Gayo Julio Fedro, liberto de Augusto Fabulista |
LAS RANAS PIDIERON REY
Cuando Atenas
gozaba su plenitud bajo leyes justas,
una libertad
desviada turbó a la ciudadanía
y la antigua
moderación quedó olvidada ante el capricho.
Entonces, tras
aunar las distintas facciones,
se apodera el
tirano Pisístrato de la ciudadela.
Al llorar su
esclavitud triste los Atenienses
(no por cruel,
sino, más bien, porque resultaba
dura por
desacostumbrada) y quejarse de su peso,
Esopo, entonces,
les contó esta fábula:
«Las ranas, que
vivían en charcas libres,
con gran vocerío un
rey pidieron a Júpiter,
para que las
costumbres disolutas con su poder reprimiera.
El padre de los
dioses sonrió y les dio
un madero pequeño
que, echado de repente en las aguas,
con su movimiento y
ruido aterrorizó a la especie asustadiza.
Pasado algún tiempo
desde que flotaba en el fango,
por casualidad sacó
una, en silencio, del estanque su cabeza
y, tras explorar a
su rey, a todas juntas llama.
Las ranas, ya sin
miedo a porfía se acercan nadando
y sobre el leño la
descarada turba salta.
Como pudieran
vejarlo con todo tipo de agravios,
enviaron quienes
pidiesen otro rey a Júpiter,
ya que para nada
servía el que les había dado.
Entonces les envió
una culebra que, con su afilado diente,
comenzó a
devorarlas una a una. En vano a la muerte
huyen indefensas;
de la voz les privó el miedo.
Así, a escondidas,
dan a Mercurio recados para Júpiter,
que a las
desdichadas socorra. Entonces les replicó el dios:
'Ya que no
quisisteis gozar de vuestro bien,
sufrid ahora el mal'. Vosotros también, ciudadanos», dijo,
«soportad esta desgracia, no sea que venga otra peor.» (lib I)
Solón (circa 638 aC - 558 aC) |
Esta fábula es una de las más conocidas. La original es obra de Esopo, como nos lo indica Fedro, cuya versión presento en estas líneas. También La Fontaine, Samaniego y otros fabulistas la han traducido y adaptado en los últimos 2.500 años. Atribuyo su popularidad a las sabias verdades que contiene y que Fedro nos ubica en el contexto histórico.
Solón (Σόλων) fue un poeta,
reformador y legislador ateniense y es considerado desde antiguo uno de los
siete sabios de Grecia. Le correspondió gobernar en una época de graves
conflictos sociales, signada por la concentración de la riqueza y poder
político en manos de los eupátridas en Ática.
La Constitución que dio a Atenas
en 594 aC introdujo una gran cantidad de reformas dirigidas a aliviar la
situación del campesinado asediado por la pobreza, las deudas (que podían
conducir a la esclavitud), y un régimen señorial que lo ataba a las tierras de
su señor o lo conducía a la miseria. En particular, se distinguen las reformas
institucionales y el nuevo sistema censitario creados con objeto de abolir la
distribución de los derechos políticos basada en el linaje del individuo y de,
en su lugar, constituir una timocracia. Como resultado, los estratos medios
obtuvieron una mayor cuota de poder político, pero los estratos más bajos no
consiguieron que fuese oído su reclamo de una nueva repartición de tierras, que
en un principio anhelaban.
Su fama de moderado en una época marcada por los
conflictos entre un bando popular y la aristocracia antigua lo llevó al
arcontado y a que se le otorgara un poder especial para legislar e introducir
cambios en la forma de gobierno. Sin
embargo, aunque sus leyes resolvían varios problemas de la sociedad ateniense,
no era suficiente para las clases más bajas, que esperaban medidas más
radicales, sobre todo en lo relacionado con la cuestión agraria y la repartición
de tierras. Solón en cambio buscaba el justo medio.
Una vez concluido su arcontado, dejó a los
atenienses por el lapso de 10 años, en los que debían respetar las leyes
establecidas, cosa que no ocurrió y que al final degeneró en tiranía. Él,
mientras tanto, abandonó Ática y recorrió varios países como Chipre, Lidia y
Egipto, donde era recibido con honores. Hubieran seguido los atenienses el consejo de Solón de respetar las leyes por el lapso de una década, no les habría pasado como a las ranas de la fábula, pero los dioses confunden a quienes quieren perder.
