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miércoles, 23 de abril de 2014

Pasta con coliflor

Bucatini con il cavolfiore

Hay una receta siciliana que quería preparar desde hace días y tenía todos los ingredientes menos las uvas pasas. Una vez resuelto el problema, decidí hacerla hoy para el almuerzo. El nombre de Pasta con coliflor no expresa lo que verdaderamente es el aderezo de estos bucatini, plenos de sabores mediterráneos. La receta está tomada de Sicilian Cookery, de donde han salido algunas otras. Hela aquí:

PASTA CON IL CAVOLFIORE

Ingredientes:

  • 500 gr. de bucatini
  • 1 kg de coliflor
  • 100 gr de queso rallado (caciocavallo, pecorino, o parmesano)
  • 15 gr de piñones
  • 50 gr de uvas pasas
  • 4-5 filetes de anchoa
  • 1/4 de cucharadita de azafrán
  • 1 cebolla grande
  • sal y pimienta
  • aceite de oliva


Preparación:

  1. Se corta la coliflor en ramilletes, descartando en tallo del centro. se hierve en abundante agua salada. Se drenan con la ayuda de una espumadera, reservando el agua de cocción.
  2. En una sartén muy amplia, se pone aceite de oliva al gusto, la cebolla y las anchoas y se saltean a fuego medio-bajo, aplastando las anchoas con una cuchara o espátula de madera. 
  3. Se agregan las pasas, los piñones y la coliflor hervida (es preferible dorar un poco en el aceite los piñones antes de agregar el vegetal). Se cocina por unos 10 minutos, aplastando la coliflor para mezclar los sabores.
  4. En el agua de cocción del vegetal, se cocina la pasta hasta que esté al dente.
  5. Justo antes de retirarla del fuego, se retira unas cuantas cucharadas de esa agua en la que se disolveré el azafrán. Se agrega a la salsa. Se corrige la sazón y se le agrega pimienta. 
  6. Con la ayuda de una pinza o un tenedor largo, se saca la pasta del agua y se coloca en la sartén donde está la salsa (cuesta sacarlos de agua, pues quedan como un látigo, pero vale la pena el esfuerzo). Se adereza con el queso rallado, se mezcla y se sirve.

NOTA: 

  • Creo conveniente secar al calor el azafrán antes de agregarlo al agua para que rinda bien su color y aroma.

lunes, 21 de abril de 2014

Pasta con calabacín frito

Spaghetti con zucchine fritte
Cuando se vive solo a veces no apetece ponerse a cocinar algo complicado; tal vez se tiene poco apetito y el estómago pide algo ligero que no requiera mucha preparación. Así me sucedió hace unos días cuando estaba atareado en otras cosas y llegó la hora del almuerzo. Había revisado el recetario Sicilian Cookery (Casa Editrice Bonechi, Florencia), por Eufemia Azzolina Pupella, y visto una preparación veraniega que se prepara en un santiamén, aunque la autora diga que toma 45 minutos. Me decidí a probarla y el resultado resolvió la crisis momentánea.

PASTA CON ZUCCHINE FRITTE

Ingredientes:

  • 500 gr. de spaghetti
  • 4 calabacines (zucchini)
  • 2 dientes de ajo
  • queso pecorino o parnesano rallado
  • sal
  • pimienta
  • aceite de oliva


Preparación:

  1. Se pelan y aplastan los dientes de ajo. Se les hace dorar en suficiente aceite de oliva. Se desechan.
  2. Se cortan los calabacines en ruedas y se fríen en el aceite caliente que hemos aromatizado, hasta que tomen el color deseado.
  3. Mientras tanto, se cocinan los spaghetti en abundante agua salada hasta que estén al dente. Se drenan y se llevan a un bowl.
  4. Se adereza la pasta con los calabacines y el aceite de fritura. Se mezcla  bien.
  5. Se sirve, acompañado por abundante pimienta y queso rallado que cada comensal agregará a su gusto.

martes, 15 de abril de 2014

Macarrones aderezados con ricotta

Maccheroni con la ricotta
Hoy, ocupado en quehaceres domésticos, se me hizo tarde para cocinar un almuerzo que compartir en esta bitácora. Eso no un problema si se tienen en la despensa algunos ingredientes y las ganas de preparar algo. Desde hace días quería compartir una receta romana que lleva ricotta y al revisar la nevera sólo me faltaba el queso parmesano. Me acerqué al supermercado vecino y había largas colas de gente comprando arroz y mayonesa, por lo que tuve que olvidarme del parmesano italiano y conformarme con una confección uruguaya que no está mal, pero no es lo mismo ni sabe igual.

La receta que comparto hoy está publicada en el recetario Come se magna a Roma (Lito-Rama, Nápoles, 2003), que es un tesoro de recetas típicas de la Ciudad Eterna y que son muestra del ingenio y economía de las romanas de siempre. Se trata de unos macarrones con aderezo simple, rápido de preparar y muy sabroso. En esta ocasión, la salsa no se aplica in padella (en el sartén), sino in zuppiera (en un cuenco amplio).

