El proceso carátula |
Soy poco amigo de los libros
ilustrados, a menos que sean de arte o cocina, y mucho menos de los
"comics". Cuando el librero me mostró un ejemplar de la novela de
Franz Kafka EL PROCESO (Ediciones Sinsentido, Madrid, 2011), presentado por los
editores como una novela gráfica, no pude resistir la tentación de comprarlo y
leerlo.
De la solapa: El Proceso, reinventado en esta asombrosa novela gráfica, es el crudo relato de Joseph K. -detenido una mañana por razones que nadie le explica-, quien se debatirá contra un proceso judicial desconcertante. K se ve empujado de un encuentro a otro, a cada cual más desorientador, mientras se va acrecentando su desesperación por demostrar su inocencia por unos cargos desconocidos. Es su retrato sin paliativos de una burocracia autoritaria que pisotea a sus ciudadanos alienados, El Proceso sigue tan vigente en nuestros días como siempre.
Las ilustraciones, macabras e inquietantes, son obra de Chantal Montellier en colaboración con el dramaturgo David Zane Mairowitz. Muy interesante el libro, aunque se pierde la prosa de Kafka. La literatura "ilustrada" está de moda, tal vez para atraer al público no lector. Se lee de una sentada y uno queda con ganar de entrarle al original. Yo mantengo este tipo de libros en una sección aparte en la biblioteca. Recomendable, aunque sigo prefiriendo mis libros sin imágenes.
De la solapa: El Proceso, reinventado en esta asombrosa novela gráfica, es el crudo relato de Joseph K. -detenido una mañana por razones que nadie le explica-, quien se debatirá contra un proceso judicial desconcertante. K se ve empujado de un encuentro a otro, a cada cual más desorientador, mientras se va acrecentando su desesperación por demostrar su inocencia por unos cargos desconocidos. Es su retrato sin paliativos de una burocracia autoritaria que pisotea a sus ciudadanos alienados, El Proceso sigue tan vigente en nuestros días como siempre.
Las ilustraciones, macabras e inquietantes, son obra de Chantal Montellier en colaboración con el dramaturgo David Zane Mairowitz. Muy interesante el libro, aunque se pierde la prosa de Kafka. La literatura "ilustrada" está de moda, tal vez para atraer al público no lector. Se lee de una sentada y uno queda con ganar de entrarle al original. Yo mantengo este tipo de libros en una sección aparte en la biblioteca. Recomendable, aunque sigo prefiriendo mis libros sin imágenes.
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