miércoles, 12 de febrero de 2014

De troles y otros bichos




Hace casi año y medio, cuando subía a esta bitácora el artículo El arte de la amistad (aquí) se me quedaron en el tintero algunas ideas que sólo esbocé, limitándome a comentar el texto Laelius sive de Amicitia, de Marco Tulio Cicerón. En su momento pensé ampliarlo comentando algunas anécdotas que surgen aquí y allá en el alambicado mundo de la Internet.

Hace unos días, mientras afinaba el índice de las "Etiquetas", recordé la idea original de ampliarlo. El artículo concluía:
¡Qué diferentes son las relaciones cuando priva el interés o el querer llenar un vacío existencial! Esto me lleva de nuevo al tema de los contactos por internet. Como ya dije, su valor principal es mantener en contacto a los amigos, aunque hayan pasado 40 años sin verse (como fue mi caso). También podemos hacer amigos de los contactos fortuitos, pero esa amistad, si perdura, se debe a las condiciones que nos ha indicado Cicerón, no a los mensajitos ocasionales o, peor aún, a los acosos de personas con desajuste emocional. No hay manera de forzar la amistad. Tengo unos cuantos amigos nuevos, de gran calidad, que primero fueron simples contactos, y con el trato pasaron al nivel de amistad. Eso es bueno, pero siempre se requiere el trato personal; como me dijo un taxista: hay que mirarse a los ojos o tomarse un trago...
Le comentaba a unos amigos sobre el particular, aderezándolo con aventurasas vividas en diversos foros, grupos y hasta bitácoras. Recordaba en especial a una señora orquideófila que no me dejaba en paz y me persiguió no sólo en Facebook, sino en otras redes sociales.  También rememoraba los esfuerzos de varios de mis amigos por mantener cierto orden en los grupos temáticos que se ven invadidos por seres anónimos dispuestos a irrumpir e incordiar. Pues bien, uno de los presente me sugirió que dedicara un artículo a los "Trolls" y agregó: No alimentes a los trolls

La palabra TROLL me recuerda a algún trasgo o monstruo de la mitología nórdica. Sin embargo tiene también otro significado. Mi viejo diccionario inglés-español (Simon and Schuster's Concise International Dictionary - Simon and Schuster'r, New, York, 1975) muy anterior al desarrollo de la Internet y las redes sociales nos da varias acepciones:
1. Revolver, hacer rodar. 2. cantar en sucesión, cantar en voz alta; cantar alegremente, celebrar cantando. 3. Pescar arrastrando el anzuelo; pescar en (un lago, etc); (fig.) tentar, atraer. 4.  (ant) pasar en ronda o círculo, hacer circular...
Vemos pues que es una expresión que sugiere algo reiterativo y circular, vinculado a la pesca de arrastre. The Oxford Dictionary of New Words (Oxford Univérsity Press, Oxford, 1998) nos  lo presenta como un neologismo:
Troller. Persona que postea mensajes electrónicos incitantes.
Y nos aclara:
A diferencia de quienes generan el más directo flamage, los trollers dirigen sus mensajes electrónicos, o trolls, generalmente, con la esperanza de que aquellos que lo lean "piquen la carnada". Hay un verbo to troll, y la víctima del trolling puede ser descrita como trolee- Troller y sus términos asociados son aún ampliamente desconocidos fuera de la comunidad electrónica, pero con el crecimiento del interés en la INTERNET, es probable que esto cambia.
Según he leído, visto y experimentado los trollers y sus trolls han proliferado. Muchos internautas, escondidos detrás de anonimato se dedican a irrumpir, incordiar, distraer la atención de grupos o personas con un fin que no es otro que llamar la atención a su pobre personalidad que necesita ser el centro del universo. El anonimato, que siempre es malo, les permite hacer lo que no se atreven cara a cara. A veces el anonimato no aparenta tal, pues se presentan también con nombres propios o pseudónimos, en cuyo caso la distancia los protege. No me gustan los anónimos, pues a la sobra del misterio sólo prospera el crimen. Además, creo que, por mera cortesía, la gente debe presentarse al menos con nombre de pila.

¿Qué hacer con ellos? pues simplemente ignorarlos. Tengo un amigo que los azuza y, una vez que el troller pica su propio anzuelo, abandona la pelea y lo deja "hablando" solo. Un Troller necesita público para sus mensajes; si no se le alimenta se retira.


NO ALIMENTE LOS TROLLS, por gabrol.deviantart.com

5 comentarios:

  1. Habiendo sido un anónimo por espacio de unos meses me permito comentarte que algunos como yo no nos sentiremos aludidos por este gracioso artículo, he tratado de compartir mis recuerdos y experiencias en tus espacios que nos pones a la disposición pero espero que no haya generalidades ni justos por pecadores en tus sentencias. La opción a "anónimo" está en tu blog, si acaso no hubiese estado es muy seguro que mis comentarios no hubiesen viajado porque no soy internauta sino curioso que llegó a Internet por casualidad y esporádicamente consulta en Google o tiene su dirección en Hotmail porque en los actuales tiempos todas las gestiones hay que solicitarlas por allí.
    Podría pensar que todos los escritores y todos los que visitan bajo un pseudónimo entrarían en la clasificación pero es posible que sea un error de mi parte producto de mi peregrina imaginación.
    Me satisface en parte haber salido de ser un troll para tí.-

    Gracias, felíz día.-

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que hacer un "troller" es precisamente la acción de "trollear"; hay algo de malicia en la acción. El anonimato no es sólo entrar como anónimo, sino en ampararse en un anonimato dado por la distancia o porque "no le ven la cara", como el caso de la señora a la que me refiero.

      Quedan en el tintero otros "bichos". Los guardaré para un artículo posterior (Internet está repleta de gente rara.y da para mucho), pues nadie, por fatiga visual, lee más de una cuartilla en una pantalla. En el curso de la semana subiré un artículo que vi por allí que me pareció interesante.

      Feliz y productiva jornada.

      Eliminar
  2. Curioso, en pesca desde una embarcación en movimiento hay el témino "trolear" o "voy troleando" que es llevar las cañas con las líeas extendidas por una importante distancia la carnada desde el "puente de pesca"

    ResponderEliminar
  3. Que te parece, tu mismo lo sacastes del diccionario lo que ocurre es que el deporte en Venezuela lo pone como un verbo: trolear, ir troleando.
    Y a los bichos en todos los órdenes como igual a "esos bichitos callejeros" hay que tenerles guillo aunque siempre te sorprenden.

    ResponderEliminar