lunes, 13 de mayo de 2013

El cachito de jamón y el costo de vida

Cachito de jamón y café con leche... Un desayuno caraqueño.

Desde hace días deseaba revisar en esta bitácora un desayuno de día laboral que gusta a los caraqueños, pero que cada vez está más lejos del alcance del bolsillo. Se me ocurre que, en vez de la receta, se pueden hacer algunas reflexiones sobre la economía, la inflación y el ingreso del trabajador a partir de este panecillo que se elabora en casi todas las panaderías del país.

La masa es suave, fina y perfumada, rellena de jamón picado. Generalmente se le consume acompañado de un café con leche o jugo. Hay quienes les gusta el relleno de jamón de pechuga de pavo o de jamón y queso. Siempre es sabroso. Estas son cosas que rara vez se hacen en casa. El costo por unidad gira en torno a los Bf. 20,00; es decir, 20.000,00 bolívares de los viejos. Aquí entramos entonces a las consideraciones de política económica a través de la experiencia propia.

Cuando ingresé a la Administración Pública Nacional, en el lejano año de 1977, mi sueldo era de Bs. 2.875,00, como correspondía a un profesional universitario recién graduado, sin cargo directivo. Era un sueldo digamos que básico, pero que te reconocía el derecho a la calidad de vida. Para ese momento un cachito de jamón costaba en las panaderías Bs. 0,50 y una taza de café con leche grande otro tanto. Lo que quiere decir que por Bs. 1,00 se desayunaba completo y sabroso; y que con mi sueldo podría comerme 2.875 desayunos. ¿Correcto? Hacia 1987 el precio unitario había subido a Bs. 7,00 y los rellenaban con mortadela de mala calidad.

Hoy, luego de más de 30 años de deterioro económico, político y social, un cachito cuesta, como ya dije, Bf. 20,00 y el café con leche alrededor de Bf 18,00. ¿Cuánto es el salario mensual de un profesional universitario recién egresado, sin cargo directivo? Supongamos que son Bf. 2.875,00... ¿Cuántos desayunos se podrá comprar al mes? CASI 76 DESAYUNOS ¿Cuánto cuesta un almuerzo en un comedero del centro de Caracas? ¡Ajá! Este funcionario prácticamente trabaja para comer. Para tener el mismo poder adquisitivo de 1977, debería devengar un sueldo mensual equivalente a Bf. 109.250,00... ¿Qué tal?

Me preguntarán ¿Qué sucedió? La inflación seguro, responderá la mayoría... Eso no lo explica todo.  Los ingresos y precios de los años 70 respondían al concepto de bienestar socialdemócrata. Luego del Viernes Negro de febrero 1983, los controles de cambio (¿recuerdan al dólar libre y al controlado? ¿RECADI? ¿CADIVI?) y tantas medidas más que han ido empobreciendo al venezolano, nos encontramos no sólo con la inflación (el impuesto a la pobreza), sino con la estanflación (inflación más estancamiento económico) y también la depreciación del trabajo (eso nadie lo menciona). Es lo que los marxistas llaman "la explotación del hombre por el hombre" y yo le agregaría la "explotación del hombre por el Estado", pues la gran mayoría de los venezolanos son empleados públicos.

¿De quién es la culpa? Creo que es una responsabilidad compartida. De allí surge la antipolítica (tan dañina ella), el mesianismo (peor aún), el populismo, etc. El daño está en el bolsillo del trabajador y no en el de quienes planifican la economía. Si hubiera una sanción penal y administrativa por los daños causados, otro gallo cantaría. Lo que olvidan quienes toman decisiones es que hay un momento en que se tranca el serrucho, como sucedió en febrero de 1989, o que las masas que fueron fieles se volteen (voto castigo).

Me propongo como tarea revisar los conceptos que he puesto en negrillas para ver si estoy equivocado.

Los cachitos se pueden hacer en casa.  El chef Laslo Gyomrey nos explica cómo.


¡Buen provecho!

4 comentarios:

  1. Excelente como siempre Abraham, y cerraste con broche de oro con la receta del cachito. Mi hijo vive en Mexico y muere por un cachito de jamón!!!Un abrazo

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    1. Gracias, Meche. Ahora los podrá hacer. Un amigo me prometió una rfeceta mejor. Cuando la tenga te la envío.

      Feliz noche.

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  2. Se podría decir que disfruté tu post porque está muy bien escrito, pero la verdad es que como padezco la realidad que describes creo que es mejor decir: sufrí tu artículo.
    ¡Un abrazo!

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    1. Es peor que la esclavitud, pues con los salarios de miseria (que se vuelven sal y agua) no sólo no puedes comerte los cachitos todos los días, sino que no alcanza para vivienda, vestido, o recreación.

      Un abrazo.

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