sábado, 9 de febrero de 2013

Ophélie / Ofelia



OPHÉLIE

I

Sur l’onde calme et noire où dorment les étoiles
La blanche Ophélia  flotte comme un grand lys,
Flotte très lentement, couchée en ses longs voiles…
- On entend  dans les bois lointains des hallalis.

Voici plus de mille ans que la triste Ophélie
Passe, fantôme blanc, sur le long fleuve noir.
Voici plus de mille ans que sa douce folie
Murmure sa romance à la brise du soir.

Le vent baise ses seins et déploie en corolle
Ses grands voiles bercés mollement par les eaux ;
Les saules frissonnants pleurent sur son épaule,
Sur son grand front rêveur s’inclinent les roseaux.

Les nénuphars froissés soupirent autour d’elle ;
Elle éveille parfois, dans un aune qui dort,
Quelque nid, d’où s’échappe un petit frisson d’aile :
- Un chant mystérieux tombe des astres d’or.

II

O pâle Ophélia ! belle comme la neige !
Oui tu mourus, enfant, par un fleuve emporté !
- C’est que les vents tombant des grands monts de Norwège
 T’avaient parlé tout bas de l’âpre liberté ;

C’est qu’un souffle, tordant ta grande chevelure,
A ton esprit rêveur portait d’étranges bruits ;
Que ton cœur écoutait le chant de la Nature
Dans les plaintes de l’arbre et les soupirs des nuits ;

C’est que la voix des mers folles, immense râle,
Brisait ton sein d’enfant, trop humain et trop doux ;
C’est qu’un matin d’avril, un beau cavalier pâle,
Un pauvre fou, s’assit muet a tes genoux !

Ciel ! Amour ! Liberté ! Quel rêve, o pauvre Folle !
Tu te fondais à lui comme une neige au feu :
Tes grandes visions étranglaient ta parole
- Et l’Infini terrible effara ton œil bleu !

III

- Et le Poète dit qu’aux rayons des étoiles
Tu viens chercher, la nuit, les fleurs que tu cueillis ;
Et qu’il a vu sur l’eau, couchée en ses longs voiles,
La blanche Ophélia flotter, comme un grand lys.


Arthur Rinbaud
1854-1891
Me gusta Arthur Rimbaud. Tengo en casa un ejemplar de su Obra completa (Libros Río Nuevo, Barcelona, 1977), prosa y verso, bilingüe sólo la obra poética, de donde extraje a Ophélie. La traducción estuvo a cargo de J. F. Vidal-Jover, quien también agregó una semblanza sobre el poeta. No es la mejor de las traducciones, al fin y a cabo es muy difícil traducir poesía, sobre todo si no se es un gran poeta. Prefiero su lectura en la lengua original, de ser posible. Aquí la traducción de Vidal-Jover:

OFELIA

I

Sobre el tranquilo remanso donde las estrellas duermen,
como una gran flor de lis la blanca Ofelia flotaba,
rodéanle largos velos que lentamente la mecen
- lejanas trompas de caza en el bosque se escuchaban.

Hace ya más de mil años que la triste Ofelia yace
sobre el río negro y largo, igual que un blanco fantasma.
Hace más de mil años que murmura la romanza
de su suave locura al céfiro de la tarde.

El viento besa sus senos y despliega en corola
sus grandes velos mecidos muellemente por las aguas,
los sauces estremecidos sobre su espalda la lloran
sobre su frente dormida se inclinan los cañizares.

Los nenúfares heridos en torno a ella se pasman;
ella despierta a veces, en un abedul moroso,
algún nido del que escapa un leve temblor de alas:
-Y de los astros de oro cae un canto misterioso.

II

¿Oh, pálida Ofelia bella! igual que la nieve hermosa:
¡Sí! tú te moriste niña por la corriente llevada.
- De los montes de  Noruega los vientos tumultuosos
de ásperas libertades te hablaron con voz quebrada.

Fue que un soplo retorciendo tu espléndida cabellera
a tu alma soñadora trajo un extraño sonido;
Tu corazón escuchaba cantar la naturaleza
en los quejidos del árbol y de la noche el suspiro.

Es que la voz de los mares, locos, con inmenso hálito,
rompió tu pecho de niña tan humana y tan sencilla;
¡y una mañana de abril un caballero muy pálido,
un pobre mudo alocado, se sentó en tus rodillas!

¡Cielo, amor y libertad! ¡Qué sueño, oh pobre loca!
Tú te fundías con él como nieve en llamarada:
y tus tremendas visiones enmudecieron tu boca.
- Y el infinito terrible azaró tu azul mirada.

III

- Y nuestro poeta cuenta, que, con el fulgor del cielo
las flores que tú recogiste de noche vas a buscar,
y que ha visto sobre el agua, recostada entre los velos,
como una gran flor de lis, la blanca Ofelia flotar.




2 comentarios:

  1. Debo decir que el primer cuadro de la entrada siempre me ha fascinado desde el primer día en que lo vi siendo una niña.

    Tu fuiste uno de los primeros seguidores de mi blog, pero no sabía que tuvieras uno, ahora ya te sigo yo también. Más vale tarde que nunca. ^^

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    1. Ese cuadro tiene su encanto. Cuando leí el poema de Rimbaud, lo recordé de inmediato y lo puse.

      Bienvenida, se aceptan opiniones y sugerencias.

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