MACCHERONI CON LA RICOTTA

Ingredientes

  • 400 gr. de macarrones (mezzi zitti, sigarette, penne rigate... Yo usé unos rigatoni)
  • 350 gr. de ricotta fresca
  • 2 yemas de huevo
  • 80 gr. de queso parmesano rallado (que sea de calidad, por favor)
  • 30 gr. de mantequilla
  • sal y pimienta al gusto.

Preparación:

  1. Mientras se cuece la pasta, mezcle en la zuppiera la ricotta y mézclese bien con las yemas de huevo, el queso parmesano y algunas cucharadas del agua de cocción de la pasta. Se ajusta la sazón.
  2. Cuando la pasta está al dente, se cuela y se adereza rápidamente con la mantequilla., luego se vierte en el cuenco, donde se mezcla velozmente, agregando una espolvoreada de pimienta. Se sirve de inmediato.


NOTA:
El secreto de esta salsa es tener todos los ingredientes a temperatura ambiente y trabajar rápido. Caso contrario, la salsa estará fría a la hora de servir. 

sábado, 1 de marzo de 2014

Rigatoni con salsa putanesca al atún.


A la carestía y escasez que afectan los otrora bien abastecidos supermercados en Caracas, se suman ahora las compras nerviosas relacionadas con las manifestaciones de descontento y con el largo asueto carnavalesco, que al parecer se prolongará hasta la Octavita de Carnaval. Debemos ser previsivos y no esperar a última hora para hacer las compras del largo encierro. Hoy no tenía gran cosa en la despensa, pero buscando en los anaqueles surgió la receta de hoy.

Hace tiempo que deseaba prepararme una buena salsa alla putanesca, que es sencilla, sabrosa y rendidora. Como tenía una lata de atún se me ocurrió preparar una versión que más de una vez comí en Roma. Lleva los mismos ingredientes que la putanesca tradicional con el agregado de atún en aceite.

SALSA PUTANESCA AL ATÚN
Unas 4 porciones

Ingredientes:

  • 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo, aplastados y cortados gruesos
  • 4 filetes de anchoa, drenados del aceite y aplastados con un tenedor
  • 1 buen pellizco de peperoncino en hojuelas (al gusto)
  • 1 cebolla grande, picada en cubitos
  • 1 frasco de passata de tomates (680 ml.)
  • 3/4 de taza de agua
  • 1 ramillete de hierbas aromáticas (perejil, orégano, albahaca y laurel)
  • 10 -12 aceitunas negras despepitadas y cortadas en trozos grandes
  • 1 cucharadita de alcaparras, lavadas, exprimidas y cortadas grueso
  • 1 lata pequeña de atún en aceite (preferiblemente de buena calidad)
  • sal y pimienta al gusto

Preparación:

  1. Calentamos suavemente el aceite de oliva con los ajos. Cuando éstos comiencen a perfumar, retirar del fuego y agregar las anchoas, que diluiremos en el aceite, y el peperoncino. Se regresa al fuego y le adicionamos la cebolla, que haremos cocinar a fuego medio para que marchite.
  2. Agregamos entonces la passata de tomate y el agua. Mezclamos bien y agregamos el ramillete de hierbas. Salpimentamos al gusto, pero ligeros en el uso de la sal. Cocinamos el todo a fuego suave para que la salsa vaya reduciendo y se espese.
  3. Mientras tanto, preparamos las aceitunas, las alcaparras y el atún. Los agregaremos a la salsa cuando ésta se a se ha espesado un poco, es decir que faltan unos 20 minutos para que esté lista. Se mezcla bien (el atún se deshará). Seguimos reduciendo la salsa hasta que esté espesa y brillante. Extraemos las hierbas aromáticas y las desechamos. Corregimos la sazón.


Esta salsa se adapta bien a las pastas cortas estriadas, como rigatoni, penne rigate, elicoidali, etc. Se cocina las pasta al dente, se drena reservando un poco del agua de cocción (como una cucharada por comensal) y se salta con la salsa en una satén amplia o "padella". Listo para servir. Como es un plato rústico marida bien con un vino blanco del Lazio, como el Frascati.

Mapa vinícola del Lazio



jueves, 4 de abril de 2013

Unos spaghetti para un día de calor

Spaghetti al filetto con bocconcini

La canícula caraqueña a veces lo deja a uno sin ganas de cocinar e inapetente. Sin embargo, hay que nutrirse y pensar en algo que permita alimentarnos y que no deje muchas cosas que lavar. Se me ocurre que lo mejor es un solo plato balanceado que contenga los tres elementos: proteína  fécula y vegetales frescos ¿Qué tal unos spaghetti al filetto? Son fáciles de preparar, sabrosos y satisfacen el apetito. Para el aderezo se requieren pocos ingredientes: tomates frescos, albahaca, bocconcini de búfala (o mozzarella), aceite de oliva, sal y pimienta.

