Los Siete Sabios preguntaron: ¿Cuál es la mejor ciudad?
Y primero dijo Solón: Aquella en la que al delincuente lo persiguen y lo castigan no menos en la que al injuriado los que no fueron víctimas del delito.
Segundo fue Bías: En la que todos temen a la ley como a un tirano.
El tercero Tales: La que tiene ciudadanos ni demasiado ricos ni demasiado pobres.
Cuarto Anacarsis: En la que siendo consideradas iguales las demás cosas, lo mejor se define por su virtud y lo peor por su maldad.
Quinto Cleobulo: Donde los ciudadanos temen más el reproche que la ley.
Sexto Pítaco: Donde no es posible que manden los malos y no es posible que no manden los buenos.
Y séptimo Quilón: La que atiende el máximo a las leyes y el mínimo a los oradores.
(Plutarco, Banquete, 154d)
Y digo yo, que no soy sabio, si un pueblo no es virtuoso no puede aspirar a "ser la mejor Polis". No importan los índices de desarrollo, ni las reservas monetarias, ni mucho menos el sentirse feliz (¡Ay, qué mediocres!); son las virtudes y el respeto a las leyes lo que la hace mejor. Lo demás viene solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario