El matemático y la extraviada

Juan Manuel Cajigal y Odoardo
1803-1856

En 1841, el gobierno venezolano envía a Juan Manuel Cajigal a Londres como Secretario de la Legación encabezada por Alejo Fortique; de allí fue trasladado a París donde tuvo una aventura que es el objeto de este artículo. La presencia de Cajigal en la misión de Fortique tenía que ver  probablemente con las negociaciones por la delimitación de la frontera de Venezuela con la Guayana Británica, pues Juan Manuel tenía experiencia en el tema; había participado en las negociaciones del Tratado Michelena - Pombo entre Venezuela y Nueva Granada, la elaboración de la Ley Orgánica de Provincias, y fue autor de un Curso de astronomía y memorias integrales entre límites. Escuelas, municipios, cuarteles, avenidas y hasta un teatro y un observatorio meteorológico llevan el nombre de J. M. Cajigal, patriarca de las matemáticas y la ingeniería en Venezuela. Si bien Juan Manuel era por mérito propio toda una personalidad: matemático, ingeniero, militar, periodista, político y hasta profesor universitario, su familia no se quedaba atrás.

Francisco Cajigal de la Vega
1695-1770

Los Cajigal (o Cagigal) se distinguieron por los valiosos servicios prestados a la corona española, particularmente como militares. Su padre, Gaspar de Cagigal y Pontón, fue oficial del ejército español, gobernador interino de la provincia de Margarita (1806-1807); Comandante General de Barcelona (1810) y, a raíz de los sucesos del 19 de abril, promovido a brigadier y Presidente de la Junta Provincial Gubernativa, que ejercía cuando le sorprende la muerte ese mismo año. Otro miembro de la familia, Francisco Antonio de Caxigal de la Vega (1695-1770), fue Virrey interino de Nueva España (1760) mientras detentaba el cargo de Gobernador y Capitán General de Cuba, tuvo un hijo llamado -¡qué casualidad!- Juan Manuel, quien también abrazó la carrera militar y disfrutó algo del nepotismo de su padre durante su estada en México.

Don Gaspar, hijo del Brigadier Gaspar de Cagigal y López, según el Diccionario de historia de Venezuela (Fundación Polar, Caracas 1997), estaba "emparentado en quinto grado de consanguinidad con los mariscales de campo Juan Manuel de Cajigal y Niño y Juan Manuel de Cagigal y Montserrat. El primero, Gobernador de la Provincia de Cumaná (1804-1809) y Gobernador y Capitán General de Venezuela  entre 1814 y 1815, y el segundo, gobernador de Cuba (1780-1785)", amigo y protector de Francisco de Miranda. Por cierto, Juan Manuel Cajigal y Niño era hijo de Fernando Cajigal y de la Vega (tal vez sobrino del Virrey interino de Nueva España) y primo hermano de Cagigal y Montserrat.

Juan Manuel Cajigal (el viejo)
1754-1823

Una vez fallecido Gaspar, el pariente, Juan Manuel Cajigal y Niño (o Cajigal y Martínez, como también lo llaman fuera de Venezuela), se ocupa de los huérfanos Cagigal y Odoardo. La hoja de servicios del viejo don Juan Manuel es impresionante: bloqueo a Gibraltar, toma de Santa Catalina, conquista de Jamaica, guerra contra Francia... Luego comienza su gestión en Venezuela: Comandante del Batallón Veterano de Caracas, Gobernador y Capitán General de Nueva Andalucía, donde crea la Compañía de Cadetes Húsares Nobles de Fernando VII, a la cual perteneció Antonio José de Sucre; llegó a detentar la máxima autoridad realista en Venezuela en el terrible año 14, cuando su autoridad fue desconocida por las hordas díscolas y asesinas de José Tomás Boves. Al llegar el ejército expedicionario de Pablo Morillo, en 1815, entrega el mando y en 1816 "partió para España en compañía de su esposa y de un niño de 12 años, Juan Manuel Cajigal y Odoardo, su pariente, y quien más tarde sería un erudito matemático". Sus servicios a la corona no terminan allí, pues en 1817 es designado Capitán General de Venezuela, cargo que no llegó a ocupar, y luego el mismo empleo en Cuba del que se retira por razones de salud en 1820, pero se queda en Guanabacoa, donde muere en 1823 a la edad de 69 años. Mas lo que nos interesa de esta historia es que este anciano se ocupó de dar una esmerada educación al huérfano.

De su formación y su regreso a la patria, nos dice el Diccionario de historia de Venezuela:

Al quedar huérfano de padre en 1810, se encargó de su educación y de la de su hermano, un primo de su padre, Juan Manuel Cajigal y Niño quien en 1816, y después de servir en Venezuela, regresó a España, llevándole consigo; allí recibió una esmerada educación; ingresó en las clases de cadetes en el cuerpo de Húsares Montados y en la Universidad de Alcalá de Henares, y en 1823 fue enviado a Francia donde culmina sus estudios de matemáticas, en una forma tan resaltante que en 1828, le es ofrecida una cátedra de matemáticas en una institución educativa de París. A fines de ese año regresó a Venezuela y ofreció sus servicios a José María Vargas, quien recomendó su nombramiento al gobierno de Colombia, pero no hubo ningún pronunciamiento al respecto, lo cual llevó a Cajigal a Cumaná donde por un tiempo actuó como secretario del general José Francisco Bermúdez...

Marie Duplessis
1824-1847

Luego de la disolución de la Gran Colombia lo veremos muy activo: director de la Academia Militar de Matemáticas, dirigió la instalación de los primeros telescopios de Caracas,  miembro de la Sociedad Económica Amigos del País, parlamentario, comisiones de los Ministerios de Guerra y Marina y de Relaciones Exteriores, encargado de la cátedra de Literatura de la universidad, etc. Como ya indiqué, se le envió a Londres y luego a París en misión diplomática. Allí conoció a una muchacha de vida libre que causaba furor en la Ciudad Luz: Marie Duplessis, personaje que inspiró a Alejandro Dumas hijo para protagonista de su novela La Dama de las Camelias y a Giuseppe Verdi para el personaje Violeta Valery en su ópera La Traviata (La Extraviada).

Hace años leí que esta cortesana había recibido de un diplomático venezolano "una vajilla de oro" y me preguntaba quién habría sido ese funcionario, hasta que la historia volvió a surgir aquí y allá con el nombre de J. M. Cajigal, nuestro matemático y en efecto recibió su servicio de mesa como regalo, pero ella no era constante, sino que buscaba acomodo social, fortuna y vida fácil. Marie Duplessis buscaba nobles con fortuna, aunque a veces se inclinaba hacia intelectuales como Franz Listz, Alejandro Dumas, o Juan Manuel Cajigal. Al final, la buena y extraviada Marie contrajo nupcias en Londres (1846) con el Conde de Perregaux (matrimonio jamás reconocido por Francia) y murió de consunción (tisis, tuberculosis) a la edad de 23 años. Para entonces Cajigal ya estaba de regreso en Venezuela, viviendo su melancolía (depresión crónica) en Yaguaraparo, frente al Golfo de Paria, hasta su muerte en 1856.

Para el Hit parade de esta semana, en recuerdo a este desvarío de Cajigal y la Duplessis, presento a Teresa Stratas y a Plácido Domingo en dos escenas de La Traviata. La producción es de Franco Zefirelli, Orquesta y coros del Metropolitano de Nueva York, dirigidos por James Levine. 

Imagínense que alguno de esos señores bien vestidos es nuestro matemático barcelonés y disfruten la música.