jueves, 28 de febrero de 2013

El elegido, otra forma de elegir papa

El elegido
Portada
Hasta hace unos meses no había leído ni una letra escrita por Thomas Mann (1875-1955). Lo primero que leí de él fue El elegido (Edhasa, Barcelona, 2007), y de inmediato me gustó. No le hago caso a las críticas que veo por internet porque muchas veces, como en mi caso, no están hechas por especialistas. Digo esto por un artículo que leí en internet cuyo autor no parece haber leído la contraportada del libro, ni haber entendido la obra de Mann; el "reseñador", lleno de prejuicio anticatólico daba como cierta la bella e inquietante historia contada por este indiscutible autor clásico del siglo XX. El elegido es más que eso. Al final del texto, Thomas Mann deja una nota aclaratoria:
Esta narración se basa, en líneas generales, en la epopeya en verso de Gregorius, del poeta del período alto alemán medio Hartmann von Aue, que a su vez la recogió del poema francés Vie de Saint-Grégoire, compuesto hacia 1190.
Veamos lo que nos dice la contraportada:
Gregorius, el Edipo cristiano, es, según cuenta la leyenda, un alemán que ocupó el trono papal a finales del siglo X. En este sentido, El elegido es heredera de un poema germánico medieval, Gregorio o la vida de San Gregorio. Sin embargo, el tema moral subyacente es el Tannhäuser, la fuerza del arrepentimiento. Mann imagina y encuentra en la vida del papa Gregorio elementos atroces e incestuosos, puestos aquí al servicio de una moral con un cierto humor impío, y subrayados con un componente poético, barroco y sombrío.
Es, pues, una recreación de una vieja leyenda, pero con mucho valor literario; una novela muy bien estructurada, donde los personajes cobran vida con profundidad psicológica. La redención existe, y Gregorio lo logra a través del arrepentimiento y la penitencia constante. Como toda leyenda, tiene mucho de fantasía y poco de realidad. El verdadero Gregorio no era incestuoso, ni llevó una vida de recogimiento y penitencia encadenado en una isla desierta en medio de un lago; tampoco hubo una "iluminación" en Roma para ir en su búsqueda...Tampoco es santo. La realidad es más prosaica. Fue escogido para el papado por su primo Otón III, a quien a su vez coronaría como sacro emperador romano-germánico.

Coronación de Otón III (vestido de verde) por Gregorio V (el joven con la tiara)

El personaje histórico es Gregorio V. Fue el primer papa alemán y también el primero que asumió un nombre diferente que el propio (a excepción de aquellos que llevaban nombres paganos como Mercurio, Catelino u Octaviano), en honor a San Gregorio Magno. Su nombre de pila era Bruno. Richard P. McBrien, en su libro Lives of the Popes (Harper, San Francisco, 2000), dedica casi dos páginas a este papa, que tuvo un breve y turbulento pontificado:
Tenía sólo 24 años de edad cuando fue escogido por el primo de su padre, Otón III, a quien servía como capellán- El Papa-designado, de nombre Bruno y biznieto del emperador Otón I, fue a Roma acompañado por dos obispos germánicos y fue formalmente electo y consagrado el 3 de mayo de 996.(...)
En la fiesta de la Ascensión, poco más de dos semanas más tarde, Gregorio V coronó a Otón como emperador y patricio en San Pedro y lo nombró protector de la Iglesia. En un esfuerzo por restaurar las relaciones armónicas entre el papado y los centros de poder en la aristocracia romana y en la Curia, Gregorio comenzó a seguir un curso independiente del emperador. Éste, en consecuencia, rehusó renovar el pacto de Otón I con la Santa Sede, o a devolver ciertos territorios a los Estados Pontificios, como reclamaba Gregorio V.
Allí comienzan a agriarse las relaciones entre la Iglesia y el Imperio, con excomuniones, exilios, ajusticiamientos, el extrañamiento del Papa a Espoleto, sus intentos fallidos por regresar y sus conflictos con la familia Crescentii, que estaban en connivencia con el Emperador bizantino. Gregorio V murió de malaria en febrero de 999, sin haber cumplido aún los 30 años de edad.
Si había abrigado esperanzas de estar en el trono papal en el nuevo milenio, al año siguiente, estas esperanzas fueron disueltas por la Divina Providencia. Fue Enterrado en San Pedro.

Como un recuerdo de la época, disfrutemos aquí al Ensemble Venance Fortunat, 
interpretando Alleluia! Karitate (con K porque está en latín germánico)


miércoles, 27 de febrero de 2013

El Abate Tigrano, candidato al papado

Mi ejemplar de El abate Tigrano y una foto del Pio IX bendiciendo el monumento a la
Inmaculada Concepción desde la Embajada de España el 8 de septiembre de 1857

Entre los libros que tienen muchos años conmigo está la novela El abate Tigrano, candidato al papado (Editorial y librería Goncourt, Buenos Aires, 1978), obra de Ferdinand Fabre, apodado el "Balzac de los curas". Publicada por primera vez en 1873, es una novela al gusto romántico del siglo XIX; unos personajes sensibles hasta el dolor, otros con corazón de piedra, como el protagonista:  Rufino Capdemont, indigno sacerdote, conocido como "Tigrano" por su ferocidad, quien llega a considerarse candidato al papado a la muerte de Pío IX. Había alcanzado una sede arzobispal a pesar las denuncias ante la Curia Romana, por el padre Ternisien, un santo sacerdote franciscano.

Ferdinand Fabre (1830-1898)
autor
Lo interesante de la novela, no es la trama sensiblera decimonónica, sino su ubicación en un contexto político que hoy nos puede parecer extraño, pero al momento era muy actual. Francia acababa de salir derrotada de la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871); el Papa Pio IX estaba refugiado en el Vaticano desde la unificación de Italia que había arrebatado los Estados Pontificios (se resolverá en el siglo XX con la firma de los Tratados de Lateranenses) y su avanzada edad permitía avizorar su próxima muerte y la necesidad de elegir un nuevo Sumo Pontífice; Alemania, unificada y poderosa,  aspiraba ejercer su influencia sobre el Vaticano (el catolicismo alemán estaba afectado por la "guerra religiosa" o Kulturkampf, emprendida por Bismarck contra clero y fieles) y en general las aspiraciones de los gobiernos europeos en influir en las decisiones del próximo cónclave.  Hasta la arruinada Venezuela se creía con derechos de fregar. Era un momento difícil para la Iglesia. Pío IX morirá en 1878, 5 años después de publicada L'abbé Tigrane.

