sábado, 31 de agosto de 2013

Licaón, el hombre lobo

Cerámica Wedgwood que representa el castigo de Licaón y sus hijos. Fines del siglo XVIII
Ya leímos la historia de Calisto, a quien Juno/Hera transformó en osa por haber yacido con Júpiter/Zeus y cómo éste luego la convirtió en una constelación. Era peligroso flirtear con el padre de los dioses porque Juno, siempre celosa, estaba pendiente de que la falta no quedara impune. Hoy veremos qué le sucedió a la familia de la agraciada muchacha. Que Higinio nos cuente brevemente la historia (Fábulas mitológicas, Alianza Editorial, Madrid, 2009)
Se dice que Júpiter llegó como huésped ante Licaón, hijo de Pelasgo, y que se unió a su hija Calisto. Fruto de ello nació Árcade, quien dio su nombre a ese territorio.
Pero los hijos de Licaón intentaron poner a prueba a Júpiter para ver si era un dios; mezclaron carne humana con otra carne y se la sirvieron en un banquete.
Al darse cuenta, derribó enfadado la mesa y mató con un rayo a los hijos de Licaón. Más tarde Árcade construyó una ciudad, que llamó Trapezunte. Y al padre, Júpiter lo transformó en lobo.
Pobre Licaón, cuyo nombre griego recuerda a los lobos (Λύκος), que terminó convertido en hombre-lobo o licántropo (Λυκάνθρωπος). Sus descendientes por vía de Calisto y Júpiter fueron los arcadios que fundaron una ciudad que suena a trapisonda, pero en verdad es un derivado de "mesa" como la que derribó Júpiter cuando le sirvieron carne humana. Hubo dos pecados feos: el primero, y más grave, fue el de querer tentar a un dios y consagrar el canibalismo o antropofagia (νθρωποφαγία), y el segundo violentar las leyes de la hospitalidad.

El licántropo, el hombre que se convierte en lobo y devora a otros humanos, es uno de los terrores más profundos del alma humana. Si un hombre-lobo te muerde, te contagia y sufrirás la trágica pena de ser salvaje y feroz, pero con racionalidad y conciencia. El cine lo ha convertido en personaje de pacotilla.

Estampa en la colección del Museo Boijmans van Beuningen, Países Bajos
Al pie se lee en un raro latín:

Igne Lycaonias deuaflat edes,
Ille fugit rapidum vertitur inq. lupum
Syluas et rabiola petit spelea ferarum,
Vis. ferox animo, que fuit ante, manet.

Calisto, la Osa mayor


Dicen que Calisto, hija de Licaón, se convirtió en osa a causa de la ira de Juno, por haber yacido con Júpiter. Después Júpiter la incluyó entre el número de las estrellas y se llamó Septentrión. Esta constelación no se desplaza de su lugar ni se oculta. En efecto, Tetis, esposa de Océano y nodriza de Juno, no le permite ocultarse en el Océano.
Ésta es, por ello, la Osa Mayor, de la que se dice en versos créticos:
"Tú, simiente, de la transformada Ninfa, hija de Licaón, a quien, raptada de la gélida cima de Nonacris, prohíbe siempre Tetis en el Océano sumergirse por haber osado una vez ante su pupila sucumbir".
Así pues, los griegos llaman Hélice a esta osa.
Tiene siete débiles estrellas en la cabeza; dos en cada oreja; una en la espalda; una brillante en el pecho; una en la pata delantera; una brillante en el lomo; dos en el muslo posterior; dos en el extremo de la pata; tres en la cola. Veinte en total.
NOTA: Septentrión: "Siete bueyes", esto es, las siete estrellas que tiran del Carro.


Fuente:
Higinio. Fábulas mitológicas
Alianza Editorial, Madrid, 2009

viernes, 30 de agosto de 2013

Para aproximarse a la mitología clásica

Los dioses olímpicos, por Nicolas-André Monsiau  

El amigo Naiffer Olivares me expresó hace algunos días su vivo interés por la mitología clásica y, a propósito del artículo sobre Narciso y la metrosexualidad (aquí), me preguntó si el libro del que tomé la cita lo había conseguido en Caracas recientemente, o si por el contrario fue adquirido en alguno de mis destinos como funcionario público. Le aclaré que la adquisición era reciente en una librería de Caracas.

Afortunadamente, y a pesar de la banalización que ha sufrido a causa de tiras cómicas, malas películas y juegos digitales a lo largo de las últimas décadas, aún se consiguen algunos buenos libros sobre mitología griega y romana que vayan más allá del cuentico tradicional digerido, sin espíritu ni profundidad. Esto quiere decir que también hay un publico interesado en la cultura clásica.

Thomas Bulfinch
Para cumplir con Naiffer y orientar en algo la lectura sobre mitología, nos vamos a hacer un paseo por los textos que tengo en casa y que recomendaría leer alguna vez. No todo es bueno, también uno se puede llevar una desagradable sorpresa y adquirir libro costoso y malo; o sea, caro. No comentaré Mitología, de Thomas Bulfinch (Editorial Latino Americana S. A., Ciudad de México, 1959) porque son escasas las reediciones recientes en castellano es es un texto al gusto de la era victoriana. baste con señalar que el viejo Bulfinch no se limitó a la mitología greco-latina, sino que también agregó leyendas celtas, nórdicas, el ciclo arturiano, Carlomagno y los doce pares Francia, etc. En el mundo de habla inglesa aún se consigue a pesar de ser ya una reliquia del pasado. Recuerdo haberlo visto en una librería del Waterfront en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en una edición gorda y profusamente ilustrada. Tuve dudas sobre comprarlo y preferí un libro de cocina regional francesa. Unos años más tarde lo conseguí por un precio muy módico en el mercado de libros usados del puente de la Av. Fuerzas Armadas. Con eso quedó satisfecha mi curiosidad.

Comenzaremos entonces por El gran libro de la mitología griega (La Esfera de los Libros, Madrid, 2008) de Robin Hard, basado en el Manual de mitología griega de Herbert Jennings Rose, "publicado en 1928, y que ha sido hasta ahora el libro más accesible sobre este tema". El volumen del libro de Hard alcanza más de 900 páginas y numerosas ilustraciones de calidad. En él se hace un extenso recorrido por el legado de la Grecia antigua desde los orígenes de Caos y la Noche hasta las acciones de los héroes de Troya. El autor se proponía, según su propias palabras, "hacer una versión revisada del clásico Handbook of Greek Mythology, de H. J. Rose, y el resultado final mantiene una gran deuda con dicho trabajo en muchos aspectos, ya que se ha incorporado bastante material y he seguido su estructura general en muchos capítulos, especialmente en aquellos que se refieren a la mitología de los dioses".
(...) Ha reescrito y revisado completamente el antiguo texto (de H. J. Rose) -nos dicen los editores- y añadido conclusiones de las últimas investigaciones. El resultado es esta obra que representa un exhaustivo y sistemático desarrollo de la compleja masa de leyendas, acompañado de numerosas citas de los autores clásicos, mapas, árboles genealógicos e ilustraciones que dan vida a los relatos. Un gran libro destinado a convertirse  en el referente mundial sobre mitología.
En realidad fue una sorpresa encontrar en Caracas este libro tan completo y bien estructurado. En particular porque, como está el nivel cultural de la población, este tipo de lecturas pareciera no tener público. Estoy errado, pues hay un público para la mitología que busca en ella un saber aplicable a la psicología, la política y la vida diaria, si se le sabe encontrar. Se lee con fluidez, pues carece de la pesadez de algunas obras del género, a pesar de tener al mismo tiempo calidad académica.