SPAGHETTI AL FILETTO CON BOCCONCINI
(para dos porciones)

Ingredientes:

  1. 300 gr de spaghetti
  2. 2 dientes de ajo
  3. 1 cucharada de aceite de oliva de calidad
  4. 3 tomates perita
  5.  6 bocconcini de búfala, o al gusto
  6. Albahaca, sal y pimienta al gusto.


Preparación:

  • Mientras los spaghetti se cocinan en abundante agua con sal, se prepara el condimento:
  • Se aplastan y pelan los dientes de ajo y se les pone en una sartén amplia con aceite de oliva. Se lleva al fuego y se hace dorar dulcemente los ajos para perfumarlo. Se retiran los ajos.
  • En el aceite sofreímos los tomates pelados, despepitados y cortados en filetes. Se cocinan a fuego medio alto por unos dos minutos, o hasta que marchiten. Se salpimentan (si se desean un toque picante se le puede agregar un poquito de peperoncini).
  • Cuando la pasta está al dente, se drena bien y se lleva a la sartén donde están los tomates. Se saltean un poco, tal vez un minuto, para que se impregnen de la salsa.
  • Al bajarlo del fuego se adornan con los bocconcini, bien drenados y cortados en mitades, y albahaca fresca al gusto, cortada en tiritas. Se revuelve bien y se sirve. Listo

Mozzarella y bocconcini de búfala
Debe procurarse también que los tomates estén un su punto, frescos y sabrosos. La estrella de este plato es el queso hecho con de leche de búfala, que tiene un gusto y textura particular. Sin él es preferible omitir la mozzarella. El sucedáneo que su usa para hacer pizza no es lo mismo.

Caracas a las 7:15 am... otro día de calor.

sábado, 30 de marzo de 2013

Pasta con garbanzos

Pasta e ceci
Hace unos días, mientras me paseaba por Candelaria, compré en un bodegón un paquete de pasta corta italiana que de inmediato me trajo gratos recuerdos de mi estada en Roma. El contenido era lo que los italianos llaman "assortiti misti"; es decir, surtido mixto (que suena a pleonasmo). Consistía en una variedad de pastas cortas de diverso formato, como los que usan las sabias amas de casa de Italia, que sí tienen un concepto claro de la economía doméstica, para hacer sopas y potajes. Tradicionalmente, las señoras guardaban los sobrantes de la pasta seca y al final quedaban con una interesante variedad de assortiti misti.

2° y 3° Generación de L'Ambasciata d'Abruzzo.
Se me ocurrió preparar con ellos uno de mis platos favoritos. Se trata de Pasta e ceci, o pasta con garbanzos, que es un potaje consistente y fuerte, de arraigada extracción popular. Los preparan en toda Italia con ligeras variantes, pero en Puglia - Basilicata se le considera plato regional (lo llaman Ciceri e trie). Lo comí por primera vez en un excelente restaurante que quedaba a menos de 10 metros de mi casa: L'Ambasciata d´Abruzzo (Via Pietro Tacchini 26, Parioli), donde llegué a comer casi todos los días y se me consideraba como de la casa. Cuando alguien me pide una recomendación sobre un lugar donde comer en Roma, el primero que se me ocurre es L'Ambasciata...dove si mangia com'il Papa Ré (así decía yo). El restaurante tiene unos 50 años en la zona y cuenta con clientela fiel. Todo es sabroso allí, desde el antipasto, pasando por i primi piati, al postre y la grappa.

Pues bien, el recuerdo a este restaurante le llevó a preparar este plato que sabe a gloria de legión romana, así es de frugal y nutritivo. Se requieren pocos ingredientes de los que siempre se consiguen en casa: garbanzos, pasta, romero, ajo y aceite de oliva. He visto muchas recetas; algunas le agregan tomates y otros ingredientes, pero en el fondo es lo mismo. Un plato para alimentar una familia y que queden satisfechos.

Tomo la receta que me complace más.

PASTA E CECI ALLA ROMANA

Ingredientes:

  • 200 gr. de garbanzos
  • 2 dientes de ajo
  • 1 ramita de romero
  • 1 anchoa en aceite
  • 1 cucharada de aceite de oliva extravirgen
  • 150 gr. de pasta (maltagliatti, plumitas, spaghetti cortados, etc.)


