Nuestra Señora de las Mercedes. Imagen conocida como La Grande |
La ayuda viene de donde menos se espera y ayer en la tarde, el amigo Héctor Mota, asiduo lector de este Blog, me sacó de las dudas cuando gentilmente me hizo llegar un texto de Fray Cayetano de Carrocera, capuchino que investigó la historia del convento e Iglesia de las Mercedes en Caracas. También me envió fotos de las imágenes de esta advocación mariana: La Guaricha, La Grande y La Nueva. El libro del padre Carrocera se titula Apostolado de los franciscanos capuchinos en Caracas (Tipografía Americana, Caracas, 1926) y será el texto principal que seguiremos.
El texto de Armas Alfonzo es sumamente parco y deficiente. Por lo que se aprecia, el escritor no visitó la Iglesia para comprobar si su información era correcta, ni hizo buen uso de las fuentes consultadas. Cito:
La actual imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, en la iglesia, no es la de data colonial, de tanta historia en la vida de la antigua villa de Losada. Patrona de Caracas, abogada eficaz contra la plaga de la aljorra que amenazó la riqueza cacaotera de la Provincia, salvadora de su feligresía en el terremoto de octubre de 1766, la reliquia original, una imagen de vestir, conocida por La Guaricha, la guarda la familia de la Señora Mercedes Toro de Jugo Ramírez. La que hoy se ve en Las Mercedes es una escayola, modelada aquí, se la llama La Grande, y la regaló el doctor Victorino Márquez Bustillos, siendo Presidente de la República.
Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes Mercedes a Luneta, Caracas |
El culto a María Santísima, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes o Virgen de la Merced, se remonta a 1218, cuando San Pedro Nolasco recibe la visita de la Virgen, quien lo exhortó a fundar una orden religiosa destinada al rescate de cristianos cautivos por los moros. Así, Pedro Nolasco funda en Barcelona la Real y Militar Orden de la Merced, con el apoyo de Jaime I, El Conquistador, Conde de Barcelona. Desde sus inicios fueron exitosos en su misión, calculándose que lograron liberar unas trescientas mil personas. A finales del Siglo XIII cambia de denominación por el de Orden de la Virgen de la Merced de la Redención de los cristianos cautivos de Santa Eulalia de Barcelona. Los mercedarios ahora se dedican a la atención espiritual de presos y la Virgen de la Merced es considerada patrona de los cautivos y presos injustamente.
La devoción de Nuestra Señora de las Mercedes está muy extendida en el mundo hispano, sólo superada en popularidad por la advocación de Nuestra Señora del Rosario, introducida por los dominicos. Los mercedarios se incorporaron pronto al proceso de evangelización de América y llegaron a la Provincia de Caracas a principios del siglo XVII. Muchos se preguntarán cómo la protectora de presos y cautivos llegó a ser Patrona de Caracas contra los terremotos y protectora de las plantaciones de cacao ante el ataque de la aljorra. Eso nos lo relatará Fray Cayetano de Carrocera:
... vamos a retroceder al primer tercio del siglo XVII, para considerar a la Virgen Redentora de cautivos como Patrona de la mariana ciudad de Santiago de León de Caracas. Goza de este glorioso título Nuestra Señora de las Mercedes desde el año 1638 en que fue reconocido por voto de ambos cabildos.
La Protectora del cacao
El día 14 de junio de 1638, en Cabildo ordinario de este día, el Regidor Don Gabriel Navarro del Campo, dijo lo siguiente:
Cacao venezolano.
La plaga de la alhorrra (o aljorra) surgió en 1625 y
casi acaba con la producción cacaotera.
"Bien visto y notorio es la grande plaga y enfermedad de ahorra que ha dado en las arboledas de cacao de esta ciudad y sus términos y jurisdicción, de que ha resultado venirse a perder muchas y estar en disminución, con que ha habido y hay gran daño y pobrecía; y para que esta plaga cese, será conveniente tomar y elegir un santo por abogado y patrón para que interceda ante Dios Nuestro Señor, sea servido de librar las dichas arboledas y labores de la dicha plaga y enfermedad".