Comencemos por la entrevista del padre Termisien  con el Cardenal Maffei, cuando trata de evitar que Tigrano, culpable hasta de la muerte de un obispo, sea preconizado, en particular por haber logrado serlo mediante manejos políticos. La entrevista termina mal porque el Cardenal considera:
... habéis confundido  dos cosas que, en ninguna época de la historia religiosa tuvieron nada en común. La Iglesia y el gobierno de la Iglesia. La Iglesia sigue siendo hoy lo que fue en todos los tiempos: divina, infalible, por encima de las vicisitudes humanas. En cuanto a su gobierno, obligado a batallar desde su origen contra toda suerte de empresas culpables, particularmente contra las codicias, la corrupción, la avaricia de los gobernantes, tan manifiesta en nuestros días, se vio más de una vez en la necesidad de colocar a su frente jefes más enérgicos que piadosos, más enérgicos que sabios, más animados en apariencia por el espíritu de la tierra que por el espíritu del Cielo.
Pío IX
1792-1878
El Cardenal Maffei despidió al pobre Ternisien con expresiones duras  y francófobas. Muere el franciscano en Tívoli. Capdemont (alias Tigrano) obtiene su capelo cardenalicio y tiene muchos amigos en el Colegio de Cardenales. Se dedica a escribir un libro sobre el pontificado de Pío IX que titula Crux de cruce y tiene sus aspiraciones y ambiciones, que oculta:
Últimamente, Mons. Capdepont se paseaba en compañía de su confidente habitual, el gran vicario Mical, porque el abate Mical ha visto también colmada su ambición (...)
- A fe mía, Monseñor, a juzgar por la marcha que llevan las cosas en Italia y en Europa, veo en vos el Papa futuro -le dijo a quemarropa el profesor de teología del Gran Seminario de Lormiéres.
- ¡Cómo se os ocurre eso, Mical!
- Muy naturalmente. La Francia ha dado ya dieciséis sucesores de San Pedro. Por qué no seríais  vos el decimoséptimo?
- ¡Que Pío IX goce aún de largos días!... Ante todo, si el Padre Santo muriera, la camarilla italiana vencería en el cónclave.
- ¡Pero, Monseñor, vos no contáis más que con amigos en el Sacro Colegio, y los votos podrían muy bien recaer en Vuestra Eminencia!
- ¡Mi Eminencia!... Más de una vez, Mical, os he prohibido que me deis ese título.
El gran vicario, cuyo perfil se ha afilado aún más con los años, hizo una mueca. Enseguida, después de haber registrado los senderos con ojos de ardilla:
-¡Qué importa! -murmuró-, estamos solos.
Allí cerca había un banco, a la sombra de los tilos. El arzobispo se sentó... Parecía fatigado. De pronto, su cabeza, agobiada por los pensamientos, cayó sobre su pecho... Permaneció largo tiempo absorto.
Mical, siempre tan ágil y despierto como le conocimos, prosiguió:
- No ignoro que Pío IX quiere mucho al Cardenal Angelis, Arzobispo de Fermo...
- Sixto V fue arzobispo de Fermo... -respondió Capdepont más que contestando a Mical, a las propias obsesiones de su espíritu.
- Sí -prosiguió el gran vicario-, el cardenal de Angelis podría ser elegido, si, como se ha dicho, la elección debiera verificarse ante el cadáver del Papa difunto, ante...
Otto von Bismarck, Canciller de Alemania
1815-1898
- ¡No! ¡no! -exclamó el arzobispo con energía.
Hubo un silencio de algunos minutos.
Mical prosiguió:
- La Prusia, cuya prosperidad ha llegado, para desgracia nuestra, a ser tan grande, quizá llegue a usar y a abusar de la posición que le han dado los acontecimientos para sostener al cardenal Hohenlohe.
- ¡Un Papa alemán!... Los recuerdos de las largas guerras del sacerdocio y del imperio están aún demasiado vivas en la Iglesia... Es imposible... ¡Con un Papa alemán había que borrar a Francia del mapa del mundo, lo que Dios no permitiría! ¡Cómo! ¿desaparecer la Francia! tanto valdría cayera el cielo y todas las naciones se sumergieran en la sombra.
- ¿Creéis, acaso Monseñor, en el cardenal Bonaparte?
- Ese nombre se ha vuelto sospechoso tanto al mundo religioso como al mundo político. El cardenal Bonaparte, a pesar de sus reconocidas virtudes, no obtendría dos votos si tuviera la pretensión de elevarse hasta el trono pontificio.
- ¿Y el arzobispo de Westminster?
La Reina Victoria, soberana británica
1819-1901
- ¿El cardenal Manning?... Si el Santo Padre, despojado por los bandidos de la Saboya, hubiera aceptado la hospitalidad que le ofrecía en Malta la Inglaterra, la gratitud del Saco Colegio, puesta al abrigo de las persecuciones, hubiera dado posibilidades al arzobispo de Westminster. Pero la noble obstinación de Pío IX al no querer alejarse de Roma, una vez más invadida por los bárbaros del Norte, le quita toda esperanza a su candidatura.
Acosado por sus pensamientos que lo punzaban como otros tanto puñales, el arzobispo se puso de pie, y tomando del brazo al gran vicario, recorrió con paso agitado los más sombríos senderos de su jardín. Las manos que retenían a Mical, como si fueran garras, le quemaban la piel. Evidentemente, Capdepont tenía fiebre. Sus ojos, en los que ardía toda su alma, brillaban en la sombra como brasas. Balbuceaba palabras entrecortadas.
- ¡La tiara! -repitó varias veces-, ¡la tiara!...
- Vuestra cabeza, en la que la mano de Dios depositó todas las potencias de la fe y del genio, sería bastante para sostenerla.
Rufino Capdepont se detuvo de golpe. Miró largo rato al gran vicario. Después, oprimiendose con los dedos de la mano derecha la frente, en la que una ambición casi delirante había encendido las llamas de un incendio horrendo, balbuceó:
Napoleón III, Emperador de los franceses,
derrocado en 1870, luego de la guerra franco-prusiana
- Vamos, Mical, ¿Te has propuesto volverme loco?
Y luego, con un rasgo de buen sentido y una profunda humildad agregó:
- ¡Yo, nacido en una choza de la aldea de Arrós, yo podría ascender las gradas del trono pontifical!... ¡Yo, pecador -tú lo sabes, peco muchas veces en tu presencia, malum coram te feci, como dice el rey David- yo podría llegar a ser vicario de Cristo en la tierra!... ¿Y qué he hecho para eso? -se interrumpió.
Enseguida prosiguió:
- Soy el juguete de una pesadilla horrible... Sin embargo, así .. ¡Ah! el universo católico vería entonces un papa...
- Dios os suscitó para la salud de todos.
- Mical, me parece que me muero... Cállate, te lo suplico, cállate.
Ésta súplica, formulada casi llorando, asustó al ex profesor de moral, que no se atrevió a agregar nada más . (...)
Tigrano Capdepont, no aguantaba las ganas de llevar el Anillo del Pescador. Más adelante en el paseo con el Vicario Mical elucubra:
Camilo Benso, Conde de Cavour
Primer Ministro de Italia
- Ya no es dudoso -murmuró, deteniéndose una vez más en el sendero -, ya no es dudoso que la Alemania y la Italia se han unido para ejercer una influencia decisiva en el próximo cónclave. De esta cuestión del sucesor de Pío IX depende la vida de ese pobre reino de Italia, tan pobre, tan débil, tan mezquino... La obra del conde de Cavour es como una barraca de feria hecha con tablas de pino, y se pretende que la mano que la mano robusta del príncipe de Bismarck coloque la primera piedra de un edificio... ¡Bismarck! ¡he ahí un hombre con quien me agradaría estar en el caso de poder medirme!... En su discurso sobre la Primera década de Tito Livio, Maquiavelo declara que la Iglesia fue en todos los tiempos el obstáculo opuesto a la unidad política de Italia. ¡La Iglesia seguirá siendo todavía ese obstáculo!... Pero, ¿qué hará la Francia ante las intrigas alemanas e italianas?... Veamos, ¿si el Sacro Colegio, a causa de las asechanzas de que no puede dejar de ser objeto o de una revolución siempre inminente en Europa, salvara los Alpes y viniera a buscar refugio entre nosotros?... Entonces... entonces la influencia francesa tendría campo favorable y mi candidatura podría producirse... Trabajaríamos...
- Y seríais elegido, Monseñor.
- ¡Elegido! ¡Elegido!...
- ¿Ante ese resultado tan importante para la Iglesia, tan glorioso para la Francia, Vuestra Santidad no me negaría la mitra, supongo?...
El arzobispo no respondió.
Volvieron a ponerse en marcha.
En el momento de ascender la escalinata del palacio, Rufino Capdepont hizo un nuevo descanso. Después, sucumbiendo a la irresistible fascinación de su ensueño, alzó los brazos al cielo, murmurando:
-¡Quién sabe! ¡Quién sabe!
León XIII
1810-1903
Allí termina la novela. A la muerte de Pío IX se reunió el cónclave y, afortunadamente, el 28 de febrero de 1878, fue electo  el cardenal Vincenzo Gioacchino Pecci, un candidato de salud precaria (y "de transición"), pero que alcanzaría los 94 años de edad, luego de un largo y productivo pontificado. Adoptó el nombre de León XIII. Es el Papa de las Encíclicas, entre ellas Rerum novarum, que llevó la Iglesia Católica a la modernidad y tocó con profundidad el tema del socialismo, el capitalismo, los derechos de los trabajadores y muchos aspectos de la doctrina social de la Iglesia que hoy consideramos normales, pero que para el momento eran toda una novedad. No quiero imaginarme cómo naufragaría la Nave de San Pedro con Tigrano al timón.


