Cuando comentaba sobre la orla del escudo de Caracas concedida por Carlos III, me referí someramente a la designación, o más bien cambio de nombre, de Ciudad Mariana de Caracas. En esa oportunidad usé como fuente a Enrique Bernardo Núñez, por muchos años Cronista de la Ciudad. Me gusta más don Arístides Rojas, que tenía mejor prosa y se dedicó a investigar con afán de anticuario los más recónditos secretos de la vieja Caracas. A Rojas le pasó como a Esopo y sus fábulas; las crónicas de Caracas todas fueron desentrañadas por él en la segunda mitad del siglo XIX y retrabajadas de mil maneras a lo largo del siglo XX por todo aquel que vió en su obra una mina para explotar (o tal vez plagiar); para que el plágio no se viera tan burdo, trabajaban los datos de don Arístides dándole una redacción generalmente infeliz.
Eso tiene su explicación: cuando Arístides Rojas escribió sus Leyendas Históricas de Venezuela y la Crónica de Caracas, lo hacía para un público conocedor; las familias de Caracas eran las mismas que las del siglo XVIII y los padres y abuelos de sus lectores habían vivido la Guerra de Independencia. Lo que hizo Rojas fue darle una base documental a las historias conocidas. Su trabajo es producto de la investigación histórica y no copia de viejas consejas familiares. Los escribidores de viejas crónicas del siglo XX escribían para forasteros recién llegados a Caracas, sea del interior de la República o desde Europa y América Latina.
Ahora, de la Leyendas Históricas de Venezuela (OCI, Caracas, 1972), tomo la explicación que nos da Arístides Rojas del cuadro de Nuestra Señora de Caracas que ilustra este artículo y al final presento otra versión de la advocación creada por el Obispo Diego Antonio Diez Madroñero para dotar a Caracas de una patrona.
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Creada la Virgen ¿cómo figuraría en el lienzo o en la escultura, para que fuese reverenciada de los fieles y reconocida de las generaciones? Desde luego era necesario que descollaran al lado de la Virgen algunos de los patronos venerados en la ciudad, y que aquélla sintetizara a Caracas en sus diversas épocas. ¿Cómo hacer esto? Opinaban unos por colocar en el retablo que representara a Nuestra Señora, a San Sebastián, a San Mauricio, a San Pablo y a San Jorge, como primitivos abogados de Caracas en sus primeras necesidades; opinaban otros por darle cabida solamente a las santas y sabios doctores de la Iglesia. En esta situación estaban las cosas, cuando el Obispo invita a los devotos y devotas de Caracas, y presentándoles la cuestión en la sala de su palacio, les obliga a escoger el cortejo que debía acompañar a la Virgen bajo la nueva advocación de Nuestra Señora Mariana de Caracas. Debían figurar en el cuadro la ciudad de Caracas, el escudo de armas concedido por Felipe II y reformado por Carlos III, y los patronos y patronas que en diversas épocas la habían favorecido.
Después de una discreta y prolongada discusión, hubieron de triunfar al fin las mujeres sobre los hombres, haciendo que el Obispo aceptara, entre los cuatro personajes que debían acompañar a la Virgen, a tres santas de las protectoras de Caracas, y el asunto del retablo quedó decretado de la siguiente manera: arriba, en las nubes,, descollaría la Virgen coronada por dos ángeles; a la derecha de María, Santa Ana, su madre, patrona de la Metropolitana de Caracas; y después el Apóstol Santiago, patrono de la ciudad. A la izquierda de la Virgen, estarían Santa Rosa de Lima y Santa Rosalía; la primera, como representante de los estudios eclesiásticos, al fundarse, bajo su advocación, el Seminario de Santa Rosa en 1673; y la segunda, como abogada contra la peste, por haber salvado de ella a la capital en 1696. En derredor de este grupo se colocarían los ángeles de la corte celestial que celebran a María, debiendo llevar en las manos cintas en que estuvieran los diversos versículos de las letanías. Y para para representar a la antigua Caracas, en medio de los ángeles debía aparecer un querubín que presentase a la Reina de los Cielos el escudo de armas concedido por Felipe II a la Caracas de 1591.Consistía éste, como hemos dicho alguna vez, en un a venera que sostenía un león rampante coronado, en la cual figuraba la cruz de Santiago.