Preparación:

  1. Desde la víspera se ponen los garbanzos en remojo con una cucharada de bicarbonato de sodio (un mínimo de 12 horas ayudará a ablandar el grano)
  2. Cuando se van a preparar, se escurren los garbanzos y se ponen a hervir en agua fresca, agregando un diente de ajo y una ramita de romero. Se cocinan hasta que estén blanditos, espumando en la medida que sea necesario.
  3. Mientras tanto, en una sartén pequeña, se perfuma el aceite de oliva con el ajo, el cual se retira cuando comience a dorar. Se agrega entonces la anchoa, que se disolverá en el aceite (prefiero hacer esto fuera del fuego). La versión pugliese no le agrega anchoa al sofrito, sino peperoncino. Se agrega a esta mezcla una taza de garbanzos cocidos y con la ayuda de una cuchara se desbaratan. Se lleva al fuego un minuto revolviendo bien.
  4. Se regresa esta mezcla de la sartén a la olla donde están los garbanzos cocidos. Se revuelve y se lleva a un hervor. Se salpimenta. Se agrega la pasta y se cocina hasta que ésta esté al dente.


Se sirve en un plato hondo, adornado con un poco de pimienta recién molida y un chorrito de aceite de oliva. O tal vez se prefiera agregarle una discreta cantidad de queso parmesano o pecorino romano por encima (como en la foto). Cuando preparé el plato, hice en el mortero una mezcla de ajo, romero fresco, sal, peperoncino y aceite de oliva, con la que lo rocié mi potaje. Me recordó el sabor de la botella de aceite aromatizado de L'Ambasciata d'Abruzzo.

NOTA: El secreto está en que los granos queden muy bien cocidos y que haya caldo suficiente para cocinar la pasta, que absorberá agua, y espesará con la ayuda del puré de garbanzos.

Un buen Montepulciano d'Abruzzo creo que complementa muy bien esta delicia romana. O tal vez se prefiera un blanco consistente.

viernes, 22 de febrero de 2013

Pesto alla pantesca

Spaghetti con pesto alla pantesca

Entre las soleadas islas que rodean a Sicilia, se encuentra Pantelaria (Pantellería en italiano), famosa desde la antigüedad por sus alcaparras, orégano y uvas pasas. Es una isla de origen volcánico situada a 70 Km de la costa africana y 85 de la italiana, cuya población no alcanza los 8000 habitantes. Tiene la gastronomía local unos cuantos platos interesantes, entre los que podemos mencionar los Ravioli amari (rellenos de ricotta y hojas de menta), el coucous de pescado, las Mustazzola (esfolia rellena de sémola, miel, naranja confitada y esperia) o los ravioli rellenos de ricotta, azúcar y canela. En Italia las alcaparras de Pantelleria, preservadas a la sal o en salmuera, son sinónimo de calidad. En la isla se usan las alcaparras en abundancia y las agregan hasta a las ensaladas que acompañan con el queso local "Tumma", y el Pesto alla Pantesca crudo, que es la receta que compartiremos hoy.
Capperi de Pantelleria al sale

La receta está tomada del fascículo Isole de Sicilia de la serie La Grande Cucina Regionale, editado por Corriere della Sera (Vol. 22) en 2005. Es un plato estival fácil y rápido de hacer.


PESTO ALLA PANTESCA
(Para dos porciones)


Ingredientes:
  • 320 gr de spaghetti
  • 30 gr de aceitunas verdes sin hueso (Para variar la receta se pueden usar aceitunas negras Kalamata)
  • 40 gr. de alcaparras de Pantellería (Fuera de Italia son difíciles de conseguir. Se pueden remplazar por alcaparras de calidad) 
  • 100 gr. de atún en aceite
  • Aceite de oliva extra virgen, al gusto.


Preparación:

  1. Se lavan y exprimen las alcaparras; se despepitan las aceitunas. Se drena el aceite del atún. Se puede reservar alguna aceituna para adornar el plato servido.
  2. Se procesan los ingredientes sólidos (aceitunas, alcaparras y atún) en el "picatodo". Quedará una mezcla grumosa con aspecto de aserrín.
  3. Se agrega aceite de oliva extra virgen y se procesa hasta que quede con una consistencia de pesto.
  4. Mientras tanto, ponemos a cocinar la pasta según las instrucciones del fabricante hasta que estén al dente (eso es muy importante). Se drena la pasta y de inmediato se adereza.
  5. En una pieza amplia, se vierte la salsa. Se le agrega la pasta cocida y se mezcla bien.
  6. Se sirve. Se adorna con las aceitunas y alcaparras reservadas o con una lluvia ligera de escamas de peperoncino, para darle un toque picante.

Para maridar, Corriere della Sera recomienda el vino Contea di Sclafani Grecanico o el Soave. También podemos tomarnos una cerveza bien fría ¿Qué lo impide?