Adán y Eva



ADÁN Y EVA

Un niño y una niña estaban mirando un cuadro en el que aparecían Adán y Eva.
-¿Cuál es Adán y cuál Eva? -preguntó uno de ellos.
- No lo sé -repuso el otro-, pero te lo podría decir si tuvieran la ropa puesta.

Fuente:
Los cuentos más breves del mundo; de Esopo a Kafka
Edición y Selección de Eduardo Berti
Páginas de Espuma, Madrid, 2009


Samuel Buttler (1835-1902)
Samuel Buttler fue un novelista y escritor británico, autor, entre otras, de la sátira utópica Erewhon, la novela autobiográfica The Way of All Flesh, traducciones de la Ilíada y la Odisea, y Cuadernos de notas, de donde está tomado este brevísimo cuento Adán y Eva.

martes, 26 de febrero de 2013

Profecías de San Malaquías

El libro de mi abuelo y el rosario que me regaló Benedicto XVI

A raíz del anuncio de S. S. Benedicto XVI de renunciar al pontificado y dejar el camino abierto para la convocatoria de un cónclave para elegir al sucesor, han surgido las típicas especulaciones y cábalas de vaticanistas, periodistas y hasta "hijos de vecina" que opinan sin saber. También vuelven a aflorar, junto con listas de "papabili" (siempre entran al Cónclave varios papas que salen como cardenales), la famosa Profecía de San Malaquías, con su cuenta casi exhausta de sucesores de Pedro. Siempre me gustó Benedicto XVI, además de un gran teólogo fue un buen Papa para la circunstancias en que le tocó llevar el timón de la nave de Pedro. No es una figura simpática, pero el papado no es un concurso de Mr. Simpatía. Todos los días pido por él con el rosario que me regaló en 2005.

Mi abuelo materno tenía un libro sobre el tema. Ahora está en mi biblioteca, muy desgastado por el paso del tiempo y el manoseo milenarista de la tía que me lo regaló. Cada vez que moría un Papa, o se enfermaba, salía el libro a relucir. Lo recuerdo muy remotamente desde cuando murieron Pio XII y Juan XIII, y también en 1978, cuando hubo dos cónclaves con escasa diferencia de tiempo. Se trata de El siglo XX y el fin del mundo, según la profecía de San Malaquías (Editorial la Hormiga de Oro, Barcelona, 1932) por Don Rafael Pijoan, Doctor en Sagrada Teología y Arcipreste de la Catedral de Menorca. Es la cuarta edición del libro publicado originalmente durante el papado de Pio X; debió ser muy popular según deduzco por las diversas ediciones que he visto en venta por Internet; su precio varía entre 6 y 60 euros, dependiendo del estado de conservación y antigüedad del ejemplar. Lo guardo entre los libros curiosos, junto con el Maleus Maleficarum.

Al igual que yo, el padre Pijoan conoció la profecía durante una elección papal. Veamos qué nos dice en el prólogo:
La primera vez que oí hablar de ella, con motivo de la elección  de León XIII, siendo yo muy joven aún, me llené de sorpresa y entusiasmo.
Desde entonces el recuerdo de la citada profecía, las divisas con que señala a los futuros Soberanos Pontífices, la verificación de las mismas durante tantos siglos, el corto número de Papas que, según ella, falta hasta la consumación de los siglos y, por consiguiente, la proximidad del juicio final para la raza de Adán, que habita nuestro miserable planeta, tuvieron gran influencia sobre mis estudios e inclinaciones.
San Malaquías O'Mongoir
1094-1148
Pues bien, Pijoan se dedicó con tesón a desentrañarla y estudiarla; su libro refleja esa dedicación: biografía de San Malaquías; la historia, autoridad y sentido de la profecía; su concordancia con otros cálculos y argumentos, con las Sagradas Escrituras y con la Apocalipsis, y por supuesto, también una larga lista de Papas y sus divisas. Llega incluso a calcular el fin del mundo para 1953. Veamos:
... según se deduce de la Profecía de San Malaquías, y estos hechos (se refiere al largo Pontificado de Pío IX) y los sucesos todos se acelerarán y pasarán con rapidez, no solamente porque estamos en el siglo del vapor y de la electricidad y de los voladores y los grandes inventos, sino también por aquel principio filosófico de que: motus in fine velocior.
4° El final cataclismo, del cual varios de los que viven hoy serán ciertamente testigos y víctimas, y ante el que toda carne se secará de terror y espanto, es un asunto interesantísimo. Si en otro tiempo, de todas las cuestiones que podría proponer un mortal, la más inútil era la época del fin de los siglos, hoy, por hallarse tan próximo este término terrible, es una cuestión verdaderamente de actualidad (....)
5° Es necesario no olvidar que la fecha de 1953 que yo fijo para el fin del mundo, no puede decirse terminante: Yo no la doy sino como aproximada. Decir: el mundo finirá en 1953 equivale a decir: el fin del mundo está próximo. Por consiguiente, ya que esta cifra 1953 la deduzco de datos numéricos, de fechas relacionadas con el asunto que nos ocupa, de autoridades fehacientes y sobretodo del valor imponderable de la Profecía de San Malaquías, puede decirse que ella representa la verdad matemática, no la verdad verdadera, la verdad divina. No soy yo el apoderado del que tiene el derecho para revelar el año real de la ejecución de la sentencia de muerte pronunciada contra el mundo por el Juez Supremo, que da la vida cuando quiere, y la quita cuando le place. Sea, pues, la siguiente, la última y legítima conclusión: Esta generación no pasará sin que se cumplan estas cosas; porque el fin del mundo llegará al terminar la lista de los Papas, de la Profecía de San Malaquías. Por consiguiente, un poco más de tiempo, y el martillo del reloj eterno va a dar la última campanada para la descendencia de Adán.
Habíamos mencionado que el Padre Pijoan llegó en su cuenta hasta Pío X, entonces felizmente reinante. Falta entonces un siglo de Papas hasta Benedicto XVI:
Distinguiremos -nos dice el P. Pijoan- tres grupos en las leyendas que siguen a los sucesores de León XIII.
Primer grupo: Ignis Ardens -Religio depopulata - Fides Intrepida
Segundo grupo: Pastor angelicus -Pastor et nauta - Flos florum
Tercer grupo: De medietate lunae - De labore solis - De gloria olivae.
Después de la divisa : de gloria olivae, concluye la profecía del modo siguiente: "In persequutione extrema sacrae Romanae Ecclesiae, sedebit Petrus Romanus, qui pascet oves in multis tribulationibus; quibus transactis, civitas septicollis diruetur, et Judex tremendus judicabit populum". 
¿Quienes fueron los Papas del siglo XX y sus divisas según San Malaquías? 


