Fray Olegario de Barcelona Tarjeta postal tomada de Viejas Fotos Actuales |
Cuando fatigado tu ánimo y nublados tus ojos por la lectura de esta crónica, insulsa, te entregues a denigrar de los cronistas pésimos, se habrán cumplido noventa y nueve años de haber pisado tierra venezolana el beatísimo Fray Olegario de Barcelona. Grandes y chicos, crédulos e incrédulos veían en Fray Olegario un ser superior, por sus nobles consejos y su bondad inagotable.
Ocho de junio de 1843, marcaba el célebre Calendario hecho en el Convento de San Francisco por el Padre Puente, cuando echó anclas en aguas de Cumaná "La Elisa", a cuyo bordo venían los misioneros que obtuvo del Papa Gregorio XVI, el Presbítero doctor José Manuel Alegría, comisionado del Gobierno de la República en 1841, para estos menesteres.
Aun cuando desde el arribo de los monjes no cesaban los ataques del señor (Antonio Leocadio) Guzmán, en "El Venezolano", el Dr. (Ángel) Quintero, Ministro del Interior, y auténtica "joya" que en el congreso de Valencia pidió a gritos que se gestionase con el gobierno de Colombia la expulsión del Libertador, enviaba a los misioneros a cumplir su cometido entre las tribus aborígenes que abandonaron los pueblos y villorrios luego que masacraron los frailes conocidos jefes republicanos.
Antonio Leocadio Guzmán
Se distinguó por su oportunismo
y su desfachatez.
La más bella figura del rebaño que trajo el Padre Alegría, fue sin duda el beatísimo Padre Olegario, armonioso y humilde, a quien todos amaban como a un santo varón.
Un día, dicen las crónicas, llegaron cartas de Oriente solicitando misioneros para la reducción de los indios, y tocóle a Barcelona recibir para que les predicase los Evangelios, al Padre Olegario, figura seráfica, hacia quien iban en pos de un consejo, desde José Gregorio Monagas, hasta su bizarro hermano José Tadeo con quienes trabó amistad el beatísimo fraile. No había en Barcelona quien encontrándose en apuros no consultara a Fray Olegario, en la seguridad de hallar en sus palabras, sabios consejos y magníficas orientaciones.
El General (José Gregorio) Monagas en 1851 fue quien lo trajo a servir la Capellanía de La Pastora, maltrecha por los estragos que en ella hizo el terremoto de 1812.
Grabado conmemorativo al Decreto del 24 de marzo de 1854 |
Se dijo con algún fundamento que las únicas personas que conocieran con antelación el decreto que libertó los esclavos (24 de marzo de 1854), fueron el doctor (Simón) Planas y el Padre Olegario y que fue éste quien más influyó en el ánimo del Magistrado para que saliera a la luz aquel documento que llevaba guardado 25 años.
¿Fue el Padre Olegario quien construyó la Iglesia de La Pastora? Claro que sí, responderían hasta las piedras, porque nada es más conocido a los caraqueños de ayer, que los desvelos suyos para hacer de la iglesia del Padre (Salvador) Bello, el hermoso templo que se alza airoso en la parte alta de la ciudad.
Es de todos conocida la anécdota ocurrida cuando el Padre Olegario iba en pos de limosnas para esa construcción, durante la cual le veíamos cruzar la ciudad de extremo a extremo con su bolsita de pana roja suplicando limosnas a todo el que encontrara. Llegó Fray Olegario, cierto día, al almacén de Santana Hermanos y Don Carlos depositó disimuladamente una onza de oro en la bolsita del fraile, el cual, al salir de ahí tuvo curiosidad de saber cuánto le habían dado, y al ver la onza, acostumbrado como estaba a no recibir cantidades, pensó que se trataba de una equivocación, y con la moneda en la mano entró de nuevo en el almacén diciendo:
- Don Carlos, usted se ha equivocado sin duda, pues en vez de un fuerte me dio una onza. Admirados los Santana por tal honradez, dijo D. Marcos, que era jefe de la firma:
- Sí, padre, hubo error y bien merece usted que en vez de una onza le demos dos; -y así lo hizo.
Iglesia de La Pastora en 1897 Tomada del grupo Caracas en Retrospectiva, Facebook |
Son incontables los casos de este mismo estilo, que le ocurrieron al Padre Olegario durante la reconstrucción de la Iglesia pastoreña.