Otro clásico sobre la mitología griega es Los mitos griegos, obra de Robert Graves, que ha sido publicada en varios idiomas, algunas de ellas ilustradas. Hay varias ediciones recientes en castellano.  Graves es también conocido por sus novelas históricas Yo, Claudio y Claudio, el dios, llevadas a la pantalla hace ya muchos años.

De Los mitos griegos tengo dos ejemplares, ambos en inglés. El primero es la edición completa (Penguin Books, Londres, 1992) compilada en un solo tomo, que compré en la librería Feltrinelli International en Roma por un módico precio. Un buen libro, sin duda, para cualquier interesado en la mitología griega. La contraportada de este volumen de casi 800 páginas sin ilustraciones, nos presenta la obra:
De las fuentes diseminadas a través de la literatura antigua, Graves usó su habilidad de novelista  para entretejer una narrativa fresca y coherente de cada mito. Comentarios completos ofrecen referencias cruzadas, interpretaciones y explicaciones que combinan una erudición sólida con la visión intuitiva del poeta; incluso variantes poco conocidas están registradas cuando revelan una dimensión extra del significado ritual o histórico. (...) El resultado es un clásico entre los libros de referencia, ideal para especialistas, curiosos o cualquiera en búsqueda de detalles sobre los dioses, héroes y eventos extraordinarios que inspiraron a Homero y a los dramaturgos griegos, así como también a subsecuentes autores europeos. Y, ya que incluye los cuentos de Tántalo y Teseo, Orfeo y Orestes, Midas y Medea, también contiene muchas de las más grandes historias jamás contadas.
El otro volumen de Greek Myths es la versión ilustrada (Penguin Books, Londres, 1981), que está profusamente ilustrada y con letra grande. Me parece dirigida a jóvenes y estar resumida. Tiene un total de 224 páginas, sin muchas referencias cruzadas. Bonito libro, pero prefiero la obra completa, aunque no tenga ilustraciones.

Un volumen de reciente adquisición es Los mitos clásicos; una guía del mundo mítico de Gracia y Roma (Crítica, Barcelona, 2011) de Wlliam Hansen, profesor de Estudios Clásicos y Folclore del departamento de Estudios Mitológicos de la Universidad de Indiana. En un texto con calidad académica, muy bien fundamentado. Del prólogo:

(...) A diferencia de la mayoría de los libros dedicados a la mitología clásica, que centran su atención en las historias olvidando el mundo en el que están ambientadas, el presente volumen explora ambos elementos en un esfuerzo por se justo con cada uno de ellos. El resultado es una suerte de etnografía de lo imaginario.
Por consiguiente, abordo aquí la mitología clásica como un sistema autónomo que puede ser disfrutado y apreciado como tal, un planteamiento que es posible porque las narraciones mitológicas de la Antigüedad suceden en un mundo bastante consistente  en lo relativo a ambientación, personajes y convenciones, incluso cuando los textos en los que se hallan preservadas datan de siglos diferentes, ya que, pese a un mayor conocimiento geográfico y una actitud menos seria hacia los dioses por parte de las personas más sofisticadas, mitógrafos posteriores conservan el mundo físico de los primeros narradores griegos, que es eminentemente fantástico, y siguen repitiendo en esencia los mismos mitos y leyendas...
(...) Aunque este libro constituye en sí mismo una introducción a la mitología clásica, también puede complementar otras obras modernas sobre la materia  o acompañar la lectura de autores de la Antigüedad con trabajos mitológicamente ricos, como Homero, Hesíodo, los compositores de los himnos homéricos, los trágicos griegos, Apolodoro y Ovidio.
Todos estos autores clásicos que menciona Hansen están en mi biblioteca en la sección de autores griegos y romanos. De Apolodoro no debe faltar la Biblioteca mitológica (el ejemplar que poseo es la edición de Alianza Editorial, Madrid, 2004), ni tampoco las Fábulas mitológicas de Higinio (misma editorial, 2009). Siempre es bueno recurrir a las fuentes antiguas. En otra oportunidad comentaremos los textos clásicos.

Karl Kerényi es autor, entre otros de una obra importante sobre el tema, Die Mythologie der Griechen, en dos partes Dioses de los griegos y Héroes griegos, ambas editadas en castellano por Atalanta (Barcelona, España).

Mi primer encuentro con Kerényi fue a través de una traducción al inglés: The Gods of the Greeks (Thames & Hudson, Nueva York, 1988), que compré en una librería de segunda mano. De hecho, el Dr. Kerényi escribió el libro en 1951 a sugerencia de esa casa editorial, que lo tradujo del alemán en versión de Norman Cameron. Mi ejemplar está muy leído, subrayado y anotado en castellano e inglés, lo que le da un valor agregado. De la contraportada:
Tomando de una riqueza de fuentes, desde Hesíodo a Pausanias y de los Himnos órficos a Proclo, el profesor Kerényi provee una clara y académica exposición de los más importantes mitos griegos. Luego de una breve introducción, las complejas genealogías de los dioses lo llevan al origen de los titanes, de Afrodita bajo todos sus títulos y aspectos, al reino de Zeus, a Apolo y Hermes, tocando los affairs de Pan, las ninfas, sátiros y el nacimiento de la humanidad, hasta que alcanza los inefables misterios de Dioniso. La viva y fácil de leer narrativa está complementada por un apéndice de referencias detalladas a todos los textos originales y una fina selección de ilustraciones tomadas pinturas en vasijas.
La segunda parte de la obra de Kerényi, Héroes griegos (Atalanta, Barcelona, 2009), es de más reciente adquisición. Son poco más de 400 páginas que incluyen 24 fotografías en color sobre motivos de la cerámica griega. De la contraportada:
Como sucede con su obra clásica sobre los dioses griegos, Karl Kerényi escribió este libro convencido de que había llegado el momento de hacer una mitología para adultos, pues hasta entonces sólo existían grandes manuales para especialistas en estudios clásicos, historia de las religiones, etnología, o bien libros de mitos clásicos para niños, remodelados y falseados de acuerdo con determinados puntos de vista educativos. Kerényi destinó este libro a todos aquellos adultos cuyo interés fundamental fuera el estudio del ser humano desde cualquier rama del conocimiento, ya que para él, la mitología puede ser también un testimonio del pensamiento humanista moderno. Por esta razón dedicó esta obra a los poetas del futuro.
Con gran sentido literario y profundidad mitológica, Karl Kerényi nos ofrece en este libro un magnífico fresco completo de todas las figuras del mundo heroico de los griegos: Cadmo y Harmonía, Dánao y sus hijas, Perseo, Hipodamia y Pélope, Tántalo, los Dióscuros, Heracles, Sísifo, Belerofonte, Frixo y Hele, Edipo, Meleagro, Atalanta, Jasón, Orfeo, Eurídice, Medea, Ifigenia, Aquiles...
Por último, el libro que estoy leyendo (con calma porque hay una larga lista de espera). Se trata de Introducción a la mitología griega (Alianza Editorial, Madrid, 2006), del catedrático español Carlos García Gual, en edición ilustrada y ampliada. Un libro exquisitamente diagramado y con ilustraciones de primera calidad.
Alejada, tanto del repertorio de mitos, como del manual de mitografía, esta nueva edición ampliada e ilustrada de la Introducción a la mitología griega pretende facilitar la aproximación a estos antiguos relatos y ofrecer algunas reflexiones previas a su lectura o relectura. Partiendo de un estudio de su peculiar tradición y transmisión, y subrayando la función social y la pervivencia de la mitología en su contexto histórico y occidental, Carlos García Gual examina, desde una perspectiva a la vez crítica y didáctica, los temas y figuras más representativos de ese amplio repertorio narrativo, rememora los rasgos esenciales de los dioses y héroes griegos y, finalmente, analiza las interpretaciones más significativas que se han formado desde el inicio de la Edad Moderna sobre este conglomerado de mitos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Biblioteca abierta en La Castellana