León XIII, (1878 - 1902) Lumen in coelo
Pío X, (1903 -1914)  Ignis ardens
Benedicto XV (1914 - 1922) Religio depopulata
Pio XI (1922 - 1939) Fides intrepida
Pío XII (1939 - 1958) Pastor angelicus
Juan XXIII (1958- 1963) Pastor et nauta
Pablo VI (1963 - 1978) Flos florum
Juan Pablo I (1978) De medietate lunae
Juan Pablo II (1978 -2005) De labore solis
Benedicto XVI (2005- 2013) De gloria olivae

Se acabó la lista. Sólo falta Pedro Romano. La viejas de la familia me decían que en la Basílica Mayor de San Pablo Extramuros estaban los medallones con las efigies de todos los Papas, desde Pedro el Apóstol, hasta el presente y que quedaban pocos. La primera vez que visité la Basílica busqué los medallones. En efecto, los de la nave central estaban llenos, así como en las naves laterales, pero había muchos vacíos; me dijeron que Juan Pablo II los había mandado a colocar para los próximos Papas ¿Se acabará el mundo? Sólo Dios lo sabe. Los justos nada deben temer al juicio divino. ...Velad, porque no sabéis ni el día ni la hora.

Nuestras oraciones con Joseph Ratzinger y con quien resulte electo en el próximo cónclave. 
Que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales que en él participen.



lunes, 25 de febrero de 2013

Una décima por Nicolás Rolando

Postal del General Nicolás Rolando (1858-1914)
Jefe de la Revolución Libertadora en el oriente de Venezuela

Virgen santa a quien yo adoro,
dijo una mujer rezando,
con tal que triunfe Rolando
te hago un Rolandito de oro.

i
¡Oh! Virgen Santa querida
reina de todos los santos
ayúdalo que en El Pato
fueron a exponer su vida,
en Cerro Negro enseguida
tomaron brío y decoro
por eso es que yo te imploro
lo lleves a la victoria
para alcanzar así la gloria
Virgen Santa a quien adoro.

ii
Después de El Pilar tomado
en San Agustín vencieron
y por qué Reina del Cielo
todavía no habrán triunfado;
a Carúpano han entrado
a fuego y sangre peleando,
yo el tiempo estoy aguardando
para yo vivir tranquila
sálvalo, Virgen querida,
dijo una mujer rezando.

iii
Si la suerte los abate
mete tu mano piadosa,
yo no he visto Madre hermosa
de San Francisco el combate,
de Aragua no viste el Mato
que dejó a Castro temblando
y si me estás escuchando
llévalo al Capitolio,
de oro te haré un solio
con tal que triunfe Rolando.

iv
Yo te suplico, María,
que en ellos tu gracia ejerzas
para que triunfe la fuerza
llamada Libertadora;
y cuando llegue la hora
del triunfo con tu socorro
de rodillas yo te adoro
y te seguiré adorando
si das el triunfo a Rolando
te hago un Rolandito de oro.


Nicolás Rolando fue uno de los más importantes caudillos venezolanos de finales del siglo XIX. La décima que colocamos hoy está dedicada a él por algún partidario de la Revolución Libertadora, que insurgió contra la naciente dictadura de Cipriano Castro (el Mato al que se refiere el 5° verso de la estrofa iii es Manuel Antonio Matos, el banquero que lideraba la revolución). Rolando era natural de Barcelona ciudad a la que dotó de importantes obras durante su Presidencia del Gran Estado Bemúdez, entre ellas la preciosa Ermita del Carmen, construida sobre las bases de una inacabada iglesia colonial y decorada con un exquisito gusto europeo (quien visite Barcelona y no se llegue hasta la ermita, no se puede decir que conoce la ciudad).

Tomé la décima del libro La décima popular en Venezuela (Fundación Bigott, Caracas, 2010) de Efraín Subero. Nos dice Subero que Andrés Eloy Blanco incluyó en Baedecker 2000 la copla que la inicia:

En Aragua era día de feria
y los cuatro horizontes derramaban vacadas.
Aquí solté una copla a los aires
y la clavé, puntera, en los rebaños:
-"Virgen Santa, yo te adoro,
-dijo una mujer llorando-
con tal que triunfe Rolando
te doy un rolando de oro".

Bautisterio de la Ermita del Carmen, Barcelona

domingo, 24 de febrero de 2013

Morillo en Miraflores (y algo más)


Por fin terminé de desenmarañar el cuento que involucra al Pacificador don Pablo Morillo y los terrenos que hoy ocupa el Palacio de Miraflores. Los datos son confusos y a veces contradictorios, pero siempre ubican al expedicionario español, un supuesto tesoro enterrado y también una fallida historia de amor. Ahora cumplo con lo prometido hace unos meses al amigo Sergio Guzmán.

Antes de entrar en calor, nos ubicaremos físicamente en el lugar de los hechos para darnos una idea de cómo era la zona en la segunda mitad del siglo XIX. La nomenclatura de Caracas (Ernesto Armitano Editor, Caracas, 1978) de Rafael Valery, al referirse a la esquina de Miraflores, nos presenta un paisaje suburbano de transición, en las afueras de la ciudad. Nos señala:
Patio interior del Palacio de Miraflores
Tomada de wikipedia
En el lugar que aparece en el plano de 1875 con el nombre de los Monos, existía una posesión conocida como la Trilla, que en 1884 adquirió el Presidente Joaquín Crespo del industrial Ernesto Stein, por treinta y siete mil bolívares, para edificar allí su residencia. La fábrica fue puesta bajo la dirección del italiano Orsi de Montebello, pero las obras tuvieron que ser suspendidas por varios años. Desterrado, en 1888 se encontró Crespo en Lima con el pintor español Oñate, a quien trajo a Caracas cuando su regreso al poder, en 1892, le permitió continuar sus trabajos. Contrató además al arquitecto Juan Bautista Sales, quien había trabajado en "Santa Inés", y con éste vino una verdadera colonia de artesanos catalanes: tallistas, escultores, decoradores, maestros de obras. (...)
El Cojo Ilustrado, el 1° de junio de 1899, ya muerto Crespo, lo consideró "el edificio más vasto, costoso y magnífico fabricado en el país para residencia privada". Se dice que Crespo llegó a hipotecar algunas de sus propiedades en Caño Amarillo para continuar la obra, y que un día mandó a quemar las cuentas...
Un poco más antiguo, pero también anterior a Morillo, es el nombre de la esquina de Bolero, que proviene, tal vez, de un fabricante de bolas para un juego europeo que nosotros llamamos "bolas criollas". Cerca de allí, hacia el sur, está la esquina de Camino Nuevo que se refiere al camino que abrió el Capitán don Juan de Guevara en 1603 con dirección al mar, que era el primitivo Camino de la Mar, hasta que se abrió el Camino de los Españoles. En el plano de 1843 se le denomina esquina del Teque, pero en de 1852 aparece Camino Nuevo. La sabana del Teque fue famosa en 1811-1812 por una revuelta de canarios contra la República; una vez derrotados, los participantes fueron juzgados y ejecutados. Quizá de allí surja la primera parte de la leyenda que nos habla de un "pozo de la muerte".
Plano parcial del centro de Caracas.
Se pueden observar las equinas de Bolero, Miraflores y Camino Nuevo