Acogida esta proposición, por unanimidad, declaró el Cabildo, que elegía por patrona a Nuestra Señora de las Mercedes, a cuyo fin se le haría fiesta solemne todos los años en su capilla o templo que se edificase; y para que este voto que se hacía a nombre de la ciudad, fuese confirmado por todos sus habitantes, dispuso que se convocase un cabildo abierto donde concurriesen todos los vecinos y expresasen su voluntad.
En consecuencia, se señaló el domingo inmediato para esa reunión popular de que vamos a dar noticia.
Imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, conocida como La Guaricha. Talla española del siglo XVII Cortesía de Héctor Mota |
Volvamos ahora a Fray Cayetano, quien no explica las condiciones en las que esta advocación fue escogida como protectora contra los terremotos:
Abogada de los terremotos
Además de los títulos de Patrona de Caracas y Protectora de las haciendas de cacao, otro nuevo le aguardaba a la Redentora de los cautivos, el de Abogada de los terremotos, con que la invocarán los piadosos habitantes de Caracas.
El 21 de octubre de 1766 acaeció uno de los terremotos más notables que registra la historia de Venezuela, y habiéndose averiguado que a pesar de los grandes estragos que causó, derribando algunos edificios no había perecido un solo habitante de esta ciudad, el Cabildo de la época reconociendo en este hecho la singular protección de la patrona elegida un siglo antes, convocó otro Cabildo Abierto el 27 del mismo mes y año, en que la efusión del más ferviente amor a la Santísima Virgen fue confirmado por todos los concurrentes el voto anterior y renovadas todas las promesas y ofrendas por la nueva generación. En este mismo Cabildo se acordó grabar en una plancha de plata estas palabras: Servatrici nostrae, y que esta plancha se condujese o llevase con pompa religiosa, de la Santa Iglesia Catedral al Templo de Nuestra Señora de la Merced, y allí se colocase a los pies de su imagen por mano de un sacerdote".
José Solano y Bote, Gobernador y Capital General de la Provincia de Venezuela en 1766 |
En los días que precedieron al gran temblor de Caracas de 21 de octubre de 1766, el capellán de La Pastora, D. Nicolás Bello, varón ilustre por su saber y virtud, había escrito al Sr. Obispo, que a la sazón hacía la visita pastoral en los valles de Aragua, que ordenase la traída de la Virgen de las Mercedes a la Catedral, pues abrigaba presentimientos de que algo había de suceder para el día de Santa Úrsula. Si el venerable anciano expuso al Prelado las razones de su presentimiento, es cosa que ignoramos, mas es lo cierto que el Obispo ordenó la visita de la Virgen de las Mercedes a la Catedral, donde fue recibida por numerosa concurrencia de fieles, como protectora de la ciudad, sin que nadie sospechase el motivo de aquella disposición.
El Padre Bello, acompañado de algunos amigos, pasó la noche del 20 al 21 de octubre orando en el templo de La Pastora, manifestándoles que tenía muy tristes presentimientos acerca de lo que iba a suceder en la ciudad; dos religiosos mercedarios hacían la guardia de la Virgen de las Mercedes en la Catedral, cuando a las cuatro y veinte minutos de la mañana del mencionado 21 de octubre de 1766, la población de Caracas despierta aterrorizada al súbito y fuerte sacudimiento que hace bambolear los edificios. Al momento, lánzanse los habitantes a la calle, y los gritos de ¡misericordia, Señor! se escuchan en todas partes. Nadie sabe qué hacer ni a donde ir, hasta que al despertar la aurora vuelve la tranquilidad a los ánimos al saber que ningún edificio importante había caído, aunque sí amenazaban ruina, especialmente los templos.
Ruinas de la Iglesia de las Mercedes en 1842 El templo fue destruido por el terremoto de 1812. Obra de Ferdinand Bellerman |
Abriéronse las puertas de la Catedral y demás iglesias, a las cuales acogióse la población atemorizada. El Gobernador Solano nombró una comisión de peritos que examinasen los edificios de la capital, y después de cumplir con su cometido, informaron que todos los templos exigían pronta reparación en sus muros, arcos, etc. y que era necesario rebajar el tercer cuerpo de la torre de templo de San Jacinto (convento de los P.P. Dominicos) y derribar la de las Mercedes. Puestas por obra algunas medidas necesarias, la ciudad vióse libre de todo peligro inminente.