Spaghetti con pesto  alla pantesca, utilizando aceitunas negras de Kalamata

lunes, 28 de enero de 2013

Unos espaguetis caraqueños


Luego de su independencia Venezuela entró directamente al mercado internacional, con desventaja porque producía poco. Comenzó a buscar nuevos socios comerciales para remplazar a España (también estos nuevos socios llegaban por su cuenta con el mismo fin). Uno de los primeros beneficiarios de este intercambio fue la Gran Bretaña, la superpotencia del momento que gozaba, además, de la Cláusula de la nación más favorecida. Los británicos, que tenía la ventaja del dominio de los mares, debía competir con los refinados franceses y los eficiente alemanes.

Logró Albión introducir productos, de los cuales algunos llegaron para quedarse, y otros que no se ajustaban al gusto de la clientela criolla. Quizá entre los productos británicos más exitosos en el mercado venezolano, además de la porcelana y la platería de Sheffield,sean algunos ingredientes alimenticios que se hicieron clásicos en su oportunidad: la Worcestershire Sauce de Lea & Perrins (varias empresas elaboran ahora sucedáneos con el mismo color, pero sin el sabor del original y se usa mucho en la cocina venezolana bajo el nombre de salsa inglesa); los encurtidos en mostaza de la Crosse & Blackwell, especialmente el Picallili chow, y el extracto de carne Bovril, que rara vez se ve en el mercado, pero en su momento era de uso frecuente. Con establecimiento de empresas petroleras estadounidenses, llegaron al país salsas y otros productos en conserva que el venezolano consideró más de su agrado o tal vez más modernos.

Desde hace muchos años es raro ver un frasco de Bovril, producto con el que se fortificaban algunos platos y creaban otros como el que hoy presento. Me dio la receta un viejo amigo cuando éramos Segundos Secretarios; él en Suriname y yo en Trinidad y Tobago. Una tarde, de paso por Puerto España, me explicó cómo hacer este clásico caraqueño, que es fácil de preparar, sabroso y nutritivo.

Spaghetti con salsa de extracto de carne y malta

SPAGHETTI CON SALSA DE EXTRACTO DE CARNE Y MALTA
Para una porción
Ingredientes
  • 1 cebolla grande, cortada en cubitos
  • 1 diente de ajo, picadito
  • 1/2 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharada de extracto de carne
  • 1 botella de malta
  • aceite, opcional.
  • 200 gr. de spaghetti
  • Queso de año o llanero rallado, al gusto
Preparación:
  1. Para preparar la salsa, se derrite la mantequilla en un poco de aceite para que no se queme. Se sofríen los ajos por un minuto y luego se le agrega la cebolla y se cocina revolviendo ocasionalmente para que marchite. Al comenzar a dorar, se le agrega el "bovril" y se sofríe por un minuto. Esto dará buen color a la cebolla. Seguidamente se agrega la malta, se baja el fuego y se hace reducir hasta que quede como un melado espeso.
  2. Se cocinan los spaghetti hasta que estén al dente. Se drenan y se saltean con la salsa. Al servirlos, se le pone un poco de queso rallado por encima.

Aviso de extracto de carne de la casa alemana Liebig
con escenas venezolanas
Los británicos no eran los únicos que proveían a Venezuela de extracto de carne, que debió ser muy popular, como lo atestigua el afiche de la casa alemana Liebig, que incluía imágenes de Venezuela basadas en obras de naturalistas y artistas germanos como Bellermann, o Goering.




lunes, 19 de noviembre de 2012

Macarronada maracaibera

Macarronada marabina, recién salida del horno.
Debe reposarse un poco antes de servirse
La macarronada es uno de los platos emblemáticos de Maracaibo que engalana las mesas zulianas en sus días de fiesta: día de la Chiquinquirá, Año Nuevo, ocasiones especiales... Cada familia tiene su fórmula, que comparte gustosamente con amigos y vecinos. Cuando comentamos un almuerzo maracucho nos referimos a este plato sustancioso y a la vez simple, pero no entramos en detalle. Así mismo, publicamos en este blog el artículo Pasta con sabor venezolano, en el cual aparece una variante de este plato. Hoy presentaremos la macarronada y la forma de prepararla.

El sábado pasado, mi cuñada Elia me llamó para coordinar el almuerzo en familia con motivo del día de la Chiquinquirá y recordar a Doña Lola, mi madre. Me propuso también que preparáramos una macarronada; que le dijera lo que necesitábamos y lo tendría todo listo para el ensamblaje. Como Elia, además de buena anfitriona es gente organizada, todo auguraba una preparación fluída, sin sobresaltos y agradable, como de hecho fue.