Luis Beltrán Reyes, en su obra Santiago de León de Caracas en sus leyendas históricas (El Pastoreño, Caracas, 1993) nos presenta en tres capítulos diferentes la leyenda de Pablo Morillo y  el supuesto tesoro enterrado en los terrenos de La Trilla, donde hoy se erige Palacio de Miraflores (trataré de corregir su arbitrario uso de los signos de puntuación):
...Ya desde la colonia -nos dice don Luis Beltrán-, mucho se sabía con respecto al pozo de la muerte o de los desaparecidos, y también sobre algunos muertos allí enterrados (...) que en pleno día abandonaban sus tumbas para vagar por algunas calles de la ciudad avileña. Cierto o no esto último, se sabe con certeza que, durante las luchas emancipadoras, no se dejó de creer lo que narraba en todos sus detalles esta leyenda, y, especialmente, de los principales protagonistas que la llenaban.
(...) Las muchas cosas que de dicho lugar se decían, eran tan espeluznantes, que gran parte de los caraqueños, al pasar frente a ese lugar, se santiguaban hasta tres veces, por temor de que algo maldito se les pegara, pues mucha gente afirmaba que allí estaba el demonio con un gran número de almas que había arrastrado a sus infernales dominios.
Joaquín Crespo, dos veces Presidente
de los Estados Unidos de Venezuela
(...) Tales eran algunos de los más conocidos comentarios sobre los habitantes de ese lugar regido por el mismo Satanás, y que todavía se recuerda con espanto y con gran temor de que, cuando menos se piense, salgan otra vez del lugar donde el General Joaquín Crespo mandó a construir el hoy llamado Palacio de Miraflores, asiento principal de los presidentes de la República (...) 
El cronista nos refiere que nunca se ha tenido noticias de que el pozo de la leyenda fuera eliminado, sea durante la construcción del Palacio de Misia Jacinta o luego de su adquisición por la Nación en 1911. Tampoco fue encontrada la cámara del tesoro que Pablo Morillo utilizaría para guardar las joyas secuestradas (o entregadas, según el caso). El edificio no necesita un pozo endemoniado para parar el pelo; basta con un siglo de gobiernos malos, regulares y alguno bueno para que exude diablerías. Otro día volveremos a este bello edificio y de una historia de amor, odio y sexo que se produjo hace casi 80 años en una de sus habitaciones.

No, Sergio, no he olvidado la confusa historia de Morillo y su tesoro. Veamos lo que nos cuenta el autor para desenmarañar esta confusión:
... se recuerda al Mariscal de Campo, Don Pablo Morillo, que fue engañado con un fabuloso tesoro falso, por la hermosa y linda joven María Cristina Chirinos, para vengarse de las crueldades que cometía con los patriotas que caían en sus manos. Para entonces se dijo que Morillo, creyendo en la bondad de ese tesoro, le dejó enterrado precisamente en los alrededores del "pozo de la muerte", y con intención de recogerlo a su regreso de Cartagena, a donde pensaba embarcar.
Don Pablo Morillo y Morillo
Conde de Cartagena y Marqués de La Puerta
Y así fue, pero a su regreso a Caracas, su desilusión fue grande al encontrar en las siete valijas que intentaba llevarse a España, y donde donde había enterrado el falso tesoro, pedazos de cobre y otras baratijas de pésima calidad, que en nada tenía que ver con las lindas y brillantes monedas de oro ofrecidas, como ya apuntamos, por la encantadora y linda María Cristina Chirinos...
Aquí nos ubicamos en el tiempo. Como indicamos en nuestro artículo sobre la leyenda El soldado y la Virgen del Rosario, Pablo Morillo llegó a Caracas a mediados de 1815 y a los pocos días partió a Cartagena, dejando al frente de la fuerzas expedicionarias en Venezuela a don Salvador de Moxó. Esta María Cristina debió ser rápida como un lince para caerle encima a este señor. Él regresará a Caracas en 1817 y retornará a España en diciembre de 1820, luego de concluir con Bolívar el Armisticio y Regularización de la guerra. ¿Cómo se levantó la bella María Cristina al Pacificador? ¿De dónde sacaría las joyas? ¿Era tan "agallúo" don Pablo? Esto huele a conseja de viejas.

En otro de los capítulos, al referirse a las relaciones de María Cristina con Morillo, el autor parece identificarla, y comienzan a surgir las contradicciones. Esta vez Morillo debe levantar un empréstito sobre la población para sufragar los gastos de la expedición. Recuérdese que Caracas había sido asolada por el terremoto (1812), la guerra a muerte, el hambre y la emigración a Oriente. Los caraqueños que huyeron con Bolívar y no murieron lanceados por las hordas de Boves, eran perseguidos por sospechosos. Muchos realistas, entre ellos María Antonia Bolívar, también habían emigrado. Quedaban en la ciudad pocas personas, la mayoría realistas, o los imposibilitados a abandonarla:
...Como es de suponer, esta llegada del llamado "Pacificador" no fue nada agradable para los que con entusiasmo y adulancia, lo habían ido a recibir. Fue entonces cuando  se dijo con mucha insistencia, que el acaudalado Antonio Chirinos se le había ofrecido para allanar cualquier dificultad que se le presentara al enviado de S. M. Ha de saberse que este riquísimo canario tenía una preciosa hija que aspiraba casar con un hombre que llenara en todo sus ambiciones. (...) Tan pronto que se le presentó la ocasión, su linda hija, la dulce María Cristina, como todos sus amigos le llamaban, fue llevada a la presencia del General Morillo, y con gran esperanza que el llegado señor se prendara de su adorada hija. (...) a Morillo no pareció interesarle un matrimonio por los momentos. Pero esto fue gran consuelo y utilidad para la rica y bella María Cristina, que tampoco pensaba casarse con el primer hombre que escogiera su padre. (...) se interesó únicamente por el general Pablo Morillo para conocer a fondo, en todos sus detalles, los planes que este enviado a América por el Rey, proyectaba contra los patriotas americanos (...) María Cristina era una grandísima defensora de los patriotas...
¿Y entonces?  El viejo canario Antonio Chirinos estaba tratando de evitar un empréstito y busca más bien de capturar al Pacificador para sus planes de encumbramiento social. No se ven valijas de monedas de oro por ningún lado, sino un coqueteo interesado de esta Mata Hari criolla. Morillo no muestra interés por la muchacha. Él era un oficial bien formado y no revelaría sus planes en cotilleos con una guaricha indiana, que tampoco estaba interesada en él. ¿Y el tesoro?