El no haber sufrido nada los edificios, aunque sí los templos, y no haber perecido ninguno de los habitantes de Caracas, fue atribuido, como dejamos consignado, a la singular protección de Nuestra Señora de las Mercedes, la cual se hallaba de visita en la Santa Iglesia Catedral. Calmados ya los ánimos y realzada por un milagro la Redentora de cautivos, los moradores de Caracas la nombraron Abogada de los terremotos, y luego que fueron reparados los desperfectos causados en los templos, fue trasladada a Las Mercedes, acompañada de todos los habitantes de la ciudad. El Cabildo Eclesiástico y el Ayuntamiento regalaron a Nuestra Señora de La Merced una hermosa plancha o tarjeta de plata adornada con labores doradas de estilo barroco. En el anverso lleva grabadas estas palabras:
SERVATRICI NOSTRAE
DIE XXI OCT. A. DMN. MDCCLXVI
(A nuestra Salvadora, el día 21 de octubre, año del Señor 1766)
En el reverso:
Omines et jumenta salvasti Domina (Salmo 67)
Tu Captivorum redemptio, et omnium salus (San Efrén)
Te nostrae causam Servatricemque Salutis
Nosque tuos libra famur et aeremagis (Ovidio)
La placa aún existe y Fray Cayetano incluyó una foto de ella en su libro. Carmen Clemente Travieso narra la misma historia, pero confunde el terremoto de Santa Úrsula con el de San Bernabé, y salta sin explicación alguna del Padre Bello al loco Saturnino, también conocido como "Ropasanta". Son sismos diferentes: el de San Bernabé fue en 1641, siendo Obispo de Caracas Fray Mauro de Tovar, a quien ya mencionamos más arriba.
Estos dos prodigios que hicieron de Nuestra Señora de las Mercedes un importante devoción caraqueña, están vinculados a la imagen traída Venezuela por los mercedarios en el siglo XVII, y que los acompañó por mucho tiempo en las buenas y en las malas. La escultura, ya lo dijimos, existe y recibe el nombre cariñoso de La Guaricha. Volvamos a Fray Cayetano:
Otra foto de La Guaricha, esta vez sin su corona real Cortesía de Héctor Mota |
La antigua y milagrosa imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, llamada La Guaricha es la que fue conducida a la Catedral con motivo del terremoto de 1766. Venerada por nuestros mayores con particular devoción y por los Padres Mercedarios, de quienes fue compañera y protectora, se conservó por muchos años en el nicho superior del Altar Mayor del Templo de las Mercedes de esta ciudad....Y así fue hasta que:
Aguijoneados los caraqueños por la vanidad, dice Arístides Rojas, se cansaron de la antigua imagen de Nuestra Señora, a la cual habían conducido en triunfo desde la Catedral hasta su Templo en 1766, y resolvieron adquirir una escultura de la Virgen, cuyo modelo fuese caraqueño, alegando que la Abogada de la ciudad, abogada igualmente de los cacahuales y de los terremotos, no debía ser reverenciada en imagen traída de España o de Italia, sino en una modelada en Caracas. Desde entonces descendió La Guaricha de su trono y en él fue colocada una nueva imagen llamada después La Grande, la cual fue sustituída más tarde por otras...Sin embargo, a La Guaricha le quedaban algunos milagros y favores bajo la manga. El buen padre Carrocera transcribe una relación publicada en La Religión el 11 de octubre de 1898, en la que se vincula con una epidemia de viruela con gran mortandad de niños:
En dos días fue recolectada la limosna y se hizo una espléndida fiesta a mediados de agosto último (1898), para la cual ofrendó el Presidente de la República una selecta y bien organizada orquesta.