Cuando llegué ya Elia tenía todo listo, como había prometido:
  • 1 paquete de pasta de 500 gr. Usamos rigatoni, que es lo que más se parece al gargüero, pero también se puede hacer con mafalde, que es más fácil de aplanar;
  • Abundante queso de año rallado, no muy salado, del cual usamos unos 800 gr. (ese es el ingrediente clave);
  • Queso de mano, a voluntad (o cualquier queso que funda bien en el horno, como el mozzarella, o el guayanés), en cantidad suficiente para colocar una buena capa que cubra el molde a lo largo y ancho;
  • 3 tazas de salsa de tomate criolla, con pasitas, aceitunas rellenas de pimiento picaditas y alcaparras;
  • 2 papas cocidas y peladas, que cortamos en ruedas no muy gruesas;
  • 2 o 3 huevos cocidos cortados en ruedas;
  • Lonjas de buen jamón de pierna, en cantidad suficiente para colocar una buena capa que cubra el molde a lo largo y ancho. Usamos unos 200 gramos.
  • 2 tomates perita maduros, despepitados y cortados en ruedas delgadas
  • Mantequilla para engrasar el molde y para colocar sobre la preparación. Un total de 3 cucharadas, aproximadamente.
Preparación:
La costra de la macarronada debe quedar dorada, como ésta.
  1. Se cocina la pasta en abundante agua con sal, hasta que queden al dente. Esto es importante porque no queremos una macarronada reblandecida. Se drena la pasta y se comienza el ensamblado. Se precalienta el horno a 350°F.
  2. Mientras tanto, se engrasa el molde refractario (como el de la lasagna) y se le pone una gruesa capa de queso de año rallado. Sobre la cama de queso rallado colocamos una capa pareja de pasta (aproximadamente la mitad), tratando que cubra todo el fondo.
  3. Luego bañamos la pasta con la salsa de tomate, no en exceso, sino que moje la pasta. Seguimos con el queso de mano, jamón, más queso de año y vamos apretando con la palma de las manos para que la mezcla se compacte. Colocamos encima las ruedas de papa, huevo y tomate y más queso de año.
  4. Mezclamos el resto de la pasta con el remanente de la salsa de tomate y lo colocamos como última capa, que extenderemos bien. Seguidamente, una buena cantidad de queso de año, que iremos apretando con la palma de las manos para que se compacte bien. Debe ser gruesa esta última porque esa será la costra superior.
  5. Colocamos puntos de mantequilla sobre la superficie de queso parmesano, cubrimos com papel de aluminio y lo llevamos al horno precalentado por aproximadamente 30 a 45 minutos. Para ese momento, los quesos se habrán fundido y se notará un hervor por toda la preparación.
  6. Se retira el papel de aluminio y se deja la pasta en el horno para que el exceso de jugos se evapore y la superficie quede dorada.
  7. Se retira del horno y se deja reposar antes de servirla.
Elia y Jesús Ramón, mi hermano, ofrecieron un rico vino rosado con este plato.

Ahora bien, habrán maracaiberos que digan que en su casa lo preparan con pollo. En efecto, el pollo guisado (desmechado y sin huesos ni piel), en una salsa de tomate es clásico en la preparación de una buena macarronada, como lo puede ser también una salsa de puerco. El gusto personal es importante y siempre es bueno experimentar.


¡Apetitosa!
Revisando un recetario manuscrito de mamá encontré una que porta el nombre de una antigua amiga de la familia (creo que se llamaba Aurora Otero), que lleva mucho queso de año y poca salsa. La trascribo porque me parece interesante:

Macarronada "Tía de Ana"
  • 2 kilos de queso de año
  • 1 paquete de macarrones (no indica el peso)
  • 6 papas
  • 2 tomates
  • 1 cajita de pasitas
  • encurtidos
  • mantequilla (bastante)
  1. Colocar en un sartén 2 cucharadas de mantequilla, encurtidos, jugo de tomate, vinagre y pasitas.
  2. Cubrir la bandeja con mantequilla, colocar una capa gruesa de queso rallado, una de macarrones, otra de queso, otra de papas. Seguida de otra de queso, tomates en rebanadas, huevos, mantequilla, diablitos, pasitas y salsa, otra capa de queso y repetir terminando con una capa gruesa de queso.

Nota: no indica cuánto jugo de tomate se usará para la salsa, ni la cantidad de huevos cocidos que forman parte del relleno. No lleva más queso que los 2 kilos de queso de año rallado.


Familia caracucha celebrando el día de la Chinita
En el menú hubo macarronada, ensalada de ruedas y plátanos al caramelo.
Foto de Daniel Quintero

viernes, 29 de junio de 2012

Pasta con sabor venezolano

Los venezolanos ocupamos el segundo lugar mundial en el consumo de pastas alimenticias. Nos precede sólo Italia con un consumo de 26 Kg por persona al año. Nosotros seguimos de lejos a los italianos con un 13 kilos por persona. Nos siguen Túnez (11.7), Grecia (10,4), Suiza (9,7), Suecia (9) y Estados Unidos (9). Argentina, que tiene una mayor influencia italiana en su cultura, ocupa el lugar N° 12 con 7,2 Kg de pasta per cápita al año.


