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viernes, 15 de marzo de 2013
Dies irae III (H. Berlioz)
La Liberté guidant le peuple, por Eugéne Delacroix
Conmemora la Revolución de julio de 1830
En 1837, el Ministro francés del Interior, comisionó a Hector Belioz una misa de difuntos en memoria de los soldados caídos en la Revolución de Julio de 1830. El compositor, que deseaba componer una obra de envergadura, aceptó la oferta y desplegó todo su ingenio, aprovechando al máximo las ventajas de orquestas más grandes y de mejor calidad. El resultado fue la Grande Messe des Morts Op. 5, que hoy presentamos en la serie Dies irae. La misa fue estrenada el 5 de diciembre de 1837, no en memoria de los caídos en la Revolución de Julio, sino en la del General Damrémont y sus soldados muertos en acción en el sitio de Constantinia (Argelia). Esta misa de difuntos fue una de las piezas favoritas del autor, quien la revisó dos veces antes de morir: 1852 y 1867. Tengo entendido que era una de sus composiciones favoritas.
Hector Berlioz 1803-1869
Esta obra maestra es larga y requiere una gran orquesta, acompañada de un coro proporcionalmente grande. En palabras del autor: El número de intérpretes indicados (en la partitura) es sólo relativo. "Si el espacio lo permite, el coro puede ser doblado o triplicado y la orquesta incrementada proporcionalmente. Pero en el caso de un coro excepcionalmente grande, digamos 700 a 800 voces, sólo deberá usarse el coro entero para el Dies irae, el Tuba mirum y el Lacrymosa, el resto de los movimientos se restringirán a 400 voces". Es una pieza que no es sólo grande y voluminosa, sino que se concibió para ser interpretada como parte de un servicio litúrgico. Una misa de difuntos de esta categoría duraría poco más de 2 horas, tomando en cuenta la duración de la pieza de Berlioz, las lecturas, una buena homilía a cargo de un orador sacro de primera, y las partes que no son musicalizadas, como la Consagración y la Comunión.
No recuerdo cuándo lo escuché por primera vez. Desde el principio me gustó y, siendo un muchacho fantaseaba sobre cuál Misa de Requiem escogería para un funeral por el eterno descanso de mi alma. La Grande Messe des Morts de Berlioz era la que primero me venía en mente. Lástima que los muertos no disfruten sus exequias. Cuando uno escucha esta magnífica pieza, uno acepta la muerte pensando ya en la resurrección.
La versión que presentamos hoy es la dirigida por Sir Colin Davis (uno de los mejores intérpretes de Hector Berlioz), al frente de la London Symphony Orchestra, el London Symphony Chorus, y el Wandsworth School Boys' Choir. Solista: Ronald Dowd (tenor),
Como ya indiqué la pieza dura poco más de hora y media. La Sequentia Dies irae comienza en el minuto 11:41 y concluye en el 52:25. Vale la pena escucharla completa. Espero que la disfruten.
Que maravilla, mil gracias nuevamente por este detalle.
ResponderEliminarEstoy plácidamente escuchándolo...
Un abrazo...
Este es un gran Requiem. Luego pondré al de Verdi y después el de Britten. Feliz día y que lo disfrutes.
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