanni (o arcilla fortificada que da colores como el azul, verde, amarillo y hasta negro). No voy a entrar en detalles sobre la composición química de esta arcilla, que no viene al caso. Más bien, cabe mencionar que las teteras fabricadas con este material, tienen una gran capacidad de absorción del té en sucesivas preparaciones. La tradición china sugiere que con el paso de los años se puede preparar un buen té en ella con tan sólo calentar un poco de agua dentro. Esto último no lo he llegado a comprobar, pero sí puedo atestiguar que la tetera huele delicioso mientras prepara la infusión.

Compré mi primera tetera Yixing hace más de 30 años. Era una pieza con capacidad para tres o cuatro tazas que tenía grabado una inscripción en chino clásico y una rama de camelia. La tapa mostraba un búfalo echado.  Un día mi mamá se puso a arreglar mis cosas y vio la tetera. La destapó y vió el fondo "sucio" y decidió dejarla como nueva, mas tuvo la previsión de llevarla donde un mercader chino que le explicó que no debería arrancarle la pátina y que sólo la enjuagara con agua limpia. Esta es la primera regla para garantizar un buen té: Lavarla con agua, sin esponjas ni detergentes, escurrirla y dejarla destapada hasta que seque bien (si se dejar secar tapada puede adquirir malos olores).

Generalmente se utilizan para la elaboración de té negro, oolong, y pu erh. También se puede utilizar para el té verde o el blanco, pero el agua debe dejarse enfriar a 80°C antes de verterla; mejor aún, que no llegue al hervor sino que se caliente hasta que aparezcan en la olla los "ojos del cangrejo". Lo normal es dedicar un solo tipo de té una tetera específica. Esta es otra regla: a cada té su tetera, así no se confunden los sabores. Otro día hablaremos de los diversos tipos de té y cómo se preparan a la manera china.

Esta teteras se hacen de diversos tamaños y formas. Las más grandes están destinadas al mercado occidental, tal y como los chinos vienen haciendo desde hace varios siglos. Muy bonitas, pero no es lo mismo. Yo las uso para hacer tés aromatizados, como el jazmín, lichí o rosa. Las teteras Yixing tradicionales son pequeñas, pensadas para uso individual, produciendo 1 o a lo sumo 2 porciones de té. Tradicionalmente los chinos llevaban su propia tetera y bebían directamente del pequeño pico, aunque esto es menos común hoy en día. No quiero imaginarme las quemadas que se darían tomando té. La mayor parte de mis teteras son de formato pequeño (algunas parecieran ser de juguete) y las uso.



Mi principal proveedor es una boutique de cosas chinas, Avant Garde, en un reputado centro comercial en Caracas. Son piezas de buena calidad y de diseños interesantes. Cada una lleva el sello-firma del artesano que la fabricó.  Son obras artesanales y por tanto piezas únicas. Cuando las compro, lo primero que hago al llegar a casa es: lavarlas bien por dentro y por fuera para quitarle arena, polvo y restos de arcilla,  luego las meto en agua fría y las pongo a hervir por media hora; las dejo enfriar en esa agua y preparo un primer té que desecho. Listo para usar. Con el tiempo, se irá formando la pátina que dará a cada tetera su carácter especial.

Los hay de diversos diseños: figuras mitológicas, vegetales, paisajes, motivos budistas, etc. En otra oportunidad comentaremos sobre este particular.


Recomiendo pasar por  siguiente vínculo para que se deleiten: http://www.chinaonlinemuseum.com/ceramics-yixing-purple-sand-teapot.php




miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un té sensual: Masala Chai

Especias para el Masala chai



Uno de los placeres más simples y gratos es degustar el té.  Esta infusión de la Camelia sinensis es una bebida universal con orígenes legendarios. Es como el vino; lo hay para todos los gustos, desde los más exquisitos hasta los más comunes. Cada cultura tiene su ritual y forma de prepararlo. Tengo mis preferencias por el té chino (que no es sólo el aromatizado con jazmín que ofrecen en los restaurantes de arroz frito, lumpia y costillita de cochino).  También los de India y Ceilán (Sri Lanka) son de gran calidad y distinguido sabor. Muchas de las mezclas de gusto europeo son realmente exquisitas si se las sabe preparar y servir.


