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Rostro de un muñeco Namji, procedente de Camerún |
Una mañana de invierno entré a la la trastienda de
Bushman African Art dispuesto a comprar algún objeto interesante para dar algo de vida a la casa que había alquilado recientemente. No buscaba nada en particular, sino un objeto llamativo que luego pudiera traerme a Caracas y disfrutarlo con los amigos. Allí estaban, en la vitrina, dos interesantes tallas de madera, muy adornadas con cuentas, conchas y semillas; la etiqueta decía:
"Namji dolls, Cameroon". Al preguntarle a los propietarios de la tienda cuál era el uso que tenían, me dijeron en un inglés mezclado con alemán que se les entregaba a las muchachas núbiles para que aprendieran a ser madres... bueno, esto es una verdad a medias, pues es algo más complejo, como todo el imaginario africano.
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Muchacha Namji cargando con su muñeco
Foto tomada de www.randafrica.net |
Los pueblos Namji habitan al noroeste de Camerún en poblaciones cada vez más reducidas. Sus muñecos tienen un encanto único, que los ha hecho famosos y ahora se producen también como recuerdos turísticos. Tal y como me indicaron los namibios de la tienda, en cierta forma ayuda a educar a la futura madre sobre el cuido del niño (si acaso eso es necesario, digo yo); cada uno de estos objetos tiene su nombre propio, deberá ser cuidada, alimentada, y su propietaria deberá hablarle y llevarla atada a la espalda como si fuera un bebé. Sin embargo, no es un juguete como un
GI Joe o una
Barbie, sino que forma parte del compromiso de una pareja que va a formar familia y es parte también de un rito que asegura la fertilidad.
Al concretarse el compromiso, el novio elabora con buena madera un muñeco (
ham pilu) masculino o femenino que, luego de haberlo decorado con cuentas de vidrio, conchas, cuero, piezas de metal u otros objetos que lo embellezcan, regalará a la novia, quien lo cuidará como si fuera un hijo. El género del muñeco, masculino o femenino, es reflejo del deseo de que el primer nacido sea niño o niña, respectivamente. Una vez que ha nacido el infante, se guarda y conserva el objeto.
En líneas generales, los muñecos tienen unas características bien definidas: cuerpo y cabeza estrechos, los brazos y piernas con cuyas partes superiores se extienden en ángulo recto con respecto al cuerpo, particularmente en las figuras masculinas. Las femeninas muestran amplias caderas y brazos gráciles.
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Muñeco Nanji de frente, con todos sus adornos. |
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Muñeca Namji. Muestra unas caderas amplias. |
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Detalle del rostro de la pieza femenina |
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Detalle de las conchas cauri y tiras de cuero que cuelgan de los brazos de la figura femenina. |
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