Este fin de semana habrá una actividad interesante en la Plaza de La Castellana (o Plaza Isabel La Católica, su nombre actual). Se trata de un evento interactivo que se desarrollará entre las 11 am y 8 pm. Copio la nota de prensa de los organizadores:

En el marco de la programación que desarrollan Cultura Chacao y la Cámara Venezolana del Libro (Cavelibro) como continuidad del 5to Festival de la Lectura Chacao 2013, Proyecto Colectivo presentará una instalación efímera que, bajo el título Biblioteca Abierta, tomará los espacios de la Plaza La Castellana el domingo 1° de septiembre desde las 11:00 a.m. hasta las 8:00 p.m., con más de mil libros dispuestos en el suelo, que las personas se podrán llevar o intercambiar por otros.
Iniciativa de Proyecto Colectivo, con la curaduría de su director Miguel Braceli, Biblioteca Abierta es una propuesta de arte contemporáneo en la dimensión de la ciudad, que tiene como fin estimular el conocimiento y al mismo tiempo transformar el paisaje urbano, a través de un espacio para la acción, el encuentro y los cruces de información a partir del intercambio de libros.
Los libros son dispuestos en el suelo de acuerdo al proyecto de artistas y arquitectos que hacen de cada edición una nueva obra a partir de las especificidades del lugar. Es una pieza en transformación, cuya forma va cambiando a medida que las personas traen o retiran libros de la instalación.
El público podrá apreciar e interactuar con la instalación Biblioteca Abierta, conformada por libros en donación que se pueden tomar y llevar, el domingo 1° de septiembre desde las 11:00 a.m. hasta las 8:00 p.m., en la Plaza La Castellana. La entrada es libre.

Me lleno de curiosidad por saber qué títulos estarán expuestos y cuáles me llevaría. Vamos a revisar la biblioteca y la página de los organizadores en Facebook. A veces hay sorpresas.

martes, 27 de agosto de 2013

La eliminación


Siempre trato de evitar leer libros que me causen desazón. Tal vez sea escapismo, o que quiero seguir siendo libre y feliz. Hoy terminé de leer La eliminación (Anagrama, Barcelona, 2013), obra del cineasta Rithy Panh, sobreviviente de los campos de exterminio de Camboya, en colaboración con el novelista  francés Christophe Bataille. Es éste un documento, o un testimonio, sobre un régimen sanguinario, sus esbirros y un pueblo masacrado.
"A los trece años -dice Rithy Panh-, perdí a toda mi familia en pocas semanas. Mi hermano mayor, que se marchó solo a pie hacia nuestra casa en Phnom Penh. Mi cuñado, médico, ejecutado en una cuneta. Mi padre, que decidió no seguir alimentándose. Mi madre, que en el hospital de Mong se echó en la cama donde acababa de morir una de sus hijas. Mis sobrinas y mis sobrinos. Todos ellos barridos por la crueldad y la locura de los jemeres rojos. Me quedé sin familia. Me quedé sin nombre. Me quedé sin rostro y fue así como pude seguir con vida, porque me había quedado sin nada". Treinta años después del fin del régimen de Pol Pot, que causó la muerte de 1.700.000 personas, el niño se ha convertido en un cineasta de prestigio. Decide entrevistar a uno de los grandes responsables de ese genocidio: Duch, que no es ni un hombre banal ni un demonio, sino un organizador educado, un verdugo que habla, olvida, miente, explica, trabaja en su propia leyenda. La eliminación es el relato de esta confrontación fuera de lo común. Un gran libro sobre nuestra historia, sobre la cuestión del mal, en la línea de Si esto es un hombre de Primo Levi o La noche de Elie Wiesel. (...)
El siglo XX, que muchos consideran un período de progreso y el desarrollo, fue el siglo de las ideologías y las atrocidades cometidas a nombre ellas; comunistas, nazis, fascistas, y muchos otros (desde la guerra bóer hasta la invasión a Iraq) dieron muestra de lo que se puede hacer para degradar al ser humano. Al leer estas páginas de Rithy Panh, se da uno cuenta de lo poco que han cambiado las cosas desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

¿Qué puede preocupar tanto a los tiranos? Siempre tendrán de cómplices a intelectuales (de izquierda, las más de las veces), gobiernos "amigos" (amigo el ratón del queso) y esos clubes gobierneros que son las organizaciones internacionales. Pol Pot murió tranquilo, sin ser molestado, muchos de sus secuaces siguen tranquilos en Camboya, o fueron enjuiciados por suaves burócratas que no buscan la justicia sino cerrar expedientes. Si no hay justicia, no hay paz y los hechos se pueden repetir.  La eliminación, al presentarnos el caso de Campuchea Democrática, nos abre los ojos.

Dejo aquí un documental sobre el tema que encontré paseándome por la Internet.

Rithy Panh (autor)

Hay que leer La eliminación no como un deber sino como una necesidad absoluta de ponerle palabras a lo innombrable. El cineasta reserva sus furores para su libro, en el cual expresa su escepticismo sobre la "banalidad del mal", señala culpabilidades claras, rechaza las hipótesis de una responsabilidad colectiva o de un eventual particularismo camboyano.


