El Dr. Goebbels con niños en una noche de Navidad Foto del Bundesarchiv, Belin |
El 30 de abril de 1945, Joseph Goebbels (1897-1945), Ministro de Propaganda del régimen nazi, asumió el cargo de Canciller del III Reich, que retuvo por sólo un día. Este personaje perfeccionó el vicio de la mentira hasta convertirlo en todo un arte. Veamos algunas de sus ideas deshonestas, que le daban buenos resultados:
- Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.
- Más vale una mentira que no pueda ser desmentida que una verdad inverosímil.
- Miente, miente, miente, que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá.
- Aquellos que quieran mejorar este mundo decadente y corrupto, tendrán que comprender que plutocracia y bolchevismo no son los dos únicos caminos transitables para redimir a la humanidad de la miseria y del fracaso. Porque hay un tercer camino que es el nuestro, que es el único y el mejor. Vendrán hombres que aún sin mencionarnos, porque les estará prohibido o porque temerán hacerlo, intentarán transitar por este camino nuestro. Y serán combatidos y traicionados al igual que nosotros lo fuimos. Pero al final venceremos porque lo bueno y lo verdadero siempre triunfa en este mundo.
Hay otra frase suya que, por no ser mentira, me impresionó. Los marxistas siempre han negado su parentesco con nazis y fascistas, cuando en realidad son casi hermanos:
- El movimiento nacional-socialista tiene un solo maestro: el marxismo.
El hombre justo, la gente de bien y de buena voluntad, debe cuidarse de los mentirosos y sus acechanzas. Por eso en el Hit parade de esta semana escucharemos al Aria de Don Basilio (La calunnia é un venticello) de la ópera El Barbero de Sevilla, de Gioacchino Rossini. La interpreta el bajo Nicolai Ghiaurov, en una grabación de 1964, que ya es un verdadero clásico. La letra, cuya traducción transcribo, nos señala los efectos de la calumnia ("la mentira repetida mil veces") sobre la víctima. Espero que la disfruten.
LETRA (en castellano)
La calumnia es
un vientecillo,
una brisita muy
gentil,
que
imperceptible, sutil,
ligeramente,
suavemente,
comienza,
comienza a
susurrar.
Bajo, bajo, a
ras de tierra,
en voz baja,
sibilante,
va corriendo, va
corriendo,
va zumbando, va
zumbando;
en las orejas de
la gente
se introduce,
se introduce
hábilmente
y las cabezas y
los cerebros,
y las cabezas y
los cerebros
hace aturdir y
hace hinchar.
Una vez fuera de
la boca
el alboroto va
creciendo,
toma fuerza poco
a poco
vuela ya de un
lugar a otro;
parece un
trueno, una tempestad
que en medio del
bosque
va silbando,
atronando, y te
hace de horror helar.
Al final se
desborda y estalla,
se propaga, se
redobla
y produce una
explosión,
¡como un disparo
de cañón!
¡como un disparo
de cañón!
Un terremoto, un
temporal,
un tumulto
general
que hace agitar
el aire.
Y el infeliz
calumniado,
envilecido,
aplastado,
bajo el azote
público podrá
considerarse
afortunado si muere.
Y el infeliz
calumniado,
envilecido,
aplastado,
bajo el azote
público podrá
considerarse afortunado
si muere.
Muy buen artículo, increíble!, existe gente con habilidades para mentir, y después de la mentira... o mejor dicho a que llegan para mantenerla!...
ResponderEliminarGracias. La mentira es más fácil de mantener y propagar que la verdad.
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