Ignacio Andrade, Presidente de la República en 1898 |
En la tarde se efectuó la procesión en el interior del templo, entonando el imponente y conmovedor cántico de rogativas. Desde la puerta mayor el Rvdo. Padre Baltasar de Lodares bendijo la población con el estandarte de Nuestra Señora de las Mercedes y ... ¡prodigio admirable de la Misericordia Divina! desde ese día comenzó a disminuir notablemente la horrorosa epidemia, no solamente en la capital, sino también en la infeliz Valencia, terminando por completo en La Victoria; según parece, toca ya a su término, y esperemos de nuestro Divino Salvador que pronto tendremos cerrado el hospital de variolosos...Nos queda por hablar de dos imágenes: La Grande y La Nueva, que Armas Alfonzo confunde.
La Nueva, imagen sedente de Nuestra Señora de las Mercedes, que corresponde al modelo iconográfico de Comendadora Foto Cortesía de Héctor Mota |
La Nueva fue la donación del Presidente interino Dr. Victorino Márquez Bustillos. Se trata de una escultura española, que representa a la Virgen de la Merced sedente. La nueva imagen se colocó en el nicho donde estuvo la Grande y ésta se colocó al alcance de los fieles. Desconozco la fecha exacta de su entronización, pero tengo entendido que el donativo fue en 1918. Aún ocupa el lugar central y destacado que le asignaron hace casi un siglo.
La fiesta del 24 de septiembre, si bien no es tan rumbosa como antaño, es muy concurrida por fieles católicos, quienes acostumbran ofrecerle flores blancos: nardos, rosas, gladíolos, claveles... Y se colocan al pecho el escapulario mercedario o una estampa de Nuestra Señora de las Mercedes.
NOTA: Para saber cómo se celebra la fecha en Caracas, ingresar por aquí.
La Grande, expuesta todos los días para la veneración de los fieles |
Excelente, gracias por la información, Abraham.
ResponderEliminarSolo un detalle, Jaime I, el Conquistador, fue Conde de Barcelona y Rey de Aragón. Barcelona siempre fue un Condado, desde la época de los carolingios. Y luego dependió de la Corona de Aragón.
Eso es correcto; ahora lo corrijo. Sabía que había algo raro en el título.
EliminarIglesia la de Nuestra Señora de las Mercedes, por demás excepcional, que tuvo la presencia de don Andrés Bellos por sus predios, ya que su casa en Caracas estaba lateral a ella.
ResponderEliminarEn el Convento Mercedario anejo aprendió latín y clásicos de manos de sacerdotes de esta Orden religiosa. No sería exagerado decir que la pasión por el idioma, que lo llevó a la inmortalidad en las letras hispanas, comenzó a los pies de Nuestra Señora de las Mercedes.
Exacto. El muchacho frecuentaba el lugar y allí aprendió mucho.
EliminarLo felicito por tan excelente trabajo. Una acotación: Don Ándres Bello no nació lateral a la iglesia de las Mercedes, nació detras del Convento hacia la esquina de Luneta en la casa de su abuelo don Juan Pedro López, incluso esa esquina llegó a denominarse Juan Pedro López. Lateral a la iglesia en el ángulo noroeste donde actualmente está la Casa de Bello y el Ministerio de Educación lo que existía era el Convento de las Dominicas, luego Casa de Beneficencia y en la primera mitad del siglo XX el Puesto de Emergencia de Salas, trasladado del Puesto de Socorro situado en el ángulo noreste de la esquina de Cruz Verde. Posteriormente en el año 1970 El Hospital de Salas lo trasladaron al Psiquiatrico de Lidice con el nombre de Hospital Jesús Yerena, quien había muerto ese año.
ResponderEliminarGerónimo Yerena Cabrera
Gracias. Buena la acotación.
EliminarUn detalle: Cuando se elige a la virgen de Las Mercedes patrona contra la plaga del cacao, en 1638, el obispo fray Mauro de Tovar aun no residía en Caracas, a la cual llega en 1640.
ResponderEliminarDebería poner una nota explicativa. Mientras transcribía el texto vi algo raro. Gracias.
EliminarBuenas, muy buen artículo. Quería saber si los textos que cita, los posee en digital?. Mil gracias, por su respuesta.
ResponderEliminarFeliz tarde, me encanta su blog. Quisiera poder contactar con usted... muchas gracias
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