Como si esto fuera poco, según la Asociación Venezolana de Fabricantes de Pastas Alimenticias (Avepastas): “…la pasta es el tercer producto terminado de mayor consumo en Venezuela, cuyo consumo per cápita es de 13 kilos al año, mientras que el primer puesto lo ocupa la harina de maíz precocida cuya ingestión es de 34 kilos por persona al año, y el segundo lugar corresponde al arroz con un consumo per cápita de 17 kilos al año”.


 Y agrega: “En cuanto a los hábitos del consumidor venezolano, 80% consume pasta como plato principal, mientras que 19% lo sirve como acompañante, y 1% en sopa. Los venezolanos suelen degustar este alimento con salsas casera (76%), queso (45%), mayonesa (26%), salsas comerciales (22%), mantequilla (21%) y ketchup (15%)”.


Cuando veo los nombres kétchup, mayonesa y salsas comerciales, se me revuelve el estómago. Me recuerdan los almuerzos de los viernes en el IAEDEN; allí te ponían un plato de “espaguetes” cocidos más allá de donde debieran, con tres salsas, una de ellas mayonesa comercial, otra de carne molida, y la tercera una cosa verde que hacía las veces de pesto. Menos mal que las tardes del viernes eran ALODIR (a la orden de la Dirección) y uno podía largarse sin almorzar, con alguno de los amigos.

Dr. Luis Razetti, médico y gastrónomo
La pasta no es nueva en Venezuela. En el período colonial se consumía en forma de fideos, como lo atestigua el menú ofrecido al Capitán General Manuel de Guevara y Vasconcelos, a su llegada a Caracas, en el que le ofrecieron, entre otras cosas, un cocido multitudinario (los fideos eran para la sopa de cocido). Su presencia en las mesas venezolanas comenzó a crecer en el período republicano, con la llegada de los migrantes italianos en el siglo XIX. Tal vez no serían muy variadas las formas que consumían nuestros abuelos a finales del siglo XIX y principios del XX: espaguetis, macarrones, cinticas, tallarines (cuyo nombre en dialecto napolitano es tajarin y en el resto de Italia se le conoce como mafalde), fideos y güergüeros (gargüeros en Occidente y güeregüeres en Oriente). El Dr. Luis Razetti, quien gustaba de la buena mesa, era partidario de aprovechar la salsa del asado con unos buenos macarrones ¿Por qué no?


A la llegada de la migración italiana de mediados del siglo XX, ya la pasta estaba bien instalada en los hogares venezolanos. Sin embargo, en influjo italiano popularizó aún más su consumo, se introdujeron nuevas formas como los lacitos (farfalle), tornillos (elicoidali), radiadores, etc. Y nuevas salsas que se han ido adaptando al gusto nacional.


La forma tradicional de consumirlos en los hogares venezolanos, antes de la influencia masiva italiana, era con una salsa de tomate criolla, bien espolvoreado con queso llanero o de año. Esto es apropiado tanto para la pasta larga, como la corta. Otra forma, y esa es regional es mezclarla con caraotas guisadas y rociarlo por encima suero… Me dicen que la receta es larense, ¡Ah, mundo!  Eso es mejor que abrir una lata de sardinas pica-pica y revolcarlas con la pasta cocida en exceso.


Aquí comparto mi receta de Rigatoni con salsa de tomate criolla:


Macarrones con salsa de tomate y queso de año

Rigatoni con gusto criollo


Cocinamos la pasta al dente y la aderezamos con una salsa de tomate criolla (ajo, cebolla, ají dulce, alcaparras, encurtidos, perejil y cilantro y si lo deseamos unas pasitas o aceitunas picaditas) Al servirlos los espolvoreamos con cilantro picadito y queso de año rallado.



PASTA AL FORNO


Otra forma tradicional de servirlos es al horno, en forma de macarronada. Este es uno de los platos emblemáticos de Maracaibo que se sirve en fechas importantes como el día de la Chiquinquirá, Año Nuevo, cumpleaños, etc. Se hace con macarrones o “gargüeros”; mucho queso de año; salsa de tomate criolla, enriquecida con pasitas, alcaparras y aceitunas picadas;  jamón, tajadas de un buen queso que se funda, ruedas de papa y de huevo cocido. Todo se va colocando por capas y se termina con queso de año. Otro día daré la receta completa.


Buscando en un recetario manuscrito de una tía, encontré esta otra macarronada, también zuliana, aunque no es la clásica. Muy fácil de hacer y de buen gusto. Quien le dio la receta a mi tía fue la Sra. Luisa Elvira Matheus, nacida en La Cañada en 1900, por eso aparece en el recetario con su nombre (como receta de autor). No aparecen las medidas, es al gusto.