Sin duda, hay que estar atentos en defensa de la Libertad.
Nos puede pasar a todos, por eso debemos ser moderados,
así aconsejaba el sabio Solón.
Nos puede pasar a todos, por eso debemos ser moderados,
así aconsejaba el sabio Solón.
Pisístrato (Πεισίστρατος), sin ser la culebra feroz que devoró a todas las ranas del charco de Atenas, le costó caro a los atenienses y les dejó un feo legado. Se distinguió en la guerra contra
Megara (570-565 aC), recuperó Salamina para Atenas y conquistó la ciudad de Nisea, el
puerto de Megara. Sus acciones y su amistad con Solón le valieron un lugar
destacado en la política ateniense, que pronto sabría explotar. Cuando Solón
abandonó Atenas, la sociedad quedó dividida en dos grupos políticos: los que
deseaban un gobierno oligárquico,
dirigidos por Licurgo, y los que querían mantener las reformas de Solón, liderados por Megacles II.
Pisístrato (Circa 607 aC - 527 aC) |
Pisístrato aprovechó su fama y
popularidad para formar un tercer grupo, el de los diakrioi o hyperakrioi,
formado principalmente por gente humilde, que quería reformas radicales a sus
problemas. En el 561 aC se presentó ante
los atenienses reunidos en el ágora, anunciando que había sido víctima de un
ataque propiciado por sus enemigos políticos, y de que se salvó de milagro. Uno
de sus partidarios propuso que se le concediera una guardia personal para su
protección, y la asamblea popular le entregó cincuenta hombres armados con
garrotes, que empleó para tomar la Acrópolis y dar un golpe de Estado,
convirtiéndose en tirano. Sin embargo, este primer gobierno sería efímero, pues
la alianza de los pediakoi y los paralioi le forzó a abandonar el
poder al año de haberlo adquirido. Pero Pisístrato era persistente.
Regresó el año 559 a. C. con la
ayuda de Megacles, ahora enemistado con Licurgo, con la condición de que
Pisístrato se casase con la hija de éste. Se hizo de nuevo con el poder y
gobernó durante cinco años (559-556 aC). Su negativa a tener hijos con la hija
de Megacles, para no perjudicar a sus hijos mayores, Hipias e Hiparco, condujo a la reconciliación de sus enemigos
y a que lo expulsaran y confiscaran
todos sus bienes. La fue bien en el exilio de 10 años, pues se enriqueció con
las minas de oro de Macedonia y Tracia. Con esos recursos volvió al ataque,
derrotando a sus enemigos en la batalla de Palene (549 aC). Gobernó Atenas
hasta su muerte en 527 aC, dejando el poder a sus dos hijos, Hipias e Hiparco,
quienes se desviarían del camino de moderación del padre y se convertirían en
tiranos en el sentido actual de la palabra, siendo posteriormente derrocados e reinstaurada
la democracia.
Clístenes, padre de la democracia (circa 570 - 507 aC) |
No nos confundamos con la
acepción actual de TIRANO y TIRANÍA, Pisístrato, si bien para evitar nuevas rebeliones contra su
poder, tomó medidas más firmes, pero con la misma moderación con que se condujo con anterioridad. Efectivamente Pisístrato gobernó con moderación y benevolencia,
que le atrajo las simpatías del pueblo. Supo dominar las querellas políticas;
embelleció la ciudad, construyó un acueducto y nuevos mercados; dio facilidades
para el comercio y la industria, así como impulsó el poderío militar de Atenas. Tuvieron suerte con Pisístrato, no así con sus hijos Hipias e Hiparco, quienes, en su sed de poder, llegaron a pactar con los enemigos de la Patria. Clístenes, sucesor de Hipias, restauró la democracia ateniense justo a tiempo para defender las libertades del mundo occidental frente a la peor de la tiranías, personificada por el imperio persa.
Y los venezolanos, acostumbrados a tiranías mas o menos suaves y queriendo que alguien corrigiera la democracia....etc. etc. etc
ResponderEliminarTal cual. Por eso copié la fábula. ¡quieres rey? Ten cuidado con lo que pidas; un rey de palo es más manso que una culebra.
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