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miércoles, 19 de junio de 2013

El día del atentado

Edgardo Mondolfi Gudat
Historiador
Foto El Nacional
Desde hace un par de meses se encuentra en la librerías venezolanas el más reciente libro de Edgardo Mondolfi Gudat. Se trata de El día del atentado (Alfa Editorial, Caracas, 2013), que es un estudio serio y sin apasionamientos sobre el frustrado magnicidio perpetrado contra el Presidente Rómulo Betancourt el 24 de junio de 1960, en la Av. Los Próceres de Caracas cuando se dirigía a los actos conmemorativos del Día del Ejército. Recuerdo ese día como si fuera ayer, la tensión que se vivió los días subsiguientes y la imagen del Presidente Betancourt ante las cámaras con las manos vendadas dirigiéndose a la nación. Como conozco lo bien que investiga y escribe Mondolfi, compré dos ejemplares: uno para mí y otro que regalaría a mi hermano el día de su cumpleaños. No salí defraudado.

De la contraportada:
El libro fue presentado el 2 de mayo (afiche)
El presente volumen pretende seguirle la pista a la manera de como fue concebido este atentado y la complicidad de quienes actuaron para llevarlo a cabo. Los expedientes de los implicados, sus confesiones, las armas utilizadas, los explosivos, la forma como fue tramado desde Santo Domingo bajo el patrocinio de Rafael Leonidas Trujillo y la cacería humana que se organizó para capturar a los autores materiales forma parte de una exhaustiva investigación basada en materiales de archivo y en reportajes y testimonios publicados por la prensa de la época. Este libro se propone, a fin de cuentas, poner en perspectiva lo que significó el largo duelo entre Betancourt y Trujillo, uno de cuyos desenlaces fue aquel brutal atentado al cual el presidente venezolano, por su manera de ser y por su moral política, no pretendió convertir jamás en episodio glorioso ni consagrarlo en el santoral republicano.
Muy buen libro, bien estructurado y escrito con claridad. Lo recomiendo a quienes no conocen el turbulento quinquenio de Betancourt, a los que creen en leyendas y a los interesados en explorar períodos más recientes de la historia de Venezuela.



Rómulo Betancourt y Rafael Leonidas Trujillo (a) Chapita
Los dos protagonistas.
Tomada de www.analítica.com

jueves, 12 de abril de 2012

Las palabras raras de Romulón

Rómulo Betancourt
Revisando el otro día los cuatro tomos de BUENAS Y MALAS PALABRAS (Edición EDIME, Madrid, 1982) por el filólogo Angel Rosenblat, me encontré con un capítulo escrito en 1965, dedicado al habla caraqueña de los últimos 30 años (1935-1965); aparecen los anglicismos, las innovaciones a la lengua culta, y el vocabulario de Rómulo Betancourt, entre otros.
Cuando escribí el artículo sobre la "multisápida hallaca" mencioné que el adjetivo era aporte de Rómulo Betancourt, pero no especifiqué más nada. Ahora, de manos de Ángel Rosenblat, tenemos todo un léxico romulero que enriquecerá nuestro vocabulario:

Obsoleto: latinismo muy viejo que se ha generalizado gracias al inglés. Contemporáneamente a don Rómulo lo usaron Ortega y Gasset y Mariano Picón Salas. Mucha gente remedaba al presidente diciendo: "eso está obsoleto y periclitado". Con el tiempo se ha hecho más común en América Latina, pero en 1960 era una palabra rara.


Multisápida hallaca: La usó en su salutación presidencial de Año Nuevo, en 1960. Ya antes lo había usado Mario Briceño Iragorry (Mensaje sin destino) y en su novela Los Riberas (1957) "...servidos sobre su propia hoja de plátano, graciosamente recogida, aparecieron hoy los humeantes y multisápidos pasteles". Como se ve, no fue invento de Rómulo sino que usó una palabra poco frecuente y que se ajusta a los múltiples sabores de la hallaca. Ha corrido con suerte y, de adjetivo calificativo, se convirtió en nombre común, sinónimo del nuestro tradicional plato navideño.


