miércoles, 14 de diciembre de 2011

Mi plato navideño

Plato navideño de restaurant: hallaca, pernil, ensalada de gallina y pan de jamón

Mi plato navideño ideal sería: una hallaca de cerdo y gallina, una rueda de pan de jamón, una lonja de pernil horneado con frutas secas y una ración de ensalada de gallina. De postre una cuña pequeña de torta negra (versión venezolana de torta de origen británico) y dulce de cabello de ángel. Al final un café. Nada de andar comiendo todo el día como si el mundo se fuera a acabar. ¿Vinos? Un bien tinto, por ejemplo un Chianti. Mejor prevenir que lamentar; no hay necesidad abusar y luego arrepentirse.

Ensalada de gallina
En mis artículos de esta semana me he referido a los platos tradicionales. Falta la famosa ensalada de gallina, que ahora muchos preparan con pollo (¡Horror, esos pollos de batería saben a trapo hervido!). Esta ensalada es una ensaladilla rusa, muy española en su gusto, a la que se le adicionan trozos de carne hervida de gallina. El aderezo es por supuesto mayonesa con un toque de mostaza. Así de simple. Lo más probable es que sus orígenes se remonten al período colonial o a la sumo al siglo XIX. Con el tiempo se le agregaron otros ingredientes: manzana, guisantes y espárragos enlatados, unas gotas de salsa Worcestershire en el aderezo clásico. Los guisantes o petit pois y los espárragos son un agregado postpetrolero. Antes del surgimiento de la industria petrolera en Venezuela y la inclusión de los enlatados en la dieta diaria, las ensaladas se adornaban con granos de granada.


Bien preparada, esta ensalada es muy sabrosa, por lo que les dejo la receta de Armando Scannone, que tiene un sabor muy caraqueño:

http://www.elplacerdecomer.com/webs/website7/EnsaGallW31.htm

O esta otra que es menos dulce:

http://recetasdemartha.blogspot.com/2007/09/ensalada-de-gallina-pollo.html


En uno de los recetarios que compré hace años, Bistro Cooking  (Workman Publishing, New York, 1989), de Patricia Wells, la autora narra una anécdota que se atribuye a San Ignacio de Loyola, asceta fundador de la Compañía de Jesús, según la cual el padre de todos los jesuitas había dicho:

"La Gourmandise (Gula) es un pecado capital. Por tanto, hermanos, cuidémonos de ser gourmands. Seamos Gourmets."
¿Será cierto? No creo que Íñigo de Loyola (Iñaki, dirían los nacionalistas vascos) haya usado esos términos en pleno siglo XVI. Parece más bien una interpretación del siglo XX a un llamado del padre a la Templanza como virtud.

La cita viene al caso porque hoy hablamos del plato navideño venezolano y hay que tomar en cuenta lo que nos dice un médico sobre los males que causa una ingesta desmedida de platos tradicionales. Lo sé por experiencia; recuerdo como si fuera ayer las cenas de Navidad y Año Nuevo de los años 60 y 70 (de madrugada) y la sensación combinada de resaca, indigestión y malestar general, que impedía disfrutar a plenitud del período festivo. Puede ser un ejercicio suicida de gula (feo pecado capital que indica una conducta desordenada en el comer y el beber). Tal vez sea que con los años me he puesto más exigente y prefiero ser gourmet a ser gourmand; o tal vez sea porque estudié con los jesuitas desde primaria hasta la universidad.

Veamos lo que nos dice el médico si no queremos escuchar a San Ignacio:
El médico Mohamad Al Risai, explica que la ingesta copiosa de comida o alimentos ricos en grasas y muy condimentados, discutir o hablar mucho mientras se está comiendo, comer muy rápido, o consumir alcohol en exceso, pueden ocasionar indigestión.
Por lo general los platos típicos navideños aunado a la temporada de celebración suelen ser ideales para producir este tipo de malestar, que aunque no suele ser un problema de salud serio, puede arruinarle las fiestas.
Sin embargo, este médico explica que hacer las cosas antes mencionadas desmedidamente, pueden degenerar en patologías más serias.
Por ejemplo, hace poco vino un señor con dolores fuertes. Resulta que el 24 de diciembre había comido mucho, pero esperó 4 días para venir al hospital, y le diagnosticamos una pancreatitis”, cuenta este médico.
Al Risai recomienda que “una vez que metieron la pata”, es decir, que tuvieron una celebración con muchos excesos, dependiendo de los síntomas pueden tomar antiácidos, antiflatulentos, protectores gástricos, sin embargo recomienda no automedicarse, así que si el problema es severo deben acudir a algún centro asistencial de salud.
 Recordemos en consejo de Íñigo de Loyola
NO SEAMOS GLOTONES, SEAMOS GOURMETS

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