Leamos ahora qué nos dice sobre el particular otro capítulo del libro:
Pablo Morillo según Adriá Fruitós, tomado de www.el malpensante.com
(...) Como ya vimos, la primera preocupación del gallego expedicionario, fue exigir un empréstito alto y oneroso a toda la vecindad que ya empezaba a dar señales de su inconformidad y desasosiego ante tales perspectivas, pero sin dejar por otra parte de fingir que "estaban dispuestos a cualquier sacrificio en beneficio de su Rey". En estas circunstancias, muchos fueron los personajes de alto rango los que visitaron a Morillo para ofrecerle sus buenos servicios (...) Entre tales y poderosos señores (...) se hallaba el canario Juan Pablo Mosquera, quien había amasado una gran fortuna durante el tiempo que llevaba en Venezuela. Ninguno como él -y según su propia confesión-, poseía las mayores riquezas dentro del territorio venezolano. Había que ver parte de esas riquezas representadas en las más bellas perlas de Margarita y en cantidades verdaderamente fabulosas; grandes arcones donde se hallaban apiñados numerosos lingotes de oro de doce kilos cada uno, y todo esto sin contar diez baúles llenos de las más ricas y variadas piedras preciosas...
Ahora desaparece Antonio Chirinos y surge otro canario, Juan Pablo Mosquera, que presume de su fortuna (o blofea) y hasta presenta un inventario de sus bienes al Pacificador para que "acabara de una vez con los revoltosos", porque Mosquera era enemigo declarado de los independentistas... Entonces ¿Cómo salvó su riqueza este realista cuando los patriotas perseguían a españoles y canarios y los mataban como palomitas en 1813? Mosquera ahora denuncia conspiradores, que son apresados y sometidos a tortura. Pero lo que más interesó a Morillo fue el inventario y nos dice el autor que se encerró por varios días en una vieja casona donde muchos años más tarde Crespo construiría el Palacio de Miraflores:
Y fue allí precisamente donde Morillo hizo construir apresuradamente un subterráneo a cuatro metros de profundidad, con la intención de que se depositara provisionalmente aquellas fabulosas riquezas donadas por tan generoso y sumiso servidor del Rey. Cuando Morillo partió a la campaña de Nueva Granada, (...) tres noches antes, estuvo encerrado en ese lugar, contando una y otra vez, las piedras preciosas y aquel mar de perlas margariteñas que contenían aquellos arcones...
(...) Pero ha de saberse con toda seguridad que el jefe realista no llevó a la Península ni una sola piedra preciosa de aquella gran fortuna. Su intención era pasar una corta temporada en Cádiz y regresar nuevamente a Venezuela para llevarse a Francia esa fortuna que secretamente había dejado enterrada...
Monumento a la entrevista de Bolívar y Morillo
Santa Ana, estado Trujillo
Tomado de www.ciudadccs.info
Aquí hay muchos aspectos que no cuadran. La supuesta entrega de la fortuna de Mosquera habría sido en los pocos días que pasó Morillo en Caracas en 1815 antes de partir a Cartagena, tiempo que también debió compartir con la bella María Cristina, la apertura de la fosa para el entierro, y encerrarse a contar las joyas una y otra vez ¿Cuándo iba a trabajar y planificar su campaña?

Regresa a Venezuela a inicios de 1817 y concluye su misión el 17 de diciembre de 1820, después de concluir los tratados de armisticio y regularización de la guerra para los que fue instruido. Difícilmente podría pensar regresar a Caracas a buscar un tesoro y llevárselo a Francia.

El ladrón y corrupto era Salvador Moxó, a quien echó de Venezuela acusado de todo tipo de faltas. Morillo, a pesar de todo, era un súbito fiel que no tenía interés en apropiarse de bienes de la corona. Los túneles excavados bajo el suelo de Caracas, precisamente bajo la casa de la Real Hacienda, entre otros, hubiera servido para guardar los fondos. Si existieron, seguro fueron agotados en las campañas militares en Venezuela y Nueva Granada.


sábado, 23 de febrero de 2013

Feliz Purim


Purim es la última festividad del calendario judío y tiene lugar el decimocuarto día de Adar, exactamente un mes antes de la Pascua. Se trata de una fiesta muy alegre en la que se celebra la salvación de la comunidad judía persa del genocidio urdido por el malvado Haman, primer ministro del rey persa Artajerjes II (Asuero, en las biblias en castellano). Purim también señala el inicio de la primavera y de la "limpieza primaveral" para la Pascua. Toda la harina almacenada para pasar el invierno debe consumirse entre Purim y Pascua, por tanto, Purim es la fiesta de las pastas.
Hamantashen u Orejas de Haman, pasta típica de Purim.
¡Muy sabrosas!
En este día tiene lugar una especie de carnaval de comida, fiestas de disfraces, canciones y bailes. También se ponen en escena obras teatrales o parodias de la historia registrada en el libro de Esther que recuerda la trama frustrada de Haman para asesinar a los judíos persas. También es la fiesta de los regalos, sea en comida o en dinero.

Libro de Esther, ilustrado con escenas alusivas a la historia.
Para celebrar la ocasión, dejo aquí unas coplas de Purim, interpretadas por el Grupo Raíces.




viernes, 22 de febrero de 2013

Pesto alla pantesca

Spaghetti con pesto alla pantesca

Entre las soleadas islas que rodean a Sicilia, se encuentra Pantelaria (Pantellería en italiano), famosa desde la antigüedad por sus alcaparras, orégano y uvas pasas. Es una isla de origen volcánico situada a 70 Km de la costa africana y 85 de la italiana, cuya población no alcanza los 8000 habitantes. Tiene la gastronomía local unos cuantos platos interesantes, entre los que podemos mencionar los Ravioli amari (rellenos de ricotta y hojas de menta), el coucous de pescado, las Mustazzola (esfolia rellena de sémola, miel, naranja confitada y esperia) o los ravioli rellenos de ricotta, azúcar y canela. En Italia las alcaparras de Pantelleria, preservadas a la sal o en salmuera, son sinónimo de calidad. En la isla se usan las alcaparras en abundancia y las agregan hasta a las ensaladas que acompañan con el queso local "Tumma", y el Pesto alla Pantesca crudo, que es la receta que compartiremos hoy.
Capperi de Pantelleria al sale

La receta está tomada del fascículo Isole de Sicilia de la serie La Grande Cucina Regionale, editado por Corriere della Sera (Vol. 22) en 2005. Es un plato estival fácil y rápido de hacer.


PESTO ALLA PANTESCA
(Para dos porciones)


Ingredientes:
  • 320 gr de spaghetti
  • 30 gr de aceitunas verdes sin hueso (Para variar la receta se pueden usar aceitunas negras Kalamata)
  • 40 gr. de alcaparras de Pantellería (Fuera de Italia son difíciles de conseguir. Se pueden remplazar por alcaparras de calidad) 
  • 100 gr. de atún en aceite
  • Aceite de oliva extra virgen, al gusto.


Preparación:

  1. Se lavan y exprimen las alcaparras; se despepitan las aceitunas. Se drena el aceite del atún. Se puede reservar alguna aceituna para adornar el plato servido.
  2. Se procesan los ingredientes sólidos (aceitunas, alcaparras y atún) en el "picatodo". Quedará una mezcla grumosa con aspecto de aserrín.
  3. Se agrega aceite de oliva extra virgen y se procesa hasta que quede con una consistencia de pesto.
  4. Mientras tanto, ponemos a cocinar la pasta según las instrucciones del fabricante hasta que estén al dente (eso es muy importante). Se drena la pasta y de inmediato se adereza.
  5. En una pieza amplia, se vierte la salsa. Se le agrega la pasta cocida y se mezcla bien.
  6. Se sirve. Se adorna con las aceitunas y alcaparras reservadas o con una lluvia ligera de escamas de peperoncino, para darle un toque picante.