Sicofante: Al parecer no lo usaba en el sentido castellano, procedente del griego, de delator, o calumniador, sino en el de vil adulador, frecuente en el inglés culto: sycophant. Es lo que en el siglo XIX venezolano se llamaba áulico y ahora, con nuestra decadencia cultural y moral, es chupamedias, jaleti, jalabolas, focas, o lambesuelas. Él no inventó la palabra, ni su acepción, sino que la popularizó. Un par de ejemplos, sacados de Venezuela Política y Petróleo: "En 1929, en pulcra y cuantiosa edición oficial, circuló Cesarismo democrático, de Vallenilla Lanz, sicofante cínico e inteligente..." o "el pequeño déspota y sus sicofantes de los Ministerios."

Parafernalia: Se le atribuye, pero no se le ha podido documentar. Rosenblat cree que la usó en alguna declaración de prensa al referirse a la necesidad de aligerar el protocolo presidencial. Es voz griega frecuente en inglés, con el valor de pertenencias u objetos personales, especialmente de adorno.

Falencia: En un discurso presidencial en abril de 1960, decía: Ya tendré oportunidad, al hablarle al Congreso, de exponer otros planes que tiene el gobierno para enderezar esta economía desarticulada y este fisco en vísperas de la falencia que nos dejaron diez años de dictadura. Es voz tradicional, nos dice Rosenblat, en el sentido de error o falla. No se conocía su uso en Venezuela, excepto en Andrés Bello. En ciertas ocasiones se usa como por ejemplo: falencia de memoria.

Minimizar: es el minimize inglés que se ha extendido en español y es aceptado por la Academia de la Lengua, y por analogía existe maximizar, también aceptado. Para los años 60 no era de uso frecuente.

Hampoducto: En uno de sus discursos presidenciales anunció, para combatir el hampa, que iba a establecer un hampoducto desde Caracas hasta la colonia penal de El Dorado (sería, tal vez, un puente aéreo o un flujo constante de hampones a la colonia penal, como si fuera por un oleoducto o un gasoducto)

Provento: Con el valor de beneficio o renta; por ejemplo, "proventos fiscales".

Pechos: Con el viejo valor de impuestos, y pechar como verbo. De uso clásico en Venezuela.

Insacular: Insacular el voto, es decir, depositarlo en la urna electoral.

Ripostar: Es seguramente un portuguesismo, nos dice Rosenblat, apoyado sin duda por el francés riposter y el inglés to riposte. Ejemplo: "ripostamos indignados", o "desde nuestro exilio en Washington ripostamos..."

Obsedido: Con el valor de obsesionado. Es un viejo galicismo, frecuentísimo en la generación previa a la de Betancourt. Ya está en desuso.

Exitoso: "Aventura exitosa", "empeño exitoso", "facetas exitosas"... Ahora es palabra de uso muy generalizado en América Latina, pero a principios de los años 60 era raro su uso.

Existen muchas expresiones de Betancourt que le dieron a su discurso un carácter entre culto y pintoresco. Alguien con la popularidad de Romulón podría darse ese lujo. A guisa de ejemplo:

Permisar (otorgar un permiso... aún se usa mucho en Venezuela); y otras de valor literario: vagaroso (la vagarosa oración perezjimeniana); caliginoso (una caliginosa tarde); factual (glosa objetiva y factual); pasatista (narcisismo pasatista); jingoista (jingoistas odios patrioteros). Se le atribuyen otras: nefelibatas (extremistas), turiferarios (los que echan incienso a los gobiernos dictatoriales), remotidades... y nos dice don Ángel: "...en su conjunto caracterizan la prosa y la oratoria de Rómulo Betancourt y han sido tema constante de asombro y de parodia." 

Era un lenguaje culto y clásico (Rómulo leía), nada comparable al lenguaje actual que recuerda a los sumideros de los bajos fondos y a las letrinas de barracas cuartelarias.

