lunes, 29 de abril de 2013

La calumnia es un vientecillo

El Dr. Goebbels con niños en una noche de Navidad
Foto del Bundesarchiv, Belin


El 30 de abril de 1945, Joseph Goebbels (1897-1945), Ministro de Propaganda del régimen nazi, asumió el cargo de Canciller del III Reich, que retuvo por sólo un día. Este personaje perfeccionó el vicio de la mentira hasta convertirlo en todo un arte. Veamos algunas de sus ideas deshonestas, que le daban buenos resultados:

  • Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.
  • Más vale una mentira que no pueda ser desmentida que una verdad inverosímil.
  • Miente, miente, miente, que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá.
  • Aquellos que quieran mejorar este mundo decadente y corrupto, tendrán que comprender que plutocracia y bolchevismo no son los dos únicos caminos transitables para redimir a la humanidad de la miseria y del fracaso. Porque hay un tercer camino que es el nuestro, que es el único y el mejor. Vendrán hombres que aún sin mencionarnos, porque les estará prohibido o porque temerán hacerlo, intentarán transitar por este camino nuestro. Y serán combatidos y traicionados al igual que nosotros lo fuimos. Pero al final venceremos porque lo bueno y lo verdadero siempre triunfa en este mundo.

Hay otra frase suya que, por no ser mentira, me impresionó. Los marxistas siempre han negado su parentesco con nazis y fascistas, cuando en realidad son casi hermanos:

  • El movimiento nacional-socialista tiene un solo maestro: el marxismo.

El hombre justo, la gente de bien y de buena voluntad, debe cuidarse de  los mentirosos y sus acechanzas. Por eso en el Hit parade de esta semana escucharemos al Aria de Don Basilio (La calunnia é un venticello) de la ópera El Barbero de Sevilla, de Gioacchino Rossini. La interpreta el bajo Nicolai Ghiaurov, en una grabación de 1964, que ya es un verdadero clásico. La letra, cuya traducción transcribo, nos señala los efectos de la calumnia ("la mentira repetida mil veces") sobre la víctima. Espero que la disfruten.



LETRA (en castellano)

La calumnia es un vientecillo,
una brisita muy gentil,
que imperceptible, sutil,
ligeramente, suavemente,
comienza,
comienza a susurrar.
Bajo, bajo, a ras de tierra,
en voz baja, sibilante,
va corriendo, va corriendo,
va zumbando, va zumbando;
en las orejas de la gente
se introduce,
se introduce hábilmente
y las cabezas y los cerebros,
y las cabezas y los cerebros
hace aturdir y hace hinchar.
Una vez fuera de la boca
el alboroto va creciendo,
toma fuerza poco a poco
vuela ya de un lugar a otro;
parece un trueno, una tempestad
que en medio del bosque
va silbando,
atronando, y te hace de horror helar.
Al final se desborda y estalla,
se propaga, se redobla
y produce una explosión,
¡como un disparo de cañón!
¡como un disparo de cañón!
Un terremoto, un temporal,
un tumulto general
que hace agitar el aire.
Y el infeliz calumniado,
envilecido, aplastado,
bajo el azote público podrá
considerarse afortunado si muere.
Y el infeliz calumniado,
envilecido, aplastado,
bajo el azote público podrá
considerarse afortunado si muere.



2 comentarios:

  1. Muy buen artículo, increíble!, existe gente con habilidades para mentir, y después de la mentira... o mejor dicho a que llegan para mantenerla!...

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    1. Gracias. La mentira es más fácil de mantener y propagar que la verdad.

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