H. Aubron. Le Magazine Litteraire

domingo, 25 de agosto de 2013

Toscanini y el Boléro de Ravel

Ida Rubinstein, en 1928
(1885-1960)
Maurice Ravel compuso su famoso Boléro (sí, con acento y pronunciado boleró) como una pieza de coreográfica para la ballerina y mecenas rusa Ida Rubinstein. El compositor creyó que las orquestas rechazarían la pieza, tal vez por el ritmo y tema invariable y la melodía repetida una y otra vez (ostinato), la consideró como un estudio de orquestación, desprovisto de música, según la palabras del autor. La presentación de la Rubinstein, si creemos a Alejo Carpentier -para entonces vivía en París-, no fue la más afortunada, pero la perdonaba:
¿Y la labor de Ida Rubinstein?, preguntaréis. La genial animadora el Martirio de San Sebastián y Fedra no fue tan admirable. Cometió el error de creer que su talento de mímica le permitiría abordar de nuevo la danza -fue danzarina hace muchos años-, sin peligros. Su labor coreográfica fue algo pobre, e inferior a la altísima calidad de sus espectáculos.
Pero bien podemos perdonarle un error, inspirado por una egolatría justificada. Hemos escuchado tan hermosas partituras; hemos contemplado tan lindas decoraciones gracias a ellas, que aplaudimos calurosamente cada vez que el telón volvió a levantarse al final de una de sus noches triunfales.
Ravel se equivocaba en cuanto a su aceptación, pues su Boléro fue bien acogido por el público y hoy está incluido en los repertorios de todas las orquestas sinfónicas. Uno de los que contribuyeron a popularizar esta rara pieza fue el director italiano Arturo Toscanini (1867-1957), la batuta más prodigiosa del siglo XX. Toscanini tenía un tempo más furioso que la mayoría de los directores de su época y, cuando en 1930 dirigió a la Orquesta Filarmónica de Nueva York, en la Opéra de París, le impuso al Boléro su propia velocidad. Ravel, que tenía mal carácter, se negó a aplaudirlo y luego se le presentó en el camerino para reclamarle -hay varias versiones de la anécdota-:
Maurice Ravel
(1875-1937)
Ravel: Maestro, yo llevo el Boléro mucho más lento.
Toscanini: Es un error. La concepción de la obra, su carácter, su estilo, imponen el tempo que yo he adoptado
Otros dicen que Ravel, jadeando y aguantado la furia le dijo: Sólo a usted lo perdono, Maestro... Sólo a usted. Sea como sea, la relaciones entre ambos se agriaron por un tiempo y los partidarios de Toscanini disfrutaron de un Boléro más interesante.

Escuchar una antigua grabación, además de trasladarnos en el tiempo del registro 100% análogo, nos lleva a pensar en los intérpretes de la pieza, en particular esta del Boléro grabada Arturo Toscanini con la Orquesta de NBC en 1939. Para el momento, el director había abandonado Europa donde campeaba el fascismo y decidió establecerse en los Estaos Unidos. La escucharemos haciendo abstracción de la calidad de los equipos de grabación y notaremos en el minuto 08:00 la falla de uno de los músicos...




Luego la compararemos con una interpretación muy lenta, a cargo de la Orquesta Filarmónica de Munich, bajo la batuta de Sergiu Celibidache (1912-1996).


sábado, 24 de agosto de 2013

Plinio el Joven sobre la destrucción de Pompeya y la muerte de su tío

Destrucción de Pompeya
Cuanto escribí el artículo sobre El último día de pompeya, me referí a la Carta de Plinio el Joven, sobrino de Plinio el Viejo, en la cual relata los hechos desde el inicio de la erupción del Vesubio, hasta la muerte de su tío asfixiado en Stabia. La misiva estaba dirigida a su amigo el historiador Cayo Cornelio Tácito y está identificada como Epist. 6,16, entre las obras sobrevivientes de Plinio el Joven
C. PLINIO a su querido Tácito, salud
[1] Pides que te escriba la muerte de mi tío para poder transmitirla a la posteridad con más veracidad. Te doy las gracias, pues veo que a su muerte, si es celebrada por ti, se le ha planteado una gloria inmortal.
Gayo Cornelio Tácito, destinatario
 [2] En efecto, aunque murió en la destrucción de unas hermosísimas tierras, destinado en cierto modo a vivir siempre, como corresponde a los pueblos y ciudades de memorable suerte, aunque él mismo redactó obras numerosas y duraderas, sin embargo la inmortalidad de tus escritos incrementará mucho su permanencia.
[3] En verdad considero dichosos a quienes les ha sido dado  por obsequio de los dioses o hacer cosas dignas de ser escritas o escribir cosas dignas de ser leídas, pero considero los más dichosos a quienes se les ha dado ambas cosas. En el número de éstos estará mi tío, tanto por sus libros como por los tuyos. Por eso con mucho gusto asumo, incluso reivindico, lo que propones.
[4] Estaba en Miseno y presidía el mando de la flota. El día 24 de agosto en torno a las 13 horas mi madre le indica que se divisa una nube de un tamaño y una forma inusual..
[5] Él, tras haber disfrutado del sol,  y luego de un baño frío, había tomado un bocado tumbado y ahora trabajaba; pide las sandalias, sube a un lugar desde el que podía contemplar mejor aquel fenómeno. Una nube (no estaba claro de qué monte venía según se la veía de lejos; sólo luego se supo que había sido del Vesubio) estaba surgiendo. No se parecía por su forma a ningún otro árbol que no fuera un pino.
[6] Pues extendiéndose de abajo arriba en forma de tronco, por decirlo así, de forma muy alargada, se dispersaba en algunas ramas, según creo, porque reavivada por un soplo reciente, al disminuir éste luego,  se disipaba a todo lo ancho, abandonada o más bien vencida por su peso; unas veces tenía un color blanco brillante, otras sucio y con manchas, como si hubiera llevado hasta el cielo tierra o ceniza.
[7] Le pareció que debía ser examinado en mayor medida y más cerca, como corresponde a un hombre muy erudito. Ordena que se prepare una libúrnica; me da la posibilidad de acompañarle, si quería; le respondí que yo prefería estudiar, y casualmente él mismo me había puesto algo para escribir.
[8] Salía de casa; recibe un mensaje de Rectina, la esposa de Tasco, asustada por el amenazante peligro (pues su villa estaba bajo el Vesubio, y no había salida alguna excepto por barcos): rogaba que la salvara de tan gran apuro.
[9] Cambia de plan y lo que había empezado con ánimo científico lo afronta con el mayor empeño. Sacó unas barcas con cuatro filas de remos y embarcó dispuesto a ayudar no sólo a Rectina, sino también a muchos (pues lo agradable de la costa la había llenado de bañistas).
[10] Se apresura a dirigirse a la parte de donde los demás huyen y mantiene el rumbo fijo y el timón hacia el peligro, estando sólo él libre de temor, de forma que fue dictando a su secretario y tomando notas de todas las características de aquel acontecimiento y todas sus formas según las había visto por sus propios ojos.
[11] Ya caía ceniza en las naves, cuanto más se acercaban, más caliente y más densa; ya hasta piedras pómez y negras,  quemadas y rotas por el fuego; ya un repentino bajo fondo y la playa inaccesible por el desplome del monte. Habiendo vacilado un poco sobre si debía girar hacia atrás, luego al piloto, que advertía que se hiciera así, le dice: «La fortuna ayuda a los valerosos: dirígete a casa de Pomponiano».
[12] Se encontraba en Estabias apartado del centro del golfo (pues poco a poco el mar se adentra en la costa curvada y redondeada. Allí aunque el peligro no era próximo pero sí evidente y al arreciar la erupción muy cercana, había llevado equipajes a las naves, seguro de escapar si se aplacaba el viento que venía de frente y por el que era llevado de forma favorable mi tío. Él abraza, consuela y anima al asustado Pomponio. y para mitigar con su seguridad el temor de aquél, le ordena proporcionarle un baño;  después del aseo, se reclina junto a la mesa, cena realmente alegre o (lo que es igualmente grande) simulando estar alegre.
[13] Entre tanto desde el monte Vesubio por muchos lugares resplandecían llamaradas anchísimas y elevadas deflagraciones, cuyo resplandor y luminosidad se acentuaba por las tinieblas de la noche. Mi tío, para remedio del miedo,  insistía en decir que debido a la agitación de los campesinos, se habían dejado los fuegos y las villas desiertas ardían sin vigilancia. Después se echó a reposar y reposó en verdad con un profundísimo sueño, pues su respiración, que era bastante pesada y ruidosa debido a su corpulencia, era oída por los que se encontraban ante su puerta.
[14] Pero el patio desde el que se accedía a  la estancia, colmado ya de una mezcla de ceniza y piedra pómez  se había elevado de tal modo que, si se permanecía más tiempo en la habitación, se impediría la salida. Una vez despertado, sale y se reúne con Pomponiano y los demás que habían permanecido alertas.
[15] Deliberan en común si se quedan en la casa o se van a donde sea al campo. Pues los aposentos oscilaban con frecuentes y amplios temblores y parecía que sacados de sus cimientos iban y volvían unas veces a un lado y otras a otro.
[16] A la intemperie de nuevo se temía la caída de piedras pómez a pesar de ser ligeras y carcomidas, pero se escogió esta opción comparando peligros; y en el caso de mi tío, una reflexión se impuso a otra reflexión, en el de los demás, un temor a otro temor. Atan con vendas almohadas colocadas sobre sus espaldas: Esto fue la protección contra la caída de piedras.
[17] Ya era de día en otros sitios y allí había una noche más negra y más espesa que todas las noches. Sin embargo muchas teas y variadas luminarias la aliviaban. Se decidió dirigirse hacia la playa y examinar desde cerca qué posibilidad ofrecería ya el mar; pero éste permanecía aún inaccesible y adverso.
[18] Allí echado sobre una sábana extendida pidió una y otra vez agua fría y la apuró. Luego las llamas y el olor a azufre, indicio de las llamas,  ponen en fuga a los demás. A él lo alertan.
Plinio el Joven, remitente
[19] Apoyándose en dos esclavos se levantó e inmediatamente se desplomó, según yo supongo, al quedar obstruida la respiración por la mayor densidad del humo, y al cerrársele el esófago, que por naturaleza tenía débil y estrecho y frecuentemente le producía ardores.
[20] Cuando volvió la luz (era el tercer día, contando desde el que había visto por última vez) se halló su cuerpo intacto, sin heridas y cubierto tal y como se había vestido. El aspecto era más parecido a una persona dormida que a un cadáver.
[21] Entre tanto en Miseno mi madre y yo ... pero esto no importa a la historia, ni tú quisiste saber otra cosa que su final. Por tanto termino.