Para maridar, Corriere della Sera recomienda el vino Contea di Sclafani Grecanico o el Soave. También podemos tomarnos una cerveza bien fría ¿Qué lo impide?


Spaghetti con pesto  alla pantesca, utilizando aceitunas negras de Kalamata

jueves, 21 de febrero de 2013

Ley del cuerno

La Ley del cuerno
Portada
Foto Agencia Venezolana de Noticias
La Ley del Cuerno (Puntocero, Caracas, 2011) es una selección de reportajes de prensa escritos por periodistas laureados por su labor de investigación sobre el narcotráfico, la violencia y el crimen organizado en México. Se trata de un examen descarnado de la triste realidad mexicana, que nos lleva a pensar y reflexionar sobre el estado social no sólo de ese país, sino del continente. ¿Cómo se pudo llegar allí? ¿Se resolverá alguna vez este problema? El panorama no está claro.

En la contraportada leemos:
La sangre que el narco mexicano deja a su paso es una de las sustancias noticiosas más aprovechadas durante el último año por los medios de comunicación globales. Generalmente lo hacen en forma de píldoras informativas cuyo principio activo es la monstruosidad: la imagen de un cuerpo decapitado, la de un vehículo abaleado rodeado de cadáveres o, simplemente, alguna cifra estadística de impacto que nos ponga los pelos de punta.
La guerra contra el narcotráfico que se libra en México es un fenómeno infinitamente más complejo al que solo podremos aproximarnos cuando logremos rebasar las imágenes y los titulares que el rating demanda. Es por ello  que hemos decidido reunir en este volumen los trabajos de siete periodistas que han investigado el tema en profundidad, que han reflexionado sobre él y que han recorrido el campo de batalla para conocer de primera mano las historias de aquellas personas que, por voluntad o forzosamente, protagonizan este conflicto.
Los textos han sido seleccionados con la intención de ofrecer al lector una visión estereoscópica...
Y ese objetivo de dar una amplia panorámica se logra. De lectura fácil, enfoca el conflicto desde diversos ángulos. Se lee de un tirón y uno queda preguntándose muchas cosas. Recomiendo este libro a quienes desean actualizarse un poco sobre el tema.

Los narcos mexicanos ("narcocharros", como se les conoce en Venezuela)  han creado su propia cultura de violencia, intimidación, armas, sangre, drogas y muerte. Se exhiben como lo hacen todo los narcos del mundo, pero con un dispendio azteca que se refleja en sus tumbas lujosas con aire acondicionado, teléfono y hasta comedor (hay que pensar en Día de los Muerto -digo yo), la creación de un género cinematográfico (si  escribes en YouTube "películas narco completas", podrás tener largas horas de "sano entretenimiento" y apología al crimen) y hasta un repertorio musical o narco-corrido. Hasta allí no llegaron sus colegas colombianos, que a su lado se ven discretos.


Dejo aquí un narco-corrido que capturé en la red.
Se titula Los Sanguinarios del M1;
es una expresión "cultural" de la Ley del Cuerno.



miércoles, 20 de febrero de 2013

La isla de los muertos

La Isla de los Muertos, por  Arnold Böcklin (1883)
Caronte, previo pago, hace llegar las almas de los difuntos al lugar de reposo.
Colección de la  Alte Nationalgalerie, Berlín.
Conversaba  una tarde de Carnaval, entre tapas y cervezas, con el amigo Sergio Guzmán sobre lo divino y lo humano. Me recordó el compromiso que tengo con él sobre unas leyendas caraqueñas que involucran al Pacificador Pablo Morillo y los terrenos donde se erige el Palacio de Miraflores (los publicaré este fin de semana) y me propuso para el Hit Parade de esta bitácora una serie sobre la Secuencia del Oficio de Difuntos Dies Irae, que tanta influencia ha tenido en la música occidental desde que Tomás de Celano, amigo y biógrafo de San Francisco de Asís, lo compuso en el siglo XIII. Es uno de los mejores poemas en latín medieval que fue de uso frecuente en la liturgia católica hasta el siglo XX.  Sergio tendrá su serie que le organizaré por orden cronológico en varias entregas.
La melodía gregoriana que hizo famosa la Sequentia Dies Irae, Dies illa, es simple y dramática a la vez. Le comenté a Sergio sobre el Poema Sinfónico Op. 29 La Isla de los Muertos de Sergei Rachmaninov, en el cual introdujo el motivo de la melodía litúrgica, como referencia a la muerte. Lo propio hizo Hector Berlioz en la Symphonie Fantastique y aún hoy de cuando en cuando surge en obras académicas y populares.


No soy fan de Rachmaninov; me parece muy edulcorado y pegostoso para mi gusto. Sin embargo, este Poema sinfónico sobresale, en mi humilde opinión, por su carácter, pathos e invención. Lo conocí a través de una grabación de los años 50 que me recomendó uno de los dependientes de la tienda HMV de Ottawa, Canadá. Era éste un joven virginiano apasionado por la música del siglo XX que me enseñó mucho y me orientó en la exploración de los autores contemporáneos. El cuadro de Arnold Böcklin que encabeza este artículo fue fuente de inspiración para que el maestro ruso compusiera La Isla de los Muertos . El pintor suizo produjo cuatro cuadros sobre este tema (Toteninsel).

Sergei Rachmaninov
1873-1943
Compositor
Hoy presento, como abreboca a la serie Dies Irae, el  Poema Sinfómico la Isla de los Muertos Op. 29 de Sergei Rachmaninov, interpretado por la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo, dirigida por Sir Andrew Davis. Espero que lo disfruten.

