lunes, 27 de mayo de 2013

Dos poemas de "Edades perdidas", de Vicente Gerbasi

Avila, por Manuel Cabré

EL ÁVILA


Al pintor Manuel Cabré

El cielo de enero mueve nubes
donde mora la montaña
que acerca la mirada a gladiolas,
a hortensias de soledad.
Montaña del cielo.
El valle
incendia yerbas ásperas
en medio de los ojos
deslumbrados
en el amarillo solar
del araguaney.
La montaña
cambia
con la pesadumbre del mundo.
En la penumbra
se mueve una violeta oscura.
Por la noche se alumbra con astros
y murciélagos.


Edades perdidas (1981)
Vicente Gerbasi

Amanecer en el pozo Ramírez, por Armando Reverón


ARMANDO REVERÓN


La playa es un cristal de mediodía
que anula los colores.
Solo en el fondo del espejo
se hunde el fantasma
de una acacia en flor.
Esta es la bahía
pintada en su casa de palmas.
Los ojos de sus muñecas
me miran como girasoles.


Edades perdidas (1981)
Vicente Gerbasi

Vicente Gerbasi con su nieta Claudia Drastrup Gerbasi
en  su Pent House de Cumbres de Curumo (1988)
Tomada de www.vicentegerbasi.net
En el Prólogo a la Antología Poética de Vicente Gerbasi (Monte Ávila, Caracas, 1990), Francisco Pérez Perdomo nos dice:
A partir de 1977 Vicente Gerbasi publica Retumba como un sótano del cielo (1977), Edades perdidas (1981), Los colores ocultos (1985), Un día muy distante (1988) y El solitario viento de las hojas (1989), libros que disiparon por completo nuestras dudas y que vienen a corroborar, asimismo, la persistencia creadora y la altísima jerarquía estética de este poeta venezolano.
En su escritura de ahora hay al mismo tiempo continuidad y renovación. Gerbasi, siendo siempre el mismo, es otro y en muchos textos mejor. Búsqueda poética que vuelve al pasado y pasado que se hace punto de partida presente. Viaje circular a imagen y semejanza de la serpiente infinita que se muerde la cola (...)
... En sus últimos libros, Vicente Gerbasi se propone, en breves líneas, apresar un instante, la emoción de ese instante. Por eso esta poesía se vuelve muy directa y prescinde de todo aquello que pudiera ser accidental, para buscar, despojadamente, lo esencial. Lo anecdótico va desapareciendo. Y este instante creado generalmente no pertenece al presente, sino que las más de las veces se sitúa en el pasado, ocurre en la memoria... 

2 comentarios:

  1. Hermosos los poemas tan hermosos como los óleos que ilustra tanto a Cabré como a Reverón, todo me deja sin más comentario por la profunda emoción.

    Y los he leido en voz alta haciendole honor a su autor o a los autores, actores de la época del Grupo Viernes del que Gerbasi formaba parte como amigo y colega de mi abuelo Luis Fernando.-

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    1. Gran poeta don Vicente. Soy amigo de su familia, en especial de su hija Beatriz.

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