Arriba de todas la figuras colocaría el lema que dice: Ave María Santísima, para recordar la concesión hecha por Carlos III a la ciudad en 1763, mientras que abajo estaría Caracas con la fisonomía que ostentaba en esta época.
Diversos pintores dieron a luz sus obras, y fueron aceptadas. El primer retablo, cuyo destino ignoramos, estuvo en la capilla de la Caridad, contigua al derribado templo de San Pablo. El segundo fue colocado en la esquina de la Metropolitana, y está hoy en el Museo.
Luego del fallecimiento del Obispo Diego Diez Madroñero (1769), la devoción por Nuestra Señora de Caracas se fue debilitando. Su sucesor, Mariano Martí, trató de revivirla sin ningún éxito, y poco a poco se fue desvaneciendo. Los cuadros permanecieron en donde habían sido colocados hasta la persecución religiosa desatada por Antonio Guzmán Blanco. Como apunta Arístides Rojas, la que estaba expuesta en la esquina de la Metropolitana (esquina de La Torre) pasó al Museo Nacional y hoy puede ser admirada en la Galería de Arte Nacional, en la Av. México. Hay otra que perteneció al Ayuntamiento. Esa aún existe, pero, luego de siglos de abandono y descuido, permaneció roída de alimañas hasta que en 1953 fue repintado burdamente, al gusto de de los perezjimenistas, que no apreciaban el arte colonial. Hoy se puede ver en el Concejo del Municipio Libertador (esquina de Las Monjas, Caracas).
¿Qué observamos en el cuadro, además de la simbología religiosa? Pues la ciudad de Caracas como lucía en la segunda mitad del siglo XVIII, vista desde el oeste. Al centro, está la Plaza Mayor con las canastillas para el mercado construidas por órdenes del gobernador Ricardos; al frente, la Catedral con su torre bien alta. Frente a la plaza, a la derecha del espectador, se ve la cuadra donde estaban el palacio del obispo (hoy Palacio Arzobispal) y en la esquina, con una pequeña cúpula, la Universidad. Al fondo, la torre pertenecía a la Iglesia de la Candelaria y la que está cerca de la Catedral correspondía a la de San Mauricio (hoy Santa Capilla).
OTRA VERSIÓN
Nuestra Señora de Caracas. Óleo sobre tela pegada a tabla. Escuela de los Landaeta. Circa 1775 Colección Fundación John Boulton, Caracas |
Aquí vemos a Nuestra Señora de Caracas, sin la corte de patronos, pero con un significado más interesante: María está acompañada del Padre Eterno y por detrás de las nubes hay una escala al cielo. En la cinta que pende de la cruz de seis brazos se lee: Consolatrix caracensis. No aparece el escudo de Caracas, pero la ciudad se aprecia de norte a sur, sin mucha nitidez en la representación de la edificaciones, podemos ver al centro la Catedral; hacia el fondo una torre que corresponde a la Ermita de San Pablo; a la extrema derecha el cerro El Calvario con su capilla. En primer plano la Iglesia de Altagracia, y entre ésta y la torre de la catedral, se ve la de san Mauricio. Hacia la izquierda está la torre de la Iglesia de la Candelaria. Este cuadro se puede apreciar en el Museo de la Fundación John Boulton al lado del Panteón Nacional, donde también se aloja la colección de antigüedades de Aristides Rojas.
A ver amigo Abraham: el famoso cuadro de Nuestra Señora de Caracas recordaba haberlo visto, acaso hace pocos años, en la Capilla de La Firma del Acta del Convento de Santa Rosa de Lima en el edificio del Concejo Municipal del DF esquina de Las Monjas. Cierto sí estuvo exhibido durante muchos años en la esquina de La Torre y creo que por allí había leido en los pasajes del antiguo mercado, si acaso fue así cuando dichas arcadas fueron demolidas hacia 1865-66 el cuadrito francamente deteriorado debió pasar a la Catedral, sin embargo tengo entendido que en 1867 a la Catedral le hicieron unas serias reformas internamente. Tal vez con todo allí permaneció acaso cuando entre 1883 y 1910 se establecieron las dependencias para el Museo Nacional, probablemente fue exhibido en 1883 en la esquina de La Bolsa en la parte Oeste de la Universidad que leí por allí que esa torre fue el Observatorio de la UCV.
