lunes, 10 de junio de 2013

Los escritos irreverentes de Twain



Mi primer contacto con Mark Twain, o el único, fue a través de Tom Sawyer y Huckleberry Finn cuando era muchacho. Lamentable, porque fue un gran escritor y me he privado de su lectura. Hace unos días me topé en una librería con Los escritos irreverentes -Letters from the Earth- (Impedimenta, Madrid, 2010) del viejo Twain, traducción e introducción de cargo de Gabriela Bustelo. Jesús, el librero, me manifestó no haberlo leído, aunque le llamaba la atención, y hasta el momento nadie parecía haber reparado en ese ejemplar. Lo compré y le prometí comentarle.

Un pequeño gran libro que no carece de interés. ¿De qué trata?
En 1909, Mark Twain le envió una carta a un amigo en la que le hablaba en confianza de los último que había escrito: "Este libro no saldrá jamás. Es imposible porque se consideraría una ignominia". Tomada en su conjunto, la obra de Twain quien, junto a Melville, está considerado el Gran Novelista Americano, es una colosal sátira de la naturaleza humana. En el caso de Los escritos irreverentes, recurrió a un género que algunos críticos denominan "pseudo-historia". Las pequeñas diatribas bíblicas que lo componen, escritas entre 1870 y 1909, evidencian el profundo escepticismo religioso de Twain. (...) oculta bajo su burlona fachada un humorístico y mordaz ataque a los valores establecidos, y es la muestra de una inteligencia superior, que no deja títere con cabeza. (...) al salir a la luz en Estados Unidos produjo una verdadera conmoción y estuvo durante meses en la lista de libros más vendidos.
Mark Twain (Samuel Langhorne Clemens)
1835-1910
En las breves páginas del libro circulan personajes como Adán, Eva, Matusalén, Sem, y hasta Dios, Satán y ángeles y arcángeles. Sin duda el libro debió ser escandaloso. Aún hoy su contenido puede chocar, pero tiene su encanto. Me divertí leyéndolo por ese humor ácido de Twain al pintar la naturaleza humana. Veamos una muestra tomada de Cartas de Satán desde la Tierra (Págs 28 y 29):
Muchos humanos rezan, pero a pocos les gusta hacerlo. Algunos rezan largo y tendido, mientras el resto toma el camino más corto.
Más humanos van a misa de los que quieren ir.
Para cuarenta y nueve de cada cincuenta humanos, el domingo es un aburrimiento verdaderamente tremendo.
De todos los humanos que van a misa el domingo, dos tercios se hartan cuando el sermón está a medio acabar y el resto antes de que acabe.
El momento más feliz para todos ellos es cuando el predicador alza las manos para dar la bendición. Se escucha entonces un murmullo de alivio que recorre la iglesia, cargado de la más sincera gratitud.
Toda nación desprecia al resto de las naciones.
Toda nación tiene antipatía a las otras naciones.
Todas las naciones blancas sienten aversión por las naciones de color, sea cual sea éste, y las oprimen cuando pueden.
Los humanos blancos no se asocian con los humanos negros, ni se casan con ellos.
Les tienen prohibido entrar en sus colegios e iglesias.
El mundo entero odia a los humanos judíos y sólo los tolera si son ricos.
Os ruego que toméis nota de todos estos detalles.
... ... ... 

1 comentario:

  1. Yo también disfruté mucho de este libro, es inteligente y ácido y no he envejecido nada. Te dejo mi reseña en . en: http://goo.gl/goJW2v
    Un saludo,
    Sonia

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