Virgen de los desposados Arturo Michelena 1890 Colección Museo Arturo Michelena |
Á MARÍA
ACCION DE GRACIAS
Ora pro nobis!
Dios te salve, María,
Llena de gracia, de consuelo fuente,
Manantial de alegría,
Cuya blanda corriente
Fecunda el seno de la tierra impía!
Ayer desamparado
Alzé á tu solio mi ferviente ruego,
Y tu escudo sagrado
Cubrióme desde luego,
Y hoi me contemplo de valor cercado.
Ya miro al lado mio
La amada esposa que me diera el cielo,
En la cual me extasío
Con la cual me consuelo
Y á quien mi dicha en este mundo fio.
Y miro bulliciosa
Á mi lado triscar con faz riënte
Mi tierna prole hermosa,
Cuya risa inocente
Ameniza ni vida trabajosa...
Gracias, gracias, Señora,
Que escuchaste mi súplica y quisiste
Trocar mi abrumadora
Vida, de amarga y triste
Que fuera ayer, en resignada ahora!
Mas... ¡ai, Virgen piadosa!
¡Triste flaqueza de la escoria humana,
Que hoi anhela una cosa
Y otra anhela mañana!....
¡Oh Corazón!... ¡oh sima misteriosa!...
Si fijo la mirada
En la tierra do vi la luz primera,
El alma acongojada
Que en ella estar quisiera,
Gime ¡oh dolor! al verse desterrada.
Por término, ¡oh María!
Al tiempo del destierro tenebroso!...
Pon término á la impía
Guerra y haz que en reposo
Libre viva y feliz la patria mia!
En tanto nos ampara
De todo mal y de la insana muerte,
Sustento nos depara
Y danos alma fuerte
Y sufrida virtud, ¡oh Virgen Cara!
Acuérdate, Señora,
Que tu linaje se miró proscripto
Por la impiedad traidora
Y te viste en Egipto
Tambien proscripta cual me encuentro ahora!
Es
sorprendente la cantidad de políticos liberales del siglo XIX venezolano que
practicaban de algún modo las bellas letras. Lamentablemente, muchos de ellos
usaban su talento para lanzar flores al ilustre autócrata Antonio Guzmán Blanco
a cambio de prebendas, honores y cargos. Reconozcamos también que mucho
artista, escudado en tal condición, se presta a servir a las tiranías por eso
de "yo no soy político". No
todos fueron así y hoy presento a una honrosa excepción.
Marco Antonio Saluzzo Castilla 1834-1912 |
Marco
Antonio Saluzzo, autor del poema, nació en Cumaná en 1834. Luego de completar
sus estudios primarios en Barcelona, inició la secundaria en el Colegio
Nacional de Cumaná, pero no pudo concluirlos porque se vio obligado a trabajar
para mantenerse. Sin embargo, siguió estudiando por su cuenta y logró una
impresionante formación autodidacta que lo convirtió en uno de los humanistas
mejor formados de su tiempo en Venezuela. Se dedicó con éxito al comercio de
importación y exportación. También fue en Cumaná donde el joven Saluzzo se
entusiasmó con las ideas de Estanislao Rendón, abogado, periodista y dirigente
político liberal, fundador de un periódico llamado “El Torrente”, que tuvo una gran influencia en su región. Se afilió
con entusiasmo al Partido Liberal y decidió dedicarse a la política, como
liberal, pero jamás como seguidor incondicional de los liberales; era un hombre
de principios.
Diputado
por el Estado Barcelona en la Constituyente de 1863, en donde votó en contra
del empréstito contratado por Antonio Guzmán Blanco en Londres. En 1866 fue
Presidente de la Cámara de Diputados. Plenipotenciario ante el Congreso de Valencia de julio de 1870. Se negó a
participar en el “Septenio” liberal de Guzmán Blanco. Aceptó ser
Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Francisco Linares Alcántara, sucesor
de Guzmán (noviembre de 1877 - marzo de
1878). Al oponerse al arbitraje en la reclamación del norteamericano Hancox por
daños y perjuicios causados por la “Revolución Azul”, renunció al cargo de
Canciller y se retiró de la vida pública, hasta que Juan Pablo Rojas Paúl lo
nombró de nuevo Canciller (1890 - 1891. Se enfrentó de nuevo a Guzmán
Blanco por la cuestión de límites con la Guayana Inglesa. Fue designado de
nuevo diputado, ahora por el Distrito Federal para el período 1891-1892, pero a
mitad del término aceptó ser Ministro Plenipotenciario de Venezuela en Madrid.
Nada de esto menciona José María de Rojas en su Biblioteca de escritores
contemporáneos venezolanos (1875), de donde tomamos el poema, lo que se
explica por la amistad personal de éste con Guzmán Blanco y ser uno de los
áulicos de la autocracia. Obviamente, su Biblioteca está sesgada de alguna
manera por la parcialidad política.
Saluzzo se destacó como orador y fue
autor de numerosas obras de notable erudición sobre literatura griega, romana y
hebraica, y publicó numerosos poemas. Colaborador importante de El Cojo
Ilustrado; miembro fundador de las Academias venezolanas de la Lengua
(1883) y de la Historia (1888). A partir de su regreso de España se retiró
definitivamente de la política.
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