sábado, 5 de octubre de 2013

Mitrídates, rey de Ponto

Estatera de Mitrídates VI

Cuando en la escuela enseñaban historia universal, saltaba un personaje curioso. Era un rey del Asia Menor que acostumbraba consumir veneno para inmunizarse. Se llamaba Mitrídates VI (132 -63 a C), el Grande, y su reino el Ponto. Su hijo, Farnaces II, fue vencido por Julio César en la batalla de Zela en el 47 a C, quien al dirigirse al senado informó su victoria con la expresión: Veni, vidi vici (vine, vi y vencí), significando lo rápido del éxito.

Mitrídates era grande en verdad. Según Plinio el Viejo,  "...fue rey de veintidós naciones, administró sus leyes en todos sus idiomas, y podía hablar cada uno de ellos sin emplear intérprete". Pero más importante aún su enfrentamiento al expansionismo romano, lo que lo llevó a enfrentarse a Sila, Lúculo y Pompeyo. Su última campaña ocurrió en 75 - 65 a C, cuando los romanos buscaban apoderarse de Bitinia. Al final fue derrotado por Gneo Pompeyo Magno, trata de formar un nuevo ejército, mas no lo logra y al final huye a Panticapaeum, donde su hijo Farnaces lo obliga a suicidarse.

Mitrídates VI, Eupator Dionysius

Este es el tema de la primera ópera de W. A. Mozart, quien contaba 14 años cuando la compuso. Mi primer encuentro con esta pieza mozartiana fue a través de un LDP con el montaje y dirección de Ponnelle y Harnoncourt, con trajes de la época. Me impresionó el personaje de la griega Aspasia, prometida de Mitrídates, al cuidado de sus hijos Sifares y Farnaces. Para su representación de requiere una soprano de coloratura.

En el argumento, Aspasia ruega a Sifares que la ayude a resistir los avances de Farnaces. Aquel acepta sus súpolicas y confiesa su amor a ella. Aspasia le ama en secreto. Esta es la primera aria que escucharemos, Al destin che la minaccia, interpretada por Yvonne Kenny, música del Concentus Musicus Wien, bajo la dirección de la Nikolaus Harnoncourt. Dirección fílmica de Jean-Pierre Ponnelle:



La otra aria, también de Aspasia es Nel sen mi palpita dolente il core, interpretada por Arleen Auger. Mozarteum-Ochester Salzburg, bajo la dirección de Leopold Hager. Aspasia declara su amor a Sifares, pero ambos acuerdan separarse para salvar su honor. Escuchémosla en su lucha interna entre el amor y el deber.



6 comentarios:

  1. Sr A. Quintero,
    Muy interesante su artículo sobre Mitrídates.
    En la antigua región de ponto hoy perteneciente a Turquía, todavía vive una minoría de habitantes de habla griega. Son cristianos tienen sus creencias y adoran la virgen de soumelá.
    Muchos de ellos han emigrado a parte norte de Grecia, donde practican su propio idioma, dialecto (pontiaka) dicen que es parecido más al griego antiguo que al moderno.
    Me encanta leer sus artículos, especialmente aquellos con temas de antigüedad.

    Saludos
    Gabriel

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    1. Sabía de la existencia de una minoría griega en el Ponto porque los vi en un documental sobre la ruta de Jasón a la Cólquide. Lo que desconocía es que muchos de ellos han emigrado al norte de Grecia. Me imagino que huyendo de la intolerancia de los tucos; tampoco sabía lo del dialecto pontiaka.

      Gracias por ilustrarme y por leer esta bitácora. Soy aficionado a la cultura clásica, origen de la civilización occidental.

      Saludos

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  2. Así de curiosa fue la vida de este extravagante personaje, si lo podemos catalogar así. Como ciertamente relatas, Abraham, el hombre este tomaba diariamente, disuelta en agua pequeñas dosis de “mitridato”, (así lo llamaron) como antídoto que le inmunizaría contra los efectos del veneno. Intentaron de envenenarlo tres veces y a las tres sobrevivió, hasta que fue la espada que dio fin con su vida…
    Tiempos aquellos…

    Es así como afirma el amigo Gabriel (Pylaros) los Pontios se han esparcido en casi todo el mundo pero la mayoría si, están en el Norte de Grecia.

    Mis saludos desde Atenas!

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    1. La ópera de Mozart termina así. Por más veneno que tomaba, nada que moría... Hasta que la espada hizo su trabajo.

      Un abrazo.

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  3. A mí me encanta la etimología de las palabras, de todos los idiomas especialmente las de español.
    Analizando las raíces de muchas de ellas llego a la cultura antigua griega, como la fuente, entonces recuerdo la enseñanza de la mitología griega, en la escuela elemental.
    Como por ejemplo Jasón y los Argonautas, o el vellocino de oro.
    Una maravilla!
    Me alegro tanto que los encontré el estimado Sr. Abraham Quintero y el excelente amigo Stratos Doukakis, conocido desde ya hace tiempo cuando vivía en Valencia.
    Un cordial saludo, desde Nueva York
    Gabriel

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    1. Gracias, Gabriel:

      Allí coincidimos. Cosas que vemos a diario y damos por descontado, tuvieron su origen en los griegos de la antigüedad. Los mitos nos llevan, no sólo a conocer la condición humana, sino que nos llevan a un mundo misterioso ¡Cuántas cosas buenas encierra!

      En cuanto a las palabras y su etimología, creo que los romanos fueron los primeros en saber incorporar términos griegos al latín para enriquecerlo y explicar situaciones que su lenguaje aún no alcanzaba.

      Gusto en estar en contacto contigo.

      Un abrazo.

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