[22] Únicamente añadiré que he narrado todo en lo que yo había estado presente y lo que había oído inmediatamente, cuando se recuerda la verdad en mayor medida. Tú seleccionarás lo más importante; de hecho, una cosa es escribir una carta y otra escribir historia, una cosa es escribir a un amigo y otra a todos. Adiós.

viernes, 23 de agosto de 2013

El último día de Pompeya

Erupción del Vesubio, 1817

El 24 de agosto del año 79 d C el monte Vesubio, luego de 1500 años de letargo, despertó y arrasó con las ciudades de Pompeya, Herculano, Oplontis y Stabia, situadas a sus faldas. Para los pobladores de esas ciudades de Campania fue el fin del mundo. Recuerdo que cuando en la escuela nos hablaban de la destrucción causada por el Vesubio, el maestro nos contaba que Plinio el Viejo murió observando el fenómeno. Yo me imaginaba a un general romano subiendo las faldas del volcán y luego morir asfixiado al llegar a la cumbre. Cosas de muchacho, digo yo.

Plinio el Viejo
Lo sucedido en ese fatídico día de agosto se preservó para la posteridad gracias al sobrino del almirante, Plinio el Joven, que describió con lujo de detalles lo sucedido. En verdad, Plinio el Viejo había acudido voluntariamente a rescatar personas y para ello zarpó desde Miseno al frente de varios navíos. Pudo más la curiosidad científica que su instinto de conservación. Para él, era tan importante salvar vidas como estudiar los fenómenos naturales.

Otro personaje que hizo gala de desprendimiento y nobleza fue el Emperador Tito, conocido también como "el adorno de la humanidad". Veamos qué nos dice Suetonio sobre Tito y el desastre de Campania:
... Ocurrieron algunos accidentes fortuitos y fatales bajo su principado, como la erupción del monte Vesubio en Campania, un incendio en Roma durante tres días y otras tantas noches y la epidemia más grande conocida hasta entonces. En medio de tantas y tan graves adversidades mostró no sólo la solicitud propia de un príncipe, sino también el afecto incomparable de un padre, ora consolando al pueblo por medio de edictos, ora ayudándole en la medida de sus posibilidades. Eligió por sorteo entre los ex-cónsules a los encargados de la restauración de Campania; destinó a la reconstrucción de las ciudades destruidas los bienes de los que perecieron en la erupción del Vesubio sin haber dejado herederos....
De hecho, Tito visitó el lugar de la tragedia y envió ayuda, pero el desastre era tan grande que la asistencia oficial no se dio abasto. Las ciudades permanecieron sepultadas hasta el siglo XVIII, pero seguían vivas en la fantasía de los humanistas gracias a la descripción de Plinio el Joven (leer la carta aquí). Las erupciones como la descrita reciben el nombre de "plínicas".

Mapa del Golfo de Nápoles mostrando los lugares más afectados.
Tomado de www.gustoporlahistoria.com

Mientras escribía este artículo, recordé un himno órfico a Hefesto/Vulcano, incluido en la edición de la Teogonía y otras obras de Hesíodo, por Editorial Porrúa (México, 1976). Los pobres pompeyanos tratarían de apaciguar a sus dioses en medio del terror, la lluvia de cenizas y piedras, la oscuridad y los flujos piroclásticos. He aquí el himno:


Fragua de Vulcano, mármol romano
PERFUME DE HEFESTO
El maná
¡Hefesto, que tienes un corazón firme; oh robusto, llama infatigable; tú que traes la luz a los hombres; el de manos vigorosas, eterno obrero, señor de las artes, parte integrante del Cosmos, elemento irreprochable, que lo devoras todo, que lo domeñas todo; poderoso dueño de todo, porque el Éter, Helios, Selene y la pura luz de los astros que lucen para los hombres son miembros de Hefesto; tú que frecuentas todas las moradas, todas la ciudades, todas las razas y los cuerpos de todos los mortales, riquísimo, robustísimo, óyeme, oh Bienaventurado! Te invoco con las libaciones sagradas, a fin de que vengas en ayuda de nuestros trabajos. Aplaca el furor del fuego infatigable, conservando a la vez en nosotros la luz natural.