Lamentablemente, en países como Venezuela donde se prefiere el café,  el té está asociado al resfriado y la gripe por lo que es frecuente adquirirlo en bolsitas. No nos confundamos; hay tés de primera calidad que también vienen en esa presentación, pero lo que se consigue por aquí es apto sólo para tomarlo con mucho limón y pasar la fiebre. Más adelante exploraremos un poco el mundo del té.


Nos dedicaremos hoy al Masala Chai, o té especiado como lo preparan en India. Lo descubrí un día que almorcé en un restaurant indio, cerca de la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York y fue amor a primera vista. Al salir del restaurant, crucé la calle y visité un "Indian grocer" y, entre otras cosas compré el masala, es decir, la mezcla de especias ya lista. A partir de allí me intreresé en el tema y descubrí el misterio.


En primer lugar, hay miles de versiones. La mezcla de especias varía de acuerdo al gusto de cada quién. Mi favorita está tomada del libro Royal Indian Cookery, de Manuj Shivraj Singh, McGraw-Hill Book Co. 1987 (pag. 165)

4 cucharadas de jengibre seco molido
2 cucharadas de pimienta negra en grano
2 cucharadas de semillas de cardamomo
1 cucharada de clavo de especia.

La receta que nos da Manuj es simple: se muelen todas las especias juntas hasta que se pulvericen y se guardan en frasco de rosca. Se usa colocando media cucharadita de este mezcla a la tetera, se le agrega té, leche y azúcar. se revuelve y listo. Fácil ¿no? Pero no nos da el resultado deseado.


Mi procedimiento, si bien no puede competir con el de un Chai wallah, se aproxima un poco más al gusto indio. En primer lugar, tomo una olla del tamaño adecuado, vierto agua, leche y las especias. Las llevo a un hervor, retiro del fuego, le agrego té, tapo y dejo reposar unos 3 minutos. La llevo de nuevo al fuego con azúcar al gusto. Antes de romper el hervor, se retira del fuego y se cuela en una tetera.


Una forma clásica de prepararlo es la siguiente: a fuego suave, se lleva a un hervor una mezcla de agua y leche con las especias enteras, el té y el azúcar. Se cuela y se sirve. Hay quienes lo dejan un tiempo al fuego.  Según otro método, por cada taza se calienta 1/2 de agua y 1/2 de leche, con el azúcar. Se ralla jengibre fresco sobre la olla, seguido de la mezcla de especias de su preferencia. Se lleva a un hervor y se le agrega el té. Se retira del fuego y se deja reposar tapado por 10 minutos. Se cuela y se sirve.


Siempre surgen interrogantes. ¿Qué té usar? Un buen té negro fuerte (Darjeeling o Assam, por ejemplo) en forma de Tea Dust. La idea es que las especias no tapen el sabor del té. ¿Podré hacerlo de leche descremada? De poder se puede, pero la leche descremada no tiene cuerpo ni sabor. En India prefieren la leche half and half. Yo uso leche entera. Por último ¿con qué azúcar se endulza? Hay una gran libertad por allí; se puede usar el azúcar blanco, leche condensada, melaza, Demerara, miel, azúcar de palma... el que se desee. El dulzor hace resplandecer el aroma y sabor de las especias. Me niego a utilizar edulcorantes sintéticos.

Eso es lo bueno de esta delicia; siempre puede ser una experiencia diferente e invita a la experimentación.

A quienes deseen conocer un poco más sobre el tema, les recomiendo visitar:
http://www.chai-tea.org/index.html