Tulio Febres Cordero 1860-1938 |
Debemos al intelectual merideño Tulio Febres Cordero, no sólo el rescate de las tradiciones e historias de Santiago de los Caballeros de Mérida, sino también la elaboración de un recetario que ha preservado para la posteridad buena parte del repertorio de la cocina venezolana del siglo XIX (contiene unas 200 recetas). Se trata de Cocina criolla o Guía del ama de casa, que vio la luz en 1899 y ha gozado de varias ediciones, la última en 2006 por cuenta de la Universidad de los Andes (ULA), donde el Dr. Febres Cordero fue catedrático.
Don Tulio nos da, entre otras, una receta de Carne con Chocolate, que se reproduce en el libro El pan nuestro de cada día, del profesor Rafael Cartay (Funación Bigott, Caracas, 2003):
Se cuece la carne hasta que quede bien blanda, se desmenuza, se fríe en manteca con sal, cebolla, y perejil picados y un poquito de pimienta.
Cuando se esté friendo, se le agregan unas dos bolas de cacao molidas y un poquito de azúcar o papelón raspado.
Es una
receta típica del siglo XIX venezolano; muy parca y no nos da las proporciones, pero me pareció tan interesante que desarrollé mi propia versión. Que la falta de cacao en bola no impida degustar este platillo. Se puede hacer usando chocolate amargo en barra:
Ingredientes:
- 750 gr. de pulpa negra de res (o falda, si se prefiere)
- 2 bolas de cacao, ralladas
- 1 cebolla grande cortada en cubitos
- 2 cucharadas de aceite de maíz (o manteca de cochino si se desea ser más auténtico)
- 1 ramito de perejil, picado menudo
- 1 cucharada de papelón raspado
- 1 o 2 dientes de ajo, picaditos (opcional, no lo menciona Febres Cordero)
- Especias, pimienta y sal al gusto
- Agua o caldo para hervir la carne
Preparación:
- En una olla de presión se ablanda la carne; esto permite ahorrar tiempo y energía; en 40 minutos la pulpa negra estará blanda. Se desmecha como si fuéramos a hacer carne mechada.
- Le adicionamos un poco del caldo de cocción.
- Cuando ya está casi seco, se le agrega el papelón y si es necesario, especias (canela, clavo de olor, malagueta). Poco a poco, se le agrega el cacao y se sigue trabajando. Se continúa agregando cacao y revolviendo para que las hebras de carne queden bien impregnadas. Hay que raspar bien el fondo de la olla para impedir que el cacao se queme y trabajar rápido. La carne debe quedar en hebras sequitas, como si fuera un pisillo.
- El gusto es excepcional. Lo serví acompañado de un puré de batata y ensalada verde.
Hola, buen día! Muy interesante este blog, sobre todo, lo dedicado a las lecturas y análisis de distintos autores de la Venezuela de antes. Por favor quisiera escribiera o cpmentara sobre el cuento: "La venganza del Alcalde" del escritor criollo Tulio Febres Cordero. Muchísimas gracias
ResponderEliminar