Paseando por la red, conseguí este interesante video producido por la BBC titulado El último día de Pompeya, que espero sea del agrado.



jueves, 22 de agosto de 2013

En el cumpleaños de Claude Debussy

Claude Debussy
1862-1918

Tal día como hoy nació en Saint-Germain-en-Laye el gran compositor del impresionismo francés Claude-Achille Debussy, quien decía que sólo había dos tipos de música: la buena y la mala. Pero no es sólo eso sino que llegó a ser junto con Maurice Ravel las figuras más descollantes de la música europea de finales del siglo XIX y principios del XX. Aún hoy las composiciones de Debussy inspiran a las almas sensibles y algunas de ellas, como Clair de Lune, son piezas tan populares que cualquiera las ha escuchado y hasta las tararea, como me sucedió hace un par de días que hasta la silbaba en la calle (¡Qué vergüenza!)
Para celebrar el cumpleaños del gran Claude Debussy, escucharemos dos de sus piezas:
La primera es Clair de Lune en versión orquestal, con dibujos animados por los estudios de Walt Disney y forma parte de la película Fantasia (1940). La interpretación estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica de Filadelfia, bajo la batuta de Leopold Stokowski... más cursi no puede ser esta presentación, pero refleja el sentir de una época ya pasada.


La Segunda es La Mer, definida por el autor como tres bosquejos sinfónicos para orquesta. Es una pieza encantadora como un cuadro impresionista, mas no persigue sino describir muy sutilmente el mar con una orquestación revolucionaria para la época. A través de esta pieza llegué a apreciar la calidad y el valor de la música de Debussy y de sus contemporáneos. 
La escucharemos en la interpretación de la Orquesta Sinfónica de Cleveland, dirigida por David Ashkenazi. Es una composición que se ubica entre la sinfonía y el poema sinfónico y está integrada por tres partes; desde la suavidad del alba hasta el mediodía (muy lento), pasando por un allego que describe el movimiento de las olas, hasta el dialógo entre el viento y el mar que es tumultuoso y agitado. Espero lo disfruten como yo.
 I. De l'aube à midi sur la mer - très lent
II. Jeux de vagues - allegro
III. Dialogue du vent et de la mer - animé et tumultueux




martes, 20 de agosto de 2013

Invierno en el trópico: una salsa contundente

Un plato invernal: Polenta con succo de spuntature e salsicce al pomodoro
Una polvoreada de pecorino la complementa bien
Me aburren las carnicerías de mi vecindario. Añoro los viejos tiempos en que había carniceros italianos que vendían buenos cortes y eran creativos con sus preparaciones. Había, pues, cierto orgullo por el oficio, que se traducía en una clientela satisfecha. Hoy, en los dos supermercados de la zona, se conforman con ofrecer chuletas ahumadas, pechugas de pollo empanizadas, chupetas de pollo, alas de pavo, hamburguesas de dudosa calidad, cerdo, pollo y algunos cortes de carne de res. Ante una situación así, uno termina siendo vegetariano ¿Qué comerán los vecinos? -me pregunto.

Hace unos días me paseaba por Chacao y aproveché para acercarme a las buenas carnicerías de la zona, donde la cosa no parece hacer cambiado desde que estudiaba primaria en el Colegio San Ignacio de Loyola. Allí estaban los buenos cortes de res, las salchichas artesanales, las preparaciones de siempre y una larga cola de parroquianos comprando carne. Así da gusto, aunque se deba esperar un poco.

Al ver las salchichas recordé un plato que comí una noche de invierno en Roma y decidí darme ese gusto. Pregunté al dependiente y me dijo que había de dos tipos, uno de ellos aderezado con semillas de hinojo. Pedí cuatro de éstas y también medio kilo de costillitas de cochino cortadas en trozos de unos 3 cm. De allí a casa, a prepararme un succo de spuntature e salsicce al pomodoro, que luego comería con polenta o pasta corta, a placer. En el camino a casa, el taxista se interesó por la receta y se la expliqué. También propuso variantes que eran válidas.  He aquí mi versión, basada en la memoria gustativa:


SUCCO DE SPUNTATURE E SALSICCE AL POMODORO


Ingredientes

  • 1/2 kilo de costillas de cochino cortadas en trozos de unos 3 cm
  • 4 salchichas de carne de cerdo italianas (prefiero las adobadas con semillas de hinojo)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 4 dientes de ajo, aplastadados
  • 2 cebollas medianas cortadas en cubitos
  • 1 zanahoria cortada en cubitos pequeños
  • 2 o 3 costillas de célery, cortadas en cubitos
  • 1 copa de vino
  • 2 latas de tomate entero (si son italianos, los tomates españoles vienen en agua) o  2 frascos de passata di pomodoro
  • 2 hojas de laurel
  • Perejil, célery, sal y pimienta al gusto


Preparación:

  1. En el aceite de oliva se sofríen los dientes de ajo hasta que doren, pero no se quemen. Se retiran del fuego
  2. En el aceite aromatizado, se sofríen las costillas de cerdo hasta que doren un poco. Se retiran y se reservan.
  3. En la misma grasa, se sofríe la cebolla hasta que marchite. Se le agrega el célery y la zanahoria y se continúa sofriendo. Luego agregamos las hierbas aromáticas (hojas de célery, perejil en rama y el laurel). Se le agrega el vino y se hace reducir para eliminar el alcohol.
  4. Se le agrega la passata de tomate (o los tomates enlatados los cuales se habrán desmenuzado a mano y retirado los corazones duros, pieles y semillas). Regresamos las costillas a la salsa y agregamos por último las salchichas a las que habremos pinchado con un tenedor. Salpimentar con moderación. Se agrega un poco de agua, de ser necesario. Luego que llega a un hervor, se tapa y se cocina a fuego suave hasta que las costillas estén blandas y la salsa esté brillante.
  5. Se retiran las hojas de laurel y las ramas de célery y perejil. Se ajusta la sazón. Se sacan las salchichas y se cortan por la mitad. se regresan a la salsa y se cocina unos minutos más para evaporar cualquier exceso de líquido.
  6. Se sirve sobre un plato de polenta recién preparada y se adorna con queso pecorino rallado. Con la salsa que sobre se pueden aderezar unos rigatoni u otra pasta corta que retenga esta salsa de sabor fuerte.


¿Con qué vino lo maridamos? Tal vez con un Montepulciano d'Abruzzo, u otro tinto con carácter.