Ángel Rosenblat
1902-1984
Ángel Rosenblat (1902-1984) fue uno de los más grandes sabios e investigadores de la demografía histórica y lingüística de las Américas. Nacido en Polonia, que sin duda hizo mayores aportes en conocimiento e interpretación contemporánea de América.
En el primer periodo de su investigación y obra intelectual se dedicó a la demografía de los nativos de América en los tiempos postcolombinos.  Fue uno de los grandes investigadores, a quien debemos conocimiento de la dinámica demográfica de la población autóctona de América. A la vez trabajó sobre el desarrollo de la teoría del mestizaje como proceso principal de formación de modelos demográficos y culturales de América hispana. La obra magna de su trabajo en esta materia fue La población indígena y el mestizaje en América (Editorial Nova, Buenos Aires, 1954). Su gran mérito, dificil de valorar, fue introducir esta temática a los problemas de la investigación científica y la noción a la terminología de las ciencias sociales.

Simultáneamente realizó amplios y profundos estudios lingüisticos sobre el español en América, logrando en este campo los más grandes éxitos académicos. Fue destacado autor y eminente organizador de las investigaciones sobre dialectología del español en América. Desarrolló ese concepto en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, donde se estableció después de la Segunda Guerra Mundial.

Reconocido en el mundo como gran sabio y hombre honrado, se desempeñó como profesor en las más famosas Universidades del mundo (como por ejemplo Harvard Univeristy), fue distinguido con los titulos del Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca, Universidad Central de Venezuela y Universidad Simón Bolivar de Caracas.

Buenas y malas palabras es un tesoro. Volveremos a él en varias oportunidades.

sábado, 22 de octubre de 2011

Fumar es un placer...



Fumar es un placer genial, sensual... Si no le creen a la canción, pregúntenle a don Rómulo Betancourt (1908-1981,en la foto), que está disfrutando una buena fumada en una pipa modelo billiard. Quién sabe cuántas pipas tenía. Se rumoraba que una de ellas estaba ensalmada por un famoso brujo (cosa que era una falsedad, pero él no se ocupó de desmentirla, más bien parecía disfrutar de esa leyenda).

Los venezolanos dejaron de fumar pipa en los años 70 y la cambiaron por los nocivos cigarrillos. Como fumo el cachimbo desde que llegué a la mayoría de edad, llegué a conocer en Caracas muy buenas tiendas que ofrecían todos los implementos y picaduras para garantizar largas, sabrosas y variadas fumadas a los pipófilos. Compré mi primera pipa Peterson en un negocio que quedaba de Conde a Carmelitas, donde hoy existe una venta de empanadas mantecosas. Me imagino cómo serían esos estancos en los años 50 y 60. ¡Qué de picaduras y pipas interesantes conseguiría Rómulo Magno para fumar y acrecentar su colección! Me da sana envidia. En la actualidad las pocas tiendas que permanecen dan lástima por lo desprovistas: picaduras de ínfima calidad, pipas tapa amarilla, poca variedad de accesorios En fin, las casas, palacios y emporios del fumador venden de todo menos artículos para pipófilos.

Hace unos días visité una vieja tienda de las pocas que subsisten en el Centro Simón Bolívar, a donde no iba hace muchos años. Para mi sorpresa, la señora me reconoció de inmediato y me dijo: "está igualito, sólo un poco mayor; usted siempre nos compraba". No pude resistir la tentación y le compré una pipa Savinelli modelo billiard, como la que se está fumando don Rómulo.

Al tema de las pipas y la picadura volveremos en otra ocasión. Hace unos días se cumplieron 30 años del fallecimiento de Betancourt. Para la fecha, yo era Tercer Secretario en la Embajada en Trinidad y Tobago y me tocó estar atento al Libro de Condolencias. Sirva esta nota como un breve homenaje al Br. Betancourt Bello, quien en vida cultivó amigos y enemigos y cumplió con lo que consideraba su deber para con la Patria. Sus adversarios políticos no escatimaron epítetos en su contra. Mi abuela, que lo detestaba, lo llamaba Ojo'e Diablo; otros el Napoleón de Guatire y algunos peores que me abstengo de mencionar para no mancillar mi teclado. Preferible recordar los gritos de un lorito adeco que sabía cantar el himno del partido y dar vivas a Rómulo y a AD.