Las frecuentes visitas de los Presidentes, a la fábrica producían dinerillos. Se confrontaban donaciones de alfareros, "fajinas" de los obreros de los edificios públicos, celebradas los días feriados para darle, como solían decir, "un empujoncito a las paredes del Padre Olegario". Las sabrosas contribuciones de trompos y perinolas, hechas por Musiú Ruffé, y los papagayos de Juan Carrión, no las hacía efectivas el Padre para adquirir materiales de construcción. Los conservaba sí como señuelo para que los muchachos asistiéramos al Catecismo y cuya puntualidad premiaba él con un trompo por una semana sin faltas; una perinola por 15 días de buena conducta, y un papagayo con rabo y cabulla, cuando el mocosuelo asistía invariablemente durante un mes al catecismo.
Si hasta recuerdo que cuando nos llegó el turno de hacer la primera comunión, ya construida La Pastora, padre Olegario nos premió con media blancas, sombreros de pajilla y un desayuno que nos pareció bajado del mismo cielo. Tal fue de suculento.
La Pastora vista desde Puente Miraflores Tomada del grupo Caracas en Retrospectiva, Facebook. |
(...)
Desde que los Monagas trajeron de Oriente al Padre Olegario, hasta el año 1900, no dejó el modesto fraile de trabajar en la construcción de su iglesia la cual dejó íntegramente concluida para esa fecha.
Era difícil que en aquellos tiempos cuando aún perseguían a los Jesuítas en estos pueblos, gozara de privilegios para un templo de la magnitud de La Pastora, el Presbítero Ángel Martínez, miembro de la Compañía de Jesús.
En cambio los capuchinos gozaban de privilegios y prerrogativas de todos los presidentes, menos de Julián Castro, que no daba ni la hora y cuando alguien se la pedía, él atrasaba el reloj para no ser pródigo.
Dr. Juan Pablo Rojas Paul Presidente entre 1888 y 1890 Elevó La Pastora a Parroquia Civil y Eclesiástica |
En la administración de (Juan Pablo) Rojas Paúl se declaró Parroquia La Pastora, para complacer las súplicas del Padre Olegario.
Fue el Padre Olegario quien adquirió de Cristóbal Rojas su famosa obra pictórica "El Purgatorio" que se conserva en La Pastora, aún cuando según el rumor popular, todavía le deben a los deudos del artista, una regular cantidad de bolívares.
(...)
El Padre Olegario, reconstructor de la Iglesia de La Pastora, entregó su alma al Creador el día 2 de octubre de 1900. Le tuvieron en capilla ardiente y ante la urna que guardaba sus sagrados despojos desfilaron, desde el Presidente de la República, hasta el más humilde de los hijos de Caracas, que amaban con amor profundo, al nunca bien recordado Fray Olegario de Barcelona.
El Purgatorio Cristóbal Rojas |
Para un artículo sobre la imagen colonial de la Divina Pastora que se venera en el templo, ingresar por aquí.
Prometo firmemente buscar el material que tanto he amenazado buscar y no he buscado.
ResponderEliminarHace años, siendo un muchacho, la seráfica Orden de los Capuchinos cumplía 100 años de la restauración en Venezuela. Publicaron una revista, donde se narraban sus vicisitudes desde la Independencia hasta su Restauración. Entre los artículos, como no podía ser de otra forma, estaba la biografía de fray Olegario de Barcelona.
Pero siendo de tantos años, lo tengo entre un montón de cosas que impiden acceder a él de manera fácil.
Espero que consigas la revista. Los capuchinos en Venezuela han tenido una historia accidentada, pero son gente tesonera.
EliminarFray Olegario era todo un personaje; hasta hay una leyenda en torno a él. Se decía que cada vez que Fray Olegario se acercaba a la Iglesia de La Pastora se escuchaban clarines y trompetas tocados por seres celestiales. Debió ser un párroco interesante.
Feliz domingo.
Gracias por la información y por la foto del cuadro de El Purgatorio. Sucede que ya me había olvidado de él!
ResponderEliminarEl Purgatorio estuvo por varios años en la Catedral (es propiedad de la Iglesia de la Pastora) y luego la devolvió. Lástima que la imagen es tan pirata.
EliminarSin lugar a dudas el Fray Olegario debió ser todo un personaje! Yo soy Tatara tatara tataranieto de Don Marcos Santana, jefe de la casa comercial "Santana Hermanos y Cia". Gracias por compartir tan hermosa historia!
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