lunes, 29 de julio de 2013

La pipa y el albatros

Pipa modelo Origine, por Butz-Choquin, a Metz.

Una tarde de otoño romano me acerqué a un negocio de pipas y picadura que queda frente a la Columna Antonina, a media cuadra de la Via del Corso. Se trata de Tabaccheria Fincato, una casa bien provista de buenas cachimbas, accesorios y variados tabacos, pero con un pésimo servicio (muy desagradable; atienden a los clientes como si estuvieran haciendo un favor). Vi en vitrina una pipa de diseño interesante elaborada por la francesa Butz-Choquin, en Metz. Pedí verla, la sopesé y la compré. Una vez en casa procedí a fumarla. Ese es la pipa que vemos en la foto que encabeza este artículo.

Se trata de la pipa Origine en su versión moderna, que conmemora un modelo que desde 1858 dio notoriedad a la casa Butz-Choquin. El caño blanco, o extensión, originalmente se hacía con un hueso ahuecado (el radio) de un albatros. Con el tiempo y el uso se formaba una pátina muy interesante. Entre los famosos que fumaron en este tipo de pipa se cuenta el pintor francés Jean-Baptiste Camille Corot (1796-1875). Actualmente el caño es sintético (acrílico), pues el albatros es una especie internacionalmente protegida.

Eso no era lo único que se utilizaba de esta majestuosa ave para complacer a los fumadores decimonónicos. Las patas de esta palmípeda, luego de tratarlas, se utilizaban en la fabricación de tabaqueras o bolsas para la picadura.

En recuerdo de un pasado destructor, transcribo a continuación un poema de Charles Baudelaire titulado El Albatros. Lo escribió el poeta a bordo de un buque en un viaje de regreso a Francia desde la India.

Foto de unos marineros distraídos con un albatros. 


L´ALBATROS

Souvent, pour s´amuser, les hommes d´équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

À peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l´azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons trainer à côté d´eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu`il est comique et laid!
L´un agace son bec avec un brûle-gueule,
L´autre mime, en boitant, l´infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l´archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées
Ses ailes de géant l´empêchent de marcher.


Charles Baudelaire

(Traducción al castellano de Antonio Martínez Sarrión)

Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje
Al navío surcando los amargos abismos.

Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡Qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡Qué feo y qué grotesco!
Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél mima, cojeando, al planeador inválido.

El poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero,
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.



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