martes, 19 de febrero de 2013

Eduardo Blanco en pose

Hace unos meses compré un ejemplar de Fijar la patria; Eduardo Blanco y el imaginario venezolano (bid & co. Editor, Caracas, 2011), que es una selección de ensayos orienta a aproximarnos sistemáticamente a la figura y obra de Eduardo Blanco (1839-1912), figura destacada de las letras venezolanas del siglo XIX, y autor de dos obras que se han aposentado en el imaginario colectivo nacional: Venezuela heroica y Zárate. La edición fue coordinada por Beatriz González-Stephan y Carlos Sandoval y contó con la participación de reconocidos especialistas en la materia. En otra oportunidad reseñaré este libro.
Eduardo Blanco
por Antonio Herrera Toro, 1883
Hoy lo aprovecho para colocar dos cuadros venezolanos y presentarlos con comentarios extraídos del libro en referencia. El primero de ellos es un retrato del escritor, comisionado por éste a Antonio Herrera Toro, en la cúspide de su carrera (arriba). En los dos últimos años Eduardo Blanco había publicado, con éxito de best seller, Venezuela Heroica (1881) y Zárate (1882). En él se le presenta:
... en el apogeo de su fama como escritor. Consciente del vedetismo que rodeaba a los artistas, asumió la compostura de una individualidad con clase y temperamento, con un determinado lenguaje corporal dramático que habían impuesto las tarjetas de visita. La importancia de aparecer en forma natural y en una pose que identificara al sujeto con sus quehaceres profesionales lo distanciaba del solemne estilo del retrato tradicional. Exhibiendo la moda francesa, al llevar un traje oscuro y sin adornos, marcaba un nuevo tipo de masculinidad seria y adusta, y más cónsona con el hombre de estado. El vestuario y las formas exteriores ahora constituirían la identidad del sujeto.
Eduardo Blanco tenía un físico envidiable y fue, además, un gran escritor para el gusto de la época. Supo sacar provecho de ambas circunstancias y a la vez servirle a la patria donde él se desempeñaba mejor; escribiendo y levantando ánimos en el contexto de una "república fallida".
De naturaleza enfermiza y flemática, a pesar de tener una musculatura envidiable, nunca estuvo bien equipado para el ejercicio militar -del que se retiró rápidamente-, para dedicarse más bien, entre otros, a los relatos épicos y fabulaciones entre caballeros y bandidos, damas fatales y hombres de bien. Probablemente había descubierto que era más eficaz como soldado de las letras que de las armas. Y también probablemente como hijo de una familia mantuana, no estuvo demasiado interesado en una guerra (la Guerra Federal) cuyo trasfondo poco favorecia a las oligarquías terratenientes. Prefirió así escribir sobre guerras ya lejanas que pocos recordaban, lo que le permitió un amplio margen de libertad para acomodar la realidad de los hechos a los gustos más literarios de la época.
Allí estuvo la clave del éxito literario de Blanco quien, con los cuadros de Venezuela heroica, supo despertar un sentimiento y un orgullo nacionales hasta el momento en decadencia. Aún hoy es libro de lectura obligatoria en las escuelas venezolanas. Llegó a donde otros escritores no alcanzaban y mantuvo su popularidad hasta el día de su muerte. Las letras no bastan para explicar este logro; él era también un hombre de mundo que sabía promocionarse y era casi un símbolo sexy en la Caracas de entonces.
...Era una vedette, una celebridad, un "gran personaje" como diría Santiago Key-Ayala de él, "con su porte olímpico y continente señoril, que lo hacían inconfundible"; hombre gallardo, alto, elegante, vestido a la última moda parisina, con barba y bigote al estilo Napoleón III, mimado por las damas caraqueñas, aclamado en los salones y cafés, asiduo concurrente a coleos de toros, protagonista en las fiestas y saraos, amigo íntimo de los artistas plásticos del momento...
Esta la amistad con los pintores más importantes del momento, para quienes posaba como modelo para sus cuadros (sería interesante saber los nombres de los héroes nacionales que llevan el cuerpo de don Eduardo), lo que nos lleva a Miranda en La Carraca, de Arturo Michelena, para el cual Blanco sirvió de modelo.
... Cuando el cuadro de Michelena estuvo terminado, largas filas de personas, por varios días, concurrieron para verlo, y no para apreciar precisamente la obra del artista, sino para ver la transfiguración de Eduardo Blanco en un personaje histórico. Lo que interesaba sobremanera era la simulación, la perfección del disfraz, la capacidad de optar por otras identidades. En otras palabras, nuestro autor era lo que se dice un showman, un actor. Muy lejos de lo que sería el escritor bohemio, pero también distanciado del perfil del artista romántico.

Miranda en La Carraca
por Arturo Michelena

lunes, 18 de febrero de 2013

Elogio de la berenjena

Elogio de la berenjena
Portada

Hace unos días mi amigo y colega Ender Araujo Romero me prestó un libro sin yo solicitárselo. Nada de particular, dirán algunos, pero yo lo considero un acto de confianza y valentía. Hay un proverbio que dice: Libro prestado; perdido o estropeado. Ender me indicó mientras me lo entregaba, que le había sido regalado hace unos años por una amiga a quien él quería mucho. Le advertí lo del proverbio, y mientras hojeaba el libro, le dije que provocaba robárselo. Esta semana, cuando concluya la lectura y tome algunas notas se lo devolveré en las mismas condiciones que lo recibí. Sólo así se puede retribuir la confianza.

El libro al que me refiero se titula Elogio de la Berenjena (Javier Vegara Editor, Buenos Aires, 2000), obra de Abel González, periodista argentino. Se trata de un delicioso libro de anécdotas e historia menuda de personajes históricos y de cosas que tal vez comieron, mas nos advierte el autor:
Estas inciertas, vacilantes crónicas, diría Jorge Luis Borges, oscilan -sin decidirse- entre el relato de época, la biografía fantasiosa, el comentario gastronómico y el recetario de cocina.Partí de la tesis de que comer forma parte insoslayable de la cultura humana. Lo que se lleva a la boca -tanto crudo como cocido- alcanza en efecto, para definir una civilización entera. Y lo mismo se puede decir de los individuos. Porque no es igual almorzar unas tostadas con caviar que despacharse un pan flauta con mortadela y queso. "Lo que un hombre pone en la mesa -decía Oscar Wilde, es inseparable de su estilo". Así, todos los personajes famosos que figuran en este libro comen aquí no para saciar su mucho apetito (que también lo tuvieron) sino para que uno sepa mejor cómo vivieron en algún momento de su existencia.
En efecto, en el libro desfilan  numerosos personajes: políticos, militares, cineastas, escritores, pintores. A medida que lo leo, lo disfruto y me preparo a tomar nota de las recetas más interesantes, para luego devolverlo a su legítimo propietario que es, como la dedicatoria que le escribió su amiga cuando se lo regaló:..."un gourmet valiente, tajante hasta el dolor".

Por simple curiosidad busqué también en el índice para ver si había algún venezolano entre los famous who que figuran en él. Pensaba en particular en Francisco de Miranda que todo lo dejaba registrado en su diario, incluyendo sus aventuras gastronómicas (desde el caviar que comió en la Corte de Rusia, hasta la olleta y las hallaquitas que añoraba en Coro), pero quien surgió fue Simón Bolívar, que era bastante frugal.

Al referirse a los amores de Simón Bolívar con Manuela Sáenz -tormentosos y posesivos como corresponde a una relación del romanticismo-, el autor menciona de Manuelita podía ser también "clemente como ninguna, tierna y amorosa. Como sabía que al Libertador le gustaba mucho, le regalaba el estómago con una leche nevada que había aprendido a hacer cuando era niña". La víspera de su muerte, señala, "le habían dado de comer al general una leche nevada, de la que apenas tomó dos cucharadas. Los oficiales que rodeaban su cama le gastaron algunas chanzas y él murmuró: '¡Ah, mi Manuela!'..."


LECHE NEVADA A LA SIMÓN BOLÍVAR

Manuela Sáenz
Ésta es una vieja receta peruana. Por algunos comentarios se sabe que Manuela Sáenz, amante de Bolívar, le daba un toque personal, que si bien no le imponía un gusto diferente, al menos le añadía un poco de encanto. Se disuelve una taza de crema de leche en otra taza de leche fría. Se le agrega azúcar a gusto y se bate muy bien hasta que haga alguna espuma. En un plato se coloca una rodaja fina de bizcochuelo sobre la cual se va echando con una cuchara esa espuma hasta cubrirlo del todo. Se sirve con un relieve de confites. Manuela le ponía un poco de ralladura de chocolate y mojaba el bizcochuelo con unas pinceladas de ron venezolano... que es el mejor del mundo, por más que protesten los castristas y se enojen los zapatistas.