Caracas y el Ávila entre noviembre y febrero. |
CALENDARIO CARAQUEÑO
Una hoja se desprende y cae. Una hora se desprende y cae. Hojas y horas amarillentas.
ENERO. Cielos de plata. Hojas secas en los barrancos. La Silla es un perfecto zafiro.
FEBRERO. Mes ventoso. Telones de nubes grises y de ateridas violetas.
MARZO. Caminos polvorientos. Abundancia de flores veraneras. Los bucares agonizan en el fuego azul.
ABRIL con sus cigarras y cenicientas montañas.
MAYO trae sus rojos ramos y sus limpias colinas. Caminos de azahar. Floridas cruces y canciones.
JUNIO. Las ceibas hilan sus copos. Maduran los mangos acribillados a piedras. Hachones encendidos y toldos de azucenas.
JULIO prepara sus flautas y destila sus mieles, sus aromas silvestres, ceñido con manto de mariposas.
AZUL DE AGOSTO. Mes de estrellas errantes. Mazorcas y dorados manantiales.
SEPTIEMBRE. Siestas de bosques rumorosos. Hojas podridas en los senderos. Cristal de noche con luces voladoras.
OCTUBRE. Mes de lluvias y vientos. De luceros perdidos. Mes de racimos y de mares oscuros.
HE AQUÍ NOVIEMBRE con sus trágicos colores. Flores moradas, nieblas y luna de difuntos.
DICIEMBRE es el mes de la espiga color de adviento.
Enrique Bernardo Núñez
Fuente:
Aquiles Nazoa. Caracas física y espiritual
Panapo, Caracas, 1987,
Enrique Bernardo Núñez 1895-1964 Autor |
Al leer este texto de don Enrique Bernardo Núñez me entró cierta nostalgia. No es por la Caracas de techos rojos (de teja), que por lógica histórica debía desaparecer, sino por lo más valioso que hemos perdido. Ya Caracas no es la ciudad que la primavera escogió para su habitación continua, donde ni el frío molesta, ni el calor enfada, ni los bochornos del estío fatigan, ni los rigores del invierno afligen.
A pesar del deterioro ecológico causado por nosotros al Valle de Caracas (deforestación, ranchos marginales, edificios de vidrio, concreto, asfalto, autopistas, exceso de vehículos, basura y un largo etcétera) aún quedan rasgos de aquella Caracas de eterna primavera. Ya no hay un promedio anual de 20°C, ni "baja Pacheco" cual solía. Pero, si se observa detenidamente y con los ojos del amor a la ciudad, aún se perciben esas "estaciones" mensuales, llenas de colores misteriosos, uno para cada mes, variantes con cada hora.
Te adelantaste !!! estaba entre los escritos a transcribir en diciembre; pero no pudo quedar mejor acompañado de esta maravillosa imagen y comentario final.
ResponderEliminarJajaja... Cuando lo transcribía pensaba en tí y me extrañaba que no lo hubieras puesto. ¿Vas a poner algo sobre los patinadores? Nazoa tiene un buen artículo.
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