Macarronada Luisa Elvira


Macarronada Luisa Elvira



Ingredientes

  • Gargüeros (macarrones)
  • Leche
  • Celery (unas dos ramas)
  • Pimentón
  • Cebolla
  • Ajíes misteriosos (ají dulce)
  • Cilantro
  • Mantequilla (suficiente para engrasar el molde)
  • Queso guayanés
  • Queso de año duro para rallar
  • Guiso de lo que se quiera (puede ser una salsa de carne, de cerdo o un guiso de pollo sin huesos)



Preparación

  1. Los macarrones se cocinan en leche, luego se les ponen las verduras picadas y se dejan cocinar con ellas, que le quede un poco de leche. Se pone por capas de la siguiente manera: mantequilla con un poco de queso rallado, después los macarrones, queso guayanés y el guiso y así se sigue formando por capas. Se termina con queso rallado y al horno".


Consejos:

  1. Cuando la hice me vi en el problema de hervir la pasta en leche con los vegetales picados. Herví la pasta en la leche (1 litro más un poco de agua), revolviendo de vez en cuando para que no se pegasen. Los saqué del líquido un minuto antes de que estuvieran al dente. Agregué los vegetales a la leche y la hice reducir. Luego mezclé todo al fuego hasta que la pasta estuviera lista (1 minuto).
  2. Para un paquete de pasta de 500 gr. la cantidad de queso guayanés sería más o menos 800 gr. Queso de año al gusto.
  3. En cuanto a los vegetales, para la misma cantidad de pasta: 1 ajoporro, 2 ramas de célery, 1 cebolla, 4 ajíes dulces, 1/2 pimentón, cilantro al gusto.


UN POCO DE FUSIÓN ITALO-VENEZOLANA


Nada nos impide variar recetas italianas y darles un toque criollo o hacer un intercambio de productos. Hace unos días probé en un restaurant unos ravioli cuya masa era de ají dulce, estaban rellenos de asado y la salsa era una reducción de la salsa del asado. Era un plato verdaderamente refinado y una buena muestra de fusión culinaria. Les propongo dos variantes de recetas italianas con ingredientes criollos:


Casarecce  alla botarga criolla


La botarga es una hueva seca de pescado que se usa, por ejemplo, para aderezar pastas. Se parece mucho a las huevas de lisa, tan frecuentes en la costa nororiental de Venezuela. Los casarecce son pasta corta típica del sur de Italia. Combinamos entonces una pasta muy italiana con las huevas de lisa traídas de Cumaná.



Casarecce con huevas de lisa secas (botarga criolla)

Mientras cocinamos la pasta "al dente", preparamos el aceite de oliva con ajo, peperoncino y uno o dos filetes de anchoas, que se disolverán en el aceite, fuera del fuego; no queremos que se nos quemen. Colamos la pasta, reservando una o dos cucharadas del agua de cocción. Salteamos la pasta en el aceite y si es necesario agregamos el agua de cocción reservada para que no se pegue y absorba mejor el aceite aromatizado). Retiramos del fuego y rallamos la hueva de lisa por encima -al gusto, pero no en exceso, porque puede ser salobre. Se emplata y se adorna con más hueva de lisa rallada..


Casarecce alla Norma (versión criolla)


La salsa Norma es de origen siciliano, como lo fue Gioachino Bellini, el compositor de la ópera Norma; de hecho la receta es un homenaje al Maestro. Adapté la receta de Alberto Rizzo, del restaurant "Osteria dei Vespri" en  Palerno, y le hice variaciones criollas: agregué ají dulce picadito (para horror de los puristas) y sustituí la ricotta al forno por queso de cabra caroreño de buena calidad. No me atreví a remplazar la albahaca por cilantro. Ya era demasiado.

Casarecce alla Norma, con queso de cabra caroreño

Ahora la receta.

Para un paquete de 500 gr. de pasta corta:


  1. Se cortan en cubitos 2 berenjenas no muy grandes, se salan. Aparte, en un colador, se dejan los cubitos de berenjena para que lloren su amargura, por media hora. Luego se exprimen bien, se lavan en agua corriente, se escurren, se exprimen de nuevo y secan con una toalla de cocina.
  2. Mientras tanto hacemos una salsa de tomate; picamos cebolla y tomate en cubitos, sin piel ni semillas, ají dulce picadito, ajo, y albahaca al gusto en trozos
  3. Se pone a calentar aceite de oliva. Se agrega la cebolla, que comenzará a marchitar. Después el ají dulce. Se continúa cocinando para que todo se cocine. ahora el tomate, que soltará sus jugos de vegetación. Antes de que seque, se agrega ajo picadito, albahaca cortada con las manos, sal y pimienta. Se sigue cocinando hasta que espese.
  4. En una sartén, se fríen los cubitos de berenjena en aceite de oliva muy caliente hasta que doren. Se escurren en papel de cocina.
  5. Cuando la pasta está cocida al dente, se escurre y se saltea con la salsa y las berenjenas fritas. Se sirve y se espolvorea con más albahaca fresca y abundante queso de cabra. Listo para servir.



Una nona italiana nos diría:

Mangia che ti fa bene!