Abruzzo es la patria de este plato invernal. Allí los inviernos son crudos y su laboriosa población se reconforta del frío con preparaciones contundentes, como la que he que descrito.

lunes, 19 de agosto de 2013

Golfeados para la merienda

Los famosos golfeados de Sabana Grande, con queso "clineja"

Cuando era muchacho había en Caracas una clasificación geográfica para los golfeados, esos panecillos dulces que están emparentados con las caracolas españolas y el Danish Roll, pero con un definitivo sabor venezolano que le imparten los granos de anís, el papelón y el queso llanero rallado. Esta clasificación de origen siempre iba precedida por "los famosos golfeados" de... Los Dos Caminos, Sabana Grande, Petare, o El Junquito. Eran los consumidores quienes, con su preferencia, designaban "los mejores golfeados" y todos sabían cuál era la panadería que los elaboraban, y se vendían como pan caliente.

Iglesia del Dulce Nombre de Jesús, en el casco colonial de Petare
Tomada de www.radiofeyalegria.net
Según leí en un artículo de El Nacional de este fin de semana, los primeros golfeados o "golfiaos" se hornearon en la panadería de la familia Duarte, en Petare, y de allí la receta pasó a la Panadería Amistad en Los Dos Caminos (aún existe), y al Rey del Golfeado en El Junquito (sufrió un incendio, pero pronto volverá a funcionar). No mencionan a los de Sabana Grande que hace desde hace unos 60 años la Panadería 900. También en Los Teques se le considerara un panecillo local. Es, pues, un producto mirandino y caraqueño que ahora se consume en toda Venezuela. Casi todas las panaderías lo elaboran, unas mejor que otras.

Los que vemos en la foto son de Sabana Grande, que a juicio de muchos caraqueños, en especial los sabanagranderos, es el mejor y, como ya dije, los hace la misma panadería desde hace 60 años. De hecho, los golfeados y quesadillas son los productos emblemáticos del establecimiento. Me los comí a la merienda con un queso "clineja" que estaba muy fresco. Generalmente se compran en panaderías, aunque se pueden hacer en casa (mas el requisito en este caso sería tener comensales suficientes para comerse toda la hornada).

Me puse a buscar una receta para acompañar la foto. Recordaba que Mi Cocina a la manera de Caracas (Caracas, 1986), de Armando Scannone la tenía, pero cuando la revisé me dí cuenta de que el resultado no sería bueno, pues además de no agregarle ni un grano de anís dulce, lo hornea en una pieza pyrex (una pirofila, dirían los italianos) sobre una capa de pan rallado... No way! Además, la definición que nos da Rafael Cartay en su Diccionario de la cocina venezolana (Alfadil, Caracas, 2005) también convierte a nuestro aromático golfeado en un pan de queso. Por otro lado, se consiguen recetas muy buenas, como la del Chef Laszlo Gyomrey que se puede ver por aquí. La receta del chef Gyomrey es para 24 unidades, tiene un vídeo explicativo y se ve muy buena. También Trina Arocha, en su libro El manual de la cocina venezolana; panes y pastelitos (Editorial Arte, Caracas, 2009), comparte una buena receta.

El golfeado es aromático y perfumado, húmedo, meloso, cariñoso y tierno como las muchachas criollas y canarias que se daban en las vegas del Guaire y en los altos mirandinos hasta que llegó el boom de la urbanización. ¿Cómo serían los golfeados originales de hace 100 años? Esta mañana, en uno de mis libros vi unos "golfiaos" muy interesantes que llevan también vino dulce (tal vez Málaga u Oporto, que eran los vinos que se usaban en la cocina venezolana) y agua de azahar. El libro donde aparece se titula Recetario de postres y dulces venezolanos (R.J. Ediciones, Caracas, sin fecha de publicación ni autor) No sé cual será el resultado, pero me gustó la adición de vino dulce y azahar. Aquí la receta:

GOLFIADOS
(8 porciones)

Ingredientes:

  • 6 tazas de harina
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 taza de azúcar
  • 1 pastilla de levadura
  • 2 huevos
  • 1 taza de agua tibia
  • 4 cucharadas de mantequilla
  • 1 cucharada de anís
  • 1/4 de papelón
  • 1/8 Kg. de queso llanero rallado
  • 1/4 de taza de vino dulce
  • 1 copa de vino y agua de azahar.


Preparación:

  • Desleír la levadura en el agua tibia y dejar 15 minutos; agregar el azúcar, la sal, los huevos batidos junto con la mantequilla y 2 tazas de harina; poner todo esto en una tabla de amasar y se sigue añadiendo la harina hasta formar una masa suave, que se pueda extender.
  • Formar una bola y dejarla reposar dos horas, entonces amasar de nuevo y agregarle vino dulce y agua de azahar. Extender con un rodillo hasta que esté como de medio centímetro y untarle mantequilla, agregar el papelón raspado, el queso rallado y el anís, enrollar y cortar los golfiados, poner en platones enmantequillados, bañar por encima con mantequilla, papelón y queso rallado. 
  • Dejar levantar 3 horas y luego hornear a 300° hasta que crezcan.


NOTA: Tal vez ajustando la receta (como por ejemplo, leche tibia en vez de agua, agregar el vino dulce y el agua de azahar junto con los otros líquidos y no poco antes de enrollar la masa) y siguiendo las instrucciones del Chef Gyomrey, se logren unos buenos golfeados ¿Quién se anima?

Ruta del golfeado Tomado de www.revistadominical.com.ve
Podemos ver El Junquito (hay varios establecimientos que los hacen buenos), Sabana Grande (Panadería 900); Chacao (Instituto Europeo del Pan) y La California (Don Goyo, una franquicia), y una empresa que los lleva a domicilio. Faltan dos importantes Los Dos Caminos (Panadería Amistad) y Petare, cuna de este amasijo (Sr. Francisco, frente a la Plaza Sucre). Valdría la pena explorar y encontrar otras paradas para la ruta.

jueves, 15 de agosto de 2013

Pipas de mazorca de maíz

Mis dos pipas de Missouri Meerschaum o corn cob pipes: curva o Freehand (arriba)
y la otra recta (abajo), de la que exsten numerosos modelos.
Todos los pipófilos tienen, o han tenido, una o más de estas pipas, más gringas que el apple pie o el corn bread. Están hechas en Missouri, el corazón de los Estados Unidos, donde se las llama Corn Cob pipes o Missouri Meerschaum, por el nombre de la compañía que las elabora desde el 1869 en el mismo edificio, en la ciudad de Washington, MO.
Sello de origen de Missouri Meerschaum Co.
He tenido varias de ellas a lo largo de mi vida; hoy poseo dos: Una Freehand curva (la menos económica de la serie) y una recta que es el modelo más común.Las reservo para picaduras muy perfumadas porque son verdaderamente económicas.

Son pipas que dan una fumada fresca -de allí que se las compare con la espuma de mar o Meerschaum-, y al igual que las elaboradas con ese material, no necesitan de rodaje previo. Se prestan para paseos por el campo o a un parque. Pero no son cachimbas para durar eternamente; con el uso se van quemando y terminan perforadas, lo que no sucede con las de espuma de mar o las raíz de brezo.