ResponderEliminarEntre La Torre y Principal el Museo Nacional y creo luego Bolivariano en el pequeño edificio frente a la Plaza Bolívar donde funciona o funcionó la Prefectura.
Sé que el edificio de 1906 como Palacio de Justicia y luego Concejo Municipal instaban convertirlo en el Museo de Caracas por lo que Nuestra Señora de Caracas debió pasar hace 40 años cuando fue rescatada la Capilla por iniciativa de Mauro Páez Pumar.
El histórico óleo que conserva su antiguo marco y que fue profundamente rescatado y restaurado se dice que es la imagen más antigua de la ciudad y es conjuntamente con la que conserva la Fundación Boulton dos joyas de finales del siglo 18.
Eran varios cuadros, todos muy parecidos. Creo que el que pertenecía al ayuntamiento es el que está (o debe estar) en la Capilla de Santa Rosa de Lima. Otro está en la GAN, lo vi hace unos dos o tres años. No sé de los demás.
EliminarLa catedral ha sido tan intervenida y mutilada que ahora es un cascarón irreconocible. Muchas de sus obras de arte aparecen y desaparecen como por encanto, hasta una Resurrección atribuida Peter Paul Rubens que hace años que no veo. Los últimos cambios estructurales fueron en los años 30 por el arquitecto Wallis y completados en 1967, que causó una nueva mutilación al retablo de la Sacristía.
De eso supe gracias a los meticulosos trabajos de Carlos Duarte. Terribles disparates donde se evidencia la constante ignorancia al preservar o "actualizar" un espacio o una obra de arte. Fíjate tu que el cuadrito de Na. Sra. de Caracas del cual solo conozco dos versiones, el que está en la Capilla de Sta. Rosa se dice que fue repintado con exageración, no lo conocí o no lo recuerdo como antes estuvo.
ResponderEliminarPara el Cuatricentenario de Caracas aquellos disparates que se cometieron en los años 30 contra el patrimonio de la Catedral fueron un doble disparate en 1967 pues se suponía que el Cardenal Quintero autor de libros debía tener cierta o la suficiente noción histórica de lo que se debía hacer en vez de mutilar o destruir. ¡Afuera con lo viejo! habrían dicho entonces tal como en 1953 en aras de "Caracas la Ciudad Moderna" un señor que se llamó Guillermo Pacanins llamado "historiador" de la aviación en Venezuela para complacer a la dictadura del cochinito y él como gobernador del DF amenazó con llevar a la Seguridad Nacional a quienes siguieran con el clamor de conservar la cuadra de Las Carmelitas a Llaguno. ¿Has visto el libro de Carlos Duarte de 2012 sobre "Las Casas Coloniales "?.
Las pobres obras de artes en manos de la politiquería ruín e inepta no es dificil pensar en su sombrío destino y si al pueblo no se le educa como debe ser para cese ese fanatismo lunático entonces seguirán cayendo otros monumentos como "Colón en Golfo Triste" el histórico ícono capitalino que desafortunadamente cayó en la demencia de un populacho adulador de fetiches.
¡Y yo sí seguiré llamando al 12 de Octubre como me enseñaron "El Día de La Raza o del Descubrimiento de América" y reconociendo a Venezuela como "El País de las Siete Estrellas" y que Guayana la Grande me perdone.
Estás en lo correcto. La copia de la capilla de Santa Rosa está burdamente retocada. Creo que está mejor la de la GAN. La manía de actualizar y manipular ha acabado con lo poco que nos queda. Hay mucha ignorancia suelta por allí; y lo peor es que es ignorancia activa.
EliminarCreo que Carlos Duarte es el autor de un libro sobre la Catedral de Caracas (debe estar en la biblioteca, pero no lo veo). Me gustó por lo acucioso de la investigación. Tengo un ejemplar de Casas Coloniales y se me arruga el alma cuando lo reviso. El cochinito y su piara hicieron mucho daño patrimonial y todavía hay quienes salen a defenderlos.
Cuando se politiza el arte y el ornato urbano vamos por mal camino. Quitaron la estatua del padre Sojo para poner a Alí Primera (de dudosa calidad como escultura), además de tantos atropellos al patrimonio artístico de la ciudad, además del que mencionas.