Es una fantasía grata y efímera, por eso las cuido  y las uso con menos frecuencia que las otras, en especial  la curva Freehand (la compré en Windhoek, Namibia); sé que no la voy a conseguir en Caracas.

Los fabricantes tienen una página web (aquí), donde explican el proceso de fabricación desde la cosecha hasta su salida al mercado, y se pueden apreciar los modelos existentes, entre ellos el que el General Douglas MacArthur hizo famoso en la II Guerra Mundial y hoy lleva su nombre. El costo de esa pieza no llega a los US$ 10. Una buena relación calidad-precio que no causa dolor cuando se desecha la pipa vieja y perforada.

El General Douglas MacArthur con su pipa de Missouri Meerschaum Co.
El modelo de esa pipa lleva el nombre del militar que la hizo famosa.

martes, 13 de agosto de 2013

Maracaibo, de una antigua revista

Vista antigua del puerto de Maracaibo
Colección Kurt Nagel von Jess

MARACAIBO

a Eduardo López Rivas

Cómo olvidarte, sirena ardiente
si fue en tu seno la vez primera
que, al sol ardiente,
de frescos nardos y enredadera
bella corona lució mi frente!

Cómo olvidarte con mi cariño,
si fue en tu seno y en tu regazo
que, alegre niño,
bajo mis blancos sueños de armiño,
de tierna madre sentí el abrazo!

Cómo olvidarte mi pensamiento,
cómo no hablarte la poesía
del sentimiento,
hoy que semeja la vida mía
la parda nube que lleva el viento!

Reina del lago! la musulmana
virgen risueña de aquesta zona
de luz y grana,
no el brillo empañes de tu corona
ni tu cimera de noble indiana!

Viste tu regia gasa de oro,
ciñe tu casco de índicas plumas,
multicoloro,
tú que, cual Venus, de las espumas,
surjiste de entre lago sonoro.

Campo de rosas, enhiesta palma,
desde estas playas donde te canto
te llora el alma;
llora, si lloras por tu quebranto;
llora si pierdes tu dulce calma.

Perla entre conchas, lumbre del prado,
desde estas playas donde perdido
tanto he llorado, 
sabrás, oh Patria! que no te olvido,
pobre viandante de ti alejado.

Sabrás que al soplo de tu memoria,
mientras serena brilla la luna,
para tu historia
pido una vida sin sombra alguna,
pido a la fama su luz de gloria.

Reina del lago! bebe en la fuente
donde tus héroes amor bebieron,
y del nitente
laurel egregio que te tejieron,
alza ceñuda la pura frente!

Por Manuel María Bermúdez Ávila

Plaza Baralt. En primer plano el tranvía Maracaibo-Los Haticos
Tomada de www.panorama.com.ve

Esta mañana, luego de darlo definitivamente por perdido, reapareció mi copia de El Zulia Ilustrado, de donde extraje el poema de Manuel María Bermúdez Ávila que acabamos de leer, respetando como acostumbro la ortografía y puntuación del original. El poema está dedicado a Eduardo López Rivas, quien fue el editor y promotor de esta aventura editorial.
Fue ésta una revista mensual que circuló entre octubre de 1888 y noviembre de 1891, en la que aparecían interesantes artículos de historia, biografías, literatura, ciencia y tecnología, como una muestra del progreso experimentado por el Zulia en los diversos aspectos. Las mejores plumas zulianas y venezolanas vieron insertas en sus páginas los más ilustrativos artículos, acompañados por grabados y viñetas de exquisito gusto, que hace de ella una buena muestra del progreso de las artes gráficas en Maracaibo, conocida entonces como la Atenas de Venezuela.
Lamentablemente, el ejemplar que poseo -y que hoy he recuperado-, no es un original, sino que corresponde a una edición fascimilar editada en 1980 por la Fundación Belloso (del Banco de Maracaibo, hoy desaparecido), para conmemorar "el sesquicentenario de haber ocupado el General Urdaneta la Presidencia de Colombia, la grande". Sin embargo, el tomo conserva el mismo sabor y encanto que la revista de finales del siglo XIX. Ya volveremos a él.
Tomada de www.skyscrapercity.com


lunes, 12 de agosto de 2013

La pipa modelo canadiense (Canadian, canadienne, canadese)

Tres pipas modelo Canadiense

Cada modelo de pipa tiene sus características de diseño y, con base a éstas y a la forma y veta de la cepa, el artesano desarrolla su pipa.  Uno de mis modelos favoritos es el Canadiense, que es una pipa recta, con un caño largo y ovalado, con una boquilla relativamente pequeña. Veamos qué nos dice Antonino Campisi sobre estas pipas en su libro Il "Magico Mondo" ella pipa e dei suoi tabacchi; manuale per el fumatore di ppa apprendista o esperto (Idea Libri, Roma, 2002):

Canadese por Musicó. No sólo es fina y bella, sino ligerísima,
característica de las pipas elaboradas por esa casa romana
La Canadiense tiene las mismas características que la Lovat con la diferencia que tiene el caño de sección oval y puede tener un largo total mayor que aquella. Tiene un línea bellísima y esbelta que concede, sobretodo, un humo más bien fresco y no genera el inconveniente del gorgoteo por condensación (acquerugiola, en italiano).
Su balance es como el de la Recta clásica en el largo y dimensiones del hornillo.
Por su finura y ligereza es la pipa favorita de los estetas, aunque estas características la rinden un poco frágil y difícil de ajustar en caso de ruptura del caño.
Como para la Lovat, y quizá aún más, se le debe prestar atención por la fragilidad de su caño. Para esta pipa, además, se debe tener un cuidado especial en la limpieza del ducto que más que en otros modelos, a causa de su extensión, tiende a revestirse de depósitos alquitranosos y residuos de tabaco.
Las Canadienses eran consideradas por Achille Savinelli tan raras, que una vez terminadas no habría querido venderlas; para obtener este modelo se requieren piezas de raíz  particularmente grandes y difíciles de repetir. Es un modelo, especialmente de cierto largo, de forma bellísima y es bueno tener más de una en la colección particular.
Canadian por Peterson's of Dublin, colección Wichlow". Tiene el aro de plata y la boquilla
característicos de esa casa irlandesa

Tengo tres de este modelo. La primera es una Savinelli que compré en Caracas hace casi 20 años; otra de Peterson's, y la tercera, mi favorita, de Musicó, estados dos últimas compradas en Roma y las cuido bien para no llevarme sorpresas desagradables.

Canadese por Savinelli, Colección Soirée. Fuma delicioso
Bing Crosby, gustaba de este formato sobre todo en su primera juventud, como lo vemos en la foto suya de 1937. Para recordarlo, veremos un trozo de un film, "True Love", que protagonizó con Grace Kelly. Mientras tanto, cargamos una de estas pipas con un buen tabaco y fumamos.

Bing Crosby fumando una pipa modelo Canadian
Foto tomada del foro de www.pipesmagazine.com
Contribución del pipófilo Numbersix