La estrella de Guayana fue un acto demagógico de don Simón, quien nunca pensó perpetuarlo. Al,poner esa estrella se le quita a Coro y a Maracaibo su aporte a la República.
100% de acuerdo contigo.
Es triste ver como usted dice estar de acuerdo "100 %" con todos esos comentarios enfermizos, de uno que ni siquiera se identifica. Gente que creen poder ver por encima del hombro a los que hasta ahora apoyaban el Gobierno Bolivariano. Pero trato de separar lo político de lo histórico del tema y lo que veo que se resalta en esos comentarios es puro desprecio y rabia enceguecida. ¿Cómo puede Ud. asegurar que el Libertador "nunca pensó perpetuarlo" lo de la "Estrella de Guayana". De donde se basa Ud. para decir eso? ¿Y como coloca Ud. a Coro y a Maracaibo, por encima de Guayana, si ambas provincias no entraron a formar parte de la República sino hasta después de 1824 y Guayana se incorporó desde, aproximadamente, 1815? Sean escuálidos opositores como yo, pero con razonamiento de mentes equilibradas, no simples voces vociferantes de rabias destempladas que lo que hacen es quedar como unos ignorantes.
EliminarDale una mirada a esta información https://cloud-1401710678-cache.cdn-cachefront.net/otro-agravio-la-historia-salon-del-concejo-municipal-cambia-escudo-de-caracas-por-imagenes-de-chavez-fotos/ Me temo que el cuadro del cual aquí se habla también haya desaparecido
ResponderEliminar¿Quién sabe? tal vez lo remplazaron por una impresión barata de "Bolívar Zambo". El cuadro de la foto no es el del Concejo Municipal, sino que es parte de la colección de la GAM. La ´pultima vez que lo vi estaba en lugar prominente.
EliminarPor favor, no me menciones al Bolívar zambo porque es algo que me saca de mis casillas ya que puede que sea cierto que tuviera un ascendiente negro pero esa barbilla es mera invención, a menos que todos aquellos que lo pintaron no hayan sabido bosquejar un rostro y además hubieran calcado los cuadros del Bolívar niño y adolescente para los ojos, boca, frente, nariz y justamente barbilla. Pero, volviendo al cuadro de la Virgen de Caracas, aunque haya sido malamente restaurado (o pintarrajeado, como prefieras) sigue siendo parte del patrimonio artístico venezolano y, además, ¡su sitio es ese! Un país con solo quinientos años de historia escrita no se puede dar el lujo de permitir, sin decir ni ¡ay!, que tiren por la borda parte de esa historia. O es que ahora nuestra historia empieza el dìa que nació el malnacido ese?
ResponderEliminarNo había visto estos dos mensajes tuyos. De acuerdo contigo.
EliminarAñado: lo de la ascendencia negra del Libertador ya nos lo contò el Flaco Sanabria (aùn no era Presidente ), en lugar de enseñarnos lo que debía que era Derecho Romano, cuando estábamos en primer año de la U. En Los Amos del Valle vuelves a encontrar esa historia. Y un gran amigo, el embajador Moreno Gomez (Uruguay en las épocas de Luis Herrera) también me la narrò y cree en ello a pie juntillas. Yo no tengo inconveniente, ni siquiera si me demostraran que fue hijo de las negras Matea o Hipòlita, pero si en que le cambien el rostro.
ResponderEliminarNo se sabe con certeza cuál era el color de Josefa Marín de Narváez. Si bien es cierto que "mater semper certa est", en su caso sólo tenía un padre que le legó una fortuna. En el testamento dice que deja una hija habida de dama principal, cuyo nombre callaba. Hay un libro que publicó la Academia de la Historia titulado "El nudo deshecho", que describe la situación del Nudo de la Marín y sus descendientes hasta hoy.
EliminarEl otro dia escuché y no sé a quien y de que tendencia política era simpatizante que ahora además de Matea e Hipólita a Bolívar lo amamantó y crió otra persona pero en fin uno sabe el orígen de todo y de tanto y de lo que de ahora no se habla tanto pues nuestro pais ha estado tan preocupado por otros problemas. Lo que sí es que han estado intentando poner a monsieur Hugo Rafael en las alturas más arriba que todo como figura excelsa como (Y por Dios Santo) recordando el calificativo San Ignaciano ¡Excelsior, más alto!.
ResponderEliminarA este pais no le han hecho sino daño y daño a su historia, manipulandola.
Es cierto que a Bolívar primero lo amamantó Inés Mancebo de Millares, esposa de Fernando Millares y amigas de Concepción Palacios. Eso era mientras paría Hipólita Bolívar. Inés Mancebo fue la suegra del Brigadier Correa. Cuando los patriotas ganan la guerra (ella era realista y su marido fue Capitán General hacia 1813), su "madre de leche" le pidió que liberara los bienes confiscados al yerno. Matea nunca amamantó a Bolívar porque era una niña como de 10 años.
EliminarLa historia venezolana siempre ha sido manipulada, no sólo hoy. Yo la califico de mitología criolla.
Totalmente de acuerdo con el comentario de la Sra. Inés Mancebo de Millares. Eso lo narra Francisco Herrera Luque en uno de sus tomos de las "historias fabuladas". Y lo de la negra Matea, yo todavía he encontrado un texto que me lo confirme con certeza. Lo que si está claro, es que fue una "historia" que supo aprovechar el megalómano egocentrista y ladrón del "Ilustre americano", Antonio Guzmán Blanco en la celebración del Centenario nacimiento del Libertador. Lo triste de nuestras "historias oficiales" es que TOOOOODOS, pero absolutamente a TOOOOOOOOODOOOS los que la han escrito, los han dominado una tendencia manipuladora. Lamentablemente no tenemos los relatos de los mismos soldados de nuestra Guerra de Independencia, pues el analfabetismo era altísima en la época colonial, sino, tal vez, las historias que se conocieran fueran otras.
EliminarCierto lo de Matea que murió de 110 y estuvo para los festejos en Caracas del Centenario de José Antonio. Hacia los años 80 un recorte de prensa me llamó la atención y es que vivía en Caracas la señora Petra Punceles de 108 años quien recordaba al parecer con lucidez a Matea pues vivían bajo el mismo techo cuando era niña en los 1880. Resulta que Petra Punceles era tia de un añejo y añoso compañero de trabajo en la Fábrica Nacional de Cementos.
ResponderEliminarGracias además por la corrección a mi comentario.
Esa gente moría de vieja. Cuentan que Matea tenía las uñas de los pies como garfios y que costó mucho hacerle la pedicure para el centenario.
EliminarFeliz día.
Qué ilustres todos los caballeros que arrojan tanta sabidurría por sus fauces... es triste leer cómo desprecian lo venezolano, sus palabritas estan entintadas de racismo del más rancio... desearían que en el árbol genealógico de Nuestro Libertador jamás se solucionara el famoso (y tan desconocido ADREDE por los "ILUSTRÍSIMOS HISTORIADORES, ASÍ COMO SUS HUELE PEOS QUE ESCRIBEN EN ESTE ESPACIO") Nudo Marín... A ustedes les gustaría que nunca se hubiese nombrado ese lío tan oscuro, tan de lo último, tan negro... y desean sea más clarito, por favor, ahhh porque ustedes no pueden ver a un tipo alto, delgado, desgarbado, catirito o catirita porque se les bajan los pantalones y sin importar quién sea, sin entender -no es necesario- lo que diga, para ustedes el físico es lo primero... les tienden la alfombra roja.. ESTÚPIDOS SIN REMEDIO, así es que la Patria se ha perdido... Simón Bolívar lo vivió.... Honor y Gloria a Simón Bolívar, Alí Primera y Hugo Chávez.... tres visionarios de nuestra tierra que quedaron como polvo de estrella en nuestros corazones y en nuestras consciencias! Vivirán por siempre jamás, mientras ustedes mueren a cada instante, ¡zombies! ¡Apátridas! ABRAHAM QUINTERO: EN NOMBRE DE LAS MUJERES TE DIGO QUE QUISIERA SER MATEA PARA DARTE UNA PATADA EN LA BOCA Y OTRA EN TU TRISTE Y VIEJO TRASERO POR FALTA DE RESPETO, RACISTA, MISÓGINO Y JALABOLA! HOMBRECITO...
EliminarMe gusta la información de el arte colonial en Venezuela
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